EDWARD COLLINS
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Capítulo 4 CAPITULO 4

Cuando desperté al día siguiente me sentía en extremo cansada. Tenía meses sin tener esas terribles pesadillas, vuelvo a sentirme observada, insegura, aterrada.

¡Hasta cuándo tengo que vivir así!

Trato de calmarme y decirme que no pasa nada, pronto me iré de aquí. Camino en dirección al baño para hacer mis necesidades, tomar un baño y cepillar mis dientes.

No reparo en mi aspecto hasta que estoy frente al espejo, noto que tengo unas tremendas ojeras, estoy más pálida que de costumbre y el estómago me ruge, tengo hambre. Con la bomba que me soltó la que se hace llamar mi madre hasta el apetito se me fue.

Me visto rápidamente con el uniforme, recojo mi cabello en una cola alta, no lo dejo suelto porque el cabello se me está cayendo demasiado, si antes estaba preocupada por mi situación, ahora lo estoy el doble y me estreso por querer encontrar una solución rápida. Todavía faltan doce días para mí próximo pago, si Brenda no puede ayudarme tendré que tocar los ahorros que tengo para la universidad, pero no me quedaré aquí esperando al hombre que me destruyó la vida.

Cuando estoy lista salgo rápidamente de esa casa, desde hace mucho tiempo dejé de verla como un hogar, la observo desde afuera y antes me parecía bonita, ahora solo puedo verla en blanco y negro.

Sé que vivir sola es una responsabilidad grande y asumir gastos no debe ser nada fácil, pero nada como tener un lugar que aunque no sea propio puedas tener paz, tranquilidad y sobre todo que sea distinto al que te recuerda tu pasado. Uno en el que puedas dormir con seguridad, sin tener el miedo latente de que ese hombre aparecerá y abrirá tu puerta una vez más.

Camino hasta la parada del bus y solo espero cinco minutos, entro en el bus, pago mi pasaje y tomo asiento al final, cerca de la puerta y pegada de la ventana. Al llegar a la clínica voy directo a la cafetería, saludo a Susan, le pido un croissant y un café, necesito mantenerme despierta. Observo la hora y son las 7: 30 am, me relajo un poco porque me da tiempo de desayunar con tranquilidad, para luego irme al consultorio del doctor Collins y verificar si todo está en orden.

Cuando estoy por terminar mi desayuno mi teléfono vibra, observo la pantalla del celular y es un mensaje de WhatsApp.

Brenda_7:45am.

Amigaaa, buen día. ¿Dónde estás?

Letty_7:46am.

En el cafetín.

Brenda siempre pregunta lo mismo.

Brenda_7:47am.

Espérame, voy en camino para allá.

Rodé los ojos, sin necesidad de que me lo pidiera era exactamente lo que iba a hacer. Necesito hablar con ella cuánto antes. En ese momento mi teléfono volvió a vibrar y al observar nuevamente la pantalla, el corazón se me disparó, era Edward quien me había enviado un mensaje al WhatsApp y estoy toda nerviosa.

Edward_7:50am.

Buenos días pequeña, paso a saludarte y decirte que te tomes la mañana, tenemos consulta en la tarde. Feliz día, hermosa🌷.

Releía la última palabra una y otra vez, ¿Le parezco hermosa? Eso no me lo puedo creer, pero sin perder el tiempo contesté su mensaje.

Letty_7:51am.

Buen día Edward, gracias por avisarme, espero tengas una excelente mañana, cuídate mucho, besos. 😘

¡Qué nervios! Jamás esperé un mensaje de él, cada vez me encanta mucho más.

De pronto Brenda hizo acto de presencia y dejé de pensar en él para centrarme en ella aprovechando que no tengo trabajo en la mañana.

-¡Qué mal amiga eres Letty!¿Cómo pudiste comer sin mi?- dice fingiendo estar indignada.

-Tenía un hambre atroz-contesto sincera-. Lo siento.

-No te preocupes ya le pido algo a Susan.

Brenda se levantó, hizo su pedido y regresó a la mesa con suficiente comida.

-Comamos-dijo sonriente.

-Ya desayuné-rodé los ojos.

-Yo también desayuné, pero siempre queda espacio para la comida de Susan. Engordemos con gusto letty.

Lo que dice me hace reír, para no despreciarla tomo jugo de naranja de la bandeja y un sándwich.

-Letty, quiero hacerte una invitación.

-Tú dirás.

-Vayamos mañana a la discoteca, siempre te invito y nunca puedes.

-Te he dicho que no me gustan los espacios oscuros,habrán hombres tomados y puede ser peligroso Brenda.

