Aunque Juan y Pedro no corrieron con la misma suerte que yo, a ellos sí les tocará ir a la olimpiada. Dado que ambos son los mejores de toda la escuela no me sorprende que fueran seleccionados. Aunque son más dichosos que yo, ya que ganarán 50 puntos por participar.
Escucho a Pedro decir mi nombre, sacándome de mis pensamientos y divagaciones.
-Nicoll recuerda, que Juan y yo, no iremos contigo hoy a casa, recuerda que tenemos partido de fútbol, después de la escuela. Me dice.
-Ah sí lo recuerdo chicos, quédense tranquilos no pasa nada me tocará irme sola a casa hoy. Les digo de vuelta.
-Si y te cuidas mucho en el camino, recuerda no hablar con desconocidos, y camina muy rápido no vaya a hacer que te roben el corazón. Dice en un tono entre preocupado y burlón.
-Jjj está bien Pedro, tus mandamientos son órdenes. Le digo y procedo a sacarle la lengua. A lo cual él me voltea los ojos.- Ya cambiando de tema déjenme, aprovechar ahora y contestarle la carta al tal admirador secreto que tengo
-Ooh y que tienes planeado escribirle. Dice Juan con curiosidad.
-No comas ansias, mi querido Juan, la carta dirá lo siguiente:
Querido admirador secreto, te doy las gracias por todos los regalos que me envías, en verdad son muy lindos tus detalles, pero no entiendo el motivo por el cual mantienes tu nombre en secreto.
Te esperaré hoy después de clases, en el parque que está, Cerca de la escuela, espero que te animes a ir, así tendremos una mejor comunicación.
ATT: María Nicoll
Tal Vez, se presente la persona que sea y hay podré saber quién es, ya que esto de yo tener un admirador secreto, que me envíe regalos es un poco viejo.
Además, tengo mucha curiosidad, de saber quién es esa persona, por el momento no quiero novio, aunque mi admirador secreto y yo podemos ser buenos amigos si de esta manera lo desea.
-Ah jjj tú y tus sueños de fracasada Nicoll, él no se va a presentar por eso el título de admirador secreto, si él quisiera que tú supieras quien es te hubiera mandado la carta con su nombre.
-Ya Juan déjala, que por lo menos lo intenta, tal vez se presente la persona que es, y de esta forma ella podrá ver quién es.
-Ya chicos yo enviaré la carta como esta, el único que pierde es quien no lo intenta, yo por lo menos lo intente además, deseó saber quién es mi admirador secreto.
Pero ya, vamos al comedor a ver que es la comida el día de hoy, tengo una ansiedad de comer horrible.
-Hasta yo quisiera saber quién es esa persona la cual ama a mi mejor amiga para darle una paliza.
-Yo sé cuál es el menú de la comida, dizque arroz con huevo qué asco no comeré. Dice Juan con el asco reflejándose en su semblante.
-Yo mucho menos querido hermano, mejor vamos y compramos algo de comer. Lo secunda Pedro con la misma cara.
-Ni Se Les ocurra que yo comeré, no me gusta como preparan esos huevos, parecen que son fritos con agua por qué no tienen sabor a nada y qué asco de solo pensar en eso, así que espérenme y vamos juntos a comprar algo para comer. Les respondo con la misma expresión de asco. - Y ayúdenme a buscar el chico que me entregó la carta, para que le lleve está a mi supuesto admirador secreto.
-Jjj presiento como que te está gustando tu admirador secreto. ¡Aaay esta
está quedándose enamorada!. Exclama Pedro.
-Ya estoy por creer lo mismo Juan, de verdad que sí. Le responde Pedro.
-Solamente cállense y continuemos caminando, quiero un completo silencio por lo menos por diez minutos. De verdad que no tienen remedio, parecen vecinas chismosas, mejor los ignoro, me volveré loca si le hago caso a todo lo que dicen.
-Está bien solo diez minutos ni más ni menos.
- Solamente diez minutos.
Dicen ambos hermanos al unísono, con tono de perritos reprimidos, que le han quitado su derecho a la palabra. Que tontos pienso.
No es como ellos creen, la realidad es que no me gusta nadie de la escuela, nada más estoy estancada en mi mundo con mis problemas personales. No pienso enamorarme, eso se lo dejaré a mis mejores amigos, ya que ellos sí creen en el amor.
-Eyy que tanto piensas Nicoll, ya han pasado los diez minutos, no duraría ni un minuto más sin molestarte, así que dime en qué pensabas. Dice Juan sacándome de mis cavilaciones.
-En nada de importancia querido Juan, solo reflexionaba que nunca creeré en el amor.
-Ya vas a empezar de nuevo con lo mismo que te he dicho acerca de eso.
-Si Juan sé todo lo que me has dicho, pero imagínate cada cabeza es un mundo, cada quien piensa a su manera.
-Ya Juan no la estés presionando déjala, que no crea en el amor ya llegará alguien que la hará creer en el amor.
-Bueno espero estar vivo para ver a esa persona que haga ese milagro. Sé que si estoy vivo para ver eso, moriré de un paro cardíaco jjj.
-Ay Juan en serio que eres un caso serio, Dios mío, pero Nicoll no le hagas caso él está celoso de tus pensamientos jjj.
-En verdad que eres especial Juan, pero ya verás qué nunca me enamoraré, si quieres voy a hacer una apuesta contigo.
-Una pregunta ¿No has pensado en hacerte monja? No te quedará nada mal esa bata larga jjjj eso terminarás siendo tarde o temprano.
-jjj no está nada mal la idea, investigaré acerca de eso para irme y mi ropa la haré con tu lengua cuando te la corte, así no dirás tantas estupideces.
-Jjjj