Unos minutos después escuchamos disparos y gritos y Emma dice.
-Al árbol puente. - todos la observamos, las demás siguen caminando y buscando trampas, haciéndonos avanzar rápido pues Brenda, Scarlet y Paula se adelantaron cuando de pronto se escucha una explosión.
- ¿Qué ha sido eso? – pregunto Farías
-Esa es Serena, pero no sonó como dinamita. - dijo Emma
-Claro que no, eso era una granada. - dijo Terry uno de los hombres del Capitán Stilgart.
-Diablos. - se escucha decir a Nathan.
- ¿Qué pasa? – le pregunto. Nathan ve a su hermano Jesse y este solo le pregunta.
- ¿Habrá encontrado el alijo de Connor?
-Es lo más probable ¿sino de donde las saco? – le respondió Nathan.
- ¿A qué alijo te refieres? – le pregunto
-Max ¿Sabes que el viejo Connor McNamara era un Marine Condecorado? – me pregunta Nathan.
-Si lo sé. - le respondo
-bueno, él a pesar de retirarse oficialmente, hacia algunos trabajos para el gobierno, trabajos secretos que solo unos pocos conocían, el alijo de Connor es en realidad una pequeña bodega con todo lo que pueda necesitar para esos trabajos especiales.
- ¿Hablas de operaciones negras? – le pregunto, pues esos son trabajos para la CIA.
-Hablo de que llamaban a Connor para hacer lo que esos no podían hacer, solo te diré esto, Connor McNamara era un RED.
- ¿Un qué? – le pregunto pues no conozco el término.
-Un Retired and Extremly Dangerous (Retirado y Extremadamente Peligroso) – me responde.
Maldición ¿Y él entreno a Serena? Eso hace de Serena alguien muy superior a todos los presentes.
Seguimos avanzando cuando de pronto llegamos al lugar de la explosión, vemos dos caídos y más adelante a uno atrapado por las piernas hasta la cintura, lo revisamos, está muerto, una de las estacas de la trampa atravesó su vena femoral.
Mientras marcamos el lugar, las amigas de Serena revisan el lugar; es en ese momento que Paula grita
-ALTO, NO TE MUEVAS. - como no sabemos a quién se dirige, nadie se mueve, la vemos acercarse y al hacerlo saca un cuchillo de su espalda, la vemos avanzar hacia Franklin, al llegar cerca de él, se agacha y la vemos sostener un delgado hilo de pescar.
-Retírate despacio Franklin. - ordena Paula, Franklin la obedece y vemos como Paula sostiene el hilo y lo corta, luego lo sigue hacia un lado, Brenda lo hace hacia el otro, a los pocos segundos las vemos buscar cerca de las bases de dos grandes árboles, cuando se levantan Paula trae en la mano una Mina Claymor de uso militar. Carajos con Serena, está jugando duro.
Paula guarda la mina en su mochila y seguimos avanzando, cuando pasa a lado de Franklin este le dice
-Gracias Señorita Paula
-De nada Franklin, vamos, vienes conmigo. -tras lo cual Franklin camino detrás de Paula, los hombres de Stilgart estaban más atentos al igual que Nathan y Jesse.
Escuchamos disparos y Emma solo dice
-Andando. - tras unos minutos de avance encontramos un muerto más, este con una flecha en el corazón, vaya puntería la de Serena; pasamos el puente árbol y seguimos avanzando y Emma dice
-Vamos a llegar al lago, no se desvíen del camino que marcamos.
Seguimos a las chicas cuando escuchamos una fuerte explosión y Nathan dijo
-Esa fue una Claymor. - Avanzamos y encontramos a dos muertos más.
Comenzamos a ir por la vereda, al parecer es lo más seguro, de pronto, uno de los hombres del FBI activo otra trampa, se escucha en siseo y si no ha sido por Jesse, el idiota Federal habría salido volando, un tronco llego como péndulo y lo habría golpeado, eso es una trampa de contrapeso.
-Que parte de siga el camino que marcan ellas no entendió amigo, eso te habría matado Idiota. - le regaña Jesse.
-Déjalo Jesse, si quieren morir es su gusto, Serena no va al Nido, vean el lago está ahí, pero al parecer se está desviando. - dijo Paula
Llegamos al lago y encontramos una fogata consumida pero no hay rastros de Serena ni de los perseguidores, es cuando el sonido de mi teléfono móvil me sobresalta y rápidamente respondo.
-Serena ¿Estas bien? ¿Dime en dónde estás? – le pregunto
-Max estoy bien, encargándome de unos problemas. - me responde tranquila, vaya por Dios que tiene sangre fría.
