Capítulo 5 Su diario

Una vez que salieron de Bliss, Stella se despidió de Wesley y de Kenneth, y luego regresó a la antigua casa de su papá, la cual estaba cubierta de polvo, ya que como nadie vivía ahí, no se había limpiado en mucho tiempo.

Después de encontrar un delantal, la chica se lo puso y comenzó a limpiar.

Cuando miró debajo del sofá, encontró una foto de su boda, en la que aparecían ella y Waylon. La chica sonreía felizmente, pero él, a su lado, parecía frío e impaciente.

Junto a la fotografía estaba su diario, el cual contenía información sobre Waylon, como por ejemplo, lo que le gustaba comer, las cosas que usaba y sus pasatiempos.

En aquel entonces Stella centraba toda su atención en él. Durante seis años hizo todo lo posible para sacar adelante ese matrimonio que se había ganado con tanto esfuerzo. Desafortunadamente, al final todo fue en vano. La realidad de que Waylon nunca podría amarla se sentía como una fuerte bofetada.

Al pensar en todo eso, las lágrimas brotaron de los ojos de la chica. Levantó la cabeza en un intento estéril de contener el llanto.

En ese momento su celular sonó. Cuando lo levantó para echar un vistazo, descubrió que era un mensaje de Kenneth.

"Stella, hace seis años me ayudaste mucho. Ahora es el momento de que te retribuya. No te preocupes. Toma la decisión que más te convenga. Estaré a tu lado para apoyarte".

Al leer eso, la chica sintió una profunda calidez en el corazón, porque sabía que Kenneth realmente quería retribuirla por lo que había hecho por él. Sin embargo, no quería depender de nadie. Desde que se casó con Waylon, controló su temperamento para poder ser una buena esposa. De hecho, casi olvidó lo fantástica que solía ser en el pasado.

Entonces Stella buscó el número de Waylon en su lista de contactos, y lo llamó.

"¿Qué deseas?", preguntó el hombre con indiferencia, tan pronto como respondió.

"Mañana es lunes. Recuerda ir al registro civil por el acta de divorcio".

Al escuchar eso, Waylon frunció el ceño. "Eres una...".

Pero antes de que pudiera terminar su oración, Stella colgó. Ante eso, el hombre sostuvo su celular con fuerza y su rostro se ensombreció.

"Waylon, ¿quién era?", preguntó con confusión Ayla, quien se encontraba tumbada en la cama, mirando en dirección al balcón.

El hombre volvió a guardarse el celular en el bolsillo mientras caminaba hacia la cama, como si nada hubiera sucedido. Luego, mientras arropaba a la chica, respondió: "Nadie. Tómate tu medicamento".

Como el rostro de Ayla todavía estaba muy pálido, Waylon no podía evitar sentir pena por ella. Entonces la chica tomó la mano del hombre e hizo una mueca lastimera, a la vez que decía: "La medicina a base de hierbas es tan amarga, que incluso su olor me provoca náuseas".

Enarcando las cejas, Waylon dijo: "Cuando éramos amigos por correspondencia, me dijiste que no temías tomar medicamentos a base de hierbas, ¿lo recuerdas? Sé una buena chica. Tómate el medicamento para que te recuperes muy pronto".

Como el hombre habló casualmente, no se dio cuenta de que algo andaba mal con Ayla.

Entonces ella levantó su pequeño rostro y miró a Waylon con sus ojos claros, al mismo tiempo que respondía: "Está bien, te haré caso".

Debido a que Ayla estuvo en coma durante seis años, estaba muy delgada y su rostro, totalmente pálido. Sin embargo, su personalidad seguía siendo muy infantil.

Las palabras y el semblante de la chica lograron que el corazón de Waylon se suavizara y dijera: "Le pediré a Tristan que te cambie la medicina a base de hierbas por píldoras".

Al escuchar eso, la chica sonrió con dulzura. Luego sostuvo al hombre del brazo, y actuando como una niña mimada, exclamó: "¡Waylon, eres el mejor!".

Poco después, cuando el hombre salió de la habitación y bajó las escaleras, vio a su mamá preparando un cuenco de sopa. "¿Ya se siente mejor Ayla?", preguntó Zoey.

"Acaba de tomarse el medicamento. En estos momentos se encuentra hablando por teléfono con sus papás".

"Su papá es el CEO del Grupo Horizon y accedió a que trajéramos a su hija aquí, lo que significa que él también está de acuerdo con su matrimonio, así que tenemos que cuidarla muy bien".

Al ver que Zoey era muy considerada con Ayla, de repente Waylon pensó en el momento en el que el año anterior Stella se resfrió.

Cuando Zoey se enteró de que la chica se había enfermado, perdió los estribos y comenzó a arrojar cosas al suelo. Debido a eso, y a pesar de su enfermedad, Stella tuvo que bajar a cocinar.

Al recordar ese incidente, Waylon se sintió un poco perturbado, pero inmediatamente sacó ese pensamiento de su cabeza, porque Ayla le había dicho que Stella la había arrollado con su auto, y había aprovechado que quedó inconsciente para casarse con él. En pocas palabras, Stella era la culpable de todas sus desgracias.

Después de echar un vistazo a su alrededor, Zoey preguntó: "Por cierto, ¿dónde está Adrian? No lo he visto en todo el día".

Tan pronto como la mujer terminó de hablar, la puerta se abrió, y un furioso Adrian entró. Un segundo después la puerta volvió a cerrarse de golpe.

Zoey inmediatamente dejó el cuenco a un lado, y se acercó al chico. Entonces lo tomó del brazo y, con confusión le preguntó: "¿Qué pasó?".

Sacudiéndose las manos de su mamá, Adrian respondió: "¡Estoy bien!".

Luego miró a su hermano, y entre titubeos le dijo: "Hoy vi a Stella en el bar. Iba con un modelo muy famoso. Creo que tiene una relación muy especial con él".

El rostro de Waylon se ensombreció mientras preguntaba: "¿Un modelo muy famoso? ¿Quién?".