-¿Qué pasó? ¿Cómo te fue? ¿Quedaste?- dijo la voz desesperada de Edison al otro lado de la línea, me había llamado...nos hemos vuelto muy buenos amigos, hablamos todos los días por largas horas, cuando podemos hablamos por teléfono y lamentablemente no nos hemos podido ver, eso es lo peor de todo.
-No quedé- susurré.
-¿Qué?- gritó, alejé mi celular de la oreja.- ¿Cómo que no quedaste? ¿Es una broma? ¿Sabes qué, cariño? Esos patanes no te supieron valorar, son unos imbéciles, busca otra escuela mejor, al cabo que ésta está muy horrible.
-Pero ya no nos veremos- apreté fuertemente mis labios.
-Pues iré a tu casa todos los días- dijo rápidamente, mi corazón dio un salto mortal, eso sucedía cada vez que él decía algo lindo, Avril tenía razón, me estaba enamorando de Edison y él ni en cuenta, no sabe que con cada cosa que hace o que dice hace que mi corazón salga corriendo por todo el mundo.
-¿En serio quieres que me busque otra escuela?
-Pues no queda de otra, nena.
-Mentí- mordí mi labio y separé un poco mi celular.
-¿Mentiste? ¿En qué?
-Si quedé bobo.
-¿Me estás diciendo la verdad?- susurró.
-Claro, sólo quería ver cómo reaccionabas ante una negativa.
-Pues ahora ves que no reacciono nada bien...felicidades nena, sabía que lo lograrías, eres la mejor- podía imaginarlo aquí conmigo, dándome su mejor sonrisa...no podía esperar a entrar a la escuela.
*****
1 mes después.
-¿Qué sientes en tu primer día como chica de preparatoria?- dice Kristie volteando hacia atrás, ella va en el asiento delantero.
-Siento nervios, ansias, miedo, muchos nervios....o y más nervios porque estaré sola- dije mientras tomaba respiraciones profundas y al unísono apretaba los tirantes de mi mochila fuertemente.
-Ya te dije que no estarás sola, harás amigas- Kristie puso los ojos en blanco y se colocó bien en el asiento. Claro, para ella era fácil decirlo porque ya tenía amigos ahí y no sería una novata, en cambio yo estaría completamente sola, Avril había quedado en otra escuela, eso apestaba como no tienen una idea, ella siempre fue mi refugio y me daba confianza y seguridad en mí misma cuando yo no la tenía.
-Sabes que no será así, estaré sola- quería echarme a llorar, literalmente, era pésima haciendo amigos; por lo regular soy muy solitaria y tímida, obviamente me gusta tener amigos pero el iniciar conversación con personas que no conozco no se me da nada bien, me entra pánico. Cuando entré a la secundaria Avril fue la que me habló primero y de ahí nos hicimos las mejores amigas.
Si no hubiera sido por ella probablemente mis años de secundaria me los hubiera pasado encerrada en un rincón de los baños de chicas.
-Pues si para el descanso sigues sin juntarte con nadie te vienes conmigo y con mis amigos, total te llevas muy bien con todos ellos.
Y así sin más terminó el tema de conversación y llegamos a la que sería mi escuela por los próximos años.
-Se cuidan niñas y Kristie no dejes sola a tu hermana- sentenció mamá.
-Ya lo sé ma- nos despedimos de mamá y nos dispusimos a entrar a la dichosa escuela, había demasiada gente por cualquier lado, tenía que ver bien por donde caminaba o podía terminar pisando a alguien. Quería salir corriendo a la salida y hacer lo posible por detener el carro de mamá, quizás aún podía alcanzarla.
-No intentes huir- dijo Kristie al ver mi mirada soñadora hacia la puerta.- Mira ahí están mis amigos, vamos.
Giré mi cabeza y los vi....o más bien lo vi.
En estos 3 meses había cambiado, su cabello lo llevaba más corto y sus lentes no eran los mismos que tenía antes, ahora eran de forma rectangular y de color plateados con negro y le quedaban realmente bien. Gracias al cielo lo único que no había cambiado era esa sonrisa que tanto me reconfortaba, Bonnie hizo una seña hacia nosotras y los otros 3 pares de ojos se giraron a vernos.
Kristie llegó abrazando a todos y saludándolos como si hubieran pasado siglos de haberse visto, yo me había quedado un poco atrás, mis nervios me estaban dominando.
