Tus labios me rozan
img img Tus labios me rozan img Capítulo 2 Ya no te atenderé
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Capítulo 9 Estás burlándote de mí img
Capítulo 10 Provocación img
Capítulo 11 No tan afortunado img
Capítulo 12 Todos tienen secretos img
Capítulo 13 Arrodíllate y discúlpate img
Capítulo 14 El accidente automovilístico de seis años atrás img
Capítulo 15 Muy amable img
Capítulo 16 El video falso img
Capítulo 17 El banquete img
Capítulo 18 Un gran obsequio img
Capítulo 19 Quiero ese collar img
Capítulo 20 Obtener algo caro de Waylon img
Capítulo 21 Ayúdame a vender la sortija de matrimonio img
Capítulo 22 Deshacerse de la sortija img
Capítulo 23 Mi dinero es tuyo img
Capítulo 24 Klein es un tipo repugnante img
Capítulo 25 No tienes que preocuparte por mí img
Capítulo 26 No importa img
Capítulo 27 Te daré una buena lección img
Capítulo 28 Estás tratando de seducir a Stella img
Capítulo 29 Esa compensación no es suficiente img
Capítulo 30 Señorita Walsh, por favor venga a la comisaría img
Capítulo 31 Rescatar a Adrian img
Capítulo 32 Dónde está tu amante img
Capítulo 33 Su amiga por correspondencia img
Capítulo 34 Comprar un reloj img
Capítulo 35 La novia de mi exmarido img
Capítulo 36 La apuesta img
Capítulo 37 Esposo de segunda mano img
Capítulo 38 Admitir la derrota img
Capítulo 39 Quítate la camisola img
Capítulo 40 No es asunto tuyo img
Capítulo 41 Buscaré un hombre que no sea impotente img
Capítulo 42 Te viste con algún hombre img
Capítulo 43 Las noticias img
Capítulo 44 Lo que sucedió en el Club Moon img
Capítulo 45 Sigues siendo mi excuñada img
Capítulo 46 La que no tenía mucho dinero era ella img
Capítulo 47 El hombre con la máscara de zorro img
Capítulo 48 La mejor elección para un segundo marido img
Capítulo 49 No me importa si quiere culparme img
Capítulo 50 Realmente era ella Maple img
Capítulo 51 Estás enamorado de ella img
Capítulo 52 Waylon, no fumes img
Capítulo 53 Temes que se lleven a Waylon img
Capítulo 54 La foto del ganso lo hacía parecer accesible img
Capítulo 55 Adquisición exitosa img
Capítulo 56 Stella se cayó img
Capítulo 57 Stella sigue viva img
Capítulo 58 Lo hiciste tú img
Capítulo 59 Disculparse img
Capítulo 60 Pedir una indemnización img
Capítulo 61 El título de propiedad del terreno img
Capítulo 62 La ira de Ruben img
Capítulo 63 Casi suelta la verdad img
Capítulo 64 Trucos sucios img
Capítulo 65 La solución img
Capítulo 66 Desmayarse img
Capítulo 67 Ayla está desaparecida img
Capítulo 68 El segundo obsequio img
Capítulo 69 Las sospechas img
Capítulo 70 El temor de quedar embarazada img
Capítulo 71 Causar problemas img
Capítulo 72 Fianza img
Capítulo 73 Eliminar toda sospecha img
Capítulo 74 Dos razones img
Capítulo 75 La familia Moore sufrirá img
Capítulo 76 Accidente de ascensor img
Capítulo 77 Perseguidores img
Capítulo 78 La familia Moore en problemas img
Capítulo 79 Collar familiar img
Capítulo 80 Te pareces a la señora Wagner img
Capítulo 81 Buenas noticias img
Capítulo 82 Disgusto img
Capítulo 83 Suplementos img
Capítulo 84 Una carta familiar img
Capítulo 85 La indignación de Adrian img
Capítulo 86 Entrada img
Capítulo 87 Partido de baloncesto img
Capítulo 88 Intercambio de asientos img
Capítulo 89 Una publicación controversial en Twitter img
Capítulo 90 Ayla tuvo algo que ver con eso img
Capítulo 91 Rodeada por los reporteros img
Capítulo 92 Diane tiene miedo img
Capítulo 93 Pagar las consecuencias img
Capítulo 94 Protector silencioso img
Capítulo 95 Conferencia de prensa img
Capítulo 96 Ya no lo amo img
Capítulo 97 Él le fue infiel img
Capítulo 98 Diane es arrestada img
Capítulo 99 Indemnización por divorcio img
Capítulo 100 La mamá de Diane img
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Capítulo 2 Ya no te atenderé

Como en aquel entonces, el médico informó que las posibilidades de que Ayla se despertara eran muy escasas, Waylon accedió a la petición de Stella, y se casaron.

Sin embargo, desde el día de su boda él siempre fue muy frío con ella.

