De secretaría a amor verdadera
img img De secretaría a amor verdadera img Capítulo 5 Edmund Ticiano
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Capítulo 7 La noche inolvidable img
Capítulo 8 No soy una cualquiera img
Capítulo 9 te someterás a mí, Mujer img
Capítulo 10 Te atreves a apostar conmigo img
Capítulo 11 Wendy Cienfuegos img
Capítulo 12 El primer trabajo img
Capítulo 13 la persona que debe ver la realidad img
Capítulo 14 Cena con hombre img
Capítulo 15 Un encuentro inesperado img
Capítulo 16 Nueva cita img
Capítulo 17 En la misma noche img
Capítulo 18 Estafador img
Capítulo 19 el miedo img
Capítulo 20 Las malas siempre llegan img
Capítulo 21 Trampa de los Ticiano img
Capítulo 22 Trabajo img
Capítulo 23 Buena noticia img
Capítulo 24 La astuta img
Capítulo 25 Cambio repentino img
Capítulo 26 Verdad tardía..y desconsolada img
Capítulo 27 Te llevo a casa img
Capítulo 28 El visitante misterioso img
Capítulo 29 Papa noel img
Capítulo 30 Un trabajo de tiempo parcial img
Capítulo 31 Ropero de Edmund img
Capítulo 32 Eliana y su aprendiz img
Capítulo 33 La fiesta de Ticiano img
Capítulo 34 Una preferencia inesperada img
Capítulo 35 Nuevo secretario. img
Capítulo 36 Cena con otros Ticianos img
Capítulo 37 La tristeza bajo el corazón que nadie lo conocía img
Capítulo 38 Sueños pasados de Edmund img
Capítulo 39 Adiós img
Capítulo 40 La historia de los Ticianos. img
Capítulo 41 Un deseo img
Capítulo 42 El presente precioso img
Capítulo 43 Cita con la madre de mi jefe img
Capítulo 44 Edmund ! img
Capítulo 45 La gran noticia img
Capítulo 46 Mudanza de repente. img
Capítulo 47 En la mansión de Ticiano. img
Capítulo 48 Otro compromiso ! img
Capítulo 49 La quiebra que debía evitar img
Capítulo 50 Las cosas pasadas img
Capítulo 51 Tiempo para relajarse img
Capítulo 52 La entrevista con Padre img
Capítulo 53 El que se dio cuenta. img
Capítulo 54 La investigación img
Capítulo 55 Los agresores... img
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Capítulo 5 Edmund Ticiano

-Pobre Lucía, vamos a cambiar tu ropa mojada primero, aquí está mi ropa suplente, tómala.- Elizabeth llevaba a su mejor amiga a la sala de personal y le entregó una camisa limpia.

-Oh, gracias Eli..Eres la mejor.- hablando esto, Lucía sonrió regañadientes. ¡Cómo puedo ponerme una ropa tan barata! Pensaba esto, recogió la ropa y entró en el vestuario.

Casi al mismo tiempo, se abrió la puerta de la sala de personal. Era Oliver, al ver a Elizabeth, se la acercó y la observó con mucha atención, por fin le dijo :- Por díos, estás bien. Oigo que hay disputas en la sala, me preocupé que estuvieras en problemas.-

-Tranquilo amigo, estoy bien.- Elizabeth sintió la amabilidad de Oliver, se sintió alegre.

-Se termina la conferencia? Tienes una cara pálida.-la joven se dió cuenta de que su gerente llevara una carpeta azul, parecía que acababa de volver de una conferencia.

-Sí, vengo a informarte una cosita, en el fin de esta semana vamos a organizar una fiesta grande, sabes el cliente, es Edmund Eticano.- Oliver le dijo y la observó fijamente, temió que tocara la herida oculta de Elizabeth. Ya que Edmund adquirió las mayores industrias de la familia Vizconde, él podía ser considerado como uno de los enemigos de los Vizcondes.

-Entiendo.. No te preocupes Oliver, no voy a cagar tus asuntos por razones personales.-

-No quiero decir esto, pero si no quería verlos, puedes descansar en ese día, te permito el permiso.- Oliver explicó de inmediato, no quería que la joven sintiera que no confiaba en ella.

-Que va, no quiero perder mi salario. Tranquilo, no voy a meterme en problemas.- Elizabeth no entendía la preocupación de su amigo, pero aceptó su amabilidad.

