La Esposa Abandonada
img img La Esposa Abandonada img Capítulo 8 8
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Capítulo 10 10 img
Capítulo 11 11 img
Capítulo 12 12 img
Capítulo 13 13 img
Capítulo 14 14 img
Capítulo 15 15 img
Capítulo 16 16 img
Capítulo 17 17 img
Capítulo 18 18 img
Capítulo 19 19 img
Capítulo 20 20 img
Capítulo 21 21 img
Capítulo 22 22 img
Capítulo 23 23 img
Capítulo 24 24 img
Capítulo 25 25 img
Capítulo 26 26 img
Capítulo 27 27 img
Capítulo 28 28 img
Capítulo 29 29 img
Capítulo 30 30 img
Capítulo 31 31 img
Capítulo 32 32 img
Capítulo 33 33 img
Capítulo 34 34 img
Capítulo 35 35 Claveles img
Capítulo 36 36 un día de mierda img
Capítulo 37 37 Relación laboral img
Capítulo 38 38 Desahogo img
Capítulo 39 ¿Qué planea Henry img
Capítulo 40 ¡¿Dónde está Ethan ! img
Capítulo 41 ¡Sin resultados! img
Capítulo 42 Cubrir rastros img
Capítulo 43 Estar junto a él img
Capítulo 44 Nuestro hijo está vivo img
Capítulo 45 Todo arreglado img
Capítulo 46 Graham es un peligro img
Capítulo 47 La verdad img
Capítulo 48 Está decidido img
Capítulo 49 Mi hijo img
Capítulo 50 La decisión de Alice img
Capítulo 51 Nunca te soltaré img
Capítulo 52 No fue una ilusión img
Capítulo 53 La fuga img
Capítulo 54 Imposible resistirse img
Capítulo 55 ¡Pelea en el baño de chicas! img
Capítulo 56 Algunas verdades img
Capítulo 57 Un encuentro hermoso img
Capítulo 58 ¡Lo robaste! Eres culpable img
Capítulo 59 Cabeza de turco img
Capítulo 60 Posible solución img
Capítulo 61 Lo haría otra vez img
Capítulo 62 Nuevo abogado img
Capítulo 63 Adiós, Beth img
Capítulo 64 Familia l img
Capítulo 65 Familia ll img
Capítulo 66 Familia lll img
Capítulo 67 Tarde img
Capítulo 68 No es un buen lugar img
Capítulo 69 A casa img
Capítulo 70 Hermosa bienvenida img
Capítulo 71 Charisse img
Capítulo 72 Feliz Cumpleaños img
Capítulo 73 Velada l img
Capítulo 74 Velada ll img
Capítulo 75 Velada lll img
Capítulo 76 Inoportuno img
Capítulo 77 En tu cama o en la mía img
Capítulo 78 Rechazo 1 img
Capítulo 79 Rechazo ll img
Capítulo 80 Día de visita img
Capítulo 81 Regreso l img
Capítulo 82 Regreso ll img
Capítulo 83 Aquella visita img
Capítulo 84 Un día de ira img
Capítulo 85 Situaciones img
Capítulo 86 Pruebas img
Capítulo 87 Familia img
Capítulo 88 Confrontaciones img
Capítulo 89 Los deseos del padre img
Capítulo 90 Sin llamada img
Capítulo 91 Me levantas el castigo img
Capítulo 92 Charla con el padre img
Capítulo 93 Herencia img
Capítulo 94 Futuro img
Capítulo 95 Un viaje img
Capítulo 96 Hermanos Graham img
Capítulo 97 El inicio img
Capítulo 98 Los celos img
Capítulo 99 Disculpa sincera img
Capítulo 100 Cumpleaños feliz img
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Capítulo 8 8

-Te amo, Alice Taylor. Y lo hice desde el primer momento en que te vi. Eres y serás la mujer de la que estoy enamorado, aunque esto nunca podrá ser.

Alice escuchaba cada palabra que salía de los labios de su adorado Jared, apretaba sus ojos, al igual que sus manos en su pecho, intentando apaciguar aquellos fuertes latidos y esa confesión que llegaba a ser como un bálsamo para sus heridas.

