- Qué sorpresa, estás aquí y a estas horas..... le pregunto Carmen.
- No estás feliz de verme.
- Claro hija, ven quiero abrazarte, mira como ya eres unq mujer hermosa.
María ya había cumplido veintidós años, ya era una mujer, alta, delgada, de cabello largo negro y liso y piel blanca, sus ojos grandes y vivaces.
- Voy a preparar algo de comer María.
- No, tía Carmen, gracias. Traje comida lista.
-seguro hija.
- Sí
- y dime que haces..... preguntó Carmen.
María suspiró y miró a ambas tías y con una sonrisa y una mirada pícara les dijo.
- Tía Cecilia, tía Carmen, no vine sola, me trajeron unos amigos, pero está lloviendo mucho y a estas horas no pueden regresar y además por el mal tiempo es un peligro que vuelvan ya que el camino está peligroso. Y el mal tiempo, queria saber si se podrian quedar hasta mañana, son mis amigos y son pareja.
Carmen y Cecilia se miraron y luego le dijeron a María.
- Sí hija, dile que estacione el auto y entre a la casa.
María salió hacia el auto y habló con el conductor, luego regresó a la casa, el conductor volvió a arrancar el auto y lo metió en el garaje, luego el bajó del auto junto con su acompañante y se dirigió a la casa donde se encontraba María , y al llegar a la puerta María los invito a pasar adelante.
- Tía Carmen, tía Cecilia, les presento a Sebastián y Esteban.
- Mucho gusto... Le saluda Carmen, un poco confundida.
- El placer es mío querida, hacía mucho que quería conocerte, María me ha hablado mucho de ti... Les respondió Sebastián.
- Hace mucho frío y estoy muy mojado, tal vez pueda cambiarme.
- Por supuesto, te voy a mostrar la habitación.
Carmen llevó a Sebastián y Esteban a la habitación, mientras ellos se alejaban, Cecilia miró a María y al darse cuenta de lo que pasaba por la mente de su tía se hecho a reír.
- No tiene gracia....... dijo Cecilia..... me dijiste que eran pareja.
- son pareja tía, es solo que ellos son homosexuales.
- No es necesario que lo digas, ya me di cuenta que son homosexuales. Respondió su tía Cecilia, y María la interrumpio mientras hablaba.
- tía cecilia
- Ni una palabra más niña,......siguió interrumpiendo María.
- ¿Qué pasa?.... preguntó Carmen cuando regresó nuevamente a la casa.
- Como que ,que pasa......Respondió Cecilia.
- No ves con quién está la niña.
_ Ya no es una niña......y tomándola de la mano a María y girándola, le respondió a su hermana.
- Es toda una mujer.
- y es muy famosa.... le dijo Carmen a Cecilia..
María las interrumpió respondiéndole.
- Entonces ya te lo dijeron.
- Sí, y me parece bien.
- Ese Sebastián, quise darles una sorpresa y se me adelantó.
- ¿Cómo sabes que fue Sebastián?
- Como él es así, siempre me hace lo mismo.
- ¿De qué diablos están hablando?
María y su tía Carmen se quedaron en silencio y miraron a Cecilia, y entonces María les dijo.
- Creo que voy a querer un café.
- Ya te lo preparó... respondió Carmen.
- Cámbiate de ropa, todo está en tu habitación, tal como la dejaste, y vienes a cenar..... le dijo Cecilia.
- Sí tía.....Le respondió María y alejándose de ella, se dirigió a su habitación, cerró la puerta y Cecilia al ver que ya no estaba se dirigió a la cocina.
- Carmen.... llamó a su hermana mientras preparaba café.
- Qué pasa hermana.
- Qué te dijeron.
- Cecilia, ahora, nuestra niña creció hasta ser mujer, y lo peor de todo es que no los perdimos, ni siquiera nos dimos cuenta de cuándo y en qué momento creció. Ahora que está aquí, deja de preocuparte y la vamos a recibir como se merece. Para ella y sus amigas, dejemos todo lo negativo para otra oportunidad.
Cecilia bajó la cabeza y luego preguntó.
- Tienes razón, pero al menos dime de qué se trata.
Carmen sonrió y luego dijo.
- Una de sus amigas me dijo que es famosa y que tiene una sorpresa para nosotros. Será mejor que esperemos a ver qué nos cuenta.
