Mi bebé, mi compinche
img img Mi bebé, mi compinche img Capítulo 4 La hora de la venganza
4
Capítulo 8 Primera advertencia img
Capítulo 9 Belleza angelical img
Capítulo 10 Subasta img
Capítulo 11 El ganador img
Capítulo 12 Una larga historia img
Capítulo 13 Familia preocupada img
Capítulo 14 Tratamiento obstruido img
Capítulo 15 Cambio repentino img
Capítulo 16 Cincuenta millones img
Capítulo 17 Vómito de sangre img
Capítulo 18 Condición estable img
Capítulo 19 Viejos enemigos img
Capítulo 20 Alborotadores descarados img
Capítulo 21 Una ayuda inesperada img
Capítulo 22 Ataques en internet img
Capítulo 23 Llamada perdida img
Capítulo 24 Falsa disculpa img
Capítulo 25 La ambición de Natalia img
Capítulo 26 La dama de rojo img
Capítulo 27 Dos defensores img
Capítulo 28 Video de vigilancia img
Capítulo 29 Una oferta jugosa img
Capítulo 30 Rechazo inesperado img
Capítulo 31 El arreglo de Aiden img
Capítulo 32 La persuasión de Waylon img
Capítulo 33 Un encuentro inesperado img
Capítulo 34 Competencia improvisada img
Capítulo 35 Ataque al corazón img
Capítulo 36 Visita nocturna img
Capítulo 37 Compañeros de trabajo hostiles img
Capítulo 38 Tres días img
Capítulo 39 Eres tan amable img
Capítulo 40 La invitación de Daniel img
Capítulo 41 Una bofetada en la cara de Natalia img
Capítulo 42 El desmayo img
Capítulo 43 La competición img
Capítulo 44 Castigo img
Capítulo 45 Invitado no invitado img
Capítulo 46 Dos condiciones img
Capítulo 47 El trato img
Capítulo 48 El hombre sin corazón img
Capítulo 49 Dos pájaros de un tiro img
Capítulo 50 Suposición insultante img
Capítulo 51 Un fantasma del pasado img
Capítulo 52 El perfume desaparecido img
Capítulo 53 Contra todo pronóstico img
Capítulo 54 Bajo coeficiente intelectual img
Capítulo 55 La boda con Conrad img
Capítulo 56 Una publicación denigrante img
Capítulo 57 Provocación intencional img
Capítulo 58 Escupiendo fuego img
Capítulo 59 Mi sexto nieto img
Capítulo 60 La realidad fue expuesta img
Capítulo 61 Nuevo portavoz img
Capítulo 62 El accidente img
Capítulo 63 Las cámaras de vigilancia img
Capítulo 64 Bomba pesada img
Capítulo 65 Devolverle el favor a Yvonne img
Capítulo 66 El plan de Natalia img
Capítulo 67 Baile img
Capítulo 68 No habrá disculpas img
Capítulo 69 Sentí un poco de náuseas img
Capítulo 70 Primeros auxilios img
Capítulo 71 Complot img
Capítulo 72 Otra enemiga img
Capítulo 73 Vino a verte img
Capítulo 74 Vas a enfrentar las consecuencias img
Capítulo 75 No tienes nada que confesarme img
Capítulo 76 Tratada de manera injusta img
Capítulo 77 El valor de una foto mía img
Capítulo 78 Eligiendo el mismo caballo img
Capítulo 79 Mi padre es increíble img
Capítulo 80 Quítate la ropa img
Capítulo 81 Intoxicación alimentaria img
Capítulo 82 Acción decisiva img
Capítulo 83 Qué me diste img
Capítulo 84 Mañana a la casa de madera img
Capítulo 85 Encontrando a Bexley img
Capítulo 86 Te voy a ayudar img
Capítulo 87 Regalo costoso img
Capítulo 88 Doctor Y img
Capítulo 89 Cómo que no es asunto mío img
Capítulo 90 Podemos llegar a un acuerdo img
Capítulo 91 Los miedos de Yvonne img
Capítulo 92 Doble sorpresa img
Capítulo 93 Rivales img
Capítulo 94 Echándolas del resort img
Capítulo 95 La disculpa de Natalia img
Capítulo 96 Fotos vergonzosas img
Capítulo 97 Arrodíllate y ruégame img
Capítulo 98 Derrotada img
Capítulo 99 Sospechas img
Capítulo 100 No lo consideres como tu hijo img
img
  /  5
img

Capítulo 4 La hora de la venganza

La chica a la que le robaron el teléfono estaba muy agradecida con Yvonne y se lo expresó con ahínco. Ella incluso se ofreció a invitarla a comer, aunque la otra mujer la rechazó con amabilidad. Tras eso, Yvonne se fue a buscar a Aideny y a Waylon.

Entretanto, este último estaba apoyado en el auto y charlando con Aiden.

"¿Tu mamá te dijo cuándo iba a empezar a tratar a mi bisabuelo?", Waylon inquirió con curiosidad.

Por su parte, Aiden se encontraba jugando con el reloj en su muñeca. Parecía un juguete de niños común y corriente, pero en realidad era extraordinario. La pantalla tenía la habilidad de mostrar el mapa de Egoford con solo unos pocos clics.

De hecho, se trataba de una microcomputadora que podía conectarse a un satélite con la tecnología más vanguardista de Strauze.

"Aún no. La verdad no creo que empiece a hacerlo pronto. Tiene una entrevista a la que debe asistir".

"¿En serio?".

Los ojos de Waylon se abrieron con una sorpresa evidente. "¿Por qué va a una entrevista? Quiero decir, como sabes, tu mami es una experta médica. La verdad es que no conozco a nadie mejor que ella en su campo. Apuesto a que las mejores escuelas y organizaciones de medicina lucharían por emplearla".