Después de levantar la barbilla, Stella miró directamente a Waylon. Luego, sin pestañear declaró: "Soy tu esposa. ¿Por qué debería irme de aquí cuando ella vuelva?".

El hombre miró a la chica, y su rostro se ensombreció lentamente. Sus ojos se volvieron cada vez más aterradores mientras respondía: "¡Porque Ayla me dijo que hace seis años la atropellaste con tu coche!".

Stella se quedó atónita por un momento. Luego sonrió amargamente y preguntó: "Si te dijera que no fue así, ¿me creerías?".

Waylon se acercó a la chica lentamente, hasta que esta se quedó atrapada en un rincón. A continuación, con frialdad le preguntó: "¿Cómo podría creerte?".

Luego, mirándola con sus ojos oscuros que destilaban repulsión, agregó:

"Eres una mujer muy perversa. ¿Sabes lo que deseo en estos momentos? Quiero que experimentes todo el sufrimiento que ha padecido Ayla". Mientras Waylon hablaba, su rostro lucía tan frío como el hielo.

Stella se sorprendió por el odio y la crueldad que reflejaban los ojos del hombre.

Seis años era mucho tiempo. A pesar de eso, el corazón de Waylon seguía siendo muy frío con ella.

"Yo no le hizo daño", declaró Stella con firmeza, tras lo cual apretó los labios con fuerza.

El hombre miró con desprecio a la chica, a la vez que con frialdad decía: "Como eres una mujer muy inteligente, deberías saber lo que es mejor para ti".

Dicho lo anterior, se fue, dejando la habitación en silencio.

Una vez que Stella se quedó a solas, se miró en el espejo, solo para descubrir que su rostro lucía pálido y cansado.

¿Era todavía ella?

En el pasado solía ser una chica muy orgullosa, pero se volvió humilde después de casarse.

¿No era eso algo absurdo?

Después de un rato, respiró hondo y susurró para sí misma: "Es hora de irse. Déjate llevar, Stella".

Al día siguiente, Waylon fue al hospital por la mañana y acompañó a Ayla a su revisión de seguimiento.

Stella, por su parte, se paró frente al espejo, se quitó el delantal que había usado casi todos los días en los últimos seis años, y se puso un vestido blanco. Poco después bajó las escaleras con su maleta.

Adrian se encontraba en la sala de estar, sentado en el sofá con las piernas cruzadas, viendo la televisión. Cuando levantó la mirada y vio a Stella, preguntó: "¿A dónde vas?".

Sin embargo, la chica no respondió. Simplemente lo miró con indiferencia y caminó hacia la puerta.

Al percibir que algo no andaba bien, Adrian corrió hacia Stella, agarró su maleta y le preguntó: "¿Estás sorda? ¿No escuchaste lo que te pregunté? ¿Ya limpiaste mi habitación y ya preparaste el desayuno? ¿A dónde vas tan temprano?".

Ese chico de dieciséis años no le mostraba a Stella ningún respeto, a pesar de que era su cuñada. Siempre fue muy descortés con ella.

Stella separó los dedos de Adrian de su maleta, a la vez que con frialdad decía: "¡Pequeño idiota, a partir de ahora no te serviré más!".

A pesar de que la chica no usó mucha fuerza, Adrian gritó deliberadamente: "¡Mamá! ¡Mamá, ven aquí! Esta perra está intimándome".

"Hijo, ¿por qué estás gritando? ¿Qué ocurre?".

Tan pronto como Zoey bajó las escaleras y vio la escena, se enojó tanto, que agarró el plumero y comenzó a golpear a Stella con él. "¡Dios mío! ¿Cómo te atreves a intimidar a mi hijo? ¡Te daré una buena lección!".

Desde siempre Zoey había golpeado a Stella, quien solía aguantarse por Waylon.

Sin embargo, después de que le pidiera que se fuera de esa casa, ya no tenía por qué continuar soportando esa situación.

Después de arrojar el plumero al suelo, Stella declaró con frialdad: "Si continúa golpeándome, me defenderé".

Zoey se quedó atónita, porque obviamente no esperaba que la chica la refutara.

Cuando volvió en sí, gritó: "¿Cómo te atreves? Le diré a mi hijo que se divorcie de ti".

En el pasado Stella siempre evitó los conflictos con Zoey por el bien de Angelina Burton, la abuela de Waylon, y porque no quería que este se enojara con ella.

Solía tener miedo de pelear con su suegra. Pero como en esos momentos ya no le importaba nada, con indiferencia replicó: "Sí, como usted lo diga".

Luego, arrastrando su maleta salió de la casa de la familia Burton, ignorando la reprimenda de Zoey, quien continuaba gritando detrás de ella.

En esos momentos un Ferrari rojo se encontraba estacionado afuera de la casa, esperando a Stella. Dentro del vehículo había un hombre muy apuesto, quien al ver a la chica, agitó una mano hacia ella, a la vez que decía: "Stella, súbete".

En cuanto la chica se subió al auto, se alejaron...

            
            

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