Capítulo 2 Nuevo comienzo

Ella estaba de rodilla frente a alejandro qué estaba sentado en el sillón de su oficina, estaba desabrochando su pantalón a punto de sacar su polla para llevársela a la boca, en ese momento el la miraba con ojos diabólicos se mordía el labio, pero en ese momento vino a su cabeza la cara de su esposa, todo el día había pensado en como habían hecho el amor y luego le pidió el divorcio, el sabia que la había descuidado entendía por que lo había hecho pero no estaba dispuesto a dejarla ir, el se había casado con ella solo para que su papá lo pusiera a cargo de la empresa como la cabeza, sabía que

la trataba mal pero también sabía que no tardó mucho en enamorarse de ella, pero al morir su padre sentía que ya tenía lo que quería y que no tenía para que seguir casado con ella ya qué se casaron cuando el tenía 25 años y ella 24, en ese momento sintió como Carolina su secretaria Carolina succionaba su polla con fuerza ya qué el tenía la mirada perdida- qué pasa cariño? Dijo agitada sacando la polla de su boca y poniéndose de pie para sacarse la falda ajustada qué llevaba, el la mira trata de concentrarse en esa morena con grandes senos qué tenía en frente, la ayuda a quitarse la falda y la empuja de espaldas al sillón se pone un condon ya qué sólo con su mujer follaba sin condon, tampoco la besaba ya qué sus labios eran solo para Claudia, le mete fuerte la polla en el coño y la tomo fuerte por las nalgas empezó a moverse muy rápido y enterrar fuerte su polla en Carolina solo quería eyacular para poder seguir pensando en claudia y que hacer para remediar el daño que le había hecho todos estos años, terminar el trabajo e irse a casa para conversar el tema, al terminar la besa en la espalda le dice que se vista y se vaya que lo perdone pero tiene mucho trabajo.

Claudia se movía muy rápido quería salir rápido de casa ir a dejar las maletas al nuevo apartamento e ir a buscar a sus niños a la escuela, pensaba llevarlo por un helado para contarle los nuevos planes, llamo un taxi y empezó a prepárese para salir de casa, ella pensaba que su esposo llegaría tarde como siempre se sentía segura que no tendría que verle la cara, eran recién las 4 de la tarde y el acostumbraba a llegar después de las 8 de la noche, tomo rápidamente las maletas las saco a la entrada y volvió a buscar su bolso, se paro frente a una pequeña mesa llena de fotos de ella y su familia las miro fijamente al Menos un par de minutos, acerco su mano a la foto del día de su matrimonio y una lagrima cayó por su mejilla al mismo tiempo que en la entrada el taxi le daba aviso de su llegada, claudia tomo un gran respiro y desicida se va a la puerta alcanzo a cerrarla y darse vuelta cuando Alejandro llega en su auto y se baja rápidamente dirigiéndose a ella con un rostro qué daba miedo -¿qué haces? ¿Y esas maletas?- su voz estaba alterada y su cara roja, fruncia el ceño y la tomo por los hombros, Claudia estaba petrificada no entendía por que estaba tan temprano en casa- ¿Qué haces aquí? - dijo con voz temblorosa apenas podía hablar - Yo pregunté primero y quiero una respuesta Claudia dime que estas haciendo, acaso pensabas irte con mis hijos sin decirme nada? Dijo mientras apretaba fuerte los hombros de su esposa, no podía creer que ella fuera capaz de irse así y no creía la idea se que Claudia hablara enserio sobre divorcio.

-Te dije anoche que quería el divorcio y te

Reíste de mi, como siempre no me tomaste en serio y crees que yo no puedo tomar mis propias decisiones, pero ya vez que no es así estos decidida a divorciarme de ti, no soporto qué me ignores, me trates mal y me faltes el respeto, estos harta de tus aventuras y por favor suéltame qué me estas lastimando- dijo Claudia tratando de soltar las manos de su esposo de sus hombros, levanto su cabeza y dio un respingo para seguir caminado hacia el taxi, Alejandro la tomo por el brazo y con voz grave le dice muy friamente- Esta bien no rogare qué te quedes, pero si quieres irte tendrás que ver como te las arreglas de mi no sacaras mi un centavo, conformate con el que siga pagando la escuela de los niños lo demás tendrás que verlo tu y olvida que me alejaras de ellos quiero verlos todos los fin de semanas aunque no te doy mi un mes fuera de esta casa- Soltó su brazo y dejo que ella siguiera su camino, al escuchar el golpe de la puerta del taxi al cerrarse un escalofrío recorrió su espalda, el simplemente no la creía capaz de hablar enserio, el era un hombre muy seguro de si mismo, era un hombre muy bello, alto, pelo castaño claro, ojos color miel y unos labios rojos muy carnosos, su cuerpo era perfecto grandes brazos y un abdomen tallado, el se sentía seguro de tener a Claudia por eso jamás le importo dañar su seguridad y

Bajar su autoestima, el estaba seguro de lo enamorada qué ella estaba de el y ya le había perdonado varias aventuras a pesar de que nunca pidió perdón.

Claudia llego al nuevo apartamento este estaba amoblado con muy poco muebles y tenía dos camas pequeñas qué se veían prácticamente nuevas por lo que solo tenia que comprar sábanas y unas cuantas cosas para empezar, dejo las maletas y salió de compras, tenía que ir al supermercado y la tienda por sábanas, también tenía que ir por sus niños a la escuela, emprendió su camino muy contenta, solo esperaba que sus hijos entendieran y aceptarán la nueva vida, ella solo quería estar bien para ellos y sabía que con Alejandro nunca lo estaría.

Compro lo necesario y se fue camino a la escuela de sus hijos en el camino no dejaba de mirar su teléfono en el fondo de su corazón esperaba un mensaje de Alejandro pidiendo que volviera a casa pero sabía que eso solo era una ilusión ya qué nisiquiera pedía perdón cada vez que la dañaba, al llegar a la escuela sus hijos salieron corriendo a saludarla-Mami, mami, llegaste por nosotros, vamos a casa-dijo Vicente mientras la abrazaba, ella se agacha a besar su frente y también abrazo a su hijo más pequeño Javier- Niños, mami tiene que contarles algo, Vamos por un helado- dijo sonriendo- Siiii, helado, Siii vamos mami dijo Javier tomando la mano de su mamá y de su hermano Vicente, los tres caminaron hasta llegar a una pequeña heladería que estaba a una calle del nuevo apartamento, simplemente no sabía cómo empezar se sentaron afuera se la heladería ella los miraba con ternura tratando de encontrar las palabras correctas, al comenzar a hablar los niños la miraron agrandando los ojos quedaron totalmente sorprendidos con lo que Claudia les decía pero ambos y a tono dijeron- Mami yo quiero estar contigo donde sea-.

La cara de claudia reflejaba alivio, se terminaron su helado y se pusieron de pie para ir a conocer el apartamento.

            
            

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