-Bienvenida a la escuela, cariño- dijo Edison abrazándome fuertemente y dándome un beso en la cima de mi cabeza, rápidamente le regresé el abrazo e inhalé el aroma de su perfume, y como si fuera un hechizo, mis nervios y miedos desaparecieron.- ¿Nerviosa?
-Como la mierda- solté de golpe, sentí a Ed sacudirse, claramente riéndose por lo que había dicho.
-Bueno chica ruda será mejor que tu hermana no te oiga hablar así o te corta la lengua y de paso a mí por no decirte nada- fuimos con los demás, Bonnie y Penny me abrazaron y Axel sólo me saludó de beso en la mejilla.
El timbre que anunciaba que las clases iniciaban sonó y los nervios regresaron una vez más.
-Será mejor que busquemos tu salón o se nos hará tarde a nosotros- dijo Kristie, asentí, no tenía fuerzas para hablar.- Hermanita camina, la escuela no te comerá- dijo sonriendo para inspirarme confianza....no lo logró.
-Vamos, yo seré el guía- dijo Ed poniendo un brazo sobre mis hombros, empezó a caminar así que yo tuve que hacer lo mismo, mi hermana sonrió feliz porque ya caminaba, con ayuda pero caminaba.
Pasaron las primeras clases y no fue tan malo como imaginé, sólo unas cuantas presentaciones y unos trabajos sencillos, así que ni tiempo tuve de hacer amigos. Se llegó el descanso y yo estaba sola, a Kristie se le olvidó decirme donde estaría así que tendría que buscarla por toda la maldita escuela.
Comencé a caminar, le di una vuelta completa a la escuela y no la vi por ningún lado, ni a ella ni a sus amigos; seguí buscándola.
-Oye- dijo una chica que tomaba con delicadeza mi brazo, era una chica que estaba en mi salón.- Vimos que estás sola y quería decirte que si no te quieres juntar con nosotras- señaló a un pequeño grupo de 3 chicas que estaban sentadas a unos metros de distancia.
-Umm, claro.
-Shaleen ¿verdad?- preguntó.
-Sí, tú eres Rosse- ella asintió.
-Bueno chicas, les presentó a Shaleen- dijo Rosse al llegar con las demás.- Ellos son Diane, Sadie y Kara.
-Hola- murmuré tratando de sonreír como una persona normal, vamos, no deben de notar mi rareza tan pronto.
-Hola- dijo Kara sonriendo.
Las chicas comenzaron a platicar y me incluían en la conversación, me preguntaban cosas simples que mi cerebro podía registrar a la perfección, por ejemplo, cuál era mi artista favorito, qué tipo de música me gustaba, de qué secundaria venía, mi edad y cosas así; Kara me preguntó si odiaba a Justin Bieber, le contesté que no, al parecer él es su amor platónico.
El descanso terminó y regresamos a clases, ahora ya estaba sentada con las chicas y poco a poco mi confianza iba aumentando, sin embargo seguía siendo un poco callada, sólo hace falta que realmente les tenga confianza para poder ser quien soy en realidad.
-Como no me buscaste supongo que conseguiste amigas- dice Kristie cuando nos encontramos en la puerta de la escuela, ya habían terminado las clases.
-Te busqué y no te encontré...luego unas chicas del salón me dijeron que me juntara con ellas y acepté, no podía estar buscándote toda la vida.
-¿Ves? Te dije que harías amigas- dice contenta. Mamá llega y nosotras rápidas y veloces nos subimos al carro. Le damos un beso.
-¿Cómo les fue en su primer día?
-Genial, aunque me tocó una maestra muy estricta en una materia- dice Kristie.
-¿Y a ti, Shaleen?
-Bien...hice amigas.
-Wow, que buenas noticias- dice en voz cantarina mi madre. Ya sé que puedo ser una completa antisocial cuando no tengo amigas y que me estreso por todo o que tengo nervios por cualquier cosa desconocida pero no es para que mi madre y mi hermana se pongan a saltar de la emoción porque hice amigas.
Llegué a casa con hambre, mis tripas estaban comenzando a hacer una revolución a mil por hora, ni me quité el uniforme y me fui directo a la cocina.
-Te ensuciarás, cámbiate- dice mamá entrando detrás de mí.
-Tengo, hmm, hambre- contesto mientras como con furia mi pastelito.
-Ándale floja.
-Ya que, pero este me lo llevo conmigo- agarró mi mochila del suelo y me voy a mi habitación comiendo mi pastel, mis tripas agradecidas dejan de moverse.