*

Edmund Ticiano, prefiere llamarse como Edmund Eticano. Tenía 28 años, era el jefe del grupo Eticano, el más joven y el más capaz de la ciudad. Guapo, adinerado, y amoroso, él nunca rechaza a las mujeres afectuosas. Edmund es un caballero en la vida, un diablo en la cama. Si ser su ´amiga con beneficios´ fuera un negocio, las amantes siempre se ganarán. Porque él siempre satisfacía todas las ganas de sus amantes, pero nunca les dio el título oficial: Señora Ticiano, aunque era lo más querido de las mujeres.

Entre aquellas mujeres, Wendy estaba más cercana a Edmund, porque la joven era secretaría personal de Edmund Ticiano. Estaba informando los trabajos en la oficina de Edmund, delante de su jefe.

-Señor, los Ticiano quieren pedir una reunión en jueves, querían saber si está libre en aquella noche.-

-Ni pensar, entonces no voy a estar libre en aquel día.- El CEO revisó los contratos firmados y dijo.

-Y qué debo responder a ellos?-

-Estaré contigo, en el casino de las vegas, sabes?-

-Sí señor.-

-Cómo va la fiesta? Todo sale bien?- El hombre le preguntó de repente, al mismo tiempo firmó el documento.

-He comunicado con la parte de Paraíso el lunes, son especialistas en organizar fiestas como esta. Y aquí está la lista de los detalles..-

-Vale ya está, creo en ti cariño, siempre eres tan apta, ya no podía imaginar mi vida sin ti.- Edmund suspiró y tomó la mano de su linda secretaría.

-Edmund..- Wendy le miró, no podía controlar sus expresiones, las lágrimas estaban a punto de caer, cómo deseaba que Edmund cambiara de su desición.

Era la última vez que la joven podía trabajar al lado de Edmund, como su secretaria, a veces como amantes. Porque ese hombre famoso ya tenía compromiso con la familia Brown. Aunque Wendy era una chica sobresaliente, la prometida de su jefe era Aida Brown, una mujer más destacada y bella.

El señor Brown entendía el instinto natural de los hombres, no le importaba que cuántas amantes tenía Edmund. De hecho el señor Brown se había divorciado 2 veces, y Aida era su hija única de su tercera esposa. Pero amaba mucho a su hija única, así que le pidió a Edmund que se despidiera de sus numerosas ´amigas´ antes de casarse.

-Lamento que no puedo cariño. Pero estarás mejor en la empresa de los Brown, vas a tener más promociones e ingresos anuales de más de 40 mil dólares. Debes sentirte alegre.-

-Pero..- Wendy no podía creer lo que había dicho su Jefe, acaso los recuerdos, las palabras dulces eran falsos? ¿Todo esto no se hubiera ocurrido?

-No reta mi paciencia, Wendy.- Al oír la réplica de la chica, Edmund cambió su expresión, estaba impaciente, no entendió por qué las mujeres no supieron la satisfacción.

-Sí señor.- Se asustó por las palabras frías de Edmund, Wendy no se atrevió a repetir la súplica y secó sus lágrimas enseguida. La joven no sabía que era la naturaleza del hombre, un hombre cruel cuando ya no le interesaba, ella era una de las víctimas en el competición de amor.

-No te llores, mi princesa.- Dijo Edmund, al mismo tiempo volvió a tocar la cara de la chica.-mira, todavía tenemos un viaje este jueves. Tendremos más recuerdos lindos.-

No le importaba, las mujeres eran muñecas finas para Edmund. Era cazador y orgulloso, siempre creía que si les daba la riqueza, la compañía y alabanzas, todas las mujeres iban a enamorarse de él. Disfrutaba de las admiraciones de las bellezas, también se alegraba de que ellas discutieron por él. Cuando estaba aburrido, les dejó dinero y se fue.

Pero Aida Brown parecía no era una mujer superficial, era suficientemente bella para ser una flor de Edmund, pero la señorita no estaba interesada en su prometido. No podía reconocer que su apariencia atractiva ni su voz cavernosa no sirvieron a atraer a la hija única de los Brown. Ni siquiera una sola mirada. Esa realidad le dio una sacudida en la mente.

¿Existe una mujer que no le interesa a mí? ¿es mujer de verdad? acaso es lesbiana? pensó el mujeriego.

Wendy era una de las más aptas amantes a su lado, pero por ahora el compromiso con la familia Brown era más importante. Aunque su prometida no le quería.

            
            

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