Capítulo 4 Capítulo 4

Suzie

-Arrodíllate.

La voz de Asher resonó en la habitación y me congelé. ¿Por qué quería que me arrodillara? Miré a Blair quien se estaba riendo con sadismo y tuve miedo.

-¿Perdón? -le pregunté, ligeramente temblando, pero Asher simplemente se me acercó y retrocedí hasta que choqué contra el borde de la cama. El chico bajó la cabeza hasta que estuvo a centímetros de mi rostro, pensé que me besaría.

-Quiero que nos des una mano, ya sabes cuál, aquí y ahora -me ordenó con voz baja. Me tensé y pensé en usar el amar, pero al final pensé que no tenía sentido. Blair se comenzó a reír antes de agarrarme del cuello para acercarme a su persona.

-Arrodíllate -gruñó. Me mordí los labios, pero no había forma de rebelarme así que simplemente me puse de rodillas con resentimiento. Me miraron complacidos de mi comportamiento sumiso y los odié. Asher me agarro del cuello y me presionó la cara contra su miembro. Se abrió el pantalón para dejarlo libre y me asusté ante el tamaño.

Nadie debería ser tan grande. Me agarró del cabello y me jaló antes de presionarme su miembro en los labios. Apreté los dientes pero finalmente cedí y abrí los labios. Lo tomé por completo y este soltó un suspiro de satisfacción. Sin soltarme, comenzó a embestirme en la boca.

-Se siente increíble, Su -gimió, pero simplemente cerré los ojos porque me moría de la humillación. No podía creer que estaba pasando por esta situación. Cuando me presionó la parte de atrás de la garganta, lo mordí con agresividad. Saltó del dolor y se alejó completamente de mí-. Me gusta que tengas chispa, Su, pero preferiría que no me mordieras.

Me volvió a penetrar la boca y sentí que estaba a punto de correrse. Gimió de nuevo y sentí una sensación en el vientre. Mi centro comenzó a temblar y sentí que me mojaba. ¿Por qué me estaba sintiendo así? ¿Lo estaba disfrutando? Los miré con cuidado y noté que eran iguales a Felix. No podía creer que estuviera gustándome esto por el parecido.

Asher apretó el agarre y soltó un gemido largo antes de correrse en mi boca. Me eché para atrás, tosiendo por atragantarme. Sin embargo, antes de que pudiera recuperarme, Blair me agarró y me forzó a tomarlo, pero se sintió tan bien que solté un gemido involuntario.

-Mira eso -se burló Blair-, ¿estás disfrutando esto?

Lo fulminé con la mirada porque preferiría morir antes que admitir que me estaba gustando. De repente, me pregunté lo que sentiría tenerlos a los dos dentro de mi cuerpo y sentí que mi centro se apretaba ante el pensamiento. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no noté cuando Blair movió la mano para golpearme en el trasero.

-Vamos, concéntrate -me dijo. Me había dolido, pero también había sentido un poco de placer. Blair me inclinó para que lo tomará con profundidad y gruñó satisfecho. Asher me dio una nalgada y me temblaron las piernas. Blair continuó moviendo las caderas hasta que lo sentí temblar y se corrió en mi boca también.

-Esa es una hermosa imagen -dijo Asher con una sonrisa de lado cuando me limpié la boca, luego de esto me agarró del brazo y me tiró a la cama.

-¿Qué estás haciendo? ¡No me toques!

Asher me agarró uno de los pechos al mismo tiempo que Blair se acomodaba al otro lado para hacer lo mismo. Comenzaron a jugar con mi piel, a trazar formas con sus dedos y se me endurecieron los pezones a través de la ropa. Mi cuerpo reaccionó también por su cuenta, sentí olas de placer recorrerme y me mordí el labio para no gemir en voz alta.

No pararon y continuaron jugando con mis senos hasta que no pude soportarlo más y apreté las piernas mientras me venía. Asher y Blair se sonrieron antes de levantarse de la cama. Me di cuenta de que tenía los mulos empapados y me sentí completamente humillada. ¿Cómo había disfrutado de esto?

Me sentí culpable por que sentí que había traicionado a Felix, pero rápidamente descarté esto porque no le debía nada. Quizás esta era mi oportunidad para vengarme. Los vi con decisión cuando el reloj de mi cuarto comenzó a tocar doce campanadas.

Ya eran las doce de la noche. Nos quedamos en silencio mientras las campanas sonaban y sentí un dulce olor extenderse por el cuarto. Este provenía de los hermanos, era tan increíble que me pensé que me desmayaría. Era tan fuerte que quería estar cerca de ellos, sentí una conexión extraña hacia ellos.

Los hermanos se miraron con intensidad antes de voltearse a verme con sorpresa. Sentí que los veía mejor de alguna forma. Traté de percatarme y aprenderme de memoria cada uno de sus rasgos. Noté que sus pupilas se dilataban.

-Eres nuestra compañera -gritaron al mismo tiempo y sentí un escalofrío recorrerme la espalda.