SI CEO, ACEPTO
img img SI CEO, ACEPTO img Capítulo 2 Cap 2 - Caleb
2
Capítulo 7 Cap 7 - Propuesta img
Capítulo 8 Cap 8 - Gala de beneficiencia img
Capítulo 9 Cap 9 - Gala de beneficiencia II img
Capítulo 10 Cap 10 - Renuncia img
Capítulo 11 CAP 11 - ALMUERZO img
Capítulo 12 Cap 12 - Planes img
Capítulo 13 CAP 13 - AMANECER img
Capítulo 14 Cap 14 - El plan de Cristal img
Capítulo 15 Cap 15 - Almuerzos img
Capítulo 16 CAP 16 - Visitas inesperadas img
Capítulo 17 CAP 17 - Nuevo Ceo img
Capítulo 18 Cap18 - Tu madre img
Capítulo 19 Cap 20 - Mamá img
Capítulo 20 CAP 20- Suegra img
Capítulo 21 CAP 21 - Confabulacion img
Capítulo 22 CAP 22 - Confrontación necesaria img
Capítulo 23 CAP 23- Estrés img
Capítulo 24 CAP 24 - Malvadas conversaciones img
Capítulo 25 Cap 24 - Planes malvados en marcha img
Capítulo 26 CAP 26 - La desición de luchar img
Capítulo 27 Cap 27 - Bajo presión img
Capítulo 28 CAP 28 - Reencontrando fuerzas img
Capítulo 29 CAP 29 - Regresando a la realidad img
Capítulo 30 Cap 30 - Aumentando al tensión img
Capítulo 31 Cap 31 - Sombra de duda img
Capítulo 32 CAP 32 - Sombra de duda II img
Capítulo 33 Cap 33 - Respuesta de los enemigos img
Capítulo 34 Cap 34 - La Revelación img
Capítulo 35 Cap 35 - Desición img
Capítulo 36 Cap 36 - La tormenta Final img
Capítulo 37 Cap 37 - La tormenta final ii img
Capítulo 38 Cap 38 - Los enemigos caen img
Capítulo 39 Cap 39 - Reconstruyendo img
Capítulo 40 Cap 40 - Nuevos comienzos img
Capítulo 41 Cap 41 - El retorno img
Capítulo 42 Cap 42 - Un futuro juntos img
Capítulo 43 Cap 43 - Dia de la boda img
Capítulo 44 Cap 44 - La amenaza de Cristal img
Capítulo 45 Cap 45 - Confrontación img
img
  /  1
img

Capítulo 2 Cap 2 - Caleb

-Gracias por su firma, señor Cole -él ríe y apretamos nuestras manos-. No dude en avisarme cualquier inconveniente o duda -se despide de mí y sale del restaurante.

Miro el contrato, sintiendo euforia. Este contrato representa mis sueños cumplidos, mi realización profesional y el que le dará un giro fundamental a mi joven vida.

Leo todo una vez más y, tomando una foto con mi teléfono, se la envío a mi mejor amigo, Drew. Solo le toma unos segundos para que la cara de mi amigo aparezca en la pantalla. Él contesta.

-¡Lo conseguiste! -suena tan emocionado como yo.

No es para menos. Con Drew nos conocemos desde niños y él estuvo presente cuando mi padre me prometió sus empresas al lograr ciertos pasos. Mi amigo sabía que esto era lo que tanto había deseado.

-¡Lo sé! -exclamo feliz y extasiado-. Al fin lo logré -ambos ríen.

-¿Y qué harás? -pregunta mi amigo-. ¿Le dirás a tu padre de una vez o esperarás?

-Se lo diré enseguida -confieso-. Voy a su oficina ahorita y te quiero en la noche en la casa para la celebración. Ya llamaré a mamá y le daré la noticia.

-Listo, amigo. Sabes que estaré ahí celebrando tu gran logro -me despido de él y salgo del restaurante.

-Mamá -hablo cuando ella contesta.

-Lo conseguiste, ¿verdad? -escucho su hermosa voz.

-Sí, mamá, acabo de firmar el contrato -su grito de felicidad me hace reír.

-Felicidades, mi príncipe. Sabía que lo lograrías.

-Gracias, mami.

-Estoy tan orgullosa de ti. Sabía que llegarías a lograrlo y sé que llegarás mucho más lejos -mis ojos se llenan de lágrimas al saber su gran aprecio hacia mí-. Esta noche celebramos en la cena. Te espero, y también a Cristal y a Drew -río porque ya le dije a él que vaya.

-Ahí estaremos sin falta, mamá -le digo-. Te amo, mamita. Voy a la oficina de papá a darle la noticia -se despide de mí y subo a mi auto.

Es increíble lo que el buen humor te hace sentir. Todo a mi paso lo veo alegre, feliz, y hasta sonrío en el semáforo en alto con una chica del auto que está a mi lado. Puedo sentir el peso de la responsabilidad y las expectativas sobre mis hombros. Mi corazón late con fuerza mientras las emociones se mezclan en un torbellino. Siento una combinación de emoción, logro y, al mismo tiempo, una profunda sensación de respeto hacia mi papá y su legado.

Lo logré.

