Capítulo 4 Chantajes

SARAH MILLER

¡Doctor Rivers a cirugía! ¡Es una emergencia!

- Paciente masculino con múltiples heridas de bala en el tórax y una presunta perforación en el pulmón - escuchó al cirujano mientras los paramédicos y enfermeros hacemos nuestro trabajo preparando la sala de emergencia.

- ¡Necesito ya saber el tipo de sangre de este hombre! Enfermera Miller - habla el doctor y ya estoy en ello mientras las personas que lo trajeron amenazan diciendo que no se puede morir.

- Vamos hombre, no te dejaremos morir, nosotros salvamos vidas - le hablo al paciente que aunque está inconsciente espero que me escuche.

- Doctor el quirófano está listo, el hombre se llama - me quedo a medias cuando sus documentos personales me son arrancados de las manos y no entiendo nada.

- Doctor Zerboni, necesitamos.

- Yo me encargo.

Me dice Antuan con una seriedad que me hiela la sangre y me preocupa pues el siempre es el hombre más amable y educado, sin embargo lo que acaba de hacer no solo es poco ético si no totalmente extraño pues de la nada el paciente entra a cirugía y el mismo ordena bolsas de sangre tipo AB positivo.

- ¿Conoces a este hombre? - le pregunto al médico que no es cirujano pero sin responderme se mete a la sala y yo debo ir tras de él.

- ¡Rápido! Hay que retirar las balas, los hombres de afuera no pueden irse.

- Ninguno de ellos se irá, son demasiado leales para eso.

O tal vez le tienen tanto pánico que serían incapaces de dejarlo, después de haber compartido un agradable desayuno con la hermosa mujer que me ha robado el corazón, Sara y yo cumplimos con nuestro trabajo sin tener idea que un día como este me podría llegar, efectivamente no soy cirujano, el experto es Rivers y ahora mismo no podría tomar ni un bisturí sabiendo quien es la persona que se debate entre la vida y la muerte, lo que siempre busco.

No soy capaz de levantar la cabeza, tengo los ojos enterrados en la espalda con algunas cicatrices de puñal o balas de Maximilian y siento la mirada de los ojos miel de mi enferma hermosa pero no puedo, no tengo el valor de enfrentarla pues en estos 3 años que nos conocemos, ni Sarah ni nadie sabe qué elegí un mundo de paz cuando realmente nací en un infierno.

Los Zerboni ante los ojos del mundo somos empresarios arquitectónicos aunque yo siempre pase desapercibido pero mi hermano no y es por eso que otra de las enfermeras si dice de inmediato quién es.

- ¡Por Dios! ¡Es el empresario, es Maximilian Zerboni! - chilla la tipa haciendo que está vez sí vea a Sarah directo a los ojos pero con todo y la sorpresa tiene un pulso de acero y sigue su labor.

- ¿Cómo está?

- Falta una sola bala, una sola pero si la sacamos no tendremos suficiente sangre, su físico ha detenido una tragedia inmediata pero la bala está muy cerca al pulmón.

- ¿Realmente se puede morir?

- !Necesitamos sangre! El padre del hombre está aquí - dice Sarah y eso no lo puedo permitir

- ¡Quiero saber dónde está mi hijo! ¿Dónde está mi hijo? - es mi padre y el pulso lo tengo disparado cuando el cirujano le dice a mi novia que salga a explicarle a papá que necesitan de el.

- ¡No! - exclamó con fuerza. Lo siento yo me encargo de eso.

- ¿De que estás hablando? - le impido el paso a mi hermosa mujer y salgo directo para encontrarme con el pasado al que tanto le he huido.

- Tu hijo está bien.

Hablo a su espalda, su histeria por ese segundo se queda estática, ya no está gritando ni exigiendo si no que voltea con lentitud para encontrarnos cara a cara, diez años donde he ocultado todo lo que me pesa incluyendo su desamor, increíblemente el color verdoso de sus ojos es el mismo que los míos y veo como Benjamín Zerboni solo repite mi nombre sin poder dejar de mirarme.

- Estás aquí

- Realmente son ustedes los que están aquí y deben irse, quiero que se vayan. - me planto como jamás lo hice y debí hacerlo haciendo que ahora sí mi padre reaccione como siempre.

- Tu no eres nadie para decirme lo que debo o no hacer, ¡Mírate!, tu hermano herido por ser un hombre que defiende lo suyo mientras que tú...

- Mientras que yo te exijo que si no te vas y te llevas a tu hijo de aquí, lo voy a dejar morir porque adivina qué papá, yo tengo ese poder.

- Si los médicos no sacan la bala de Maximilian se va a morir, si la sacan también pero solo una transfusión lo puede salvar, ¿Adivinas quién es AB+ igual que tú rey? - caigo bajo en el chantaje pero no puedo permitir que ese mundo oscuro se acerque de ninguna manera a Sarah.

- Tu decides, mi sangre para salvar la vida de tu tesoro más grande o puedes ir llorando por haber perdido a otro hijo.

- Supongo que no es común decir que este tipo de cosas que vengan de ti son las que realmente me enorgullecen, salva a tu hermano y como has querido vamos a desaparecer de tu vida, es una pena que quieras ser un plebeyo cuando puedes ser un príncipe.

- Salva a mi hijo

"Salvalo mientras yo averiguo que pasa con tu vida, como has sobrevivido estos años lejos de nuestro apellido y que es lo que ocultas Antuan"

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Muy bien Antuan Zerboni, ya mismo me vas a explicar que paso en la sala, ¿Desde cuándo me ocultas cosas? ¿Me estás mintiendo en algo?