La venganza de Rose
img img La venganza de Rose img Capítulo 4 Rose
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Capítulo 4 Rose

Subí al auto de aquella mujer y mientras miraba el camino la imagen de ellos dos venía a mi mente constantemente, entonces decidí que no podía seguir haciéndome más daño, ahora el saber dónde estoy parada, debo mirar al frente y hacer como que nada paso, si el cree que va a hacer lo que él quiere está equivocado, te daré donde más te duele Ethan Miller.

Al llegar al aeropuerto saque pasaje para Miami, no podía volver a casa, Tabata se daría cuenta lo sucedido y no quería darle la razón, también estaba el hecho de que mi familia sepa lo del engaño y sé que van a hacerme la vida imposible porque aun así acepte el casamiento con ese maldito infiel, como pude ser tan estúpida y no darme cuenta, debí suponerlo, sabía que había algo detrás, no podía a él siempre molestarle que vaya a su oficina, digo era su pareja con quien iba a casarse, al verlo con la secretaria entendí que ella era quien alimentaba su amor, pero porque si la quiere a ella está conmigo, jamás me llevo a su finca y como estúpida fui con la tonta idea de que sería una sorpresa.

-Señorita -me dice la azafata y algo de mis pensamientos.

-¡Si disculpé! -le respondí mirando a la nada con la mirada perdida.

-Estamos por aterrizar, necesito que se coloque el cinturón de seguridad -me dijo y asentí, hice lo que me dijo, lo que menos quería es hacerme daño por estar sufriendo por su engaño, sería lo menor sufrir mi perdida, pensé y una idea llego a mi mente, sería descabellado, pero él va a pagarlas.

Al llegar al hotel donde me hospedaría dos días hice una publicación en mi Instagram, lo hice para llamar la atención de Tabata y de él por supuesto, nadie sabía de mi viaje más que mi amiga y ahora todo el mundo, solo que esta postal no se parecía en nada al paisaje de California, la vista que me daba el balcón del hotel hacia el mar era espectacular, pero aun así nada calmaba mi dolor, estaba a pocos días de contraer nupcias, teníamos fecha para el 23 de Diciembre, habíamos elegido ese día, al día siguiente de navidad, teníamos pasajes para Dubái, pasaremos ahí Año nuevo, regalo de mis futuros suegros.

Durante el día recibí mensajes de Tabata que no creía que decidí pasar unos días sola en las playas, la convencí con la idea de que le temía al casamiento, ya que sería en pocos días la esposa del adinerado empresario Miller, mi familia tendría aún más prestigio al llevar el apellido de aquel hombre, nada de eso me importó jamás, me enamoré de él en un bar, fue como un flechazo y desde entonces que estamos juntos, el me busco y estuve casi medio año sin siquiera aceptar sus atenciones, hasta que acepte y sentí que él me amaba, maldita manera de amar la suya.

Al volver a casa mi amiga me lleno de preguntas y de Ethan no sabía nada, solo que ya había regresado, solo le dio me gusta a la imagen y me puso que lo disfrutes amor, él único que lo estaba disfrutando era él, estuvo tres días con su secretaria, engañándome delante de los ojos de sus empleados, que pensaran al verme, seguro dirán ahí viene pobrecita es cornuda, pero eso no me importaba, solo llevar a cabo mi plan, había investigado estos dos días que estuve en el hotel, tuve que comprarme una laptop y así poder maquinar bien los pasos a dar, ya tenía en mano también mis pasajes de avión.

Solo me faltaba ultimar detalles, uno de ellos era sacar parte de mi ropa que llevaría y la única manera de que Tabata no lo notara era simulando.

-Estás seguro de donar esto -dijo ella levantando un tapado de gabardina color blanco.

-¡Si! Hay gente que lo necesitará más que yo -le respondí mientras seguía poniendo ropa en las cajas.

-Si, pero esta nuevo, no creas que me importe eso, es tu dinero puedes hacer con él lo que quieras -me dijo y siguió ayudándome a guardar la ropa.

-Si ya lo sé, pero al casarme con Ethan, tendré un closet lleno de ropa, según sus palabras.

-Sabes que si no te conociera tanto como te conozco, no te creería que estás por donar esto -tomó la planilla con los stickers para que el camión al pasar se la lleven a su destino.

-Porque, no entiendo.

-Nunca fuiste de querer más de lo que tienes -me dijo y sí que me conocía, porque al oír a Ethan ofrecerme todo lo que me ofreció al ser su esposa, no acepté, pero dada las circunstancias, tuve que retractarme.

-Que te digo, Ethan me convenció, además ahora lo invitaré a eventos, según sus propias palabras.

-Wow, entonces quieres estar a su altura, para mi eres más que eso.

