--- Maldita Sanguijuela! No te he dicho que limpiaras toda la oficina...---
---Si señora Amanda--- respondo agachando mi cabeza y posando mi vista en el suelo, lo hago para intentar no molestar a la Luna de la Manada.
Esta no la veo venir, y el tirón de pelo y el pisotón en mis piernas.
---Aquí no has limpiado--- dice mientras vacía su copa de mi vino sobre mi cabeza
---Lo siento Luna, ahora mismo lo limpio---
Retrocedo de rodillas y con mi cabeza agachada, esperando así ya no recibir golpes por esta vez, pero lo veo difícil ya que a todos en la manada les gustaba pegarme.
Al principio creía que era algo normal, que se lo hacían a todos, pero con el paso del tiempo fui consciente de a la única que se le infligían castigos físicos, era a mi.
Después de haber dejado todo limpio de nuevo, llevo el champagne y los aperitivos hasta la oficina del Alfa, cierro la puerta y me dirijo hacia las cocina, pidiendo a la Diosa Luna por no encontrarme al hijo del Alfa ni a ninguno de sus amigos. Antes de bajar, debo limpiar el último baño de arriba. Después de terminar bajo las escaleras a toda prisa.
Un olor un tanto extraño llama mi atención, huele como a mentas y el bosque, al girar mi cabeza hacia un lado puedo ver a un hombre enorme, el Alfa y su Luna cerca de la puerta.
Me apresuro lo mas que puedo para no ser vista, si llegasen a descubrir que me encontraba allí y sin su permiso me castigarían de nuevo, y no puedo pasar otro día más sin comer.
Es hora de preparar el almuerzo, y con suerte dejan algunas sobras en sus platos que serán mi comida.
*En otra parte de la Casa*
--- No te imaginas lo agradecidos que estamos contigo por aceptar nuestra propuesta, Liam.---
--- Yo no he venido a hablar contigo y no te he permitido llamarme por mi nombre, he venido aquí para hablar con tu Alfa...
El Alfa Steven se ruboriza con tal respuesta, regaña a su pareja y le pide que se siente, esta toma asiento de mala gana al final de la oficina.
--- Vamos al grano, no estoy para perder el tiempo, me has hecho llamar porque tienes una propuesta que hacerme.---
Alfa Steven le explica con la voz entrecortada los motivos de su llamada, básicamente lo que quieren es protección y una alianza entre ambas manadas.
El Alfa invitado se levanta de la silla y le indica que mañana traerá un contrato. Si las dos partes están de acuerdo, el trato se cerrará.
.............
Liam.
---Austin es extraño que la Manada de Red Moon nos pida una alianza y protección, por lo que sé, no es una Manada grande y no tienen conflictos con nadie, creo que hay algo extraño en todo esto.---
--- No lo sé Alfa..---
--- Austin, estamos solos, me puedes llamar por mi nombre, o yo te llamo a ti Beta, tal vez!!---
--- Lo siento Liam, es la costumbre, sea como sea, todo el mundo sabe que eres el Alfa más poderoso y sanguinario de toda Norte América.---
Le doy un gruñido y el agacha su cabeza en sumisión. No es que sea mentira lo que haya dicho pero no soy tan cruel como la gente cree. Solo soy implacable cuando se trata de las reglas o se atreve a desafiarme.
Llegamos antes de lo esperado, miro por la ventana del coche y no veo casi a nadie por las calles, las pocas personas que se logran ver, corren a esconderse rápidamente, esto es algo extraño a no ser de que hayan sido avisados de mi llegada y corran a esconderse, tal vez podría ser eso.
Austin para el coche justo en la puerta de la casa del Alfa, bajo del coche y coloco mis gafas de sol.
Antes de llegar a la puerta, el Alfa y una mujer salen a recibirnos. Sé que es el alfa porque puedo oler que la sangre Alfa corre por sus venas.
La mujer que está a su lado me mira de arriba a abajo, es una mujer rubia platino, con un vestido rojo ajustado a su cuerpo, creo que tal vez descienda de Betas, pero no estoy del todo seguro. Hay algo en ella que me molesta de sobremanera, espero no tener que pararle los pies.
Subo con ellos y con Austin hasta su despacho, y allí sucede exactamente lo que me esperaba, es una descarada sin educación, estoy seguro de que es una clasista, además de ser una mujer muy soberbia.
Mi lobo Ben se encuentra muy inquieto, pero no sabe decirme porqué, así que lo tranquilizo y escucho como el Alfa regaña a su compañera, esta se echa a un lado y él comienza a explicarme el porqué de su llamada.
Escucho cada una de sus peticiones y le digo que volveré mañana con un contrato redactado, lo que él no sabe es que yo también tengo mis propias condiciones y si las reglas se rompen, todo lo que poseen pasará a ser mío.
Cuando estamos a puntos de retirarnos, percibo un tenue aroma, es tal dulce como picante a la vez. Observo con cautela de donde procede ese aroma, y logro ver a una chica correr hacia el interior de la casa.
--- Quien es ella?---
---- Quien? aquí no hay nadie más que nosotros, mi hijo no está aquí con ninguna de sus amigas--- responde el Alfa de manera entrecortada.
Eso me hace pensar que esta escondiendo algo. De sobra se lo que he visto y lo que mi nariz ha olfateado.
--- No me gusta que me mientan, hace un momento he visto a una chica correr hacia allí--- respondo
--- Ahh, lo siento Alfa, ella es una esclava que tenemos para nuestro servicio, no es nadie. Será castigada debidamente por haberlo molestado.
Esclava, castigada... La esclavitud se abolió hace mas de cien años, creo que no acabo de escuchar bien...
--- Quiero que la llames, quiero verla.---
--- Ella es una simple sanguijuela, y es mía, no puedes verla,-- responde la rubia de manera prepotente.
--- No hablaba contigo!!--
Al Alfa Steven regaña de nuevo a su compañera y entonces escucho algo que no espera oír.
--- Maldita Sanguijuela, ven aquí..---
En menos de diez segundo la chica que porta el olor extraño, se encuentra ante mi presencia.
La rubia la coge del pelo y la lanza a mis pies.
---Pide perdón, Basura, has ofendido al Alfa.---
Mi lobo no se puede controlar y suelta un gruñido consiguiendo que la rubia retroceda con miedo.
Me acerco a la chica y le ofrezco para que se levante, ella no se mueve del suelo, por lo que opto levantarla del suelo yo mismo.
Puedo ver como se encuentra demasiado delgada, es como si fuese a romperse en cualquier comento, su piel blanquecina esta cubierto de sendos morados, algunos ya amarillentos y otros azulados por el paso del tiempo.
--- El trato ha cambiado, la quiero a ella en el contrato.--- digo con firmeza
---No puedes llevártela, ella es mía!!!-- grita la rubia detrás de una columna.
--- Muy bien, trato cancelado y otra cosa, desde ahora la Manada Red Moon entra en la lista de mis enemigos..--
Me doy la vuelta y camino hacia la puerta, y la vos del Alfa me detiene.
-- Esta bien, ella está incluida en el trato si es lo que quieres.---
Escucho como la rubia gruñe y maldice desde lejos, cosa que me da igual la verdad. Me acerco de nuevo a la chica y le digo que mañana esté preparada con todas sus cosas.
Desde la puerta les hago una advertencia, como la chica esté mas golpeada de lo que ya se encuentra, la guerra comenzará.