¿Qué debía hacer? ¿Abrir los ojos, decirle que escuchó todo y confesar el amor que ella también sentía hacia a él desde el primer momento en el que lo vio? ¿Confesarle también que ese amor era correspondido?

No sabía qué hacer, pero empezó por abrir los ojos.

Al ver que ella estaba despierta y que probablemente escuchó todo, el blanco rostro de Jared se puso pálido y luego sus mejillas tomaron un color rojo, poniéndose rápidamente de pie, alejándose de ella, estando muy avergonzado porque ella probablemente escuchó esa confesión que él hizo desde lo más hondo de su corazón.

-Y-Yo...-Alice jamás lo había visto tan nervioso, con lo serio que siempre lucía. Aquello le sacó una fugaz sonrisa en los labios de Alice.-Estabas despierta.

-Sí, no sabía quién había entrado hasta que comenzaste a hablar y luego ya no podía decir nada, porque todo lo que quería era escucharte.

Jared dio media vuelta y pensó en cambiar de tema, antes de que Alice pudiera opinar algo al respecto, ella no debió escuchar eso, se supone que dormía, él no tenía la intención de que ella supiera lo que él sentía y ahora se sentía como un estúpido frente a ella.

-Siento mucho lo que pasó, Alice. Ha sido una enorme pena lo que me ha causado esta noticia. No preguntaré cómo estás, porque eso es más que obvio. Solo quiero que sepas que en lo que sea que pueda ayudarte o servirte de apoyo, puedes contar conmigo, Alice.

«Te necesito.» Eso fue lo que Alice quiso decir, pues en su mente él siempre había estado cerca de ella, aún cuando su esposo tenía la osadía de tocarla y tomarla, ella solo pensaba en él, pero Jared, aunque tenía sentimientos hacia ella, la veía como algo prohibido, una mujer casada, la esposa de su amigo, a quien él amaba desde el primer momento en el que la vio.

-Gracias.-salió de sus labios. Pero aquello no fue suficiente para Alice.-Un abrazo.-dijo en voz baja, un poco dubitativa, con falta de seguridad en la voz y con esa tristeza que de nuevo la iba arropando, hasta cubrirla por completo.-Un abrazo me vendría bien.-logró decir con claridad antes de echarse a llorar.

Jared se unió a ella en aquella pequeña cama y la abrazó con mucho cuidado.

Alice sintió aquellos brazos rodearla y reconfortarla, hacerla sentir segura y muy cálida, compartiendo su tristeza, sus cargas, sus penas.

No supo cuanto tiempo se quedó allí, entre sus brazos, quizás pasaron horas, días o una eternidad porque Alice estaba muy cómoda allí y no sabía si el tiempo no pasaba o solo se había detenido para ellos dos, en aquel abrazo tan necesario para ambos.

Lo que sí supo fue que se durmió, tomando el olor de Jared, recibiendo la calma que él le transmitía y pensando en el rostro de su Ethan.

Unas manos acariciaban su cabello y el corazón de Alice retumbaba sin parar, sabiendo que estaba junto al hombre que amaba.

-Su nombre era Ethan.-comenzó a decir, notó que su voz salía gruesa, era por todo el llanto y hace horas que no tomaba agua.-Hubieras visto su cara, era hermoso, tan suave, tan mío. Mi hijo. Todos estos meses pensé que todo estaba bien, que nos veríamos pronto cuando él naciera y luego íbamos a ser felices juntos, solo él y yo, ahora veo que no, que los planes no resultaron y aquí estoy, con los brazos vacíos, sin mi bebé. ¿Cómo es que la felicidad me puede durar tan poco, Jared? ¿Cómo es que antes lo tenía entre mis brazos y ya no? Conocerlo, amarlo y perderlo. No es justo, no me parece justo.

Jared permaneció en silencio, escuchando sus palabras, sin tener nada que sirviera de consuelo para ella, pero para Alice con el hecho de que él la escuchara, ya era suficiente.

Él se acomodó en la cama y ella con su rostro recostada a él, sintiéndose demasiado bien, empapándose de calma.

Volvió a dormirse.

(...)