Por mi mente pasan todos los desafíos que he enfrentado y el trabajo duro que he dedicado para llegar a este punto. Una sensación de gratitud y satisfacción inunda mi ser y hasta mis ojos se llenan de lágrimas por todo lo que siento en este momento.

Finalmente, he demostrado mi valía y he alcanzado mi objetivo.

También siento un temor saludable por el futuro, ya que ahora me enfrento a la responsabilidad de dirigir las empresas. El legado de mi padre descansa sobre mis hombros, y estoy decidido a honrarlo de la mejor manera posible. Además, estoy a poco tiempo de casarme y sé que con Cristal todo será maravilloso.

Bajo del auto emocionado y miro el edificio de la gran empresa que pronto estará a mi mando.

Al fin logré lo que tanto me costó lograr.

Entro al edificio y saludo a la recepcionista, que como siempre me responde tímida. Me parece tierna y sigo mi camino.

Saco mi teléfono y le escribo a mi novia, aunque ya desde hace unas horas es mi prometida. Eso también es algo que me alegra mucho.

Amo a Cristal con todo mi corazón.

Ya en el ascensor, la veo en línea y que mi mensaje, de hecho, lo leyó. Espero ansioso su respuesta, pero para mi sorpresa, se desconecta y mis cejas se fruncen en confusión.

¿Qué hace?

Al llegar al piso deseado, guardo mi teléfono para después hablar con ella. Salgo y saludo a los trabajadores, converso con ellos un par de minutos en los que me cuentan su vida y me felicitan por mi compromiso. Me disculpo con ellos y voy a la oficina de papá.

Muero por decirle que conseguí la gran firma con la empresa multinacional, la que nos dará millones de beneficios y también me hará al fin dueño de la empresa.

Llego a la puerta de su oficina y respiro hondo, imaginando cómo reaccionará y me felicitará. Abro la puerta y mi sonrisa se borra.

-¡¿Qué diablos están haciendo?! -es lo que sale de mi boca.

De inmediato, papá se separa y sube sus pantalones, mirándome asustado.

-Hijo... ¿Por qué no avisaste que venías? -se abrocha el cinturón.

Mi mirada va hacia su acompañante, ignorándolo. Ella se tapa los pechos mientras mira mis ojos con vergüenza.

Cristal.

-¿Por eso no respondiste el mensaje? -pregunto con voz apagada.

-Caleb, yo...

-Olvídenlo -le detengo sintiendo mi pecho doler.

Los miro por varios segundos en los cuales espero que digan algo, pero no lo hacen. Cristal se viste y se acerca a mí con lentitud, saca el anillo que hace horas le di y lo tiende hacia mí. Yo solo miro del anillo a ella esperando que hable, pero no lo hace. Eso me duele más, pero me ordeno no derramar ninguna lágrima.

-Lo siento, Caleb, pero tu papá es el dueño de todo esto.

-¿Qué quieres decir? -mi voz suena apagada.

-Caleb... Yo... No quería hacerte daño, pero lo más importante para mí es la seguridad financiera -mis cejas se fruncen y la miro.

-¿Qué? -susurro-. No entiendo -digo, tomando el anillo con las manos temblorosas.

-Fueron mis padres quienes me obligaron a estar contigo. Yo jamás... -se queda callada.

-Me amaste -mi pecho duele mucho.

Espero que niegue con la cabeza y me diga que esto no es lo que parece, que está mintiendo y fingiendo y que este anillo que está en mi mano que tiembla no significa que nuestro compromiso se canceló.

Pero no lo hace.

-Sí -la miro-. No te amé, siempre me gustó tu padre -ahora mi mirada va hacia él.

-¿Y mamá? -mi pregunta lo hace bajar la mirada.

-Entonces estás terminando conmigo -miro el anillo y a mi ex prometida.

-Lo siento -susurra-. Jamás debí haber aceptado ser tu novia si tu papá me interesaba -ahí me doy cuenta de que nunca me amó.

Lo único que le importaba era el dinero.

-Solo quiero saber desde cuándo ustedes dos me tenían como su maldito juguete -pido y ambos se miran-. Hablen -exijo.

-Fue desde nuestra segunda cita -entrecierro mis ojos dándome cuenta de que fue hace más de dos años.

Dos años siéndome infiel.

Miro una vez más el anillo de compromiso en su mano, que de repente se siente pesado y sin valor. La relación que creía tener con Cristal se desvanece ante mis ojos.

-Entiendo. Entonces, esto es el final, ¿verdad? -cuestiono, sabiendo la respuesta, pero una parte de mí tiene esperanza de que no lo sea.

Cristal asiente con lágrimas en los ojos y se aleja, dejándome con un corazón roto y con un anillo que ahora simboliza no solo una promesa rota, sino también una profunda traición.

Doy media vuelta y me voy.

La rabia empieza a crecer en mí y voy a donde están las cámaras. Saludo a Joan y le pido las cintas de las oficinas de papá. Él me dice que en dos horas me las envía al correo y, despidiéndome, salgo del edificio.

Llamo a Drew y pido un taxi porque dudo que pueda conducir con cómo me estoy sintiendo.

Dos años siendo utilizado

¿Qué hubieran hecho si fueran Caleb?

Ya sabremos más de Cristal.

Gracias por leer, los espero en redes sociales.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022