Capítulo 7 Reclamos.

En la casa de la familia Villalobos, la tensión era palpable. Después de regresar de la cena, Mauro se dirigió directamente a su habitación, pero su madre, lo siguió, decidida a hablar con él.

-Mauro, sé que esto es difícil para ti, pero necesitamos hablar -dijo María con voz calmada.

Mauro se giró bruscamente, su rostro lleno de ira.

-¿HABLAR? -grito Mauro-. ¿De qué, mamá? ¿De cómo decidiste casarte con el padre de la persona que más odio en la escuela?

-Baja el tono de tu voz -Dijo María tratando de mantener la calma-. Mauro no es así. Francisco y yo nos amamos, y creemos que esto es lo mejor para todos.

-¿Lo mejor para todos? ¿Y qué hay de mí? ¿Alguna vez pensaste en cómo me sentiría yo? -pregunto Mauro con tono sarcástico.

-Claro que sí, Mauro. Pero también tengo derecho a ser feliz. Y creo que, con el tiempo, tú y Ainara podrán llevarse mejor -la voz de María era firme, no estaba dispuesta a retroceder por un berrinche de su hijo.

-No quiero llevarme mejor con ella. No quiero que sea parte de mi vida. ¿Por qué tuviste que elegir a su padre? -dijo él sin imaginar que estas mismas palabras se repetían en diferente casa, pero la voz de Mauro era tan fría, que María recordó a Rodrigo sin poder evitarlo.

Ella suspiró, sintiendo el dolor en las palabras de su hijo.

-No elegí a Francisco por Ainara. Lo elegí porque lo amo. Y espero que algún día puedas entenderlo -respondió María para después irse a su habitación.

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En la casa de la familia Rodas, la situación no era muy diferente. Después de la cena, Ainara se encerró en su habitación, pero su padre, Francisco, llamó a la puerta.

-Ainara, ¿puedo entrar? -pregunto Francisco manteniendo la calma en su voz.

Ainara no respondió, pero Francisco entró de todos modos. La encontró sentada en la cama, con los ojos llenos de lágrimas.

-Cariño, sé que esto es una sorpresa, pero quiero que sepas que lo hacemos porque creemos que es lo mejor para todos -dijo el hombre tratando de entender a su hija.

-¿Lo mejor para todos? ¿Y qué hay de mí, papá? ¿Por qué tuviste que elegir a la madre de Mauro? -pregunto Ainara con su voz quebrada.

Francisco suspiró antes de responder.

-Ainara, no pienses que estamos saliendo por ustedes -dijo Francisco, ya que ambos conocían como era la relación entre los jóvenes-. La elegí porque la amo. Y creo que, con el tiempo, tú y Mauro podrán llevarse mejor.

-No quiero llevarme mejor con él. No quiero que sea parte de mi vida. ¿Por qué tuviste que elegir a su madre? ¡Hay miles de mujeres en el mundo! ¿Por qué ella? -dijo Ainara con voz fría.

-Porque la amo, Ainara. Y espero que algún día puedas entenderlo -respondió Francisco firme.

Ainara se quedó en silencio, sintiendo una mezcla de rabia y tristeza. No podía entender cómo su padre podía esperar que aceptara esta situación tan fácilmente.

Francisco le dio un beso a su hija en la frente antes de salir de su habitación, cuando estaba en el umbral de la puerta se giró.

-Ainara, te amo mucho hija, y sabes que jamás haría algo para dañarte.

Ainara no respondió, Francisco sonrió sin emoción, a la vez que recordaba como había conocido más a María y su amor empezó a crecer.

•┈┈┈••✦ Flashback ✦••┈┈┈•

María y Francisco se conocieron por primera vez en una reunión de representantes en la escuela años atrás, pero, sin embargo, nunca había cruzado más palabras que un saludo, solo fue hasta un día en un evento benéfico en Barquisimeto, organizado por una fundación local para recaudar fondos para la educación de niños desfavorecidos.

Ambos asistieron por razones profesionales y personales: María, como empresaria exitosa, era una de las patrocinadoras del evento, mientras que Francisco, como abogado de renombre, había sido invitado para dar un discurso sobre la importancia de la educación y la justicia social.

El salón de eventos estaba decorado con elegancia, luces suaves y música de fondo creando un ambiente acogedor. María, vestida con un elegante vestido negro, estaba conversando con algunos de los otros patrocinadores cuando notó a Francisco en el escenario, preparándose para su discurso. Había algo en su presencia que captó su atención.

-Buenas noches a todos. Es un honor estar aquí hoy para apoyar una causa tan noble. La educación es la base de una sociedad justa y equitativa, y todos tenemos un papel que desempeñar en asegurar que cada niño tenga acceso a ella -dijo Francisco empezando su discurso.

María escuchó atentamente, impresionada por la pasión y el compromiso de Francisco. Después del discurso, decidió acercarse a él para felicitarlo.

-Buenas noches, Señor Rodas. Quiero felicitarte por tu discurso. Fue realmente inspirador -dijo María con una sonrisa.

-Muchas gracias, Señora Villalobos -Francisco extendió su mano también con una sonrisa en su rostro-. Es un placer que nos acompañe en este evento. He oído mucho sobre tu trabajo en el sector de la moda y la belleza. Es admirable lo que has logrado.

Y así la conversación fluyó con naturalidad, y ambos descubrieron que compartían muchos intereses y valores. A medida que la noche avanzaba, se dieron cuenta de que había una conexión especial entre ellos.

-Me encantaría seguir esta conversación en otro momento. ¿Te gustaría tomar un café algún día? -La sonrisa de María no se borró de su rostro en toda la noche.

Francisco asintió feliz con la idea.

-Me encantaría. Aquí tienes mi tarjeta. Llámame cuando tengas tiempo.

Así comenzó su relación, con encuentros casuales que se convirtieron en citas regulares. Ambos encontraron en el otro un compañero con quien podían compartir sus sueños y desafíos, y con el tiempo, su relación se profundizó hasta convertirse en amor.

•┈┈┈••✦ Fin del Flashback ✦••┈┈┈•

Cuando formalizaron su relación, ese día Francisco había preparado una fiesta, donde solo recordaba lo feliz que se sentía al oír el sí de ella. Porque con su hija no quiso estar presente, así como Mauro, ambos le habían dicho a cada uno de sus padres, que no estaban interesados en conocer a sus parejas, quizás porque pensaron que no se casarían.

Ambos padres sabían de los roces que sus hijos siempre han tenido, pero aun así estaban seguros de que mejorarían con el tiempo, y qué mejor manera de unir sus familias.