Capítulo 6 Solo es un apoyo

Hunter salió de una junta mirando la hora en su reloj, ya tenía que ir a buscar a Jewel al colegio. Pasa directo a su oficina para recoger sus cosas, cuando su asistente ingresa en la misma.

-Señor Lanzoni, la señora Riana le ha dejado un mensaje. Dice que ella y su esposo recogerán a su hija en el colegio, la llevaran a comer y por la noche volverán con ella a su casa-la mujer con gafas levanta la vista de la libreta en sus manos.

El CEO se queda en silencio un momento.

-¿Necesita otra cosa, señor Lanzoni?

Sabía que era una ayuda, pero ese era su deber ir a por su hija. Pero era un alivio que no tuviera que ir a buscarla al colegio, se podría concentrar en sus próximas reuniones.

-Organiza mis reuniones, adelantadas.

-Claro señor.

Su asiste se marchó y él se quedó mirando su escritorio, luego frota su cara y negó. Tenía que seguir trabajando.

[...]

Por la noche, Hunter tomó su maletín y se bajó del coche, masajeo un poco su cuello y se encaminó hasta el interior de su casa.

Al entrar en la misma, oye el sonido de la risa de Riana y el de su hija. Suspira, y se pregunta ¿porque le costaba tanto reír de esa manera con su hija? Camina hasta la sala encontrándose con sus ex suegros y su hija riéndose a carcajadas.

En cuanto lo vieron Jewel dejo de sonreír y eso le dolió mucho. Alonzo se puso en pie y se acercó a él.

-Qué bueno que llegas, necesitamos conversar.

-¿Qué sucede?

-Llevare a Jewel a su habitación, bajare en un minuto -sentencia Riana.

Hunter observa a su hija y esta lo ve solo un momento, luego sigue con su abuela fuera de la sala. Él no deseaba que su relación con su pequeña fuese de esa manera, pero no conocía otra forma de tratarla, o mejor dicho no sabía cómo ser un papá.

-¿Qué es lo que pasa, Alonzo? ¿Ocurrió algo en el colegio?

-No se trata de eso...

Alonzo y hunter se sentaron en el sofá, unos minutos después aparece Riana y se sienta al lado de su esposo. El CEO estaba un poco impaciente y a la vez curioso por lo que sus ex suegros tuvieran que decirle.

Por lo general no eran muy conversadores.

-Riana y yo decidimos hacer un viaje un poco largo -se toman de las manos y se miran sonriente.

-¿Un viaje? ¿A dónde?

-Tomaremos un crucero, creo que necesitamos un poco de tiempo para nosotros. Respirar otros aires -responde Riana.

-Me parece bien, creo que les sentara bien. Hace mucho que no se toman tiempo para ustedes.

Aunque mentía, puesto que sus ex suegros eran una gran ayuda para él. Riana siempre sabía qué hacer con respecto a Jewel, existían ciertas cosas que él como padre no comprendía.

Como sus clases de ballet, esos peinados súper extraños y vestirla era otra cosa con la que él no estaba nada preparado para enfrentar solo. Traga un poco de saliva, puesto que estaba sintiéndose algo inquieto.

-Sí, bueno, pero no es de eso que deseamos hablar contigo.

-¿Qué será entonces? -frunce la mirada al observar que ellos se miran.

-Escucha Hunter -habla Alonzo -. Sabemos que a veces tienes problemas para estar a tiempo con Jewel y sus cosas del colegio.

El CEO se remueve un poco sobre el sofá.

-Entendemos que no es fácil para ti todo esto.

-¿Qué están diciendo? ¿Qué no se cuidar a mi hija? -los mira ceñudo.

-No, no es eso, Hunter -responde Alonzo-. Te hemos ayudado con Jewel todo este tiempo y lo hacemos con mucho amor, es nuestra única nieta y la adoramos. Estar con ella es como estar con una versión pequeña de Victoria.

La mención del nombre de su esposa hizo que el bajara la mirada, él también lo creía así, Jewel es idéntica a su esposa.

-Hoy hemos pasado el día con ella y ha sido maravilloso, Jewel es increíble. Pero ahora que tomaremos este viaje, no estaremos por si se te presenta una emergencia. Tendrás que encargarte de ella tu solo.

-Es mi hija, puedo hacerlo-aunque no estaba muy seguro de eso.

-Sabemos que puedes -Riana sonríe.

En ese momento Hunter baja la mirada, era inútil que tratara de engañar a sus ex suegros y hasta a él mismo. Sabía que no conseguiría atender a Jewel a plenitud, y le temía a hacer algo que arruinara todo.

-No sé cómo le hacen -suelta de la nada -. Ustedes, parece como si ya no la recordaran. Es duro no tenerla aquí en casa, ayudándome, enseñándome cosas que no se hacer. Yo hago lo que puedo con Jewel, pero siento que no es suficiente.

