Capítulo 6 ¿Te sientes celoso

Esta vez Jillian estaba representando a una compañía de seguros. El demandante era propietario de una fábrica de ropa cuyo almacén se había incendiado y reclamaba una indemnización que la compañía de seguros le había denegado.

"Pero...". Su asistente pensaba que el enfoque de Jillian era demasiado cruel.

"Si empatizáramos con todas las almas desafortunadas que recurren a métodos cuestionables para ganar dinero, ¿dónde estaría el límite? Ahora cállate. Tengo que centrarme en los documentos". Jillian terminó la conversación abruptamente.

Era evidente que su asistente, un novato recién graduado de la facultad de derecho, todavía tenía mucho que aprender.

Al regresar del tribunal, llamó a Liam y se dirigió al restaurante donde Bryan estaba cenando.

Era importante mantener su atención, sobre todo para evitar que hiciera movimientos legales encubiertos contra sus intereses.

Cuando ingresó al comedor privado, caminó hacia Bryan y se sentó sin esfuerzo en su regazo, envolviendo su cuello con los brazos.

"Buenas tardes, Bryan. ¿Me extrañaste?".

"Levántate", murmuró Bryan. Tenía el ceño fruncido mientras intentaba soltarse de su abrazo, pero ella volvió a apretar su agarre.

¡Todos a la mesa observaban asombrados cómo se desarrollaba la escena!

"Me cansó hablar toda la mañana". Ignorando sus miradas boquiabiertas, Jillian agarró la bebida de Bryan y la bebió de un trago.

"¿Por qué no está fresco? La próxima vez, pide jugo fresco. Es más saludable".

Luego, pellizcó disimuladamente a Bryan debajo de la mesa y le lanzó una mirada seductora.

El hombre se tensó ante el inesperado pellizco y capturó su mano en un agarre firme.

Jillian examinó la habitación y vio los rostros familiares. Luego, se inclinó cerca de su oído.

"Eres un chico travieso...", murmuró con voz sensual. "Tómalo con calma...".

Las orejas de Bryan se ruborizaron, pero su rostro no traicionó ninguna emoción y agarró más fuerte su muñeca.

"¿Vas a moverte o tengo que obligarte?", susurró.

"¡Me moveré!". Jillian hizo una mueca ante su presión.

Bryan la soltó su muñeca y la vio moverse hacia la silla junto a él. Pero entonces ella tomó represalias con una fuerte patada en su espinilla.

Bryan la miró y decidió no responder.

Todos en la mesa observaron perplejos su interacción. ¿Era su extraña manera de coquetear?

"Jillian, ¿así es como saludas? No me importaría que hagas lo mismo conmigo", bromeó Liam.

"Pregúntale a Bryan, ahora le pertenezco. Depende de él, si quiere pasarme a otra persona...".

"¿Cuándo te convertiste en mi chica?", preguntó él bruscamente.

"¿Quién me desnudó en su oficina? ¿O eso fue solo para aparentar?", preguntó ella con una ceja arqueada.

Bryan se tensó ligeramente.

"Bryan, no te habría imaginado haciendo eso. ¿De verdad le hiciste eso?".

"¿No se decía que a ti no te interesaban las mujeres? ¿Qué es lo que cambiaste?".

Bryan ignoró las burlas y se mantuvo tranquilo mientras se servía un vaso de una botella.

Sin decir una sola palabra de explicación o negación, bebió un sorbo, pues sabía que debía mantenerse sobrio para una comparecencia ante el tribunal más tarde.

Sus colegas lo observaban, admirando su capacidad de estar imperturbable bajo el intenso escrutinio.

Liam redirigió la conversación hacia la chica y preguntó con curiosidad: "¿Hoy conseguiste otra victoria en el tribunal, Jillian? ¿Cuál fue el pago?".

Jillian pinchó un bocado con su tenedor y respondió con indiferencia: "Nada importante, solo unas cuantas villas".

Bryan levantó sutilmente las cejas. El resto de la mesa, a excepción de él, sintieron envidia.

