LLANTO FEMENINO.
Ella: ¡¿Por qué mi vida tiene que ser tan miserable?!
Él: ¡Calma, calma! No llores... Contame, ¿Qué es lo que te pasó?
Ella: ¡No tengo nada! ¡Mi vida no tiene sentido!
ELLA LLORA.
Él: ¡Ya está, ya está...! Shhh... shhh... No le preocupes, ya está. Contame; contame que te pasa.
Ella: ¡No tengo nada por que vivir!
ELLA LLORA.
Él: ¡Eso no puede ser cierto! ¿Por qué no me contás? ¡Habláme!
ELLA GIMOTEA.
Ella: Bueno... Es que... ¡Estoy sola!
ELLA LLORA.
Él: Bueno... ¡Calma, calma! ¿Desde hace mucho que estás sola?
Ella: ¡¿Y a vos qué te importa?!
ELLA LLORA.
Él: ¡Bueno, ya está! ¡No quise ser chusma, me voy!
Ella: ¡¿Me vas a dejar?! ¡Todos son iguales! ¡A nadie le importo!
ELLA LLORA. ÉL SUSPIRA.
Él: Bueno... No me voy... ¿Me querés contar qué te pasa?
Ella: ¡Se murió mi marido! ¡¿No te parece suficiente sufrimiento?!
Él: ¡Ah, claro...! ¿Y tenían hijos?
Ella: ¡¿Hijos?! ¡¿Estás loco?! ¡No, la herencia me quedó para mí sola!
Él: Sí, te entiendo... Yo me quedé sin pareja desde que mi ex me cambió por un psicólogo que le "hizo entender" que "se merecía algo mejor"...
Ella: ¿Cómo que me entendés? ¿Te dejó la mitad de su fortuna?
Él: ¡No, si no tiene un peso partido al medio! ¡Justamente, por eso se fue con el psicólogo! ¡El tipo estaba forrado en plata!
ELLA SE RÍE.
Ella: ¡Que guacha!
ELLA LLORA.
Ella: ¡Pero eso no me sirve de nada! ¡No tengo por qué vivir!
Él: ¡Pero todo tiene solución!
ELLA LLORA.
Ella: ¡No tengo por qué vivir ni dónde vivir!
Él: ¡¿Cómo?! ¡¿Te quedaste sin casa?! ¡¿Te echaron?!
Ella: ¡¿Qué?! ¡¿De qué me estás hablando?! ¡Si el baboso del dueño me tiene unas ganas...!
Él: ¡Entonces no te entiendo! ¡¿Cómo es que te quedaste sin casa?!
Ella: ¡Estoy viviendo en una pensión! ¡¿A vos te parece que a eso se le puede llamar casa?!
Él: ¡Pero la cuestión es que tenés dónde vivir!
Hila: ¡¿Y a vos le parece que yo puedo vivir ahí?!
Él: ¡¿Y adonde querés vivir?! ¡¿En una mansión?!
Ella: ¡¿Y por qué no?! ¡¿Si ahora puedo pagarme una?!
Él: ¡Y bueno! ¡Compráte una! ¿No querés vivir en una mansión?
Ella: ¡No. en una mansión, no; en una casa! ¡¿Vos tenés una casa, no?! ¡Bueno, yo quiero una casa también!
Él: ¡Bueno, conozco una casa donde vive un muchacho muy apuesto y en la que podría bien entrar una chica linda como vos!
Ella: ¿Ah sí...? ¡Qué solución! ¿Y cuando consiga novio? ¿A ese muchacho apuesto le va a molestar que lo lleve a la casa?
Él: ¡Ejem! ¡También podría ayudarle en eso! ¡En todo le puedo ayudar!
Ella: ¿En serio? ¿Me conseguirías un chico lindo?
Él: ¡¿Y qué le parece?!
Ella: ¿Y sabe cocinar ese muchacho?
Él: ¡Todo lo que quieras, sabe cocinar! ¡Te vas a chupar los dedos!
Ella: Bueno... No solo los dedos... ¿Sabe hacer masajes ese muchacho tan apuesto?
Él: ¡Por supuesto que sabe hacer masajes! ¡Masajista profesional! ¡Vas a disfrutar del trabajo de un profesional, mi amor!
Ella: ¿Y ese muchacho se querrá casar conmigo, si todo va bien?
Él: ¡Seguro que sí! ¡Siempre estuvo buscando sentar cabeza!
Ella: ¿Y hasta cuándo voy a tener que esperar por ese masaje de....tu "amigo"?
Él: ¡No te preocupes, que ya lo llamo! ¡Es el hermano de mi ex! ¡Vive acá enfrente!
Ella: ¡¿Qué?! Pero...
Él: ¿Qué?
Ella: ¡¿El hermano de tu ex?!
Él: Sí. ¿Por qué?
Ella: No... Por nada. ¿Y es lindo, al menos?
ÉL SUSPIRA.
Él: ¡Ay, síííí!