El señor Graham llamó a su hijo con mucho apremio, cuando la enojada familia Taylor se comunicó con él, anunciándole la terrible noticia del fallecimiento del hijo que unía a la familia, aquel Graham Taylor que sus padres esperaban, aquella criatura que los salvaría.

Los Taylor reclamaron con enojo la falta de presencia de Robert allí, junto a su esposa, a la hora del nacimiento, su falta de interés y la gran vergüenza que esto ponía en los hombros de la familia.

¡No estuvo presente para el nacimiento de su hijo! Como si aquello no fuera un acontecimiento digno de que él dejara todo lo que tenía que hacer y fuera con su esposa al hospital.

Tampoco había estado cuando su hijo murió y eso agravaba más las cosas.

Los Taylor se habían sentido humillados cuando Robert despreció de ese modo a su esposa y a su hijito, ahora fallecido, por lo que el padre de Robert le exigía que fuera a solucionar las cosas.

No estaban en posición de quedar en malos términos con ellos, aún cuando ya había un matrimonio que los unía.

-¡¿No encontraste otro mejor día para estar con tu amante?! ¡Queríamos una unión de sangre con los Taylor!

-¡Y ya se las di!-gritó en respuesta a su padre.-Dejé a mi esposa embarazada, ¿crees que puedes pedirme algo más? Cumplí con mi parte, me parece que todos están complacidos.-Cuando Robert le dio esa respuesta a su padre, este arrugó su ceño y luego lo golpeó.

¡Plaf!

La palma de su mano impactó en la cara de su hijo. Era un señor mayor, pero conservaba muchas de sus fuerzas. Y no iba a permitir que a esa altura de juego Robert arruinara todo por ser un idiota.

-¡¿A quién le estás levantando la voz?! ¡Ingrato! ¡¿Se te olvida que soy tu padre?! ¡Que me debes la vida!-Robert bajó la mirada, tensando su mandíbula, no creyó haberse excedido, pero estaba claro que su padre lucía más que enojado. ¿Qué fue lo que dijo mal?-No se te olvide que no fue solo un matrimonio, a través de esta unión recibimos un enorme préstamo secreto de parte de los Taylor.

Cuando Robert escuchó eso, sus ojos parecieron salírseles ante el asombro.

Él no sabía aquello, así como Alice también lo desconocía.

-¿Un...préstamo de los Taylor?-sus manos temblaron, creyendo que eso lo volvía menos que Alice.-¡Dijiste que solucionaste todo!-reclamó a su padre, nunca se imaginó que esa fue la solución que él encontró y jamás se lo dijo a su hijo.

-¡Y claro que lo hice! La boda fue el arreglo perfecto.

-Pero...-¡¿Esa fue la mejor solución que él encontró?!

-Un hijo entre ustedes dos, reforzaba la unión y dejaba de lado aquel préstamo.

En lo único que Robert pensaba, era que ahora sí Alice Taylor se sentiría superior a él y eso no podía tolerarlo, se llenaba de impotencia, sus manos hormigueaban y el enojo lo arropaba.

Casi echaba chispas. Tenía los ojos muy aguados, odiando el hecho de que Alice siempre parecía estar por encima de él.

¡¿Cómo fue que su padre no pensó en decirle antes eso?! ¡Era una información muy importante!

-¿Quién más lo sabe? ¿Mi esposa lo sabe?

-Ha sido un trato en silencio, Robert. No lo sabías ni tú, tampoco lo sabe ella.

Suspiró aliviado. Pero no del todo.

-Ahora, no entiendo tu enojo, padre. Mi esposa ha dado a luz, todo está bien.

-Ha muerto.-dijo de forma fría y sin nada de tacto, de igual modo sabía que eso a su hijo no le importaba, estaba muy claro, si el día del nacimiento de su hijo ni se molestaba en ir con ella. Para él era un juego, pero no lo era para su padre, que sabía la importancia de que ese matrimonio funcionara.-Tu hijo murió varias horas después de nacer. Y no estuviste allí, Robert. ¿Cómo vas a arreglar eso? Tendrás que compensar a los Taylor, solo tú. ¿Cuál será tu excusa esta vez? Están muy enojados y tienen sus razones.

            
            

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