-No es eso, mejor terminemos esto que en una hora o más vienen a recogerlo -le dije y ella miró la hora en su reloj pulsera.

-Bueno seguirás tú sola, debo salir, en una hora me toca el turno con la dentista -me dijo y se acercó a dejarme un beso en la mejilla y se fue a los veinte minutos de casa.

Lo que me dio chance de no poner los stickers de donación, en cambié puse los de envió para la aduana, así llegan a Buenos Aires, donde conseguí una pensión en casa de una ex compañera de la secundaria, puede contactar vía Facebook.

Al firmar el registro del transporte, me entregó una boleta que rápidamente la escaneé y se la envié por WhatsApp a mi amiga para que la reciba en su casa. La primera parte del plan estaba hecha, ahora me faltaba conseguir la identificación falsa, solo me cambié el apellido.

-Pasaré sin ningún problema -le pregunté al chico que me hizo el pasaporte nuevo al igual que mi documentación.

-Si con esto no se darán cuenta, se hacen en el mismo lugar que los originales, ahí adentro tiene su pasaje para el día 24 de diciembre, tiene que estar a las 7 am en el aeropuerto, nuestro hombre estará a las 5am esperándola en el lobby del hotel para llevarla, necesito que esa noche cambie el color de su cabello, ya que si usa la peluca, notaran que es falsa -me dijo y asentí a todo lo que dijo, salí de aquel complejo de departamentos, donde gracias a dios el trámite fue rápido, me había salido un poco caro, pero valía la pena cada centavo que pagué para cambiar mi vida para siempre, tenía una caja de ahorro con unos cuantos dólares, nadie sabía de mis ahorros, ya que los guardaba para mi futuro, no pensaba que al estar casada con Ethan me salvaría, sabía también que heredaría la fortuna de mi abuelo, pero nada me importaba más que tener mi propio negocio y abrirlo con mi dinero, no necesitaba de nadie. Pero mis planes se vinieron abajo, a partir de ahora empezaba de cero, siempre trabajé para tener mis cosas, nada será diferente ahora, solo que estaré en otro país y sola.

23 de diciembre

-¡Hija estás bellísima! -me dijo mi padre al verme cuando ingresó en la habitación de la iglesia donde lo esperaba para entrar con él.

-Gracias papi, tú también estás muy guapo -a decir aquello mis ojos se aguaron llenándose de lágrimas.

-Cariño, no llores, es un gran paso el que estás dando, sé que serás muy feliz a lado de tu futuro marido -me dijo mi padre, ignorando la tormenta que llevaba por dentro, me sentía miserable ante el paso que estaba dando y sobre todo odiaba lo que estaba por hacer, pero todo tiene un motivo y es destruir poco a poco a Ethan, solo desde las penumbras podré actuar.

-Son lágrimas de felicidad papi, mejor vamos antes de que siga llorando y arruine mi make up -tomé del brazo a papá y al llegar a la puerta de la capilla, la marcha nupcial empezó a sonar, camine por aquel pasillo fingiendo felicidad, miraba a Ethan esperarme al final del camino, estaba impecable, tan bello como siempre, odiaba tener que estar así por su culpa, si tan solo me hubieras amado pensé, pero no se puede volver el tiempo atrás y es mejor saber la verdad que vivir una vida de mentiras.

-Te entrego mi alma -dijo mi padre y unió mi mano a la de él, sentí como si millones de espinas se clavaban en mi palma al sentir la piel de su mano, mano que la acaricio a ella muchas noches.

-Así será, la cuidare con mi vida -odiaba más que antes al oírlo mentir tan descaradamente.

El cura dijo sus palabras, palabras que siempre soñé escuchar, estaba aquí con el hombre que amé durante cinco años, siempre quise casarme y ahora sufría esta maldita boda, debía mostrar sonrisa y que mis lágrimas eran de alegría en lugar de decepción

-Llegó el momento más lindo -dijo el cura con una sonrisa y nos miró.

-Señor Ethan Miller acepta por esposa a la señora Rose Smith, para amarla y respetarla, tanto en la adversidad como en la prosperidad, en la salud como en la enfermedad, hasta que la muerte los separe.

-¡Sí, acepto!

-Señora Rose Smith, acepta por esposo al señor Ethan Miller, para amarlo y respetarlo, tanto en la adversidad como en la prosperidad, en la salud como en la enfermedad, hasta que la muerte los separe -me quede muda al oír al cura, no podía responder, mire al frente y sentí la voz de Ethan.

-¿Rose?

-¡Si acepto! -dije rápidamente y lo miré fingiendo una sonrisa, mis lágrimas se hicieron presentes, eran lágrimas de decepción.

-¡Los anillos! -ingresa el sobrino de Ethan, trayendo las alianzas sobre una almohadilla color roja. Ethan coloca mí alianza en mi dedo anular y yo el suyo, toma mi mano y deposita un beso allí.

