Capítulo 5 Los sentimientos cambiaron

Treinta minutos antes de la cita programada, Hannah llegó a la casa de los abuelos de Declan.

"Vaya, señora Edwards, usted está...".

El ama de llaves, quedó estupefacta por el inusual atuendo de Hannah, pero rápidamente recuperó la compostura y la acompañó al interior.

"La señora Allison está deseosa de verla. Todavía tienen tiempo para una pequeña charla antes de que comience la cena".

Hannah sabía que la invitación de Allison a cenar era solo una excusa. Su verdadero objetivo era persuadirla de que no se divorciara de Declan.

En el momento en que ella entró en la sala de estar, vio a varias personas sentadas en el amplio sofá. Aunque pensó en evitarlas, Allison gritó cálidamente:

"¡Hannah, ven aquí! Ha pasado tanto tiempo, pongámonos al día".

Sintiéndose un poco obligada, ella se acercó para saludar a la anciana. Mientras lo hacía, vio a Leah, acompañada de Sadie y Eliana.

Leah era la madre de Declan y jamás quiso a Hannah, incluso puso los ojos en blanco con desdén antes de que la joven se acercara.

En el pasado, Hannah había hecho todo lo posible para ganarse el favor de Declan siendo obediente y respetuosa con su madre. De hecho, cuando Leah estuvo en el hospital por un par de días lidiando con unos fibromas uterinos, fue Hannah quien la cuidó y le preparó la comida personalmente, pero eso nunca fue reconocido.

Ahora, con el divorcio prácticamente listo, ella ya no tenía voluntad ni siquiera para prestar atención a Leah. Entonces, se sentó al lado de Allison, ignorando a todos los demás.

Sorprendida por la indiferencia de Hannah, Leah no pudo contener su furia.

"¡Qué insolente! ¿No vas a saludar a tus mayores? ¿Acaso debería ser yo quien te saluda? ¡Es una falta de respeto!".

Tomando la mano de la anciana y sonriendo con su dulzura habitual, Hannah preguntó:

"Allison, ¿ha mejorado tu tos? ¿Te gustó la sopa de peras que te hice?".

La anciana, claramente encariñada con Hannah, le dio unas tiernas palmaditas en la mano.

"Eres muy atenta, querida. Me comí toda la sopa y mi tos mejoró muchísimo".

"Me alegra que te haya gustado. La prepararé de nuevo para ti", respondió Hannah y asintió.

Ignorada y despreciada, Leah apretó los labios con fuerza y soltó:

"Si ya estás a punto de divorciarte, ¿por qué alargar los apegos? Hace cuatro años que te aferras a una fortuna que no es tuya. ¿Por qué insistes en continuar con esta farsa?".

Antes de que Hannah pudiera responder, Allison golpeó el piso con su bastón.

"Durante esos cuatro años que mencionas, Hannah no ha sido más que amable y considerada. ¡Incluso cuando dijiste que te gustaban los bollos al estilo Moastoit, ella los aprendió a cocinar solo para ti! ¿Todos sus esfuerzos han sido en vano contigo, Leah? ¿Cómo rayos puedes decir eso?".

El rostro de Leah palideció, pero no se atrevió a arremeter contra la anciana. En cambio, miró a Hannah con desprecio.

"Esta mujer es pobre, no tiene dinero e incluso tiene antecedentes penales. Si no hubieras sido tan insistente antes, jamás habría dejado que ellos se casaran. ¿Y para qué? ¡Cuatro años y ni siquiera pudo tener un hijo! ¿Quién invertiría en una mujer estéril?".

"¿Qué clase de estupideces estás diciendo?", replicó Allison y la fulminó con la mirada.

Leah retrocedió pero se aferró a la mano de Eliana y murmuró:

"Solo expongo los hechos. La única pareja adecuada para Declan es una mujer destacada como Eliana. Puedo garantizar que sus hijos sí continuarán el legado de excelencia de los Edwards. Por el contrario, ¡imagínense la desgracia para nuestra familia si Hannah diera a luz a un delincuente!".

En medio del bombardeo de Leah, Hannah decidió no caer en sus provocaciones. En silencio, decidió cortar los lazos con la familia Edwards tan pronto como terminara ese día.

La expresión de Allison se ensombreció.

"¿La adecuada? ¡Escúchame muy bien! Mientras yo respire, ¡la única esposa de Declan será Hannah Moore!".

En ese preciso momento, Declan apareció en las escaleras.

"Abuela, ¿qué está pasando aquí?".

Furiosa, Allison dirigió su ira hacia su nieto.

"Entonces, ¿crees que una amante desvergonzada que te abandonó en el pasado puede simplemente entrar en la familia Edwards uniéndose a ti? Será mejor que lo pienses muy bien. ¡Somos una familia respetable! ¡Aquí no hay lugar para perras descaradas!".

El rostro de Declan se puso rígido, mientras Eliana lo miraba con los ojos llenos de lágrimas.

Al darse cuenta de la tensión en el ambiente, Hannah le ofreció un vaso de agua tibia a la anciana.

"Allison, tu tos no ha mejorado por completo. Gritar no ayudará".

Declan apretó el puño y luego lo aflojó antes de decir:

"Abuela, mi corazón siempre ha pertenecido a Eliana. ¡Casarme con Hannah nunca fue mi elección! Un matrimonio sin amor es insufrible para ambos. Un acuerdo pacífico de separación con una buena compensación para ella es la mejor opción".

Allison le espetó:

"¿Y cuál será la compensación? ¿Acaso tu tiempo es más valioso que la juventud de Hannah? ¿Qué mal ha hecho ella alguna vez? ¡No ha sido más que devota de ti durante estos cuatro años! ¡Hasta el corazón más duro se ablandaría bajo su amor y cuidado, pero tú sigues siendo un hombre insensible y obstinado! ¿Y qué podemos decir de Eliana? ¿Esta mujer no te abandonó antes? ¿No te ha causado suficiente daño? ¿Ah?".

Mientras Eliana se ponía de pie, las lágrimas llenaron sus ojos.

"Allison, te pido sinceras disculpas. Mis decisiones en el pasado perjudicaron a muchos, incluyéndome. Estos años separados me han demostrado cuánto lo necesito. Estoy comprometida a demostrarle mi amor por el resto de mi vida".

La anciana abrió los ojos con incredulidad. Sintiendo que se estaba gestando una nueva discusión, Hannah le ofreció otro vaso de agua.

"Toma, Allison, primero bebe un poco".

La anciana tomó un sorbo y finalmente se tranquilizó.

"Abuela, no lo culpes. Mis sentimientos han cambiado", dijo Hannah en voz baja.

Un silencio incómodo y escalofriante envolvió la sala de estar.

Al decir eso frente a todos, ella sintió como si le hubieran quitado un gran peso de encima.

"Como dijiste antes, no tiene sentido desperdiciar mi juventud con alguien que no siente nada por mí. Simplemente no vale la pena".

Sin sus sencillos anteojos de montura negra, los ojos de Hannah brillaron intensamente bajo la luz, proyectando una sombra sobre el rostro de Declan.