-Siempre con lo mismo Letty. Hasta cuándo vivirás así, no sales, no te relacionas con más nadie que no sea conmigo, de hecho te he visto interesada en un solo hombre y ese es el nuevo doctor. Había pensado que te gustaban las mujeres,pero ya veo que no es así. No te entiendo y sabes de sobra que puedes confiar en mí.

-Lo sé Brenda-me quedé pensativa por unos segundos-. Necesito pedirte un inmenso favor-dije nerviosa.

-Sé que algo te pasa, tu cara, tus gestos hablan por sí solos. ¿Qué necesitas?, confía en mí, es la única manera que tengo de poder ayudarte.

-Necesito que me rentes una habitación en tu departamento.

-¿Qué pasó?

-Mi madre volverá con mi supuesto padre y no quiero estar ahí cuando eso pase.

-¿Cómo que supuesto padre? No te entiendo.

-Es mi padre, pero no quiero verlo.

-Deberías estar feliz si él vuelve a casa con ustedes, ¿no?

-No. Ese hombre es mi más grande pesadilla Brenda, por favor, si tuviera a dónde ir o a quién acudir no te estuviera molestando.

-Eres más que bienvenida en mi humilde morada y tenerte como una roomie me encanta. Podremos platicar hasta tarde, ver peliculas... Estoy emocionada-su respuesta me alivia-, pero espera unos días para que la habitación quede habitable.

-No importa, eso es lo de menos, puedo comprar unas pocas cosas para que quede bonita, pero en estos momentos no tengo cómo alquilar algo sola.

-Bueno la habitación es tuya y desde yá espera por ti.

-Muchas gracias Brenda me quitas un gran peso de encima.

Luego de la conversación que tuve con Brenda cada una se fue a su lugar de trabajo, estuve aburrida en el consultorio así que me fui al área de ecografías a prestar apoyo. La hora del almuerzo llegó y Brenda pasó por mi para ir a almorzar juntas, a duras penas me dejó pagar el almuerzo de ambas.

A la 1:30 pm me fui al consultorio nuevamente,tomé asiento en la camilla, me coloqué los auriculares, cerré los ojos y me deleité con la música que estaba escuchando mientras esperaba por el doctor Collins.

De pronto un perfume masculino inundó mis fosas nasales,es tan exquisito su aroma que no tendría que voltear para saber quién es. Al sentir su mano en mi hombro me asusté y me coloqué de pie rápidamente.

-Discúlpame si te incomodé pequeña-me dice y lo observo, es tan guapo.

-Me asustaste,pero no te preocupes.

-¿Dormiste bien?-se acerca lentamente a mi y yo retrocedo-, no tienes buen semblante.

-Me quedé dormida muy tarde, debe ser por eso.

Entonces se acercó a mí tan rápido que no lo ví venir, tomó mi rostro con sus delicadas y bien cuidadas manos y acarició mis mejillas. Sentí como me calenté en cuestión de segundos y por su sonrisa intuyo que estoy más roja que un tomate. Inspeccionó mis ojos y me dijo:

-Necesitas hacerte análisis de sangre, pasa por el laboratorio cuando tengas tiempo, pero no tardes, creo que estás anémica-asiento y me dice-: ¿Irás?

-Lo prometo.

La cautivadora sonrisa que Edward me dedicó me hizo anhelarlo. Este hombre frente a mí me encanta.

-En cuanto los tengas,por favor,quiero que me los muestres.

-Lo haré.

-Entonces empecemos la jornada laboral, tengo unas pacientes que están por llegar.

Que dijera "unas" y no especificara cuántas para que me mentalizara terminó por dejarme más que agotada. No puedo con mi alma. Esas nueve pacientes parecían multiplicarse cada vez más, sentía que no avanzaban y la hora menos, además tuve que aguantarme sus coqueteos, insinuaciones, invitaciones y gestos descarados que le hacían a Edward.

Él, muy profesionalmente las ignoraba, pero no me pasaba desapercibida su enorme sonrisa. Es igual que todos los hombres,no pierden oportunidad. Quería creer que Edward era diferente al resto, no sé, algo en mí me hacía anhelar tanto una oportunidad con él, pero, ¿Estaría dispuesta a caer en las redes del amor aún con mi pasado arraigado a mí?,creo que pasaría de él por muy espectacular que me parezca, de él y de cualquier hombre que se me acercara.

Por alguna razón creo que hay mucho más en él de lo que se puede ver a simple vista. Es por eso que lo veo accesible, cuando la realidad es que lo siento inalcanzable.

            
            

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