GABRIELE.
Miro de forma inquisidora a los hombres enfrente de mí, ninguno de ellos conocía mi verdadero carácter y estaban colmando por completo mi paciencia. De mi puerto se perdieron alrededor de 100 mil dólares en drogas y al parecer ninguno fue. Estaba más que claro que alguien dentro de mi equipo me estaba traicionando y eso no lo iba a permitir.
- Para que todos ustedes puedan salir de aquí, solo tendrán que confesar o en su defecto señalar al traidor. - Hable en voz alta para que el eco hiciera su trabajo dentro del recinto. - O si no, todos morirán.
El murmullo se comenzó a escuchar por todo el lugar, ninguno quería morir por culpa de otros y harían lo que fuera por salvar su pellejo, solo me quedaba esperar al primero que se...
- ¡Señor!
La esquina de mi labio se curvó hacia arriba.
- Falta uno de nosotros. - Dirigí mi mirada a la persona que había hablado.
- ¡Si! - Exclamaron el resto de personas dentro de la habitación.
- ¿Quién es? - pregunto.
- Su alias es diablo. - Respondió el mismo hombre. - Ese tipo es muy extraño, creemos que es satánico,por eso su apodo.
Me giro para ver al guardaespaldas de confianza, Carlo.
- Lo buscaremos de inmediato. - Habló él para luego darme la espalda y comenzar a hablar por intercomunicador.
Tengo todo un escuadrón de hombres que fueron entrenado por un exmilitar. Ese escuadrón se dedica a cuidar a toda la familia Romano, sin embargo cuando se trata de resolver problemas y asesinar traidores, todos pueden ser utilizados para la misión.
- Ya se pueden ir. - Hablo para el resto de mis trabajadores. - Si salen de la ciudad será un indicativo de traición y serán seguidos, y los perseguiré, tengo a todos mis hombres vigilandolos. - Les recuerdo.
Me giro para salir de la habitación e ir directamente a mi auto. El sol ya se había escondido dejando salir la luna de una buena vez por todas, hoy me encontraría con mis tres mejores amigos en una de las discotecas más aclamadas de toda la ciudad, hicieron una reservación con antelación, porque según ellos "Hay un bombom" que trabaja allí que me podría gustar.
Pero desde que rompí con mi última pareja no he tenido muchos ánimos para estar con otra persona, y según ellos, me he vuelto un gruñón desde que no mojo mi polla en un agujero.
La luces del barrio rosa llamaban la atención de todos los que paseaban por allí, las filas en cada de uno de los establecimientos era larguísima, y es que este uno de los barrios más populares de toda la ciudad, donde hay clubes desde los más costosos hasta los más económicos y de dudosa procedencia, pero allí estaba yo, bajándome del auto, justo en el lugar donde mis mejores amigos me dijeron.
La mirada de chicas y algunos chicos se posaron sobre mi con coqueteo, o más bien con interés, todos en la ciudad y diría que país entero conocen de mi existencia y no estoy interesado en esconderme como lo hacen otros mafiosos.
- ¡Por fin! - Exclamó Christopher Wallace al verme. - Estábamos a nada de dejarte afuera.
Me rió sarcásticamente.
- Tu sin mi pasas desapercibido.
Kim Seojun y Danylo Caruso soltaron una fuerte carcajada, mientras que Christopher me lanza una mirada asesina.
- Como sea. - Coloca los ojos en blanco. - Mejor entremos, ya he visto un par de bombones que quiero probar.
Ni siquiera tuvimos la necesidad de decir nuestros nombres, porque de inmediato el guardia de seguridad nos abrió la puerta. La música resonaba en todo el lugar, y masa de personas se movían al ritmo de Rihanna, el ambiente era muy diferente a lo que estoy acostumbrado, sin embargo puedo disfrutarlo.
- Señores, por favor siganme. - Una chica nos increpó en el camino. - La zona VIP, está por aquí.
La chica señala un pasillo iluminado por luces rojas, subimos por unas escaleras y pronto pudimos ver el lugar de forma diferente, era un poco más reservado, pero sin dejar de ver quienes estaban debajo de nosotros bailando.
- Seré su mesera por esta noche, ¿Que desean pedir esta noche?
- Traenos tu mejor botella de Whisky. - Me anticipé, y ella asintió con la cabeza.
- ¿Desean algo más?
Mire a mis amigos y ellos simplemente se encogieron de hombros.
- Eso será todo por el momento. - Respondo.
Ella se va dejándonos solos.
- ¿Resolviste tu problema? - preguntó Seojun.
Solté un bufido, de solo acordarme de eso se me ponen los pelos de punta.