María entró a la cocina interrumpiendo lo que estaban hablando.
- Tías, ¿cómo me queda este vestido?
- Es hermoso.....Respondió Cecilia.
El vestido era de color verde pastel, entallado a la cintura y hasta los tobillos, con encaje floral en las mangas.
- Es muy bonito.....le dijo Carmen y además parece muy cómodo.
- Está súper cómoda tía,
- El café está listo.
Las tres fueron a la sala, se sentaron en unos muebles que estaban justo frente a la ventana, cada uno tenía una taza de café en la mano.
- Te ves cansada,.... le pregunto Cecilia.
- si tía, estoy cansada el viaje fue muy largo.
- vamos a comer algo.
- Tranquila tía, traje muchas cosas para comer.
- Que trajiste...... le pregunto Cecilia
María suspiró. Y mientras ella sonreía, Sebastián y Esteban entraron a la sala.
- Querida, a comer.....y dirigiéndose hacia las bolsas que habían bajado del auto. Esteban empezó a sacar paquetes de galletas, chocolates, dulces, pan, frutas y leche. Luego abrió otra bolsa y sacó cuatro cajas que contenían pollo asado y papas fritas.
- Con tu permiso, querida, voy a la cocina a servirte la comida.
-Te voy a ayudar,.....le dijo Cecilia.
- no tía, yo lo haré, vine para eso.
- Me llamaste tía......le dijo Cecilia a Esteban con sorpresa en su rostro
- Sí, te llamé tía, con todo respeto, sí mi querida Cecilia, eres la tía de mi amiga María, también eres mi tía, así que con tu permiso te voy a preparar algo rico.
Cecilia miró a su sobrina María y María comenzó a sonreír nuevamente.
- hija, me asustas cada vez que te ríes.
- ja ja ja ja ja... porque tía.
- porque cada vez que te ríes es porque pasa algo extraño.
- Es por tu cara tía, te veo sorprendida.
- Me ves sorprendida sobrina, me has sorprendido que no es lo mismo, siento que eres una caja sorpresa.
- vamos a comer..... Esteban entró a la sala y colocó sobre la mesa una bandeja con pollo ya listo para comer y que habían comprado en el camino, luego colocó una taza con ensalada y pan,
- sírvanse a su gusto, hay suficiente para todos,
Luego Esteban volvió a la cocina, preparó un poco de jugo y colocó la jarra sobre la mesa con los vasos y se dirigió a Carmen y Cecilia.
- Tías, si no quieren jugo, también hay café, leche y chocolate.
Cecilia y Carmen sonrieron al ver que Esteban era amable. Pero ellas se quedaron calladas y prefirieron acercarse a la mesa a comer. Mientras comían, Sebastián y Esteban les contaron todas las cosas que vieron durante el viaje y ellos lo contaron de una manera muy divertida, y se comenzaron a reír mientras terminaban de comer. Carmen y Cecilia le dijeron a Esteban que no lavará los platos a esa hora , si no que lo hiciera en la mañana, porque ya era tarde y todavía estaba lloviendo.
- Desde que hora llueve...... preguntó Sebastián.
- Desde muy temprano..... Respondió Carmen.
- Y el río, debe haber crecido.....le pregunto María.
- Sí, ha crecido mucho, pero aquí no pasa nada......Respondió Cecilia.
- Querida, vamos a dormir, hace frío y queremos descansar.
- Claro chicos, están en casa, que pasen buenas noches.
Cuando Sebastián y Esteban salieron a descansar, Cecilia volteó a ver a María y María le preguntó.
- ¿Qué pasa tía?
- hija dime que pasa si.
- tía ,....
- Sólo dime qué pasa si.
- no lo entenderás.
- como si no fuera a entender , como sabes que no entenderé lo que pasa . y que quieres que entienda.
María guardó silencio un rato y luego les contó.
- Tía Cecilia, tía Carmen, vine porque estoy de vacaciones y me vuelvo a ir en tres meses, y vine porque quería que las dos vinieran conmigo, vine a buscarlas,
- Qué....dijo Carmen.
- Sí, así cómo lo escuchan.
- No voy hija
- tía cecilia
- No me veo saliendo del pueblo.
- Por favor, tía Cecilia. Ven conmigo. Y tú también, tía Carmen, ven conmigo, quiero que vengas conmigo las dos. por lo menos piensenlo