Cita a Ciegas con un CEO
img img Cita a Ciegas con un CEO img Capítulo 1 Cita a ciegas 🫦
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Capítulo 6 Un viaje muy oportuno img
Capítulo 7 Con ganas de ti img
Capítulo 8 Reincidentes 🔥🔥🔥 img
Capítulo 9 🚨Alarma 🚨 img
Capítulo 10 Un encuentro incómodo img
Capítulo 11 Adictos img
Capítulo 12 Un compañero de alto nivel img
Capítulo 13 Un regreso inesperado img
Capítulo 14 Deseo de venganza img
Capítulo 15 Un clavo saca a otro clavo img
Capítulo 16 In fraganti img
Capítulo 17 Un plan contra la asistente img
Capítulo 18 A los brazos de Fred img
Capítulo 19 Batalla sin tregua img
Capítulo 20 Una llamada preocupante img
Capítulo 21 Una visita sorpresa img
Capítulo 22 Estocada final img
Capítulo 23 Noche de placer y dolor img
Capítulo 24 Divide y reinarás img
Capítulo 25 Un leve susto img
Capítulo 26 Una propuesta irresistible img
Capítulo 27 ¿Una mentira img
Capítulo 28 Un nuevo día img
Capítulo 29 ¿Te quieres casar conmigo img
Capítulo 30 ¡Sí, acepto! 👰‍♀️🤵 img
Capítulo 31 ¡Hay que operarla! img
Capítulo 32 Un presentimiento hecho verdad img
Capítulo 33 Un reencuentro inesperado img
Capítulo 34 Un terrible accidente img
Capítulo 35 Un presagio img
Capítulo 36 ¡¿Paralítico ! img
Capítulo 37 Una sospecha confirmada img
Capítulo 38 La recaida img
Capítulo 39 De asistente a CEO img
Capítulo 40 Guerra de víboras img
Capítulo 41 Un beso inesperado y ansiado img
Capítulo 42 Un deseo incontrolable img
Capítulo 43 El límite ya no existe img
Capítulo 44 Sex on the desk 🔥🔥🔥 img
Capítulo 45 Una petición inusual img
Capítulo 46 Hugh enfrenta su pasado img
Capítulo 47 Rivales por amor img
Capítulo 48 Una segunda oportunidad img
Capítulo 49 El gemido delator img
Capítulo 50 La ira de Fred img
Capítulo 51 Cómplices perfectos img
Capítulo 52 Dos almas se reencuentran img
Capítulo 53 No siempre se gana img
Capítulo 54 La verdad sale a siempre a flote img
Capítulo 55 El amor rompe todas las barreras img
Capítulo 56 Error de cálculo img
Capítulo 57 Cita a ciegas 🫦 img
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Cita a Ciegas con un CEO

ANKH
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Capítulo 1 Cita a ciegas 🫦

Chelsea bajo del taxi, se dispuso a entrar al lujoso bar. No podía negar que estaba algo nerviosa, era su primera cita con Fred, el chico que conoció en una de las app más recientes. A diferencia del resto de las aplicaciones para citas de parejas, el perfil del usuario es incógnito, por lo que ella se encuentra literalmente en una cita a ciegas.

Se acerca a la barra, pide un gintoni, es su bebida preferida, eso sin mencionar que le permite salir un poco de su timidez. Mira su reloj un par de veces.

-¿Será que le escribo? -murmura en voz baja. Abre su bolsa para extraer el móvil, y como suele suceder no logra encontrarlo- Por mil demonios, ¿Dónde habré dejado mi celular? -se lleva el dedo a la frente dando ligeros golpes mientras repite- Piensa Chel, piensa. -repentinamente recuerda que debió dejarlo sobre el mesón de mármol de la cocina- Tuvo que ser allí. Todo por salir apurada para llegar puntualmente y él no llega. No me queda otra que esperar por él. ¿Pero cómo podré saber que es él? Nunca me dijo como vendría vestido, claro yo tampoco lo hice.

Piensa en que esperará sólo veinte minutos, si en ese período no ha llegado se irá. Mientras se mantiene en su soliloquio, decide ir al tocador y retocar su maquillaje, quiere verse perfecta, quiere deslumbrar a su galán. Lleva más de un año que tuvo su última conquista, y quiere parecer tan normal como el resto de sus amigas.

-Disculpa, el baño de damas -pregunta al bartender y este señala el pasillo. Ella se levanta, hace un gesto con su mano de que pronto regresará.

Mientras se retoca, ve que ya han pasado un par de minutos, regresa a la barra, se sienta, no deja de mover su pierna de forma impaciente, entre las pocas luces que alumbran el local, distingue la silueta de un hombre.

-¿Será él? -lo observa sacar su móvil y llamar un par de veces. Asume que sí, que debe ser él que está intentando llamarla. Se sienta, pide otra bebida, y lo mira- Cinco minutos y me acerco. Solo eso.

En tanto, el hombre también percibe la insistencia con el que la chica de la barra lo mira.

-Linda nena. -murmura. Si en cinco minutos no apareces por esa puerta Larissa Hamilton, te vas a arrepentir porque no pienso quedaré esta noche sin pasarla rico.

Repentinamente ve a la hermosa chica aproximarse a la mesa. Ella lo mira como esperando que él reaccione de la misma manera que ella, mostrando interés.

-¿Fred? -pregunta con cierta duda. Si aquel era su cita a ciegas, la había pegado esta vez, aquel hombre era perfecto.

-¡Sí! Sí, siéntate -se levanta, toma la silla y ella se sienta.

Mientras ella intenta calmar su nerviosismo, él humedece sus labios y piensa en devorar aquel caramelito con papelito y todo.

