Capítulo 4 Capitulo :4: Quieren negociar.

- Realmente es un día muy hermoso.

- ¿Qué quieres Carlos? Preguntó Cecilia con seriedad

- Me mandaron a preguntar si había llegado el dueño del terreno.

- y eso para qué. Les dije que no vendemos.

- El jefe quiere hablar con el dueño y llegó a sus oídos que había llegado ayer.

- imagina lo rápido que viajan las noticias.

- entienden, yo solo hago mi trabajo......... les dijo Carlos.

- Tu jefe quiere hablar conmigo... le dijo María.

- Eres la dueña.... le pregunto Carlos.

- Al parecer sí... le dijo María con tono burlón.

-Esteban.

- sí, mi amor.

- Tráele una silla al hombre y sírvele café.

- María, .......le dijo Cecilia.

- Tranquila tía, ya sé qué hacer.

Esteban entró a la casa, sacó una silla, le dijo a Carlos que se sentara y luego le ofreció café.

Carlos se sintió extraño, había estado varias veces en esa casa y era la primera vez que le ofrecían café y más aún sentarse.

María se sentó frente a él y le preguntó.

- entonces tu jefe quiere hablar conmigo.

- así es .

- acerca de que

- quiere negociar contigo.

- Quiere negociar... María le volvió a preguntar.

- bueno dile que venga.

- eso es imposible, mi jefe nunca sale de su oficina.

- Nunca sale de su oficina, que curiosidad quiere hablar conmigo, quiere negociar conmigo y nunca sale de su oficina, si es así ¿cómo va a negociar entonces? Para negociar tiene que venir a ver estas tierras para ver si le gustan o no.

- Él ya sabe cómo son estas tierras, ya sabe cómo son..... respondió Carlos.

- Dile que ya llegó la dueña del terreno, y que si quiere hablar conmigo tiene que venir... le dijo María.

- Tengo auto si quieres te llevo.....le dijo Carlos.

- No seas atrevido.....le contestó María.....él es el que está interesado en hablar conmigo, y en negociar, así que dile que venga.

- Bueno señorita... le dijo Carlos.

Carlos se levantó de su silla y se fue.

- María, por qué hiciste eso..... le pregunto Carmen.

- No estarás pensando en negociar... le dijo Cecilia.

- No tía, si no quieres vender, pues no se vende, aunque me gustaría que lo pensaras, si vendes vendrían conmigo.

- Eso ni siquiera pensarlo......Respondió Cecilia.

- Creo que ya es hora de almorzar......comentó María.

_ ¿Qué quieres que prepare querida? . le pregunto Esteban.

- Si quieres cocino... le dijo Carmen.

- No, tía, yo cocino. Vine especialmente para servirte. Yo también cocino muy bien... le dijo Esteban.

- trabajan conmigo tía..... les dijo María..... Esteban es mi cocinero y Sebastián es mi secretario.

- Vine a pasar vacaciones y cuando regrese les daré vacaciones... le dijo María.

- ¿Estás tratando de decir que... Carmen aún no había terminado de hablar cuando María la interrumpió.

- Sí tía, se van a quedar estos tres meses conmigo y también se van conmigo a Francia.

- Hay verduras que piensas si preparas una sopa..... Le dijo Sebastián a Esteban.

- ¿Y qué piensas tú María será que preparo una sopa?

- Me parece bien, si una sopa está buena... dijo María.

- No te preocupes, hoy te ayudaré a cocinar... Sebastián y Esteban se retiraron a la cocina, y cuando Cecilia y Carmen se quedaron con María... le preguntaron.

- Entonces el viaje es serio.

- Sí

Cecilia y Carmen se miraron y María les dijo.

- porque la preocupación.

- Como no quieres que nos preocupemos, te fuiste hace años y no supimos de ti, entonces vuelves con que te vas del país, que bailas en un teatro y que estás de lo mejor con dinero y fama ,Los amigos son homosexuales.

María empezó a reír.

- y además te ríes, que tiene tanta gracia..... le dijo Carmen.

- Lo curioso es que están pensando mal... le dijo María.

- ¿Y qué quieres que pensemos...? Comentó Cecilia.

- Quiero que pienses que la vida cambia y que hay que disfrutarla cada día, porque no sabemos cuando vamos a dejar este mundo y que el día que eso pase, saldremos de esta tierra, felices y llenos de satisfacción, y que aunque Sebastián y Esteban son homosexuales, no quiere decir que no tengan sentimientos, sienten lo mismo que nosotros y no tenemos derecho a juzgarlos. Muchas personas como ellos actualmente están siendo maltratadas en todo el mundo y muchas veces son asesinadas simplemente por ser diferentes.

- No se puede cambiar el mundo María... le dijo Cecilia al escuchar sus palabras.

- yo lo sé tía, pero lo que sí sé es que lo que puedo hacer es no participar del maltrato que reciben.

María suspiró y se echó a reír y se acercó a sus tías y les contó.

- Tengo tres meses, ¿sabes?

- Tres meses para que..... contestó Carmen.

- Tres meses para convencerlas, y aceptar viajar conmigo....... .... María las abrazó y entró a la casa, y tanto Cecilia como Carmen, permanecieron sentadas, al rato ella salió y se acercó a ellas. de nuevo. y comenzó a servirles galletas.

- Comamos mientras termina el almuerzo... les dijo María. También había cogido una bolsa de patatas fritas que había comprado en el camino y las compartió. Luego Esteban se acercó con jugo y sirvió un vaso a cada una.

- Veo que comen muchas galletas,... le dijo Cecilia.

- Sí, muchas veces no tenemos tiempo para cocinar y compramos comida ya preparada... les dijo María.

- Bueno, déjame decirte que la comida chatarra no es muy saludable y si vas a pasar tres meses de vacaciones con nosotros, tendrás que comer alimentos sanos y frescos del campo, y principalmente plantados y cosechados en estas tierras. ....le dijo Cecilia.

- También tienes tres meses para convencernos. pero también tenemos tres meses para convencerte de que no viajes......le dijo Cecilia.

María con una sonrisa les dijo.

- cuanto quieren apostar a que les gano

- Mi niña, te aseguro que esto te gustará. Y por cierto, que vas a hacer, si don Carlos y su jefe vienen a negociar contigo.

- Ja, ja, ja, ja, nada tía, solo escucharé qué tipo de negocio me van a proponer.

_ no estarás pensando en venderles.

_ no tía , si ustedes no quieren vender , me parece bien , aunque me gustaría que lo pensaran .

            
            

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