-Serena no te hagas la valiente conmigo; sé que estas en Mendocino, en el monte, estas rumbo al Nido de la Paloma, según Nathan, ahora dime ¿En dónde diablos estas? – le pregunto, ella puede tener sangre fría para actuar, pero al parecer son muchos enemigos a enfrentar y ella ésta allá sola.
-Max, tengan cuidado me persiguen quince o más y voy a encargarme de ellos, regresen al rancho y espéreme, no vayan a resultar heridos por mis defensas. – me dice la desvergonzada, no se escucha enojada, sino más bien divertida ¿Acaso cree que esto es un parque de diversiones?
-SERENA CON MIL DEMONIOS, A ESO LE LLAMAS DEFENSAS ¿ME QUIERES DECIR DE DONDE CARAJOS SACASTE UNA GRANADA? – le pregunto sin mencionar la mina que casi acaba con Franklin
-Max, mil demonios son pocos para mí, no me grites ni me regañes, esos hombres han estado tras de mi desde pequeña, si no aprendieron la lección hace casi quince años no es mi culpa; querían conocer al diablo pues estoy muy dispuesta a presentárselos a ellos y a cualquier otro imbécil que crea poder amenazar mi vida o la de mi gente. Me buscaban, pues me encontrarón, ahora regresen al rancho y no me sigan, ya te estabas infartando cuando viste el paso de cabras al refugio, así que ahora que me persiguen te gustara mucho menos lo que veras. Por favor hazme caso. – me dice antes de cortar la llamada.
Como había puesto el altavoz todos escucharon lo que dijo, en ese momento Nathan se acerca y dice
-No va al Nido de la Paloma, va a la barranca y de ahí al Nido del Águila, Max habrá trampas, pero ella sabe lo que hace. - Veo a Nathan y solo puedo decir
-Sigamos, ella se desvió al Nido del Águila.
-Ese, nosotras no lo conocemos. - dijo Brenda
-Nosotros sí, vamos. - dijo Nathan.
Seguimos la ruta marcada, estábamos atentos a las posibles trampas, pero lo único que encontrábamos cada tanto eran cuerpos, se escuchaban disparos en la lejanía.
Trampas muy variadas es lo que encontramos a nuestro paso, todas silenciosas y logramos quitar de nuestro camino dos granadas más y una Mina Claymor.
En las barrancas fue más fácil seguir sus huellas ya que dejaba muchas pistas de su paso, estas llevaban directo a alguna trampa, una nueva mandíbula de acero en el camino fue lo que encontramos, el por qué en lugar de atrapar a uno por la pierna, le atrapo la cabeza es una incógnita que desconocemos.
Más adelante encontramos a otro muerto con un tiro perfecto, llegamos a un área de cuevas y vemos como siguen cayendo tierra y rocas, habíamos escuchado una explosión, al parecer alguien quedo atrapado.
-Es una vieja mina de oro de finales del siglo XIX, dudo que Serena este ahí atrapada. - dijo Nathan.
Escuchamos otros disparos lo que confirma que Serena sigue por delante, encontramos un cuerpo cerca de las rocas que llevan al paso de cabras es cuando ordeno.
-Nathan, Jesse, vamos al Nido del Águila, Capitán se queda a cargo, todos se quedan aquí, solo nosotros subiremos.
Habíamos contado dieciocho muertos, uno vivo ¿Cuántos quedan? No lo sabemos, pero van al Nido del Águila o a la Cueva del Indio que está a medio camino.
Sacó los binoculares y los busco, tardo unos minutos en encontrarlos, están a un tercio del camino, vaya como no conocen el camino de cabras, avanzan muy despacio, eso es algo de ventaja para nosotros. Nos preparamos para subir.
Subimos uno por uno, comenzando el ascenso por el angosto camino que lleva a la Cueva a medio camino, los dos hombres que van a buscarla nos llevan ventaja y al parecer son tan altos como yo, ¿cómo podrá ella defenderse? No de uno sino de dos hombres.
Avanzamos tan rápido como es posible en esta maldita vereda para cabras montesas, tardamos un rato en llegar a unos cien metros del Nido del Águila cuando escuchamos gritos en la cueva, la encontraron.
Trato de avanzar rápido, pero esta vereda es traicionera, de pronto se escucha un disparo y un segundo después se escucha un grito y vemos caer un cuerpo hacia el vacío.
