La esposa fugitiva del CEO
img img La esposa fugitiva del CEO img Capítulo 4 Un retoño
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Capítulo 7 El salvador del gatito asustado img
Capítulo 8 Maisie se mudó a la villa img
Capítulo 9 ¿Qué importa img
Capítulo 10 La terrible pesadilla img
Capítulo 11 Su salvadora img
Capítulo 12 La trampa img
Capítulo 13 No necesito tu falsa preocupación img
Capítulo 14 Ella es su enemiga img
Capítulo 15 He vuelto img
Capítulo 16 Las rosas img
Capítulo 17 Renuncio img
Capítulo 18 Un apagón img
Capítulo 19 ¡No te muevas! img
Capítulo 20 Recuerdos de la infancia img
Capítulo 21 Acoso img
Capítulo 22 ¡Ayuda! img
Capítulo 23 Sospechosa de agresión intencional img
Capítulo 24 Distorsionando la verdad img
Capítulo 25 ¿Ryan pasó la noche con Maisie img
Capítulo 26 Ryan vino a ayudar img
Capítulo 27 Sacudir el avispero img
Capítulo 28 Estás a salvo img
Capítulo 29 ¡Fuera de aquí! img
Capítulo 30 Me encargaré de él img
Capítulo 31 ¿Quién tuvo una cita contigo img
Capítulo 32 Abofeteó a Ryan img
Capítulo 33 ¿Cuál era la verdad img
Capítulo 34 Crecientes sospechas img
Capítulo 35 La explicación de Maisie img
Capítulo 36 El caso ya estaba cerrado img
Capítulo 37 Cumpliendo con sus deberes img
Capítulo 38 Perdonarla esa vez img
Capítulo 39 Ven a mi oficina img
Capítulo 40 Jenessa irá conmigo img
Capítulo 41 Vestido de muestra img
Capítulo 42 Una sala de reuniones vacía img
Capítulo 43 Estaba bien preparada img
Capítulo 44 Jenessa hizo su entrada img
Capítulo 45 El vestido de Jenessa img
Capítulo 46 Eclipsarla img
Capítulo 47 Solo era una secretaria img
Capítulo 48 Me tropecé sola img
Capítulo 49 No es asunto tuyo img
Capítulo 50 Desapareciendo una vez más img
Capítulo 51 Quédate quieta img
Capítulo 52 Soy tu marido img
Capítulo 53 ¿Podría Maisie ser la culpable img
Capítulo 54 ¡El médico no lo aconseja! img
Capítulo 55 ¿Me estás ocultando algo img
Capítulo 56 ¿Qué son esas marcas img
Capítulo 57 La esposa legítima de Ryan img
Capítulo 58 Tema de tendencia img
Capítulo 59 Un cambio abrupto de la situación img
Capítulo 60 La grabación completa img
Capítulo 61 Repulsión inmediata img
Capítulo 62 Un Ryan emocionalmente perturbado img
Capítulo 63 Ladronas img
Capítulo 64 Empañar su reputación img
Capítulo 65 Donando todo a personas sin hogar img
Capítulo 66 El libro sobre educación prenatal img
Capítulo 67 Necesitaba ver su informe médico img
Capítulo 68 Mujer desvergonzada img
Capítulo 69 Náuseas matutinas img
Capítulo 70 La sospecha de Maisie img
Capítulo 71 ¿Quién debería ser despedida img
Capítulo 72 Necesitamos hablar img
Capítulo 73 ¿Maisie instigó a Gina img
Capítulo 74 Despidiendo a Gina img
Capítulo 75 Conseguir la evidencia img
Capítulo 76 ¡Púdrete en el infierno! img
Capítulo 77 La caída deliberada de Maisie img
Capítulo 78 Ryan no le creía img
Capítulo 79 Renunciar voluntariamente img
Capítulo 80 ¿Por qué no puede mudarse img
Capítulo 81 ¡Vayan a buscarla! img
Capítulo 82 Un nuevo trabajo img
Capítulo 83 Viejo amigo img
Capítulo 84 ¿Estaba con otro hombre img
Capítulo 85 ¡Suéltala! img
Capítulo 86 Perder el control img
Capítulo 87 Una fuerte bofetada img
Capítulo 88 ¿De verdad me odias tanto img
Capítulo 89 Tos con sangre img
Capítulo 90 Mantente alejada de él img
Capítulo 91 La mejor compensación img
Capítulo 92 Aún no estaban divorciados img
Capítulo 93 ¿Le gustaban los niños img
Capítulo 94 El divorcio estaba en suspenso img
Capítulo 95 Debería disculparte con Jenessa img
Capítulo 96 Un remitente anónimo img
Capítulo 97 Un desfile de moda aburrido img
Capítulo 98 No lo permitiré img
Capítulo 99 Evelyn Ramirez img
Capítulo 100 Las mismas observaciones img
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Capítulo 4 Un retoño

"¡Ryan, quiero decir, señor Haynes! ¿Qué hace usted aquí?".

Jenessa estaba tan sobresaltada que buscó a tientas las palabras adecuadas, pues la habían tomado completamente desprevenida.

¿En qué momento había llegado ese hombre? ¿Lo había oído todo? Entonces se apresuró a terminar la llamada. Su mirada nerviosa buscó en el rostro de Ryan cualquier signo de ira, sintiéndose inexplicablemente asustada.

