Capítulo 3 EL PELIGRO ACECHA A LA DESPEDIDA

EL PELIGRO ACECHA A LA DESPEDIDA

Dinorá

Llego a casa, me quito los zapatos, cierro la puerta y dejo el bolso en el aparador.

Como un ritual, tomo el control remoto, enciendo la televisión en el canal de noticias y comienzo a quitarme la ropa para darme un baño.

Haber comprado este apartamento fue una oportunidad única, gracias a la ayuda de mi amiga Laís, hoy tengo mi propio espacio y nada me molesta aquí.

Cuando cruzo la puerta, es como si un refugio de paz me envolviera, todo el estrés queda atrás.

En ese momento, el canal emite una noticia urgente, y como una buena adicta a las noticias, me acerco para ver.

Me detengo frente a la pantalla y la presentadora da paso al reportero que se encuentra en el lugar de un grave accidente.

El reportero local está a una distancia mínima del accidente, donde una grúa levanta lo que queda de un coche. Mis ojos se abren de par en par, ante la escena de terror frente a mí: ¡el vehículo involucrado en el accidente es el de Gael!

Mi cuerpo tiembla, siento que mis piernas van a fallar, me siento mientras fijo la mirada en la televisión.

Presto atención a las palabras del reportero:

"El automóvil del empresario Gael Hernández, que aparentemente se dirigía al aeropuerto, perdió el control, volcó varias veces y cayó al fondo del precipicio. Las ambulancias llevaron a todos los heridos al hospital general. Lamentablemente, todas las víctimas se encuentran en estado muy grave."

Cualquier novedad sobre el caso, regresaremos con más información.

Mi corazón falla un latido, mis ojos se nublan con lágrimas. Sé que mi amiga y mi ahijada, mi sobrina de corazón, estaban en el coche.

En ese momento suena mi teléfono. No sé cómo contesté, ni vi quién era, lo hice automáticamente.

-¿Aló?

-Aló, Dinorá, soy Marcelo. Sé que estás muy afectada, pero te necesito ahora mismo. ¿Puedes entenderme, Dinorá?

-Sí, Marcelo, estoy petrificada.

-Deja para quedarte paralizada después. Estoy yendo a buscarte para llevarte al hospital general. Sé que tú tienes los medios para acercarte a Laís y a Luna.

-Te espero, Marcelo.

-Baja, ya estoy llegando. Y no olvides que debes estar alerta. ¡Gael confiaba en nosotros!

-Está bien, estoy lista y te espero en la entrada.

Me pongo rápidamente unos jeans y una blusa, agarro un cárdigan, voy a la caja fuerte de mi apartamento y saco algunos documentos y dinero en efectivo, una buena cantidad.

Hago todo como Gael siempre me orientó. Tomo mi bolso y voy hacia la entrada del edificio. Cuando llego, el coche de Marcelo ya está estacionando.

Tan pronto como se detiene, entro en el asiento del copiloto.

-Dime que esto es mentira, Marcelo. ¿Qué está pasando?

-Lamentablemente no lo es, Dinorá, y necesitamos saber cómo están y protegerlos. No logré llegar a tiempo para evitar que la prensa lo supiera antes de resolver todo. Gael, antes de morir, me envió su ubicación pidiendo ayuda. Creo que alguien vio el accidente y llamó a emergencias.

-¿Pero cómo vamos a manejar esto?

-Primero, necesito saber cómo están. Eso es lo más importante. Y necesito tu habilidad como secretaria y asesora de Gael para ayudarme. Sé que tienes documentos que te dan acceso a varios lugares y para resolver muchas situaciones. Es hora de usarlos.

-El hospital querrá hablar con alguien cercano para dar información, Dinorá.

-¡Eso déjamelo a mí!

Veo que Marcelo me mira raro en ese momento mientras entramos al estacionamiento del hospital.

Salimos del coche y nos dirigimos a la recepción.

-Buenas noches, quisiera información sobre los heridos del accidente en la ruta al aeropuerto.

-Buenas noches, señora. ¿Es usted familiar? Solo podemos dar información a los familiares directos.

-Sí, soy hermana de la víctima, Laís Molina, y tía de Luna Molina.

La recepcionista comienza a teclear en el computador. Marcelo se acerca abrazándome. Después de minutos que parecieron siglos, ella dice:

-Había dos adultos y una niña en el vehículo. El hombre se llamaba Gael Hernández y, lamentablemente, no sobrevivió a las heridas y llegó al hospital sin vida. La mujer está muy grave, con múltiples fracturas. No sabemos si resistirá.

-¿Y la niña? ¡Pregunto ansiosa!

-La pequeña estaba bien asegurada en su silla y sufrió algunas abrasiones y una fractura en el brazo, pero está bien. Sin embargo, está muy asustada y llama a su madre constantemente.

-¿Puedo verlas?

-Solo con autorización del médico. La llevaré al consultorio, y si él lo permite, podrá verlas.

Me giro hacia Marcelo, que está pálido, su rostro tan blanco como una hoja de papel. Me mira a los ojos y dice:

-Ahora dependemos de nosotros. Ya no tenemos a nuestro amigo, y necesitamos hacer lo mejor para su familia.

-¡Y lo haremos! ¡Necesito ver a Laís!

Después de una espera que pareció eterna, el médico se acerca a nosotros y nos pide que lo acompañemos al consultorio.

-Buenas noches, soy el Dr. Miguel Sánchez. ¿Ustedes son familiares?

-Sí, doctor, soy hermana de Laís.

-Las noticias que tengo no son buenas. Empezaré por la buena:

La niña, Luna Molina, está bien. Sufrió abrasiones y una fractura simple.

Sin embargo, el señor Gael Hernández llegó sin vida al hospital.

En cuanto a la señora Laís Molina, tiene múltiples fracturas y perforaciones en órganos vitales. Su estado es gravísimo.

-Doctor, permítame ver a mi hermana, por favor, y luego haré compañía a mi sobrina.

-Dado lo delicado de su estado, le permitiré verla, pero no puede demorarse.

-Entiendo, doctor.

Marcelo me abraza, buscamos fuerza el uno en el otro. Sabemos que el momento es difícil; solo quedamos nosotros dos para Luna si Laís no se recupera.

El médico me guía hasta el área de asepsia y, tras todo el proceso, me lleva hasta el lecho de Laís.

Mi amiga está destrozada, con hematomas por todo el cuerpo, cortes superficiales y profundos, varios aparatos conectados a su cuerpo.

Toco suavemente su mano, tengo miedo de lastimarla. Siento que sus dedos se mueven levemente y un gemido débil sale de sus labios.

-Tranquila, Laís, Luna está bien. Tú necesitas recuperarte. Yo cuidaré de ella hasta que te pongas bien.

            
            

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