Secreto de Oficina.
img img Secreto de Oficina. img Capítulo 5 CAPITULO 5: Desplante.
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Capítulo 12 CAPITULO 12: Cumpleaños. img
Capítulo 13 CAPITULO 13: Obsequio. img
Capítulo 14 CAPITULO 14: Renuncia. img
Capítulo 15 CAPITULO 15: Solo soy una empleada más. img
Capítulo 16 CAPITULO 16: Rumores. img
Capítulo 17 CAPITULO 17: Renuncia o Despido. img
Capítulo 18 CAPITULO 18: Corazón roto. img
Capítulo 19 CAPITULO 19: Corazón roto. img
Capítulo 20 CAPITULO 20: Duelo. img
Capítulo 21 CAPITULO 21: Comenzando a sanar. img
Capítulo 22 CAPITULO 22: El dia más soleado. img
Capítulo 23 CAPITULO 23: De regreso a casa. img
Capítulo 24 CAPITULO 24: Matrimonio arreglado. img
Capítulo 25 CAPITULO 25: Amistad. img
Capítulo 26 CAPITULO 26: El gran árbol. img
Capítulo 27 CAPITULO 27: Todo en orden. img
Capítulo 28 CAPITULO 28: Estrategias. img
Capítulo 29 CAPITULO 29: Promesa. img
Capítulo 30 CAPITULO 30: El final de la noche. img
Capítulo 31 CAPITULO 31: No puede ser real. img
Capítulo 32 CAPITULO 32: Visita. img
Capítulo 33 CAPITULO 33: Flores y reunión. img
Capítulo 34 CAPITULO 34: Flores y reunión II. img
Capítulo 35 CAPITULO 35: Flores y reunión III. img
Capítulo 36 CAPITULO 36: 10 Meses antes. img
Capítulo 37 CAPITULO 37: No deberiamos ser más de lo que somos. img
Capítulo 38 CAPITULO 38: Primera cita. img
Capítulo 39 CAPITULO 39: Intentos. img
Capítulo 40 CAPITULO 40: Juntos. img
Capítulo 41 CAPITULO 41: Picnic nocturno. img
Capítulo 42 CAPITULO 42: Karaoke. img
Capítulo 43 CAPITULO 43:Precumpleaños. img
Capítulo 44 CAPITULO 44: Un dia extremadamente agotador. img
Capítulo 45 CAPITULO 45: Actualidad. img
Capítulo 46 CAPITULO 46: Sociedad. img
Capítulo 47 CAPITULO 47: Regresión un llamado urgente. img
Capítulo 48 CAPITULO 48: Regresión el cumpleaños de Alex. img
Capítulo 49 CAPITULO 49: Regresión Reunión. img
Capítulo 50 CAPITULO 50: Regresión trauma. img
Capítulo 51 CAPITULO 51: Pie izquierdo. img
Capítulo 52 CAPITULO 52: Cena. img
Capítulo 53 CAPITULO 53: Mi primer dia sin ti. img
Capítulo 54 CAPITULO 54: Mi primer dia sin ti II. img
Capítulo 55 CAPITULO 55: Un baile para olvidar. img
Capítulo 56 CAPITULO 57: Resaca. img
Capítulo 57 Resaca II. img
Capítulo 58 CAPITULO 58: Aniversario. img
Capítulo 59 CAPITULO 59: Competencia. img
Capítulo 60 CAPITULO 60: Las vueltas de la vida. img
Capítulo 61 CAPITULO 61: Una noche triste. img
Capítulo 62 CAPITULO 62: Una noche triste II. img
Capítulo 63 CAPITULO 63: Un evento deportivo. img
Capítulo 64 CAPITULO 64: No siempre se gana. img
Capítulo 65 CAPITULO 65: Deberiamos parar. img
Capítulo 66 CAPITULO 66: Amistad. img
Capítulo 67 CAPITULO 67: El tiempo perfecto para continuar. img
Capítulo 68 CAPITULO 68: Un favor personal. img
Capítulo 69 CAPITULO 69: Celos. img
Capítulo 70 CAPITULO 70: Asalto. img
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Capítulo 5 CAPITULO 5: Desplante.

-¿Estás lista?

-Sí. Ya estoy lista.

Respondió Raquel con aparente felicidad depositada en su voz.

-Perfecto, solo guardo mis cosas y paso a tu oficina.

-Aquí te espero.

Raquel colocó nuevamente el teléfono de escritorio en su lugar, se levantó de su silla al cerrar la carpeta frente a ella, caminó hacia el lugar donde colocaba todas las mañanas su bolsa y, al colocarlo sobre su hombro, suspiró con un aire de ansiedad.

Me sentía feliz, ya que cuando me pidió cenar esa noche con él, no lo esperaba, y rápidamente acepté. Esperaba ansiosa verlo entrar a mi oficina y, en cuanto lo hizo, me acerqué para darle un tierno beso en los labios. Cuando separé estos de los suyos, sonrió, haciendo que mi corazón se derritiera. Estaba viviendo un hermoso sueño con él.

-Vamos, espero que te guste el lugar que elegí.

Raquel asintió feliz, tomando el antebrazo de Samuel y entrelazando el suyo, pero rápidamente Samuel apartó el cuerpo de Raquel, haciendo que ella se desconcertara y lanzara sobre él una mirada de desilusión.

-Aún estamos en la oficina.

-Ah... sí tienes razón.

Raquel bajó su mirada un poco apenada.

Al salir de la oficina de Raquel, caminaron en silencio por los pasillos vacíos. Todo el camino hacia el estacionamiento, el silencio reinó en ellos.

