_ dime Ricardo , hasta donde lo siguieron.
_ hasta Rio abajo señorita.
_ hasta Rio abajo ...... pregunto cecilia.
_ si señora Cecilia , Carlos entró a las hacienda de don Genaro. pregunte a varias personas y Carlos está viviendo en la hacienda de don Genaro.
_ lo ves tía ........el jefe de Carlos no está en el centro del pueblo.
_ parece que tenías razón.......le dijo Carmen.
_ ya es tarde , Sebastián, Esteban , mañana temprano quiero ir de paseo.......le dijo María.
_ no se te ocurra meterte en estos problemas......le dijo Cecilia.
_ tranquila tía , sólo voy de paseo , quiero recorrer río grande.
_ te lo advierto María.
_ de verdad tía . sólo quiero saludar a los vecinos.
al día siguiente a las nueve de la mañana salieron a caminar, rumbo río arriba, cuando caminaban podían ver a los animales dentro de sus corrales, el camino era angosto, parecía que hacía mucho tiempo que no pasaba ningún auto y el camino aún era de tierra. , las personas que allí vivían notaron la presencia de María en aquel lugar y el chisme se extendió muy rápido hasta llegar a oídos de Carlos. Caminaron media hora y llegaron justo a la cima del río arriba, la gente salió a saludarlos y también había ancianas que recordaban a María cuando era niña, llegaron justo donde caía una cascada y un lago ancho y profundo se extendía frente a la cascada. era un paisaje tan hermoso que había valido la pena caminar hasta ese lugar.
- Que hermoso lugar..... comentó Esteban.
- Te lo dije, ésto es el paraíso...... respondió María.
Esteban se disponía a darse un baño en el río, y María rápidamente le avisó.
- No te metas todavía al río, tu cuerpo está caliente por la caminata, espera un rato y disfruta.
Sebastián también se preparó para darse una ducha en el río. Y la gente que los observaba empezó a acercarse poco a poco. Muchos de los vecinos de aquel lugar le llevaban regalos a María, le ofrecían frutas y verduras, y ella les sonreía. Aceptó, y tomando unas mandarinas que le habían regalado, se acercó a la orilla del río, metió los pies en el agua y luego se sentó en una piedra grande que había en el río y comenzó a comer la mandarina. Entonces Esteban y Sebastián se metieron al río tras ella y comenzaron a bañarse en el río, riendo y jugando, estuvieron toda la mañana, y María pensaba estar en ese lugar hasta las tres de la tarde aproximadamente. Estaban solo ellos, María, Sebastián, Esteban, Cecilia y Carmen. En ese momento sus tías se encontraban en la orilla del río.
- Esteban, Esteban... bebe un poco de agua de este río... le dijo María.
- Tú también Sebastián... dijo María.
- y eso porque... respondió Sebastián.
- bebé, y no te preocupes, el agua de este río está limpia....dijo María.
- No tengo sed......respondió Esteban.
- aunque sea un poquito..... les volvió a decir María.
Sebastián y Esteban bebieron un poco de agua del río, y cuando terminaron de beber el agua, María se puso a reír y a jugar con ellos, entonces les contó.
- quedaron hechizados.
- Como dices.... le pregunto a Esteban.
- Hay una leyenda, que dice que el que beba agua de este río nunca volverá a salir de aquí, dicen que la gente está hechizada y si se van, siempre regresan.
- Eso es verdad tía,..... le preguntó Sebastián a Cecilia.
- Sí, así es.....Respondió Cecilia.
- y no vienes a bañarte..... dijo Esteban.
-, luego......Respondió Cecilia.
Cecilia y Carmen estaban sentadas en unas piedras mirando a María, y discutían entre ellas por qué decidió caminar tanto, para meterse en el río, si ese mismo río pasaba justo detrás de su casa.
Después de mucho tiempo, María salió del río y comenzó a recorrer el lugar.
- No te alejes... le dijo Carmen.
- Tranquila tía, no me voy a alejar. Es más, ven conmigo, vamos a caminar... respondió María.
- Voy contigo..... le dijo Cecilia.
y juntas comenzaron a caminar, y recorrieron el lugar, también visitaron a varios vecinos y conversaron con ellos y luego regresaron al mismo lugar.
allí estaban Esteban y Sebastián disfrutando de las aguas del río grande.
- Me encanta este sitio..... le dijo Esteban a María.
- Te lo dije, estas hechizada..... Respondió María.
- Ya no podras vivir fuera de este lugar.....dijo María.y sentándose nuevamente en una piedra a la orilla del río, comenzó a sacar las tazas que había colocado en su bolso y comenzó a comer.
- Hay suficiente comida.... dijo María.... para comer porque el viaje de regreso es largo.
- Nos vamos,.... preguntó Carmen.
- Aún no tía, pero es mediodía y es hora de comer.
Los niños que vivían alrededor del río arriba comenzaron a llegar y meterse al agua. María los veía jugar y reír y empezó a recordar su infancia, cuando ella y sus padres visitaban el lugar. Ella comenzó a suspirar y se levantó. de donde estaba y le dijo a Sebastián.
Traje una radio, y tiene baterías, pon música que quiero bailar...
y Sebastián abrió una de las bolsas, puso una tarjeta de memoria y puso música de baile.
- ¿Qué quieres bailar María?... le dijo Esteban.
- No hay variedad en la tarjeta de memoria... Respondió María.
Entonces Sebastián empezó a poner la música a todo volumen y los niños que estaban cerca del río empezaron a acercarse.
- De qué se trata, la película que quieren que hagas..... le pregunto a Cecilia.
María la miró y le dedicó una sonrisa.
- Dios mío, te estás riendo, cuando ríes me da miedo... le dijo Carmen.
- De qué trata la película....le volvieron a preguntar.....y si no respondes le preguntaré a tus amigos.
- Yo le diré.... Le dijo Esteban.
- Esteban, de qué se trata... Le pregunto Carmen.
Esteban empezó a contar de qué se trataba la película.
- La película que va a realizar María es una historia real de una joven egipcia que con sus bailes eróticos embrujaba a cualquier hombre, poniendo a sus pies a quien quería. Según la película, esa joven era llamada la Diosa, porque todos los que la veían bailar caían a sus pies.... Esteban le dijo a Carmen y Cecilia.
- ¿Estás intentando decir que mi sobrina va a hacer una película erótica?
María se echó a reír.
- ¿De qué te ríes?... le dijo Carmen.
- Sabía que no te iba a gustar la idea..... respondió María.
- Bailas muy bien para hacer esa película..... le pregunto a Cecilia.
- María baila para que te vean....... dijo Sebastián.
-. aquí..... María respondió.
- Sí, aquí y dentro del río, como en la película... le dijo Sebastián.
pon la musica... dijo María, y buscó el lado más plano del río, y se metió en el agua, entonces empezó a sonar la música, y María empezó a bailar, moviendo sus caderas, sus manos y cada movimiento que hacía, y su forma de moverse dentro de el agua cautivo el corazon de carlos que estaba en aquel lugar, alli estaba viéndola bailar, y ella y sus amigas y sus tías no se habían dado cuenta que Carlos las había perseguido por órdenes de su jefe, no se dieron cuenta que él las estaba observando, Carlos cuando la vio bailar sintió miedo, por primera vez en su vida tuvo miedo, su corazón se fue , acelerando que no espero a que terminara la música, se dio la vuelta y se fue alejando del lugar. Al darse la vuelta, Esteban notó la presencia de Carlos en el lugar, pero no dijo nada, prefirió quedarse callado.