Capítulo 7 VII

El director se disculpa una vez más y luego nos entrega unos papeles, en ellos se lee que venimos de la reserva, que soy el hijo del Alfa y que estoy aquí por órdenes suyas, que en estos momentos soy como cualquier otro alumno y debo ser tratado como tal; mi padre no quiere que me traten de forma especial solo por ser su hijo y eso me agrada ¿Cómo podría labrarme mi propia reputación si siempre estoy a la sombra de mi papá? El viejo firmó los documentos y luego nos los entregó, en cada uno dice algo diferente.

Una vez que tenemos nuestros documentos, me despido del señor y antes de salir de la oficina, nos entrega nuestros horarios.

-Que tengan un excelente día, jóvenes.

-Igualmente, director.

Revisamos nuestro horario y vemos que nos toca algebra tres horas seguidas, pero ya nos hemos perdido la primera hora. Mis emociones se alborotan cuando siento ese aroma, puedo sentir como mi instinto animal quiere salir, pero me controlo lo mejor que puedo, para mi buena suerte, ese aroma proviene de nuestro salón.

Apenas abro la puerta, ese delicioso y delicado aroma inunda mi nariz con fuerza, no he podido evitar aspirar llenando mis pulmones en su totalidad, miro al frente y veo a una chica realmente hermosa, su cabellera roja castaña llama mi atención al igual que esas preciosas pecas que salpican su rostro con delicadeza y esos ojos rojos son encantadores. Observo de reojo el pizarrón, al parecer hemos entrado en plena explicación, pero para ser honesto poco me importa, esa chica es quien tiene todo mi interés en estos momentos y no hay nada en la faz de la tierra que pueda quitar mi atención de ella.

Camino en su dirección y me doy cuenta de que ella es quien desprende ese olor tan exquisito y embriagador, pero también noto un aroma particular en ella, huele a zorro. La emoción recorre todo mi cuerpo, es la primera vez que tengo frente de mí otro cambia forma que no sea un lobo, algo dentro de mí me dice que ella y yo nos vamos a divertir mucho, de eso no hay duda alguna.

Me paro a lado de ella y noto que evita hacer contacto visual conmigo, incluso parece algo apenada, su reacción tan encantadora me intriga más, al punto que no puedo apartar la vista de ella y si bien es cierto que mi clan permite la entrada libre a cualquier hijo de Gaia, incluso es legal tener relaciones entre razas, debo dejarle en claro a esa chica que Glassther está bajo el dominio de los hombres lobos.

No me había percatado que estoy emanando mi poder y lo he notado porque ella se ha puesto bastante pálida, también he notado que le cuesta mucho trabajo respirar y tragar saliva, incluso su corazón está latiendo bastante rápido, ha mordido su labio inferior con algo de fuerza y su cuerpo ha empezado a temblar, parece una hoja movida por el viento. Mis instintos están a flor de piel, tengo ganas de perseguirá por todo el bosque y no para cazarla... sino para algo más íntimo.

Había olvidado por completo la presencia del profesor y solo cuando nos saluda de forma tímida es que poso mi mirada en él, dejando sobre el escritorio los documentos que nos acaba de entregar el director, veo que el maestro los revisa de forma rápida, luego revisa los papeles que le ha dado la chica y lo califica de forma apresurada, para posteriormente felicitarla por su examen. Creo que también he intimidado al profesor y eso que es un humano.

-Tomen sus asientos jóvenes por favor, hoy toca tres clases seguidas de algebra- El tono de su voz es algo entrecortado.

Puedo sentir la mirada de la chica puesta en mí, parece ser que he llamado su atención y debo admitir que eso me infla el ego, no puedo evitar sentirme orgulloso de mi linaje, ya que eso es bastante importante a la hora de encontrar una pareja, aunque sea para una sola noche. Al ver que ella no piensa apartar la mirada, volteo a verla de forma repentina, haciendo que un chillido de susto se le escape, veo como coloca su mano sobre el escritorio ya que sus rodillas están temblando ¿Me tiene miedo? Es extraño, ya que tengo entendido que los zorros no se suelen dejar intimidar tan fácilmente, hay algo raro en esta chica.... sin duda alguna.

-¿Tan fácil se asustan los zorros? - Murmuré suavemente y le dediqué una sonrisa algo maliciosa.

Mis amigos han empezado a caminar en busca de unos lugares, pero han detenido su paso cuando yo me quedé atrás. He tomado del brazo a la chica con bastante firmeza, impidiendo que pueda alejarse de mí, en estos momentos, solo somos ella y yo en esta enorme habitación, el resto de personas no me importan. La miro directo a los ojos, puedo notar que hay una enorme tristeza reflejado en ellos, esta chica emana un aura deprimente y bastante melancólica, es la primera vez que me encuentro con alguien así, esto hace que mi curiosidad por conocerla aumente.

-Estas en los dominios de la tribu Los hijos de Fenrir... te recomiendo que te mantengas alejada de los problemas y no causes alboroto... de lo contrario, me veré obligado a tomar medidas contigo... zorro.

Hablo en un tono bastante bajo y quizás algo amenazador, pero no puedo evitarlo, mi instinto de domino me ha ganado, pero pese a que estoy marcando mi territorio, mantengo una expresión tranquila y serena, no quiero que estos humanos salgan corriendo de la sala gritando, pero, aunque estoy tranquilo, mantengo mi postura de poder para dejarle en claro su posición en este lugar y que no voy a tolerar que ella haga desastres o cause problemas.

-N-No se dé qué me habla... y-yo nunca me meto en problemas...

La voz de esta chica es muy delicada y suave, parece que todo en ella es perfecto para mí, ya que la forma en como habla ha hecho que mi corazón se relaje y he aflojado mi agarre; si, en definitiva, ella tiene algo que me ha cautivado por completo, no voy a permitir que alguien más la marque. Todavía nos estamos mirando directo a los ojos, no puedo apartar la mirada, quiero memorizar cada una de sus facciones para no olvidarla jamás.

Estando satisfecho por haber memorizado su rostro, la suelto lentamente y me giro hacia mis amigos, he visto que hay unos lugares desocupados, antes de que tomemos asiento, veo que la chica camina en nuestra dirección, pero en vez de acercarse a nosotros, se ha sentado justo delante de los lugares que hemos elegido y es algo que me cae como anillo al dedo. Ella no para de ver por encima de su hombro con nerviosismo y yo no aparto la mirada de ella, incluso me he mordido levemente el labio inferior por el deseo que ella despierta en mí ¿Qué tiene esa chica que me gusta tanto? No es solo su físico, que es verdad que tiene un cuerpo muy bonito, pero hay algo más en ella y estoy dispuesto a descubrirlo.

He notado que ella trata de ignorarme por el resto de la clase, pero es obvio que no puede, ya que sigue mirándome por encima de su hombro y la verdad es que yo no necesito tener la vista puesta en la pizarra para entender lo que está diciendo el profesor. Las veces que hemos hecho contacto visual, noto una chisma coqueta en su mirada y eso me gusta bastante. Al final de la clase, veo como todos se levantan rápido de sus asientos y salen a toda prisa, como si el auditorio estuviera en llamas, que gente tan extraña.