Capítulo 2 Crecer no es como lo imaginaba

Al llegar a casa después del liceo Maria esperaba a Blanca para darle su más grande noticia tendría un hermano o hermana, su mamá estaba embarazada de su tercer hijo fue muy emotiva la noticia.

Pero por otra parte su hermano mayor ya era adolescente y comenzaba a salir a bailes y a traer a sus amigos a la casa, armaban juntaderas en el patio del fondo donde había una parrilla, Blanca aprovechaba para acompañarlos ya que uno de ellos se había cortado el cabello y quedó muy parecido a su amor platónico, un cantante de los Backstreet Boys Nik Carter, era su ídolo.

El jóven amigo de su hermano ni muy tímido comenzó a acercarse, a conversar con ella y a flirtear, cuando se afianza de que ella estaba a gusto la tomó por la cintura, rozó su nariz con la de ella y susurro suave al oído ¿tengo tu permiso? ella asintió con la cabeza él siguió acercándose más a sus labios hasta perderse en ellos por completo, se sentían uno con el otro bajaban y subían por las nubes, sus primeras caricias de amor, atravesaban campos llenos de flores y parecía no quedar nadie a su alrededor era puro genuino el sentimiento que los envolvía, sus labios ya no querían soltarse...

Fue su primer beso y su primer amor...

Blanca se sentía volar por los cielos, en su rostro se había dibujado una sonrisa tan grande y naravillosa como el mismo cielo, tan dulce como el néctar de las flores y sus ojos brillaban más fuerte que el sol.

Al despertar decidió pasar cerca de la casa de su amado para contestarle la pregunta de que si quería ser su novia, ella estaba dispuesta a decirle que si, lo esperaba en la calle cuando lo vio llegar a la tarde en una moto acompañado de otra joven quien resultó ser su novia, él decía amar a Blanca pero está aún era virgen y su novia le daba todo lo que ella no conocía aún, y es que él joven era mayor que ella tenía la misma edad de su hermano.. Esa tarde también fue su primer gran desilusión y pudo saborear el sabor amargo de sus lágrimas que caían por sus mejillas como gotas de rocío. El sol dibujado en su rostro se volvió sombrío, se apagó la llama y todo de repente se cubrió de frío como si fuese invierno.