Mi celular vibra desde el bolsillo de mi pantalón, se trata de un mensaje.
"Claro, ya entras al instituto y no te acuerdas de tus amigas, olvidadora"- es Avril.
"No creo que olvidadora sea realmente una palabra"- le respondo en lugar de cambiarme.
"Vaya, ya hasta eres más inteligente"- llega inmediatamente otro mensaje. Dejo el celular en la cama para ahora si cambiarme ya que mis tripas me recuerdan que sigo hambrienta. Pero en eso vuelve a vibrar el celular, esta vez no para de hacerlo, me están llamando y me lanzó por el para contestar.
-Tú de plano estás mal, ni me dejas cambiarme tranquila, pero Dios todo lo ve y cuando tú te estés cambiando alguien no te dejará cambiarte.
-Perdón, no sabía que estabas ocupada, cariño- la voz de Ed sale tímidamente del celular.
-Ups, eso no era para ti, Ed- me apresuro a decir.
-¿Esperabas otra llamada? ¿Interrumpo algo?- su tono de voz cambia, es un tono que nunca antes lo había escuchado utilizar; deseo con todas mis fuerzas que eso sea signo de celos ya que si es así quiere decir que al menos le gusto aunque sea un poco.
-Estaba platicando con Avril por mensajes- escuchó un suspiro.- Umm ¿ese suspiro por qué?
-Nada, nada.... ¿qué tal en tu primer día? ¿Cómo le fue a mi chica?
Infarto en 3...2...1...¡¡¡¡¡¡¡BOOM!!!!!!!!
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¡¡¡Dijo que soy su chica!!! ¡¡¡SU CHICA!!!
-Umm, b-bien- tartamudeo.
-Apuesto a que estás roja como un tomate.
-Y yo apuesto a que estás sonriendo.
-Nos conocemos muy bien, nena.
-Shaleen la comida ya está lista- grita mamá.
-Te tengo que dejar.
-¿Hablamos más tarde?
-Claro, nos vemos
Terminé de cambiarme a una velocidad impresionante y fui a la cocina dando pequeños saltos.
-Tan feliz estás que ni te diste cuenta que llevas la playera al revés- dice Kristie con tono de burla, miré hacia abajo y noté que lo que decía mi tarada hermana era verdad, estaba viendo la etiqueta de la blusa.
-Es la nueva moda, garrapata- le saqué la lengua mientras sacaba mis brazos y me ponía bien la playera. Creo que en este momento nada podría ponerme de mal humor.
-¿Por qué tan feliz?- pregunta mi hermana.
-Nada más, ¿qué uno ya no puede ser feliz nada más porque sí?
-¿Conociste a un chico hoy?- entrecierra sus ojos y me observa detenidamente, llego a temer ser tan obvia y que ella se dé cuenta de que el que me gusta es nada más y nada menos que su amigo.
-Pero qué patrañas son esas, Kris. Los chicos no existen en mi vida en estos momentos...al menos que sea Noel Schajris- me encogí de hombros tratando de mirarme normal. Ja, como si eso fuera posible.
-Si te gusta alguien me lo dirías, ¿verdad?
-Claro que sí tonta, ahora ya deja de alucinar- me senté rápidamente en la silla y me metí un bocado del espagueti que estaba en el plato, espero que con eso entienda que ya está por terminado el tema.
Debo ser más cuidadosa respecto a Ed, mi hermana no puede enterarse de que me gusta o es capaz de acusarme con mis padres...se supone que no puedo tener novio hasta que tenga 15 años....así es, tengo 14 años, pero en unos pocos meses cumpliré 15, tendré una linda quinceañera.
Bueno, de todas maneras no debo de preocuparme por lo de Ed, al final de cuentas sólo me gusta a mí, es imposible que él le haga caso a una escuincla. Entonces creo que no tengo nada que perder...hablando materialmente.
*****
Viernes, mi primera semana en la preparatoria estaba por terminar y no había sido tan del asco como lo imaginé, no estaba sola en las clases ya que me seguí juntando con las mismas chicas y ahora hablaba un poco más con ellas, en especial con Kara, al parecer era con la que más me identificaba.
En ocasiones me encontré con mi hermana como era obvio estando en una escuela no muy grande, y al encontrarme con ella la mayoría de las veces también miraba a Ed, casi no hablábamos sólo nos saludábamos de beso en la mejilla y eso bastaba para que yo tuviera una sonrisa pegada en el rostro.