De hecho, innumerables personas ricas también le habían hecho saber a Yvonne sus intenciones. Todos deseaban que ella fuera su médico personal o familiar. Después de todo, era como si la mujer tuviera la capacidad de devolver la vida a los muertos.

"Mi mami no va a una entrevista a una escuela médica ni nada por el estilo. Ella va a para el Grupo Patterson, la empresa de tu familia. Yo mismo le aconsejé que solicitara un trabajo allí", Aiden explicó con voz firme.

"¿Qué dices? ¿De verdad hará eso?".

Waylon no se podía creer lo que estaba escuchando, y su expresión se puso roja de preocupación.

"Creo que no deberías haberle dado ese consejo. ¿No has escuchado decir que el director ejecutivo de esa empresa es un hombre malvado? Al parecer, se enfada con facilidad y le hace pasar un mal rato a los empleados. De hecho, todos en Egoford le tienen miedo. ¿Te imaginas que tu mamá lo ofende por accidente y él la intimida? ¿Sabes qué? ¿Por qué no le aconsejas que vaya a una entrevista a otro lado?".

Aiden levantó la cabeza para avistar a Waylon con las cejas fruncidas por la confusión. "Tú ya deberías saber que mi madre es una mujer fuerte e inteligente. ¿Por qué tendría ella miedo de alguien? Además, el CEO del Grupo Patterson es pariente tuyo, ¿no es así? Escuché que es un joven que está conquistando el mundo de los negocios. No creo que sea como tú lo describes".

Aiden se cruzó de brazos y observó al hombre con los ojos entrecerrados. Tras eso, preguntó con recelo: "¿Por qué no te cae bien? ¿Acaso tú lo ofendiste antes? ¿Es esa la razón por la que te escondiste en Strauze y te negaste a regresar? ¿Acaso tenías miedo de que él te atrapara y te diera una lección?".

Cuando escuchó eso, el corazón de Waylon pareció dejar de latir. De hecho, su rostro palideció al recordar ese horrible pasado, y el miedo no le permitía expresarse bien.

"¡Dímelo!". Después de que Aiden no obtuviera ninguna respuesta, se encogió de hombros y prosiguió: "Perfecto, ¡si no quieres hablar, lo descubriré yo mismo!".

"Oye pequeño, no me amenaces así solo porque eres un hacker de alto nivel. Está bien, te diré lo que pasa. El director ejecutivo de esa empresa es mi tío, y no estamos en buenos términos", Waylon explicó con miedo persistente en su interior.

"¿Qué dices?".

Aiden se frotó la barbilla, a la vez que volvía a entrecerrar los ojos. "¿Conrad es tu tío? ¡No tenía idea de eso! Y dime, ¿qué fue lo que pasó entre ustedes dos? ¿Por qué no se llevan bien ahora?".

Con una expresión lastimera, Waylon suspiró y murmuró: "La verdad es que no quiero hablar de eso. Si te llego a contar lo que pasó, no habrá un lugar en la tierra donde pueda esconderme. ¡Mi tío me perseguiría hasta los confines de la tierra! En fin, deja de molestarme con eso. Prometo que te compraré diez conos de helado más tarde. ¿Trato hecho?".

En el pasado, él hizo eso por bondad, pero nunca se esperó que las cosas salieran así.

"¡Oh!". Aiden se frotó la barbilla de nuevo como si estuviera pensando en lo que le acababan de decir. Luego señaló con el dedo a Waylon y agregó: "Está bien por ahora, pero no debes faltar a tu palabra. Si no me compras los helados que me dijiste, yo...".

"No te preocupes, te los compraré", Waylon interrumpió, a la vez que miraba al niño con asombro.

Tan pronto como Yvonne salió del aeropuerto, Waylon corrió hacia ella y le comentó en un tono halagador: "Sé que todavía estás ocupada y no te has instalado, pero necesito saber cuándo me harás el honor de tratar a mi bisabuelo. Tú sabes que eres la única que puede hacerlo mejorar".

Después de pensar por un momento, Yvonne replicó: "Bueno, mañana tengo una entrevista en el Grupo Patterson. Estoy libre después de eso, así que organiza todo para el tratamiento para ese momento".

"¡Muchas gracias! Vamos entonces. Los llevaré al apartamento".

Con una sonrisa alegre, Waylon abrió la puerta del auto.

En el camino, Yvonne se quedó avistando el paisaje del exterior. Notó que había más rascacielos y carteles electrónicos de los que recordaba. La mujer estaba muy sorprendida.

"Te fuiste de Egoford hace seis años. Cambió mucho, ¿no crees?", preguntó Waylon mientras seguía conduciendo.

"Sí, muchísimo".

En ese instante, un millar de recuerdos inundaron la mente de Yvonne. Ella bajó la ventanilla y tomó el aire de la ciudad en la que una vez vivió, al mismo tiempo que seguía contemplando los alrededores.

De repente, el auto pasó por un alto edificio comercial que contaba con un cartel que decía: "Grupo Tate". De inmediato, Yvonne se enderezó y echó un vistazo.

¿Esa empresa había logrado tanto desarrollo en tan pocos años? ¡Eso era sorprendente!

Por unos instantes, Yvonne fue transportada a ese desafortunado día en el que su padre la echó de casa. No pudo evitar recordar las crueles palabras que le dijo y cómo Natalia sonrió complacida ante su sufrimiento. Reprimiendo su tristeza, ella procedió a apretar los puños con determinación.

Fuera como fuese, ella estaba de vuelta, ¡y era hora de que recuperara todo lo que era suyo!

            
            

COPYRIGHT(©) 2022