Se escuchan más gritos y no sé como, pero apresuro el paso hasta llegar a la cueva solo para encontrarme con mi peor pesadilla. Mi pequeña Serena está luchando cuerpo a cuerpo con uno de esos hombres, cuchillo en mano, yo solo puedo llamarla
-Serena. - No puedo creer lo que veo y trato de avanzar e intervenir, pero al llamarla, provoque que se distrajera y recibiera una herida en el brazo, de no haber sido por el grito de Paula, la herida podría haber sido mucho más grave que solo un pequeño corte.
Luego Serena nos ordenó no intervenir, entramos en la cueva y nos pegamos a la pared, para mí fue una sorpresa que Paula, Brenda y Scarlet nos hubieran seguido, ahora ellas estaban pegadas a un lado de la cueva mientras, Emma, Jesse, Nathan y yo nos pegamos a la otra.
Escucho a Serena burlarse de su atacante y a este volver a la carga, tratando de matarla, la lucha fue intensa y de pronto escucho decir a Serena.
-Sabes, esto ya me canso. - y la vi lanzar al aire su cuchillo y tomarlo una vez más en la caída, para luego lanzarlo contra su atacante, dándole en el pecho. El hombre incrédulo la observa con enojo y trata de acercarse a ella, aun no se ha dado cuenta de que tiene un puñal en el pecho, es cuando veo a Serena saltar y dar una patada de giro golpeando sobre el cuchillo atravesando el cuerpo de su atacante, el cual un segundo después cayó al vacío. Nunca había visto a nadie pelear así, pero sabiendo que quien la entreno hacia aquellas operaciones que los especialistas de operaciones negras habían fracasado en cumplir y eso es ya decir demasiado.
Todos guardamos silencio, Serena está muy enojada y agitada, tiene un golpe notorio en el rostro y la herida en el brazo, ella nos mira sin decir nada.
La veo enderezarse y caminar al fondo de la cueva, para recoger su pistola, su rifle y su mochila, la veo tomar el arco y las flechas y se los acomodo antes de volver a decir.
-bueno, es hora de regresar a casa, tengo hambre y estoy cansada.
Veo a Emma acercarse a ella para preguntarle.
- ¿Serena, estas bien?
-Estoy bien Emma, pero estoy cansada y tengo hambre. – le escucho responder
Me acerco a ella y la miro a los ojos antes de abrazarla muy fuerte, estuve a punto de perderla, debió sentir mi agitación pues me dice.
-Tranquilo Max, todo acabo, ya todo estará bien, anda vamos al rancho. – al escucharla no puedo hacer nada más que soltarla y sonreír antes de decirle.
-Debería ser yo quien dijera eso.
-Lo sé, pero qué más da, anda que tengo hambre. - Me responde la desvergonzada y solo puedo decirle
-Bien, vamos.
Nos lleva menos tiempo en llegar a las rocas en donde se encuentran todos esperando, cuando todos la ven, se sorprenden. Nathan pasa por mi lado y se acerca a Serena tomando su mochila y se la da a su hermano, luego toma su rifle y se lo cuelga al hombro.
-Puedo cargar mis cosas Nathan. – dijo Serena y escuchamos a Nathan responderle.
-Sí, pero estas cansada y hay mucho que caminar.
-Solo al puesto de guarda bosques a diez millas. – dice Serena, al parecer Nathan se había equivocado y Serena si se arriesgó a llevar lo más cerca con su camioneta y lo confirmo cuando dice.
-así que ahí tienes la monster, no lo habría adivinado, entrar a la montaña por el camino del parque para exploradores.
Sé que dijeron que ese camino de entrada nos llevara por el camino de rocas y a un muro que habrá que bajar a rapel. Los escucho hablar del porque ella no llego al rancho y él le recuerda que saben defenderse.
Caminamos a paso rápido marcado por Serena, sorpresivamente ella nos enseñó un camino entre las rocas que evito el rapel y aunque parecía peligroso no lo es; el cual está oculto para quien no lo conoce, la mayoría volvió al lugar donde habían quedado los caballos por lo que con Serena solo íbamos Nathan, Jesse, sus amigas y yo, el Capitán Stilgart había llevado a los Agentes Federales con ayuda de uno de los empleados del rancho de regreso. Motivo por el cual este camino entre las rocas seguía siendo un secreto.
Cuando llegamos al puesto del guarda bosques observé por todos lados y no vi la monster y mira que con su tamaño no es fácil perderla de vista ni ocultarla.
La veo ir hacia lo que parece una enredadera tratando de cubrir un árbol y la veo mover las ramas, vaya una cochera natura, una nueva sorpresa.
-vaya, así ni siquiera los guardabosques la habrían visto si la buscaran. – dijo Jesse y tenían razón, la camioneta estaba bien oculta. Me pregunto quién hizo el enramado de la que la enredadera se cuelga además del árbol, si los guardabosques no lo conocen, sospecho de Connor McNamara.