- Matteo ya se está encargando de esa pequeña rata, ya estamos a punto de atraparla.
- Aun no entiendo cómo es que pudo robar tanto dinero del casino más protegido del mundo. - Intervine Christopher. - Incluso nosotros tenemos que ser revisado más de una vez hasta llegar a tu oficina.
- Tampoco entiendo como pudo robarnos tanto, pero lo pagara, cada centavo tendrá que devolverlo.
- ¿Crees que Matteo lo logre solo y sin matar a la pequeña rata? - Pregunta Christopher
Hice una mueca de fastidio.
Matteo Romano es el hermano del medio y de toda mi familia, él es el más sangriento y sádico en todo el sentido de la palabra, si no fuera porque yo fuera el mayor, Matteo irrespetaria toda mi autoridad.
- No lo sé, pero la orden es encontrarlo vivo.
- ¿Por qué? - Pregunta Danylo luego de un tiempo en silencio y notablemente curioso.
- Me interesa saber como logro burlar toda mi seguridad y pasar desapercibido sin ser descubierto, si él logró hacer eso y mis enemigos lo descubren creerán que soy débil.
- Buen punto. - Dice Seojun. - Espero que Matteo logre encontrarlo rápido.
Unos pasos se escuchan subir y rápidamente me pongo alerta e instintivamente meto mi mano en la parte trasera de mi pantalón para tomar mi arma. Pero rápidamente me tranquilizo al ver a nuestra mesera con una cubeta llena de hielo, y justo detrás de ella un chico cuya belleza me hipnotizo por completo. Él llevaba una botella de "The Macallan"
Él está tan ensimismado en sí mismo, que ni siquiera nota mi presencia, es alto, su cabello está perfectamente peinado, se nota que hace ejercicio, porque sus hombros se ven anchos, pero no hasta el punto de ser tan grande, era simplemente perfecto. Solo dejo la botella en la mesa sin dirigirnos una mirada y salió de mi campo de visión.
- Sabía que te gustaria. - Se mofa Christopher. él?
- ¿Quién es él? - Me levanto de mi asiento para acercarme al barandal y mirar en dirección a la barra.
- Solo sé que su nombre es Eliot y es amigo del dueño. - Christopher se encoge de hombros.
- ¿Ya habías venido aquí? - Lo increpa Danylo. Y Christopher vuelve a encogerse de hombros. - Eres un maldito traidor, dijiste que solo vendrías con nosotros.
- Oye, si no hubiese venido antes no hubiese encontrado al posible esposo de nuestro amigo.
- No quieras excusarte. - Intervine Seojun. - La nula sexualidad de Gabriele ahora mismo queda en un segundo plano.
Me giro y veo a Seojun con incredulidad.
- ¿Nula?
- Claro que si amigo, no has tenido sexo desde... puff creería que sigues siendo virgen. - Se defiende Seojun.
- Es cierto, ya es hora de que dejes el mal genio metiendo tu polla en el agujero de alguien. - Danylo simplemente se sirvió un vaso de whisky y luego lo tomó.
Me giro nuevamente para ver a aquel chico, pero menuda sorpresa que me lleve al verlo coquetear con una chica de vestido rojo.
- No creo que su orientación sea específicamente la mia. - Bufo para luego sentarme de nuevo en mi silla. - Está hablando con una chica.
- ¿Y desde cuando eso detiene al gran Gabriel Romano? - Pregunta Seojun con incredulidad.
- Definitivamente ya no hay rastro de ese gran Gabriele.
- ¿Quieren apostar?
- ¡Esto se puso bueno! - Christopher frota sus manos con notable emoción. - ¿Que apostaremos?
- Lograre que ese chico sea mio dentro de un mes, si no lo logro...
- Nos darás 100 mil grandes. - Propone Danylo y los otros dos asienten con su cabeza.
- Bien. - Me levanto de golpe de mi asiento, ire alla abajo y tantear el terreno.
- Tú puedes campeón. - Habla Seojun con emoción fingida.
Baje hasta el primer piso y con la mirada seguía cada movimiento que él daba con aquella chica, hasta que los vi yendo hacia una puerta cerca de la barra que solo decia "Personal autorizado" con cuidado de no ser visto me adentro junto con ellos y pude ver todo lo que Eliot, podía hacer, y eso me convenció aún más, mi polla se movió dentro de mis pantalones buscando un escape, pero este no era el lugar.
Incluso tuve que esconderme detrás de unas cajas, cuando la chica salió completamente satisfecha y entró un chico, el cual parece tener mucha confianza con Eliot.
Y justo una idea llego a mi cuando dijo que haría lo que sea para salvar la vida de su hermano. Eliot iba a ser mio quiera o no.