Alonzo observa la pena de Hunter, se le notaba que la estaba pasando muy mal. Pero era necesario que entendiera que debía superar la pérdida de victoria, así como ellos lo intentaban hacer.

-Intentamos, Hunter. Para nosotros tampoco es fácil estar sin ella, pero lo intentamos y eso es lo que tú debes hacer también -levanta la mirada -. Debes volver a rehacer tu vida, Hunter son 8 años desde que ella se fue de nuestro lado.

-¿Qué me están queriendo decir los dos? -Alonzo aplana los labios.

-Hunter, quizás debas...

-Si lo que intentan es proponerme que busque salir con alguien, se equivocan.

Hunter se pone en pie y sus ex suegros lo miran.

-No necesito a una mujer en mi vida -se defiende-. Yo puedo llevar mi vida y la de mi hija sin problema alguno.

-No hemos dicho eso, muchacho -Alonzo se pone en pie y camina hasta él -. No hemos dicho que salgas con alguien, pero al menos, que estés abierto a intentarlo en algún momento; cuando te sientas listo. Aun eres joven, yo creo que puedes rehacer tu vida. Créeme nosotros nos sentiremos muy felices si eso sucede.

-No me interesa, Alonzo. Lamento decepcionarlos, si tienen que irse de viaje me parece bien. Yo me las arreglare con Jewel, creo que podemos cumplir con todas las actividades que tenga durante el día.

Alonzo mira a su esposa y ella niega.

-Es que no se trata de eso...

-¿Y de que se trata? Desde que mi hija nació me han estado ayudando en todo, y se los agradezco. Pero podre llevar las riendas de la casa sin su ayuda y no quiero que me mencionen de nuevo esa locura de rehacer mi vida de nuevo, en estos momentos solo me interesa criar a Jewel.

-Entiendo... tenemos boletos para salir mañana por la tarde.

Hunter asiente.

-Muy bien, si eso era lo que tenían que informarme está bien. Espero que les vaya bien en su viaje -se da la vuelta y les sonríe.

Riana se pone en pie y se aproxima a él.

-Hunter...

-Está bien, vamos a estar bien... Jewel y yo estaremos bien, ¿Por qué lo dudan?

-Alonzo y yo hemos pensando como colaborarte un poco durante nuestra ausencia. Y no quiero que lo veas como que pensamos que no sabes hacer bien tu trabajo como padre, solo es... un poquito de ayuda, nada de lo que tengas que mortificarte.

-¿De qué hablas? -el CEO se mete las manos en los bolsillos.

-Veras muchacho, pensamos que quizás necesites una niñera.

-¿Qué? -Hunter frunce el ceño horrorizado.

-Espera...-Alonzo alza las manos en señal de paz -. Solo es un pequeño apoyo nada más, algo para que sea más llevadero el día.

Hunter intentaba asimilar las palabras y sugerencias de sus ex suegros, ¿una niñera? ¿De verdad? Nunca pensó en contratar a una, jamás se le cruzo por la cabeza en buscar a una niñera.

-¡¿Una niñera?!

-Sí, solo un apoyo. Alguien que te ayude con ciertas cosas referentes a Jewel, sé que en ciertas circunstancias son complicadas y se te dificulta lidiar con ellas, y quizás una niñera te ayude y hasta aprendas un poco.

Él mira a Riana, se le notaba que hablaba en serio y Alonzo también. Pero una cosa es lo que ellos pensaban y otra la que el opinaba. ¿Una niñera para Jewel? No es que...

-Pero ¿dónde voy a conseguir una niñera de un día para otro? -Hunter se da la vuelta rasgando su barba incipiente.

-Nosotros hemos hecho un par de entrevistas a unas cuantas chicas -contesta Riana, él se da la vuelta y la mira.

-¿Qué?

-No lo tomes a mal, solo quisimos ser precavidos.

-¿Contrataron a una niñera?

-No es definitivo, bueno, a menos que tú lo desees.

Él se quedó pensando en esa sugerencia. Traga saliva y vuelve a darse la vuelta para mirar por la ventana.

-Si no quieres contratarla está bien, nosotros creemos que puedes hacerlo todo.

-Pero no se quieren ir y quedarse preocupados de que no haga bien el trabajo de papá.

Alonzo y Riana se miran un poco avergonzados.

-Lo siento mucho, Hunter. No pensamos que te causaríamos una conmoción por esta sugerencia. Claro que podrás cuidar bien a Jewel, es tu hija, sabrás que hacer.

Alonzo mira a su esposa y le hace una seña para irse.

-Ya nos hemos despedido de la niña, llamaremos de vez en cuando para hablar con ella. Cuídate muchacho.

                         

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