El descanso llegó y fuimos a la cafetería a comprar, estábamos en la fila y de repente sentí que me quitaban mis lentes y rápidamente cubrían mis ojos con una mano.
-¿Quién soy?- dijo una voz completamente extraña.
-Al menos que me hayas visto cara de adivina, no puedo responder a eso.
-Lo siento, la tengo que secuestrar- volvió a decir la voz, sabía que les decían a mis amigas.
-Oigan, ustedes hagan algo, no dejen que me secuestren!!- apunté al lado donde creía que estaban las chicas.
-Tus amigas están acá- dijo la voz tomando mi brazo y moviéndolo más hacia la derecha.
-Bueno, entonces hagan algo- comenzaba a enojarme, no me gustaba este tipo de juegos y mucho menos si era con personas que no conocía. ¿Y si le daba una patada al que me tenía agarrada y salía corriendo?
-Lo siento Shaleen, estarás mejor con el secuestrador- dijo Kara.
-Vaya amigas que me conseguí.
-Nos lo agradecerás- dijo Rosse. Comencé a sentir que me jalaban hacia atrás, claramente la persona estaba caminando y no me quedó otra opción que caminar si no quería terminar tirada en el suelo. Cuando caminó hacia adelante a unos metros me detuve de golpe, el tipo chocó con mi espalda.
-Camina.
-No quiero.
-Shaleen no lo hagas difícil, te va a gustar.
-Eso mismo dicen los violadores y déjame decirte que a las chicas violadas no les gustada nada- escuché la risa de mi supuesto agresor.
-No te violaremos.
-¿Violaremos?- chillé sorprendida.- ¿Pues cuantos son? Jesús mío, ampárame.
-Camina y sabrás cuántos somos- mi secuestrador debía conocerme, él hizo que mi curiosidad aumentara, sabía que caminaría. Empecé a recordar si había hecho algún amigo en estos días pero no recordé absolutamente nada, quizás les haya hablado a unos cuantos chicos del salón por cuestiones de trabajo pero hasta ahí llega todo.
-¿Ya merito?- pregunté ansiosa, junté mis manos automáticamente y las apreté.
-Sí, cuidado, hay un escalón- lo bajé, luego escuché un golpe como si hubieran chocado las palmas.
-¿Qué fue eso?
-No habrás los ojos, quitaré las manos y regresaré tus lentes, luego cuenta hasta 5 y los abres, ¿de acuerdo?
-Aja.
Sentí mi cara libre de manos para después sentir cuando colocaban mis lentes con cuidado. Que inicie el conteo.
-Uno...dos...tres...-unas manos bajaron por mis brazos hasta llegar a mis manos, las separaron.- Cuatro...cinco.
Abrí los ojos y lo primero que sentí fue cuando otras manos se enlazaban con las mías, miré hacia mis manos y estaban unas manos ahí con las mías, elevé mi mirada y mi corazón comenzó a latir desesperadamente; se trataba de Ed.
-Esa no era tu voz- fue lo primero que pude decir.
-No- admite él sonriendo traviesamente.- Era un amigo que me ayudó a secuestrarte.
-¿Y por qué me querías secuestrar?
-Es tu primer semana y no hemos hablado casi aquí, yo te había dicho que pasaríamos tiempo juntos, además hoy me pude escapar de tu hermana- me solté riendo fuertemente.
-Estás loco.
-Es contagioso- abrí mis ojos simulando miedo y traté de salir corriendo pero Ed fue más rápido, aprovechó que aun estábamos tomados de las manos y me jaló, terminó abrazándome.- ¿Cómo te fue en la semana?
-Ya te he dicho que bien, bobo.
-Pues cerraremos con broche de oro la semana- nos separamos y buscó algo en su mochila, saca una bolsa grande de papitas, nuestras preferidas.
Nos sentamos en un pequeño escalón que había, recargué mi cabeza en su hombro y abrimos la bolsa para comer las papitas, Ed me dio el "honor" de tomar la primera papita.
Wow wow wow wow, que alguien le diga a mi corazón que se calme, aún no quiero morir sin haber amado.
-Toda la semana estuve pensando en cómo hacerle para pasar tiempo así, sólo contigo- dice Ed viendo hacia sus zapatos.
-Es genial que hayas hecho esto.
-Para eso estamos los amigos ¿no?- él sonrió y creo que yo sólo hice una mueca que parecía sonrisa, mi corazón dolió un poco. Pero qué esperaba, yo ya sabía eso...éramos sólo amigos.