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Luego de hablar con Carmen me dirijo a mi casa, envió a los niños a su habitación para que se bañen y luego se pongan a hacer la tarea.
Estoy en la cocina preparando la cena, no dejo aún de pensar en el hecho de que mañana voy a una entrevista de trabajo, después de tanto tiempo vuelvo a trabajar, siento emoción y un poco de miedo al imaginar lo que puede suceder mañana.
Escucho como cierran la puerta principal, luego unos pasos, veo a José entrar en la cocina, su semblante es serio, como si estuviera molesto, como siempre llega a la casa.
- Hola Jeysi ¿y los niños? - me dice mientras pasa a mi lado para abrir la nevera y agarrar una cerveza.
- Están en su cuarto jugando - le respondo sin dejar de picar los vegetales.
- Bien, tengo hambre apúrate que tengo que salir en un rato- dice mientras se quita la corbata y la tira sobre la mesa.
- Voy a bañarme y bajo a comer, espero tener limpia y planchada mi camisa azul clara Jeysi.
Sin decir más, él se va a la habitación y yo me quedo cocinando.
<< No veo la hora de alejarme de él, no lo aguanto que se cree el. ¿Que soy su sirvienta? >> Pienso
- Respira Jeysi, respira, esto pronto terminará - me digo en voz baja para tranquilizarme.
Al cabo de 20 minutos baja José, bañado, arreglado y perfumado.
- ¿Ya está la comida? - me pregunta con un tono de voz algo fuerte.
- Si, siéntate ya te sirvo - le digo indignada - ¡Niños a comer! - Llamó a los niños y ellos vienen inmediatamente.
- Bendición papi - dice Derek con alegría.
- ¡Papito! - grita Josué para luego correr y brincar a los brazos de José.
José abraza a Josué y cuando Derek se acerca le revuelve el cabello a modo de saludo.
A pesar de lo mal que José me trata a mi, el quiere mucho a sus hijos, antes él le dedicaba el fin de semana y los lleva de paseo o simplemente se quedaba en casa para compartir con ellos, pero desde hace dos años para acá, casi no los ve, José siempre sale en las tardes a reuniones y los fines de semanas según no puede dejar de ir a la oficina porque tiene mucho trabajo y si no trabaja no podrá costear todos nuestros gastos.
Empezamos a cenar y José no dice nada más, solo come y ve su celular disimuladamente, responde uno que otro mensaje, percibo una leve sonrisa mientras contesta un mensaje.
- ¿Y vienes muy tarde ? - le pregunto a José, necesito crear conversación para decirle lo de mi entrevista de mañana.
- No se - es lo único que dice.
- ¿Y es de trabajo la reunión?- levanta la cara y me mira muy seriamente.
- Jeysi eso no es de tu incumbencia, deja la preguntadera mujer - se levanta de La mesa, besa las cabezas de los niños y se va.
Siempre sucede lo mismo, todo el tiempo es igual, ya no hablamos, todo lo que le digo se lo toma a mal, esto ya se acabó hace muchos años.
Yo creo que ya los niños se han dado cuenta del trato que nos tenemos José y yo, deben de notar que esto no es una familia normal, ojalá y consiga ese trabajo por mí y por mis hijos.
- ¿Mami, papá está bravo? - pregunta Josué y me ve con una carita de preocupación.
- No mi niño, solo está estresado por trabajar tanto, ya se le pasará - le respondo - terminen de comer para ver una película.
- ¡Si! - dicen con alegría.
Comemos y luego nos sentamos en la sala a ver la película de Sonic, cuando termina la película los envió a dormir, yo limpio todo lo que ensucie en la cocina para mañana poder salir temprano a mi entrevista.
Luego de limpiar me siento a leer un libro, prefiero esperar a José para comentarle lo del trabajo, si no se lo digo ahora se puede molestar y prefiero que esté tranquilo para que no se oponga nuevamente, me costó un mundo convencerlo y no quiero retroceder ese paso tan importante que logré dar, un paso para mí felicidad.
No se a que hora llego José, yo me quedé dormida y la última vez que vi la hora eran las 11:30 de la noche, antes me dolía no saber dónde estaba y mucho menos con quién, pero con el paso de los años me acostumbré a estar siempre sola, a no contar con él en el hogar ni con los niños, me acostumbré a su ausencia en las noches, yo no soy tonta, sé que él está con alguien.
No sé cómo hay hombres que abandonan a su familia a sus hijos por un tercero, pero todo lo que se hace en vida se paga en vida y si el no recapacita pronto, va a perder lo más importante que puede tener, su familia.
Me desperté a las 4:30 de la mañana, me puse a preparar el desayuno y la merienda de los niños, preparé todo a las 6:00 de la mañana, fuí a levanté a los niños para que se alisten y luego fui a despertar a José.
- José ya es hora de levantarse - le hable mientras le movía el hombro suavemente, para despertarlo.
- Déjame un rato más mi flaca bella. - dijo José medio dormido, yo me quedé congelada, él no me dice flaca, tiene años que no se dirige a ni con algún apelativo de cariño, solo me dice por mi nombre o mujer.
- Despierta -lo zarandeó con más fuerza y el se despierta.
- Mujer ya me desperté, vete a cocinar o lo que sea que estés haciendo - se levanta y se va directo al baño cerrando de un portazo la puerta del baño.
A las 7:00 de la mañana me voy a llevar a los niños a la escuela y mi esposo se va a su trabajo, regresó a la casa, arregló rápidamente la cocina y me empiezo a arreglar para la entrevista ya a las 8:15am, estoy en casa de Carmen despidiéndome para ir a la entrevista.
Carmen me desea la mejor de las suertes y me dice que no me preocupe por los niños que ella los buscará y los cuidara hasta que yo me desocupe.
Luego de despedirme camino a la parada de bus para ir a mi entrevista de trabajo.
Rezo a Dios para que me abra las puertas y me acepten en ese trabajo, para mí es un sueño trabajar con arquitectos.
Yo amo esa carrera.