No era sencillo gestionar casos de tan alto riesgo. Se notaba que estaban celosos por sus ganancias multimillonarias.

"¡No hay duda de que haces mucho dinero! ¿No deberías invitar a tus excompañeros a una salida nocturna?", insistió Liam, medio en broma.

"No creo que sea prudente. Yo estoy con Maple y tú estás con Apex. Nuestras empresas son competencia. Si socializo abiertamente contigo, mi jefe sospechará que estoy filtrando secretos", explicó Jillian, arqueando una ceja mientras seguía comiendo.

"¿Por qué no vienes a nuestra empresa?", propuso Liam, siendo socio de Apex.

"Si me cambio, podrías arrepentirte. Me haría cargo de todo". Jillian cruzó las piernas con una mirada desafiante.

Era la socia principal de Maple, muy respetada y valorada por su jefe, así que no tenía motivos para considerar un cambio.

Además, prefería mantenerse alejada de Bryan, ya que temía perder la compostura por sentimientos persistentes. Prefería mantener una relación sin complicaciones emocionales.

Liam se quedó callado. De hecho, tener a Bryan, una potencia en ese campo, era competencia suficiente. ¡Si añadían a Jillian a la mezcla, no habría casi nada de espacio para cualquier otra persona!

Esa noche, Bryan acababa de salir de la ducha cuando recibió un video de un amigo.

Lo reprodujo y vio a Jillian en una sala privada, riendo y charlando con un hombre. Tenía una mano sobre su espalda y le daba de comer fruta juguetonamente.

El video parecía haber sido grabado de forma encubierta desde el exterior, ya que no se escuchaba nada.

El hombre era Joseph Vance, el jefe de Maple Abogados.

Bryan se acercó al velador y sacó un paquete de cigarrillos. Encendió uno y le dio una profunda calada, liberando una nube de humo.

Tras un breve silencio, llamó a Liam.

En cuanto la llamada se conectó, exigió saber la dirección.

"Te sientes celoso, ¿verdad?", preguntó Liam con una risa.

"Basta, solo dame la dirección. ¿De verdad Jillian pensaba que podía coquetear con él durante el día y con otro hombre por la noche?

"Club Skytop, sala 615".

Bryan terminó la llamada y se quitó la toalla, dejando al descubierto unos abdominales esculpidos mientras caminaba hacia su armario.

Mientras tanto, Jillian y Joseph salieron del club y pasearon tranquilamente.

"¿Te sientes mejor?", preguntó él con preocupación.

"Sí, y todo gracias al aire fresco. Deberías irte, Joseph. Yo también me iré pronto". Jillian estaba un poco mareada después de todos los brindis con sus colegas.

Pero Joseph quiso quedarse un rato más. "Hablando de eso, ¿qué hay del caso de divorcio? Escuché que es contra Bryan Michaels. ¿Deberíamos asignarle otro abogado a tu cliente?".

"¿Estás sugiriendo que podría perder contra él?", preguntó Jillian, sonriendo.

"Se debe seguir ganando para conseguir casos importantes. Te has convertido en el rostro de nuestro bufete y todos están pendientes de tu batalla con Bryan Michaels".

"Por eso mismo no es una opción dar marcha atrás. No te preocupes, yo me encargaré", lo tranquilizó Jillian, dándole una palmadita en el hombro.

De repente, un elegante auto de lujo negro se acercó. Bryan los vio a los dos iluminados frente a las farolas.

Al notar la mano de Jillian sobre el hombro del hombre, en un gesto que parecía íntimo, una frialdad invadió la habitual serenidad en la expresión de Bryan.

Con un chirrido repentino, el vehículo se detuvo bruscamente junto a los dos.

Jillian se sobresaltó y giró justo a tiempo para ver... ¿el auto de Bryan?

La ventana trasera bajó lentamente, revelando la mitad del rostro austero y atractivo de Bryan. Podía sentirse la frialdad del interior del auto, añadiendo una frescura tangible a la noche.

"Sube", ordenó Bryan.