-Vi que estuviste llamándome. Disculpa dejé mi móvil olvidado en el mesón de la casa.

-Sí, ya estaba por irme -discretamente saca su móvil y lo apaga mientras piensa "sorry querida, llegó tu suplente"

-Bueno, cuéntame ¿Cómo has estado? Anoche no pude conectarme para chatear porque estuve algo ocupada haciendo unos currículos para buscar empleo.

-Extrañé no verte en las redes -agrega él con extrema picardía. Logra ver que ella se sonroja.- ¿Qué deseas tomar? -pregunta él.

-No sé, yo ya llevo un par de gintonic -él eleva ambas cejas sorprendido por su respuesta.

-Me llevas ventaja, pero que tal si brindamos con Champagne, es una ocasión única ¿No te parece?

-Claro, no hay problema.

Él llama al mesonero, quien al verlo lo saluda con confianza, justo cuando va a llamarlo por su nombre le hace un gesto.

-Bienvenido sea usted y su acompañante esta noche.

-Champagne para brindar con mi querida... -hace una pausa y ella se adelanta a responder:

-Chelsea. ¿Olvidaste mi nombre? -pregunta un poco desconcertada.

-No en lo absoluto. Es que estoy un poco desenfocado, ya sabes el trabajo.

-¿Me dijiste que eras diseñador gráfico ¿No?

-Sí, exactamente. Aunque no lo creas requiere de mucha creatividad, por eso suelo buscar en todo lo que veo, una idea, un insight para desarrollarlo luego -le da un guiño, Chelsea se sonroja, nunca imaginó que Fred fuese tan desinhibido y sexy.- ¿y tú me dijiste que...?

-Recién me gradué como Técnico en Administración de empresas.

-¿Por qué no dejamos nuestros chat para luego? Me gustaría conocer un poco más de esta Chelsea. -Ella asiente.

-Sí, por supuesto.

El mesonero se acerca descorcha la botella, ella se sorprende al ver aquello. Nunca antes pensó que sería protagonista VIP de una escena tan famosa de las películas románticas que suele ver en su apartamento. El asombro en su rostro, no pasa desapercibido por Steve.

-Por esta noche que comienza en la mejor compañía. -nuevamente Cheisea se sonroja.- ¡A tu salud! -ella levanta su copa y brindan, ella bebe de un solo sorbo la espumosa bebida.

Nuevamente sorprende al experto en seducir mujeres Steve Bullock, el prestigioso CEO de las empresas Bullock&company propiedad de su padre Hugh Bullock el magnate del Traden Coin. Para un hombre como Steve es increíble ver a una chica asombrarse con cosas que para él son simples y muy comunes. Está acostumbrado a salir con mujeres de mundo, desinhibidas como su actual pareja Larissa Hamilton, la bloguera del momento.

-¿Deseas comer algo?

-No, no es necesario. Ya cené.

-Entonces otro brindis, sirve la segunda copa de champagne para ella, quien por segunda vez, la toma de un solo trago.

La conversación se vuelve amena y divertida sobre todo para Chelsea que no para de reír por todo. Pronto llega la medianoche y Steve recuerda que debe llegar temprano para la reunión de socios.

-¡Creo que debemos irnos?

-Claro -concuerda ella, quien también tiene una entrevista a primera hora en lo que puede ser su nuevo empleo como asistente de una prestigiosa empresa local.

Mientras él se levanta para saludar al gerente del bar, Chelsea intenta ponerse de pie, pero está muy mareada. Trata de disimular cuando ve al apuesto hombre ir hasta donde está ella. Él le ofrece su brazo y ella se enlaza a él como si no quisiera soltarse jamás.

Steve se percata de lo que está sucediendo con aquella chica, está ebria, supuso que eso ocurriría cuando la vio beber de un solo sorbo las cuatro copas de Champagne que bebió. Aunque aquello es un punto a su favor para un playboy como él, por una extraña razón no siente ternura hacia ella.

Suben al lujoso auto, ella recuerda una de las conversaciones calientes que tuvo con Fred, se ríe con picardía.

-¿Pasa algo?

-No, nada. -responde ella. Steve la mira y sonríe, pero sin él esperarlo, ella se inclina hacia él, lo sujeta del cuello y lo besa apasionadamente.

En tanto sus labios se unen en un beso, él piensa en lo ardiente que es aquella chica, ya la ternura hacia ella desaparece en cuestiones de milisegundos y ahora solo desea poseerla.

-Vamos a otro lugar -propone él, pero en la mente de ella solo pedalea la conversación entre ella y Fred de lo divertido que sería hacerlo en un auto a la luz de la luna.

-Déjate llevar -bisbisea ella.

-¿Quieres hacerlo aquí? -pregunta él, hurgando entre sus piernas. Ella enarca su espalda y se estremece al contacto de sus dedos fálicos.- Mejor vamos a otro lado. Pueden detenernos. Y créeme lo que menos deseo es dormir en una celda.

Chelsea reacciona en aquel instante. ¿Estaba yendo muy rápido? Siente un tanto de vergüenza, se gira hacia su asiento y arregla su vestido. Trata de respirar, mientras Steve achica sus ojos para verla sin entender lo que está pensando.

-Disculpa, creo que me excedí. Debió ser el champagne.

-No te preocupes, si algo me fascina es el ímpetu como te manehas. -enciende el auto- Vamos a un lugar más íntimo. -Sonríe.

Aunque Chelsea quisiera desistir, su cuerpo arde, arde de placer y de ganas, su vagina es una horno a 250° C, mucho más cuando por el rabito del ojo ve a Steve frotar su índice y pulgar con el líquido viscoso de sus fluidos vaginales para luego olfatearlo como lobo en celo.

            
            

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