pasó. Me volví hacia él, al igual que todos los que estaban en la mesa. - Le diste un puñetazo en la cara. Lo siento, pero confeso que sonreí mucho esa noche. Pero aparte de gracioso, Aaron está acostumbrado a Tener todo lo que quiere, entonces aparece una chica nueva, él la besa y recibe un puñetazo en respuesta. No
creo que quiera mirarte.
- ¿Lo conoces tan bien? Él suspira. Pero la que respondió fue Vitória. - Nicolás es
su primo. - Crecimos juntos, créeme, él no es tan malo como parece. - No estoy de acuerdo - dice Vitória.
- O te olvidaste de Vivian. - ¿Qué pasó con esta Vivian? Pregunto, y todos en la mesa miraron a Vitória. -
Era una niña muy dulce, de hecho nunca había visto a Aaron tan apegado a alguien, ni siquiera a Sofía. -
¿Quién es Sofía? - La pelirroja que está a su lado - responde Vitória. - Que, por cierto, es la hermana de
Nicolás. Me vuelvo hacia Nicolás. - No se puede elegir familia, ¿verdad?, y respondiendo a tu pregunta, sí, somos gemelos, pero como ves, no somos idénticos. Mi cerebro siente que dejará de funcionar en cualquier.
momento. - Luego te acostumbras, continuando, a Aaron le gustaba mucho, pero de un día para otro simplemente la humilló ante todo el colegio, al día siguiente ella no vino más a clase. - Nadie sabe por qué -
dice una de las hermanas. - ¿Entonces quieres decir que me está haciendo esto por diversión? - Quizás se olvide de ti, dale un poco de tiempo - responde Vitória y comienza a beber su jugo. - Espero sinceramente que me olvide. - La única certeza es que nunca olvidaré el golpe que le diste, sinceramente me arrepiento de
no haberlo flmado. Nicolas habla y sonríe, pero lo ignoro. Miro una vez más a la mesa donde está mi hermana, pero soy recibido por unos ojos azules mirándome fjamente, bajo la cabeza, no queriendo verlo mirándome más. Terminamos de almorzar y me cuentan un poco más sobre la escuela, les confeso que me caen bien todos aquí. Ya en el pasillo rumbo al salón de clases, me volví hacia Vitória y le
dije: - Puedo contarle todo al director y resolver esto. - Puedes, pero creo que debes saber que la directora es la madre de Aaron. - ¡Grave! ¿Podría empeorar? Ella sonríe. - Puedes hablar. - Bueno... prácticamente la mitad de la ciudad pertenece al padre de Aaron, después de todo, ¿conoces la fábrica? - No me vas a decir
que es de su padre. Ella lo confrma. - ¡Maldita sea! Todo lo que necesitas hacer es decirme que es un príncipe de algún país que no tengo idea de que existe. Vitória vuelve a sonreír, la tomo del brazo y nos detenemos. - Mentira, ¿verdad? - Príncipe, no lo es, pero su familia proviene de una larga línea de duques.
Entonces, nos guste o no, tiene, digamos, sangre azul. Sabes, esta escuela era un castillo, el castillo de su familia, hace muchos años. - ¿Grave? Santa mierda. - Interesante, ¿no es así? - ¡Nuestro! De verdad – digo con ironía – había decenas de chicos en esa festa y yo fui a darle un puñetazo al principito de la ciudad. -
Duque, Ella, Duque. Ella me agarró del hombro, sonriendo. Entramos en la habitación. Por un momento estoy.
feliz, porque me gustó mucho Vitória. De repente tengo la sensación de que alguien me está mirando. Me vuelvo y veo a Aaron mirándome, me sonríe y nunca deja de mirar, hasta que me avergüenzo y vuelvo al
frente. El resto de las clases pasan rápido y al fnal Vitória consigue mi número y yo el de ella. Nos fuimos.
juntos, luego su padre la recogió y nos despedimos. Paso un momento en la puerta del colegio buscando a mi hermana, pero no la encuentro. Entonces me voy solo. El frío aumenta, así que tomo nota mental de venir
mañana con un abrigo más abrigado. Escucho un ruido fuerte, me doy vuelta y veo dos motos que vienen.
