Capítulo 4 ¿Me estoy enamorando

-━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━-

Karen Sánchez

Es martes 6 de diciembre, me levanto muy temprano para estar lista cuando el señor Yakov me necesite.

Mi despedida con mi hermano y mis sobrinos fue muy dolorosa, ya que somos muy unidos; no parábamos de llorar, también mi cuñada.

Estoy en la habitación mirándome al espejo, me pregunto: ¿Cómo es posible que el señor Yakov, no se dé cuenta de mí, de que soy una mujer?

Ese estilista hizo muy buen trabajo, me enseñó a colocarme la barba y pegarme bien la peluca de cabello ondulado, color castaño y peinado de hombre.

Estos productos masculinos no pueden faltar, también tuve que aprender los hábitos más comunes de los hombres, aunque ya lo he visto de más, pero tuve que practicarlo.

Ensayé para que mi voz se escuche más gruesa y no tan femenina.

No obstante, hay un problema y es que me sentí y me siento muy descontrolada cuando estoy cerca de él. No sabía cómo ocultar mis nervios con ese hombre tan guapo, cabello negro como azabache y ondulado, bien hermoso, sus ojos color azulado y miel.

Inesperadamente, encontré un hombre guapo; en el trayecto hacia acá me lo imaginaba como un tipo cualquiera y ¡norma-al, pero porque tenía que ser un hombre guapísimo!

Él tiene 27 años, solamente 3 años mayor que yo y su mirada me mata.

Me pregunto: ¿Cuánto tiempo durará mi mentira? Y es que quiero soltar la sopa de que soy mujer, pero este me ha narrado lo que le sucedió y cómo el destino lo trajo hasta aquí. Ahora me siento comprometida a defenderlo y velar por su vida. Sé que me echará de su lado si sabes que soy mujer; estoy dudando muchísimo si decirle la verdad o no.

-Karl... Karl. -Me está llamando, Erick.

-Sí, dime.

-Casi nos vamos. ¿No está listo aún? Además, tiene que desayunar, Karl. -Me avisa del otro lado de la puerta.

-Sí, enseguida voy, no te preocupes, Erick.

Me visto rápido y salgo de la habitación, entonces Erick ágilmente se apresura hasta mí.

-¡Oye, te tardas más de lo normal, Karl! ¿Qué te pasa, no estaba seguro de este trabajo?

-¡No es eso, Erick!

-¿Y qué es, entonces?

-¡Por favor, no pregunte, Erick! -respondo con gran agobio y temerosa, ya que él me mira con sospecha.

-¡¡Ah, ya!! Mira, nadie te juzga por tu preferencia sexual, Karl... Así que, tranquilo.

-¡No! ¡No es lo que crees, Erick! -chillo, luego reflexiono de que soy estúpida, pues es mejor que piense esto.

Él me toca el hombro, mientras vamos caminando.

-Entonces, tú dímelo, Karl.

-Tranquilo, Erick, sí. No es lo que parece.

Él se detiene, entonces fija su mirada profunda sobre mí.

-Está bien, Karl, después nos contará tu misterio... Pero creo que, por alguna razón, no quieres que sepan tu preferencia sexual... Vamos, nos perdamos más tiempo porque nuestro jefe se pondrá impaciente.

Tiempo después.

Desayunamos, posteriormente nos marchamos y llegamos a la aerolínea.

Salimos fuera del vehículo y nuestro jefe se muestra algo afligido. Él se queda de pie y nos mira, entonces intuyo que tiene una pena en su alma.

-Saben, Erick y Karl, me mantendré ocupado porque no quiero estar en mi hogar y estar pensando en el atentado ni en esa mujer traicionera.

-Muy bien, señor Yakov, lo entendemos perfectamente, Karl y yo.

-Así es, señor Yakov, lo entendemos. -También le reafirmo.

Él entra a su oficina, entonces Erick y yo entramos y nos mantenemos en el vehículo.

-Karl, dime, ¿quieres que te presente a mujeres buenas? -me indaga rompiendo el hielo de la curiosidad que siente.

-¡Erick! ¡Por favor, no es momento, ni lugar para hablarme de eso!

Clamo, sintiendo más temor e incertidumbre, porque cada segundo que pasa, siento que voy a ser descubierta.

Él me mira queriendo descubrir lo que oculto. -Está bien... Algo escondes tú y ojalá no sea nada malo con el jefe Yakov.

-¿Cómo se te ocurre? ¡Jamás! Nada que ver con él.

-Bien, entonces te dejo tranquilo y no te agobio más, Karl.

Transcurre el tiempo.

Erick, y el señor Yakov se acercan al vehículo, ya en la tarde 4:00 pm. De inmediato abro la puerta del vehículo y él entra, entonces mi corazón se acelera al tenerlo tan cerca. Trato de ocultar mis nervios lo más que se pueda.

-¿Todo bien, Karl? -indaga clavando su mirada fija sobre mí.

-Sí, señor. ¿Por qué pregunta?

-Es que te noto nervioso.

-Señor Yakov. Descuide, solo me estoy acostumbrando a este nuevo trabajo. Antes estaba trabajando en una plaza comercial.

-¿Nunca ha sido escolta, Karl?

-No, pero si estoy muy bien entrena... do... -<>

-Está bien, mañana vendrá otro guardaespaldas; solamente tú eres escolta... No sé si contratar a otro para que tengas un poco de tiempo para ti...

-¡No, señor Yakov, no es necesario, conmigo basta porque ahora tendrá dos guardaespaldas!

-Está bien, Karl, tal vez más adelante.

Erick voltea a mirarnos desde el asiento delantero.

-¡Señor Yakov, ¿llamarás a una o varias de esas mujeres vip, son buenísimas, señor! -él interrumpe exponiendo este otro tema.

Siento un furor tremendo con Erick, pero por supuesto no debo dar signos de sospecha.

--Tal vez más luego, Erick, porque es muy reciente, lo de mi exnovia sabes...

-¿Y le guardará luto a ella, señor, sabiendo que está con otro?

Él insiste y se enfrascan en una discusión, entonces intuyo de que hay mucha confianza entre ellos

-¿Cómo así, Erick?

-¿Qué sí le seguirá siendo fiel? Ya usted sabe que ella está con otro macho, ¿quién sabe y si se casará con él?

-Bueno, no, pero es que la amaba y eso no es fácil de olvidar tan rápido.

-Dicen que un clavo saca a otro, señor Yakov.

Nuestro jefe se impacienta por la insistencia de él.

-¡Ya, por favor, Erick, dejamos el tema, sí!

Llegamos a la mansión y siento el deseo de reclamarle a Erick; por favor, estoy loca. ¿Qué le reclamaré? Además, ¿por qué tengo que estar celosa? Apenas estoy conociendo al señor Yakov y creen que soy un hombre.

¿Por qué todo se me complica, Dios, porque me siento así con él?, ¡Ay, no...! ¡No! ¿Por qué me gusta el señor Yakov?

Una vez dentro de mi habitación, doy vueltas de un lado a otro con una tremenda incertidumbre.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022