-No estés molesta.

Soltó Samuel antes de abrirle la puerta del auto a Raquel.

-No estoy molesta.

-Entonces, ¿por qué no has dicho ni una sola palabra?

-Estoy actuando como tú quieres.

Samuel únicamente la miró por unos segundos sin decir nada y por fin abrió la puerta del auto para que Raquel subiera a este...

Trataba de ver la carta frente a mí, pero no podía dejar de apreciar los hermosos ojos de Samuel y el cómo leía concentrado aquella carta. La luz de aquel lugar elegante y hermoso hacía que sobresaliera más su porte, pero sobre todo su cabello negro intenso, como sus ojos. No sabía cómo había llegado a ese punto de no poder dejar de verlo.

-Dime, ¿ya sabes qué ordenar?

Preguntó dirigiendo su mirada hacia mí, pillándome de inmediato en cómo lo miraba concentrada. Al ver que me había descubierto, dirigí mi mirada al primer platillo que leí y asentí a su pregunta, haciendo como si no hubiera ocurrido nada en esos pocos segundos.

Después de ordenar y que el mesero los dejara solos, Raquel estaba a punto de hablar cuando el sonido del celular de Samuel se hizo presente en la mesa.

-¿Me permites? Es una llamada de mi madre.

-¡Claro!, adelante.

Samuel se levantó de la mesa, dejando sola a Raquel, que sentía cómo las miradas se centraban en ella, pero solo era su imaginación; al sentirse un poco fuera de lugar en ese sitio, Raquel levantó su mirada hacia el mesero que llegaba con una botella de vino blanco y prestó atención a cómo este servía la copa frente a ella.

-Ah... Gracias.

Bebí un poco del vino, aunque realmente el vino blanco nunca me había gustado, pero era lo que Samuel había ordenado y no quería ser grosera. Exhalé, admirando nuevamente el lugar, pero en esta ocasión con más detalle, sin los ojos que me hipnotizaban y hacían que no lograra concentrarme en nada a mi alrededor; era un lugar realmente hermoso. El sonido del piano ambientaba sutilmente el restaurante.

-Disculpa la tardanza.

Raquel negó con la cabeza.

-No fue molestia. ¿Está todo bien con tu mamá?

-Perfecto, no te preocupes, ella siempre me habla para saber cómo estoy.

-Ah, qué bien.

Raquel sonrió un poco incómoda, ya que, a pesar de llevar 3 meses, casi no sabía de la vida personal del hombre que cada noche probaba el dulce sabor de sus labios, de quien tocaba ligeramente sus mejillas sonrojadas.

Lo miré y sonreí, pues él generaba que me sintiera bien. Él me respondió con una atractiva sonrisa. Acerqué mi mano a la suya, que se encontraba cerca de su copa, y acaricié un poco esta. Me sentí avergonzada al notar que cambió su sonrisa atractiva a una un poco incómoda. Esto me confundió, pero simplemente me callé y alejé nuevamente mi mano, tratando de disimular el desaire que había recibido.

-Eh... Estaba pensando si este fin de semana podríamos salir nuevamente.

-Tengo algunas cosas que hacer. Lo siento.

Raquel sacudió sus manos en negativa, tratando de disimular el grado de incomodidad que sentía.

-No tienes por qué disculparte... Yo... entiendo.

Terminó de decir, un poco cabizbaja.

-Dime, ¿qué aspiras para el futuro?

Estaba desconcertada por la pregunta; no entendía si era una cita o simplemente una reunión para saber qué diablos quería hacer con mi futuro, pero nuevamente lo dejé pasar, dejé pasar el sentimiento agridulce que sentía.

-La verdad, espero poder...

El sonido proveniente del saco de Samuel se hizo notar, haciendo que el hombre que mantenía su mirada sobre Raquel se desviara hacia el sonido del celular. Introdujo su mano para sacar este y colocó su atención al mensaje que había recibido.

El mesero llegó hasta la mesa sirviendo la cena mientras Samuel aún seguía viendo el celular; Raquel agradeció amablemente antes de que el mesero se retirara de la mesa, nuevamente dejando solos a la pareja.

Raquel tomó el cubierto y comenzó a jugar un poco con la comida. Desvió su mirada hacia la mesa frente a ella y vi a dos chicas sumamente atractivas. Pudo notar que murmuraban y sonreían viendo a Samuel, y en un segundo toda la molestia que había acumulado en tan solo pocos minutos brotó de ella, dejando el cubierto en el plato y levantándose abruptamente de la mesa, haciendo que por fin su acompañante le prestara toda su atención al escuchar el sonido de la cristalería.

-Me voy a mi casa.

Raquel tomó su bolso, decidida en irse sin percatarse de que no solo había robado la atención de Samuel, sino de los demás clientes que se encontraban a su alrededor.

-No, no te vayas.

Samuel tomó la mano de Raquel aun en la misma posición en que se encontraba.

-¿Para qué quieres que me quede? ¿Para qué sigas ignorandome?

Raquel tomó la mano de Samuel, alejándola de su mano sin consideración.

-¿Te avergüenzo?, porque parece que así es.

Finalmente, Samuel se levantó de la mesa y la miró fijamente.

-No es eso.

-Entonces, ¿qué es?

-Lo que pasa es que... Yo...

-Olvídalo. Me voy.

Raquel caminó decidida hacia la salida del restaurante; ahora ella ignoraba a Samuel, que repetía su nombre para tratar de detenerla.

            
            

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