hacia mí, así que me hago a un lado. Recién en ese momento veo que el ocupante de la segunda motocicleta está con una chica, y puedo jurar que es Bella. Sacudo la cabeza con disgusto. Uno de esos dos probablemente sea Aaron. Pasé por varias casas. El trayecto hasta el centro es rápido y en el camino pasé
por una librería. Observé varios lanzamientos en la ventana y decidí volver aquí más tarde. Saqué mis auriculares, elegí una canción en mi celular y la tarareé hasta llegar a casa. Entré, me quité el abrigo y lo colgué. Veo a mi tía en la cocina y voy hacia ella. Ella me sonríe. - ¿Como fue? pregunta, acercándose. -
Genial, no pude ver toda la escuela, pero fue realmente genial. - Es enorme allí, tardarás un poco en verlo todo, cuando estudié allí había un lugar hermoso al que iba cada vez que podía. Soy curioso. - ¿Cual? - La terraza. Había una puerta al fnal del pasillo en el tercer piso, siempre estaba abierta, no me preguntes por
qué. - Ella sonríe. - Luego subí una escalera y pronto había una terraza. La vista allí era hermosa. Y si no me equivoco había un invernadero con varios tipos de rosas, pero hace tanto tiempo que no sé si todavía existe.
- Se ve realmente hermoso. Estoy tentado de ir allí. - ¿Bella está ahí arriba? Mi tía va hacia la estufa y yo la sigo. Remueve algo en la sartén que me hace oler maravilloso. - Me envió un mensaje diciendo que iba a almorzar a casa de un colega, pensé que te habría avisado. -Debió haberlo olvidado. Bueno... voy a cambiarme de ropa y bajar a ayudarte. Ella sonríe, subo las escaleras y voy directo al dormitorio. Me cambio de ropa y me pongo un vestido de lana negro muy abrigado, un par de calcetines y bajo. Comimos y hablamos sobre su tiempo en la escuela. A las dos de la tarde regresa al café. Me quedo en la sala haciendo.
mi tarea. Escucho el ruido de un auto. Me levanto y abro la puerta. Veo a Bella salir y despedirse de sus compañeros, en el asiento delantero veo a ese chico de cabello negro conduciendo, al lado está Aaron, me mira por un momento, luego le dice algo a su amigo, me mira y comienza a sonreír. Aunque no quiero, mi cara se calienta. Bella entra, fnge no verme y sube las escaleras. Cierro la puerta con fuerza y voy tras ella. La encontré buscando algo que ponerse. Me siento en la cama y miro. - ¿Como fue tu primer día de escuela? -
Intento sacar el tema. Toma un par de pantalones de franela a cuadros y una blusa de algodón blanca y comienza a quitarse la ropa sin responderme. Respiro hondo, frustrada. - ¿Puedes responderme? Ella se vuelve hacia mí. - Después de todo, ¿qué quieres saber? - Ella no me deja responder. - Déjame ver, tal vez
el hecho de que hablé con Aaron para dejar pasar lo que pasó en su casa, pero al fn y al cabo eso no es asunto tuyo, ¿no? O tal vez quieras saber sobre la parte en la que desafaste a Sofía. O mejor aún, la parte de la que estás tan orgulloso que no puedes simplemente disculparte con él. - ¿Querías que le pidiera
disculpas? - No puedo quitar el tono de rebelión de mi voz. - Le pegas, eso es lo de menos, ¿no crees? Se pone los pantalones y luego la blusa. - No voy a pedirle disculpas, después de todo se equivocó, te admiro,
ser mi hermana, ponerte del lado de una persona que apenas conoces. Me mira con odio. - Voy a dejar las cosas muy claras entre nosotros. En el colegio no hace falta que me busques, fnge que no me conoces y
haré lo mismo, con este egoísmo tuyo, cada día que pasa te pareces más a papá. Sus palabras son como una bofetada. Respiracion profunda. - ¿De verdad crees que su amistad es más