-Te diré algo
-¿Qué?-preguntó la joven curiosa sin la capacidad de mirarlo a los ojos.
-Dañe a la persona correcta y la incorrecta me enseño realmente como duele-respondió dando un paso hacía atrás para no mirarla a esos ojos que lo miraban de una forma tan distinta a la de antes, hasta el punto de parecer un desconocido.
–Sabes que yo no dañe nunca a nadie aunque terminé siendo la dañada-le lanzó una indirecta de esas que entiendes a la perfección pero haces como sino porque la dura realidad, duele-. Tal vez tu lo hiciste, y ahora lo estas pagando por la de veces que lloré por las noches sintiendo que soy insuficiente y no valorarme, solo por tu culpa. Y ahora tú ¡eres el único que debe darme a mí lecciones de vida!-la joven se expresó del tono más alto posible dejando salir aquel dolor de angustía y resentimiento que acumulaba en el fondo de su alma.
-Sin tan solo supieras Ela-añadió cabizbajo mientras se alejaba evitando que las emociones no se acumulen
-Si tan solo supiera ¿qué?
-Que eres la luz del amanecer de mi vida-Austin no podía contenerse más quería decírselo, era ahora o nunca, después de todo habia vuelto a caer en las garras del amor pero esta vez sentía que iba a ser distinto, incluso si no lo fuera, queria volver a dejarse ser consumido por el poder del amor-. no es ella, ni ninguna, lo eres tú, la única, tú ¡así de simple! .
-¿Si es así? ¿Por qué rompiste mi corazón en mil pedazos y te fuiste? -Porque no era el indicado, ni lo soy, es más no lo seré y lo sabes pero ¡esto de adentro late por ti!, ¡de manera incontrolable aquí mismo y ahora!-le agarró su mano colocándola en medio de su pecho sintiendo como su corazón golpeaba acelaradamente al igual qué el de ella-No puedo sin ti ni tu tampoco podrás, lo sé, por eso a pesar de todo lo que te he hecho o lo que me has hecho quiero que estes entre Las Luces Del Amanecer de mi vida, y te aseguro que juntos traeremos de vuelta la luz a nuestra vida.