Subimos a la camiseta, sus amigas se acomodan las cuatro en el asiento trasero y veo a Serena acomodar sus armas en los soportes de la camioneta, vaya los seguros son dactilares, nadie podría tomarlas fácilmente; esta mujer no deja de sorprenderme.
Nathan y Jesse suben a la parte trasera y ya listos nos dirigimos al rancho. Nos lleva cerca de cincuenta minutos en llegar y cuando lo hacemos Serena baja y sin decir nada entra en la casa, yo la sigo de cerca y escucha Maríe decir.
-Qué bueno que ya está en casa niña Serena, siéntase que le tengo listo lo que le gusta. – la veo mirar hacia la pared y veo que mira el reloj, vaya pasan de las tres y veinte de la tarde.
Maríe le sirve de comer un buen pedazo de carne asada y papas gratinadas y para beber le paso su tradicional limonada rosa bien fría. Todos nos reunimos en la mesa y comemos con ella sin decir absolutamente nada, esperamos que ella nos diga algo, pero se dedica a comer como si nada hubiera pasado.
Su padre, el coronel Stuart, el Jefe Morrison y el director de la Agencia de Seguridad Nacional, aunque digan otra cosa están en la mesa con nosotros, el Capitán, sus amigas, Nathan, Jesse y yo la vemos y esperamos, mientras comemos, nadie se atreve a romper el pesado silencio hasta que John lo rompió preguntando
-Serena ¿Puedes decirme que ha pasado? – Serena lo observa mientras bebe unos sorbos de limonada, tomándose su tiempo antes de responder.
-Ya todo acabo, esos no molestaran más. – pensé al igual que todos que diría algo más, pero siguió comiendo.
Unos minutos después termino de comer, creí que sería momento en que nos cortara lo que había pasado, pero simplemente se levantó y dijo.
-Estoy cansada, voy a dormir, no me molesten. – y sin decir nada, salió de la cocina, dejándonos a todos sorprendidos y llenos de curiosidad por lo que había sucedido.
Digo vi los resultados, pero aun así no sé qué paso. Veo a Nathan salir de la cocina y seguirla y tras él va su hermano Jesse.
-Creo Max que deberías ir con ella, necesitara tu compañía al descansar, como su almohada. - dijo Emma sonriendo, yo la observo y me levanto saliendo de la cocina mientras las chicas se ríen.
Voy a la escalera y veo a Jesse sentado en el centro de esta con un rifle en las manos ¿Qué diablos?
- ¿Qué haces Jesse? – le pregunto
-Vigilo, Serena no quiere que la molesten y nadie subirá a molestarla, menos esos trajeados presumidos. - me responde
- ¿Puedo subir yo? – le pregunto
-Adelante, tu eres la excepción. - me responde sonriendo y quita su rifle que tenía atravesado.
Paso por un lado suyo y subo al segundo piso y en el rellano que es una pequeña salita veo a Nathan sentado a un lado del pasillo que lleva a la habitación de Serena, este me ve y solo sonríe y cabecea como dándome paso libre.
Sigo mi camino por el pasillo y me tomo unos minutos para entrar, escuchando algún sonido proveniente de la recamara, no escucho nada, hace ya quince minutos que subió y yo sigo en la puerta, de pronto escucho tras de mí.
-Será mejor que entre, no creo que ella se moleste. - volteo a ver a Nathan observándome.
Abro la puerta y la habitación está en la semioscuridad, las cortinas están cerradas y con cuidado entro y cierro tras de mí; ella esta acostada, el aire huele a su loción para después del baño, con cuidado me acerco quitándome la chaqueta y poniéndola en el mueble a los pies de la gran cama; la observo, se ve pequeña en esa inmensa cama, tan tranquila que sería imposible pensar que hace unas horas mato a un hombre tras pelear con el cuerpo a cuerpo.
Me ciento en el mueble y me quito las botas, tras observar que si bien parece tranquila sus ojos se mueven, puede ser que éste dormida, pero su inconsciente esta alterado, voy al otro lado de la cama y me recuesto sobre las mantas a su lado y pongo un brazo a su alrededor diciéndole.
-Todo estará bien Serena, yo te cuidare.
Sorprendentemente ella se mueve más para acercarse y poder apoyar su cabeza en mi pecho mientras me responde medio dormida.
-Lo sé Max. - Yo solo puedo sentir su cabeza en mi hombro mientras la rodeo con los brazos, su respiración es suave y pausado, está profundamente dormida.