Capítulo 7 realmente me gusta.

- muy hermosa......comentó Sebastián al verla bailar.

-"Ese baile no es muy erótico para ti..." le dijo Cecilia.

- De eso trata la obra, tía, de una bailarina, por eso la película se llama La danza de la diosa... le dijo Esteban.

- hora de irse......dijo María.

- tan pronto......comentó Esteban.

- Sí, es hora de volver, se hace tarde y también vamos a regresar caminando......dijo María.

Sebastián y Esteban reconocieron todo el camino y ya sabían como y por donde a la casa.

- ¿De verdad vamos a caminar de regreso?..." preguntó Esteban, y María sonrió ante la pregunta de Esteban.

- después de nadar en el río, caminar de regreso......Preguntó Esteban nuevamente.

- Por supuesto, no trajimos el auto, además si hubiésemos traído el auto, no hubiera pasado hasta aca ,sería imposible que un auto pasara por aquí, para llegar aquí, necesitaríamos un camioneta. ......comentó María.

Caminaron aproximadamente quince minutos, cuando escucharon el sonido de un vehículo acercándose. Al escuchar el motor del vehículo, se movieron hacia la orilla a esperar que pasara la camioneta para poder continuar.

Efectivamente la camioneta pasaba por allí y se detuvo junto a ellos.

- ¿Cómo que necesitan que los lleve?... les dijo el conductor del vehículo.

Esteban se sorprendió, sabía que Carlos estaba cerca, Esteban se había dado cuenta que Carlos los estaba observando, también se dio cuenta que estaba observando a María mientras ella bailaba.

- si llévanos.......le dijo Esteban.

- ¿seguras que quieren que las lleve? ........les pregunto Carlos.

- Por supuesto que si...... respondió María.

- segura que quieres que nos lleve María.......dijo Cecilia.

- claro que si tía. sube nos ahorraríamos la caminata hasta la casa .......

Cecilia y Carmen se subieron en la parte delantera Y Esteban y Sebastián se subieron en la parte trasera de la camioneta . María fue a subirse atrás, cuando de repente Carlos dijo.

- Señorita, aquí hay un lugar, creo que usted encaja aquí.

- no tranquilo, quiero ver el paisaje...... María subió y Carlos siguió su camino hasta llegar a la casa.

Al llegar a la casa de Cecilia y Carmen, María rápidamente se bajó y se acercó a Carlos que aún estaba dentro de la camioneta y le dijo.

- ven a tomar un cafe.....

Cecilia y Carmen miraron a María, estaban confundidas al ver el cambio de su sobrina, el día anterior ella no había sido muy amigable y de repente había cambiado de actitud y hasta le sonrió a Carlos.

- No quiero molestar,... respondió Carlos,

- Para mí no es ninguna molestia, además es lo único que te puedo ofrecer por habernos traído....le dijo María......

- Por favor te pido que aceptes mi invitación, y vengas con nosotros a tomar un café.

Carlos al ver la insistencia de María se bajó de la camioneta y entró con ellos a la casa.

- siéntate.....le dijo María.

- Esteban prepara un café muy rico....le dijo María.

Yo lo haré... dijo Cecilia dirigiéndose a la cocina.

- Siéntese, señor Carlos....le volvió a decir María.

Carlos se sentó en el sofá, y María fue a la cocina, tomó un plato y colocó unas galletas, luego regresó a la sala y las colocó en una mesa que estaba frente al sofá. Entonces María se sentó frente a él y Carlos notó el cambio de María y entonces le preguntó.

- ¿algún problema?.

¡No porque ,la pregunta!.

- porque ayer me trató de una manera y hoy me trata de otra.

- Siempre hay tiempo para reflexionar, también me di cuenta que fui un poco grosera contigo, y también estuve pensando y reflexionando sobre el mal trato que te di, y te pido disculpas por la forma en que te traté. Por un momento no entendi que sigues órdenes. así que me disculpo.

Sebastián y Esteban al escuchar las palabras de María quedaron atónitos. Era la primera vez que María hablaba de esa manera y disculparse ante un posible enemigo era imposible e increíble.

- el café está listo...Cecilia le sirvió café a Carlos y Carlos tomó la taza con el café y empezó a beber.

- Espero que te gusten las galletas......le dijo María.

- muy poco....le contesto carlos.

- Esteban, aún quedan papas fritas.

- Sí.

- dame una bolsa.

Esteban entró al cuarto y sacó una bolsa de papas y se la dio a María y luego le dijo

- Creo que es el último.

- habra que salir al pueblo y compra más.

- Le gustan las papas...le preguntó Carlos.

- Sí, las amo..... respondió María. Y abriendo la bolsa, la colocó en el plato junto con las galletas y le dijo.

- Come y si quieres más café hay bastante, sírvete lo que quieras......

- Veo que tomas mucho café... le dijo Carlos.

- sí, tomo mucho café y me gusta la comida chatarra... le pregunto a María.

Mientras Carlos comía y bebía decidió preguntarle a María.

- ¿no quiere hablar con el jefe, verdad?.

- no.....Le dijo María.

- ¿porque?.

- porque, no me parece bien lo que hace, si de verdad quiere hablar conmigo, no debería mandarte a ti ,más bien debería venir, ¿no crees?...... respondió María .

Carlos al escuchar las palabras de María se dio cuenta de que ella tenía razón, pero no dijo ninguna palabra al respecto.

- ¿Él quiere comprar estos terrenos?......le preguntó María.

- ¡si !..... respondió Carlos.

- ¿ Por qué quiere comprarlo ?...le preguntó María.

- No lo sé..... Respondió Carlos.

María lo miró y sonrió. Carlos al ver que ella sonreía sintió miedo, realmente estaba sentado frente a una joven muy hermosa, su corazón se aceleraba cada vez que ella sonreía, su mirada lo cautivaba, y eso lo ponía nervioso y le daba miedo, era La primera vez que sentía algo así . Le gustaba mucho, su corazón lo decía, aunque con su mente lo negaba, sabía que no podía aceptar ese sentimiento, porque si lo aceptaba prácticamente perdería la primera batalla e incluso la guerra, y sus planes podrían fracasar . La sonrisa y la mirada de Maria lo hacían sentir vulnerable y presa fácil. Por un momento sintió que María actuaba de esa manera con el propósito de ganar la batalla poniéndolo de su lado.

María al ver a Carlos en silencio comenzó a mirarlo y él se sintió nervioso. Cuando se dio cuenta de sus nervios, empezó a sonreír y tomó una papa del plato y se la metió en la boca. Después de unos segundos observándola, sus nervios se calmaron. Él la miró y le devolvió la sonrisa. Y en sus pensamientos dijo.

- Dios, me gusta mucho esta joven mujer , debería alejarme de este lugar.