Capítulo 9 IX

-Son mías, no se las robé a nadie- Refunfuño un poco enojada. -Si no me crees, mira.

De la forma más disimulada posible, le paso mi frasco de medicamentos con nerviosismo; desde que apareció Reese, no puedo dejar de estar nerviosa y eso me molesta bastante, me recuerda mucho a cuando conocí a Rowan.

-¿Medicamento para la depresión? ¿Ustedes se deprimen? Interesante.

-No te lo di para que vieras de que medicamento se trata, te lo di para que vieras que está prescrito para mí, que no se lo robe a nadie.

Le miro por el rabillo de mi ojo de forma breve y trato de tomar el frasco de pastillas, pero él juguetea un poco conmigo, haciendo que mi mano termine por tocar su entrepierna; debo admitir que es bastante... grande y eso que no está erecto. Asustada aparto la mano enseguida, puedo sentir como mis mejillas se ponen calientes, seguramente debo tener la cara completamente roja de la vergüenza.

-Tranquila... que estamos frente a medio campus, pero si quieres... podemos vernos a solas en otro lugar- Dice entre pequeñas risas.

Nuestro pequeño alboroto llama la atención de mi amiga, que al ver mi rostro rojo me pregunta si estoy bien, yo de forma nerviosa le contesto que sí y por alguna extraña razón asiento con la cabeza de forma enérgica, una vez que su curiosidad se ha calmado, volteo a ver a Reese con un pequeño puchero dibujado sobre mi rostro, él me dedica una sonrisa triunfadora y galante para luego entregarme mis pastillas; en estos momentos me pregunto si valió la pena pasar por esta bochornosa situación para recuperarlas.

Salimos del edificio y mi amiga me pregunta por mi hermano, Darren. Le cuento de forma breve lo que hablé con él y en medio de nuestra conversación, ella suelta un fuerte chillido ya que se ha acordado de algo, me toma del brazo y se cuelga de mí, haciendo que mi cuerpo se vaya para la izquierda.

-Ahh si... se me olvidaba, recuerda que tenemos una fiesta en la noche de Halloween.

Escuchar esto hace que suelte un bufido de enojo e irritación; yo de verdad detesto las fiestas de disfraces, pero las odio más si mi madre elige los disfraces... eso es mucho peor, el año pasado se burlaron de nosotras por horas, fue uno de los peores días de mi vida y de verdad le rezo a Gaia porque no vuelva a suceder algo como eso, seria espantoso y no podría soportarlo.

-¿Es de disfraces? - Pregunto de forma incómoda, odio las fiestas de disfraces.

-Se lo mucho que las odias cari, pero será divertido este año, lo prometo... sólo... no dejemos que madre elija los disfraces.

Ambas reímos entre dientes al recordar los horribles disfraces del año pasado, cielos benditos y espíritus del bosque... eran realmente horrendos y lo peor es que, mi madre nos tomó muchas fotos, de hecho, tengo algunas en mi celular y he pensado muchas vece en borrarlas, pero mi mamá estaba tan feliz que no tuve el corazón para hacerlo, pero las he guardado en una carpeta con contraseña, no quiero que nadie las vea.

-¿Qué fue el año pasado? - Pregunto de forma sarcástica y juguetona.

-¡Mira cari, mejor callate! - Suelta una fuerte carcajada.

-¿Qué es cari? Llevo escuchando eso desde hace rato- Reese nos interrumpe.

Mi amiga le explica el origen de mi apodo, él escucha con total atención y eso me da un poco de risa, ya que no es nada fuera del otro mundo, parece que lo criaron para ser alguien serio y atento, pero no entiendo la razón de eso, aun así, Reese es alguien fascinante.

-¿Ustedes son pareja? - Pregunta un poco dubitativo.

-¿¡Que?! ¡No! - Exclamamos al mismo tiempo y nos reímos.

-Donna es una chica atractiva claro, pero a mí me encantan los hombres- Expresa con sumo anhelo.

Ella toma una gran bocanada de aire, preparándose para soltar su discurso, yo he optado por ignorarla y seguir caminando mientras la jalaba del brazo, ya que, cuando entra en modo discurso, muy difícilmente se concentra en otra cosa e incluso creo que deja de respirar por unos momentos y me preocupa, ya que he visto que queda un poco pálida mientras habla. Si, en definitiva, mi amiga es extraña, loca y única, no podría pedir una amiga mejor.

-Mira mi querido joven amigo Reese, los hombres son como los chocolates, no necesitas probar a todos pasa saber cuál es el de mayor calidad, basta con verlos... incluso los que son de baja calidad tienen un buen ver- Con cada palabra que suelta, su voz se vuelve chillona.

Pone una expresión de gozo mientras con sus dos manos hace una expresión de "perfecto" juntando su dedo índice con el pulgar, incluso se ha mordido el labio inferior; tengo la ligera sospecha que va a posar sus ojos sobre alguno de los chicos nuevos y no me sorprendería, la verdad. Miro de reojo a Reese y noto que también me estaba mirando, me ha dedicado media sonrisa y no pude evitar sonrojarme y apartar la mirada por unos instantes; cielos benditos, me pone nerviosa.

-Ella es mi mejor amiga desde el jardín de infantes, hemos pasado por muchas cosas... además, a Donny también le fascinan los hombres- Me da un ligero codazo. -¿Verdad Donny?

-Si...quizás no como a ti, pero si... me gustan los hombres.

Juego con mi cabello de forma nerviosa, tratando de mantener la calma, aunque la que debería mantener la calma es ella, ya que cuando se pone a hablar de hombres, se le caen los tornillos y se pone a divagar con su hombre soñado, pero viendo la forma en como mira a Reese, parece ser que lo ha encontrado, sólo espero que ese hijo de la luna sea bueno con ella, es una buena chica y estoy segura de que se adaptaría bien a él.

Mi amiga se pone a describir con lujo de detalle los hombres que adora y los que le fascinan, mientras lo hace, se acerca a Reese, pasa sus manos sobre su pecho, acariciándolo de forma descarada, puedo notar como disfruta de posar sus inquietas manos sobre el musculoso pecho del chico nuevo.

No puedo evitar reírme por las expresiones de Karla, a ella definitivamente le encantan los hombres, pero cuando encuentre al indicado, sus ojos serán sólo para él y para nadie más... de momento, vera al sinfín de chicos que se le crucen en el camino.

-Parece que... tienes una extraña fascinación.

Él toma de las manos de mi amiga y las aparta con suavidad, luego se acomoda la camisa y se sacude, parece que le dejo una extraña sensación las caricias de mi amiga, luego se gira hacia mí, dedicándome una extraña sonrisa.

-¿Y a ti...Donny? - Lo último lo dice en un tono ligeramente burlón y divertido.

-Soy feliz con alguien que no me haga daño, del resto es secundario... -Respondo en un tono suave.

Bajo la mirada brevemente al tiempo que me encojo de hombros, no pude evitar recordar a Rowan y de lo feliz que era a su lado, pero de la noche a la mañana él se volvió alguien completamente nuevo y no para bien, antes era un hombre cariñoso y amoroso, pero luego, se volvió alguien rebelde, sin escrúpulos y sin corazón.

Nos quedamos en silencio por unos instantes, para animar las cosas ella les platica a los chicos sobre la fiesta de Halloween que se llevará a cabo dentro de un mes, pero su entusiasmo es tan grande que se pone a hacer planes para esa noche, invitándolos a que se unan a nosotras esa noche. Niego suavemente con la cabeza, escuchándola atentamente.