Capítulo 2 Regalos sorpresas

MABEL

Llego a mi clase de mecánica cuántica. Como siempre soy la primera en llegar, abro la puerta y enciendo las luces, sin embargo, lo que encuentro en una de las largas mesas es extraño.

Es un enorme ramo de lirios y peonias. Al instante una sonrisa se formó en mi rostro por aquel. Veo todo alrededor y no hay nadie. Bajo las escaleras y me acerco a tomar la nota que tiene el ramo.

"Para Mabel"

Es lo único que dice.

-Hola amor.

Volteo y abrazo con entusiasmo a Christian, luego de varios meses de noviazgo por fin tuvo uno de estos detalles.

-Me encanta mucho Christian -sonreí y besé sus labios -las flores son hermosas. Sabes que me gustan los lirios y peonias.

-Oh... claro nena. Todo para ti.

Los estudiantes empezaron a llegar y Christian y yo tomamos asientos. Varias de las chicas se acercan y miran el ramo que traigo en brazos.

Christian era el tipo más atractivo de la carrera, es alto, de cabello castaño y ojos avellanas, tiene un buen físico, aunque en clases estaba un poco atrasado en los cursos, pero lo ayudaba en lo que podía para tener buenas calificaciones.

Nos hicimos novios hace apenas dos meses, habíamos salido varias veces junto y en compañía de sus amigos. Sin embargo.... A pesar de que Christian me había insistido, aún no hemos dado el siguiente paso.

Sexo... es lo que me refiero.

Aún no me sentía preparada para ese momento.

Después de clases me dirigí un agente para hacer el depósito de la pensión. Tenía todo el dinero completo y para dos pensiones más. Después de ello, volví a casa y dejé las rosas en un jarrón cerca de la ventana de mi habitación.

Antes de alejarme y acostarme, note un auto estacionado frente a la casa. Fruncí el ceño, sintiéndome extrañada, pero no le tome mucha atención.

Me acosté en la cama, vi mi celular y aunque era hora de almorzar preferí que no y cerré los ojos.

***

Termino de teclear en mi laptop y finalizo de corregir la tarea de Christian. Tenía casi la mayoría mal hecha, pero con estos arreglos seguramente tendrá una buena calificación. Es lo mínimo que puedo hacer... después del lindo detalle de este día, mi novio se merece lo mejor.

-Jade -Roxana entra a la habitación y deja una bolsa de papel en mi cama -es para ti.

-¿Qué es?

-No lo sé, un repartidor lo trajo.

Abrí la bolsa y vi que era comida china. Delicioso, no había comido nada desde el desayuno.

-¿De quién es? -pregunta.

-Debe ser de Christian. Me pidió que lo ayudara en una tarea y debe saber que no he salido de la casa en toda la tarde. Es muy lindo mi chico.

-Amiga, ese chico no te conviene -fruncí el ceño.

-No hables mal de él. Christian es bueno.

Roxana rodó los ojos y bufo. Se levantó de la cama y salió de la habitación mientras que yo me dispuse a comer lo que Christian me mando. Era de un restaurante caro de la ciudad, los padres de Christian tienen un par de hoteles, por lo que no sería raro que quisiera consentirme de esta manera.

Reenvié el archivo de la tarea a Christian y escribí un gracias debajo de él. Después de terminar de cenar, entre a darme una ducha con agua helada. Al salir me vestí y me acerqué a ver mis flores.

Son hermosas.

Nadie ha tenido esta clase de detalles conmigo.

Me prometí de cuidar de este ramo el tiempo máximo posible. Antes de cerrar las ventanas vi que el auto de esta mañana aún seguía aquí. De tan solo verlo aún un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

Cerré la ventana y las cortinas. Me acosté en mi cama y me vi una rato televisión antes de caer en un profundo sueño.

***

Al día siguiente, tenía una clase donde Christian o Roxana no estaban conmigo. Era por la noche, a las 8 pm. Como siempre, llegué temprano y al llegar vi en una de las mesas una caja roja con un listón.

Me acerqué a ella y vi la nota que tenía encima "baila conmigo y ardamos juntos, pequeña". Deshice el listón y abrí la caja encontrando un vestido rojo. Lo tomo entre las manos y lo saqué.

Es precioso. Coloque el vestido por encima de mi cuerpo y es muy lindo, al mismo tiempo que elegante. ¿Acaso Christian estará organizando algo para nosotros?

Guarde rápidamente el vestido en la caja al ver a unos chicos llegar. Tome mi regalo y lo lleve conmigo hasta mi lugar.

¿Por qué este repentino cambio de Christian?

Roxana siempre lo tacho de mujeriego y egoísta, sin embargo, ese no era el Christian que yo conocía. No, mi novio es diferente, es un chico atento y comprensivo... conmigo lo fue y aún lo es, aunque no podía negar que poco a poco ha empezado a cambiar.

¿Y si no es Christian? No está mal plantear esa interrogante. Puedo tener un admirador secreto... ¿En serio puede atraerle a alguien? Me fascinaría que fuera así. Sonreí pensando en ello, pero rápidamente negué esa idea. Eso no puede pasarme a mí, seria demasiado bueno para ser verdad.

            
            

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