-Muy bien si nadie se opone -hace una pequeña pausa el cura y sigue -Con el poder que me otorga la fe ante los ojos de Dios los declaro marido y mujer, puede besar a la novia -Ethan me beso, mis labios temblaban, no quería que lo hiciera y me deje llevar por el momento, muy adentro mío aun lo quería, pero no podía ser débil, no ahora.

Al salir de la Iglesia, nos esperaban todos afuera, sus caras eran de felicidad, nos llenaron de arroz y saludos de augurio, para nuestra nueva vida juntos como marido y mujer.

Llegamos a la fiesta en la Finca La Bonita, el lugar estaba bello, al ingresar en el auto junto con Ethan al lado mío y al ver neutras manos unidas, sentí ganas de llorar, recordé todo lo sucedido esa noche, no podía llorar, ya lo había hecho esa noche.

-¿Rose sucede algo? -me preguntó Ethan y fingí una sonrisa.

-No, solo estoy muy conmovida, por fin nos casamos amor -le dije acariciando su rostro, él tomó mi mano y dejó un largo beso.

-Te prometo que serás la esposa más feliz del mundo -maldito cínico, te odio, gritaba mi alma por dentro, sentía que en cualquier momento explotaría, pero pude contenerme.

-Se que así será -le respondí. Al llegar a la entrada de la finca, baje del auto con la ayuda de Ethan y caminamos enlazados de la mano, donde una gran recepción, llena de personas nos esperaban, a medida que caminábamos nos saludaban, hasta que la vi a ella e hice mi mayor fuerza para no armar un escándalo, disimuladamente le hable al oído a Ethan mientras ella se nos acercaba.

-¿Quién es ella? -dije sabiendo la respuesta, cuando Ethan iba a responderme ella habló.

-¡Muchas felicidades! -nos dijo extendiendo su mano con una sonrisa en sus labios, la maldita era bonita, rubia cabello largo y con buen cuerpo, no es mejor que yo, pero porque me hizo esto, otra vez la preguntas venían a mi cabeza y no encontraba las respuestas.

-Cariño te presento a Angelica, mi secretaria -la presentó Ethan.

-Un gusto Angelica, si nos disculpas -dije sonriendo con mi mejor cara y llevé a Ethan a otro lado.

-¡Porque invitas a una desconocida a nuestra boda! -le reclame, no podía dejar pasar esto, a pesar de lo que sucedería luego.

-Es mi asistente, ella trabajó mucho para que tenga estas dos semanas para ti -me respondió como reproche.

-Discúlpame por querer tener gente de nuestro entorno en nuestra boda -le respondí marcando mi territorio.

-Si quieres la hecho -me respondió y me enojé.

-Okey, la corres tú o lo hago yo -lo mire a los ojos desafiando y el me abraza en respuesta.

-Cariño, no peleemos este día, es solo mi asistente -dijo el muy descarado, la fiesta transcurrió normal, se bailó el vals, disfruté mucho bailar con mi padre, pasada la tarde hablé a Ethan.

-¡Cariño! -le dije al oído -Me gustaría cumplir un fetiche -actuar me salía bien y sus ojos brillaron al oírme.

-¿A dónde? -me dijo abrazándome por la cintura.

-En la bodega más cercana -le dije que lo encontraría en la bodega donde él me engaño con esa mujer, le dije que yo iría primero que él fuera 20 minutos después, ese tiempo me daría tiempo de cumplir mi plan.

Al llegar al lugar, uno de los hombres que pague para que me ayudara estaba allí esperándome en otra camioneta.

-¿Ya está listo? -pregunte entrando prácticamente corriendo a la bodega, me quite el vestido y quede en ropa interior, rápidamente me cambie por un pantalón y blusa, me coloque una campera de cuero negra también, el haber sido bailarina de niña me ayudo a poder cambiarme rápido, como lo hacía entre baile y baile para subir al escenario.

-Así es señorita, en 10 minutos esto explotara, apúrese -salí por la puerta lateral de la bodega, me puse un gorro negro y mis lentes de sol, la camioneta salió por el camino de atrás de la bodega, nadie notara que salí, ya que por estos lados hay muchos empleados trabajando.

Al llegar a la salida de la finca sentí la explosión, sabía que no sería de gran magnitud, no podía poner en peligro a mi familia ni a la de Ethan, solo quería simular mi muerte y que mejor con un incendio, sé que esto le costará una fortuna, había mucho vino en bidones de madera, eso avivará aún más el fuego y hasta que los bomberos lleguen, será tarde para salvarme. Deje todo estratégicamente plantado, mi vestido y mis zapatos, también me corte la mitad del cabello y la deje junto al vestido, más evidencia que aquello no podía fallar.

            
            

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