"¿No se suponía que hoy visitaríamos a la abuela en el hospital?", preguntó él con impaciencia.

Solo entonces Jenessa recordó que, en efecto, habían hecho planes para ese día. Bajando la cabeza en señal de disculpa, murmuró: "Yo... lo siento".

El joven soltó un gruñido con indiferencia y, como si no quisiera volver a mirarla, se dio la vuelta mientras decía bruscamente: "Vámonos".

Ella estaba tan aturdida que tardó un segundo en recobrar el sentido y ponerse de pie.

De camino al hospital, su mente era un torbellino.

Una compleja mezcla de emociones atormentaba su corazón mientras se preguntaba ansiosamente si su esposo habría escuchado su conversación con Brinley.

Pero luego pensó que si él se había enterado de que ella planeaba criar sola a su bebé en secreto, ahora no estaría tan tranquilo.

Durante el trayecto, los dos se quedaron en completo silencio, uno al lado del otro.

Sin embargo, él no pudo ignorar lo distraída que ella iba, así que, sin poderlo soportar más, giró ligeramente la cabeza y preguntó con el ceño fruncido: "¿Qué es lo que te pasa?".

Su voz grave la sobresaltó, interrumpiendo sus pensamientos.

"Na... nada", balbuceó la mujer apresuradamente.

"¿Ah, sí?", dijo él despacio a propósito.

A Jenessa se le aceleró el corazón. Justo cuando iba a decir algo para defenderse, la magnética voz de Ryan volvió a sonar de repente, esa vez mucho más cerca de su oído.

"Si realmente no pasa nada, ¿entonces por qué me evitas? ¿Por qué no me miras?".

Petrificada, Jenessa no se atrevió a moverse ni un milímetro.

A Ryan se le escapó una burla apenas audible mientras alargaba una mano y le agarraba suavemente la nuca.

Por el rabillo del ojo, ella lo vio inclinarse lentamente.

¿Estaba a punto de besarla?

Con solo pensarlo, a la chica el corazón se le subió a la garganta y cerró los ojos instintivamente, pero el beso apasionado nunca llegó.

En su lugar, sintió el tacto frío de la mano del hombre contra su frente, que traía consigo un aroma refrescante y agradable.

"Si no tienes fiebre, ¿por qué estás tan pálida?".

Esas palabras la trajeron de vuelta a la tierra, dándose cuenta de que él solo quería comprobar su temperatura.

Entonces, en un esfuerzo por ocultar su decepción, forzó una sonrisa y dijo: "Estoy bien. No tienes que preocuparte por mí".

"No estoy preocupado por ti, sino por la abuela. Si ve tu cara pálida, me culpará por no cuidarte bien". Mientras Ryan hablaba, la miraba con evidente desdén y asco.

Ante ese cruel comentario, Jenessa se puso rígida, sintiendo frío en todo el cuerpo, como si la hubieran mojado con agua helada.

"Me retocaré el maquillaje; la abuela no va a pensar que me encuentro mal", murmuró, forzando una sonrisa.

Sin embargo, internamente, se rio amargamente de sí misma.

De verdad era una ingenua por pensar que Ryan se preocupaba por ella. Sin duda solo estaba haciendo el ridículo.

Después de tantos fracasos y decepciones, ¿ella aún no entendía la situación? La realidad la miraba a la cara, pero ella seguía haciéndose la de la vista gorda. Era obvio que el corazón de ese hombre le pertenecía a Maisie y solo a ella.

Pronto el auto se detuvo frente al hospital.

Después de que los dos se bajaron, Jenessa caminó varios pasos detrás de Ryan.

Después de unos minutos, él se detuvo en seco y se volvió para mirarla por encima del hombro. "Ven aquí y agárrame de la mano", le ordenó sin ningún sentimiento.

Jenessa se quedó inmóvil, confundida.

Al ver que no se movía, Ryan, cada vez más impaciente, frunció el ceño y dijo con frialdad: "Mira, si quieres divorciarte, para mí no hay problema. Pero no te atrevas a montar una escena delante de la abuela y disgustarla, enfrentarás las consecuencias, ¿entendido?".

Sintiéndose ofendida, ella quiso discutir, pero, cuando vio pasar al grupo de enfermeras, decidió mantener la boca cerrada. Si se peleaba con él ahí, la anciana terminaría enterándose.

Entonces solo suspiró para sus adentros, se acercó a él y lo agarró del brazo a regañadientes.

Con su suave cuerpo apretado contra él, Ryan sintió una extraña sensación de apego.

Pero rápidamente reprimió la fugaz emoción y condujo rápidamente a Jenessa a una habitación del hospital.

En cuanto entraron, Nadine Haynes, la abuela del joven, sonrió de oreja a oreja.

"¡Jenessa, Ryan, ya están acá!".

La pareja avanzó junta, saludando a la anciana.

Alargando la mano para agarrar la de la chica entre las suyas, Nadine sonrió con cariño.

"Hace unos momentos, la familia de un paciente vino de visita con su pequeño bebé. ¡Qué niño más adorable! Jenessa, querida, ¿cuándo piensan tener uno?".

Antes de que la joven pudiera responder, Nadine le echó un vistazo a la barriga y bromeó: "O a lo mejor, ya hay un retoñó ahí adentro, ¿eh?".

La joven se quedó rígida al instante, con una mirada nerviosa brillando en sus ojos.

¿La anciana sabía algo?

            
            

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