Capítulo 5 ¡Te lo juro!

SARAH

- No me mires así Antuan, por mucho que lo hagas no me vas a convencer, te portaste como nunca lo habías hecho ante la llegada de ese hombre ¿Que es lo que pasa con los hombres que se apellidan igual que tú? - interrogó a mi novio quién no tiene más respuesta que intentar darme un beso.

- Olvídalo, ahora mismo no quiero tus besos si no explicaciones - admito estar histérica.

- Son tres años Antuan, desde que llegué de Cuba con mi familia a este país nada ha sido fácil, muchas veces no es fácil ni para los mismos americanos, menos para los inmigrantes, sin embargo mis padres y mi hermano en toda su humildad no solo se han encargado de que nunca nos falte un plato de comida y estudios que ahora nos lleva a dónde estamos.

Jerson es odontólogo y yo enfermera y aspiro a más.

- Mi amor, ¿A qué viene todo esto? - me pregunta y todo tiene una razón.

- A qué sabes cómo hemos luchado, conoces a mi familia, te aman.

- Y los amo - me interrumpe.

- No lo dudo y por eso, porque sabes que aunque no tenemos riquezas económicas, hemos sabido salir adelante ¿Sabes cómo?, con amor, con una buena comunicación, con la verdad - recalcó las palabras.

Hay algo que me estás ocultando y eso no me gusta.

- Es mi hermano - me dice interrumpiendo mi sermón y me tengo que sentar porque no lo puedo creer.

Dijiste que tú familia estaba muerta.

- Tanto para mí cómo yo para ellos, amor - se arrodilla y me toma la cara con la delicadeza y la dulzura que siempre tiene pero los ojos tristes y con pesar.

- La familia Zerboni son hombres de negocios grandes, importantes pero sobre todo imponentes, el día en que yo nací mi madre murió y mi papá y mi hermano nunca me pudieron perdonar eso - habla y ya siento que se me oprime el pecho.

- El es mi hermano mayor, no es un hombre común y mucho menos personas que quiero cerca de mi y menos de ti, todo esté tiempo he sobrevivido sin el apellido grandioso ni el dinero de mi padre, gracias a Dios mis abuelos maternos me dejaron un buen dinero para hacer mi vida - continúa con pena.

- Mi amor, tu no tuviste la culpa de nada.

- Puede ser, lo sé, pero mi padre nunca entendió eso, nunca quise ser uno de sus seguidores y es por eso que decidí dejar mi vida atrás. Sarah, fueron 18 años en los que yo nunca fui feliz, para variar con diferencia de años nací el mismo día del cumpleaños de Maximiliam.

¿La vida podía ser más cruel y sarcástica conmigo?, la respuesta es si - veo una lágrima correr y me duele.

- Las celebraciones para mí hermano eran las mejores, el podía hacer lo que le diera la gana y nunca habría problema, amo el chocolate, me voy al baño cada vez que tú madre hace mi pastel favorito, yo no tuve eso, no de las manos de una madre de verdad, en tu casa, con la familia que me ha dado calor de hogar jamás he tenido que discutir, ni suplicar atención, teníamos una Nana que era muy amable, ella me quería, tal vez la única persona que me quería en esa casa sin embargo nunca era suficiente, cada vez que mi hermosa suegra cocina para mí y tengo el lujo de sentarme en su mesa me siento como nunca, en familia. Soy Antuan Zerboni pero ya tengo una vida que no quiero cambiar por nada, por lo que más quieras no me preguntes más - hunde su cabeza en mis rodillas y siento las lágrimas en mi pantalón lo que me rompe el corazón.

- Definitivamente el dinero no lo es todo en la vida, mi amor en mi y en mi familia tu siempre tendrás un espacio, te amo y te juro que cuando vea a ese hombre que te engendro.

- !No! - grita con fuerza, levantándose raudo y asustandome cuando repite nuevamente que no.

El rostro de Antuan siempre muestra tranquilidad, el eligió una carrera que da vida, es amable y su mirada siempre tranquila, sus bonitos ojos verdes y barba negra lo hacen ver hermoso, su casi 1.80 m es imponente tanta que ahora mismo me asusta su reacción porque jamás lo he visto así.

- Mi amor - intento tocarlo pero me abraza con tanta fuerza que siento que me va a partir en pedazos. Amor

- Júrame, júrame por lo que más quieras que nunca te vas a acercar a ninguno de ellos, !Joder!, me han odiado a mi siendo su sangre, no me quiero imaginar cómo te podrían hacer sentir a ti sabiendo que eres una inmigrante, para mí es un orgullo porque vales oro mi vida pero para ellos no - me sujeta la cara y sus desesperación es terrible.

- Para mi tu eres mi mundo, intocable, la mujer que me lo ha dado todo y quiero que siga siendo así siempre, eres una perla entre tanta marea.

- Sarah Miller júrame por mi, por ti y por nuestro amor que seguiremos siendo solo tu y yo, que nuestros corazones seguirán siendo uno solo, que este mundo solo es nuestro y no queremos ni necesitamos más. ¡Júralo!

- Te lo juro, te juro que nunca me voy a acercar a ellos, no me interesa conocer a ninguna hiena que no sepa valorar lo grande que eres.

Le juro que claro que lo cumpliré, su desesperación, su miedo y hasta su tristeza hacen que entienda, por 18 años le han hecho la vida miserable y no puede volver a pasar.

- Ellos ya se fueron amor y si Benjamín Zerboni tiene palabra, el nunca va a regresar

"Lo sé porque un día me dijo que si me iba de la casa y dejaba ese imperio yo ya no tendría padre y lo ha cumplido muy bien, ocultarle el lado oscuro de todo a Sarah es como mentirle pero es necesario pues ella es la luz, la luz de mi vida y nada la puede apagar".