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LOS MISTERIOS DE LOLA.
Capítulo 1.
RECUENTO DE MI VIDA.
¿Me recuerdan? Mi nombre es Lola. En la actualidad tengo 22 años y un hermoso príncipe de 4 años. No fue fácil llegar a este punto de mi vida, han pasado cuatro años cargados de muchas cosas, momentos muy difíciles que he tenido que superar.
Estoy terminando mi carrera en la universidad, me decidí por el lado de la belleza, estilista profesional. He contado con el apoyo de toda mi familia, sobre todo de un hombre maravilloso y único. Como dicen por ahí, entre cielo y tierra no hay nada oculto, ahora veo que es verdad. No se imaginan todo lo que ha pasado en mi vida, pero ya les contaré.
Cuatro años atrás.
Cumplí mis 18 años, siendo mayor de edad y ya con un bebé de un año, tuve que madurar a la fuerza. Fue un cambio drástico en mi vida. En nuestras vidas, porque Juanse es un gran papá. Mamá me enseñó a cocinar. Según ella para cuando me casara con Juanse, porque al hombre también se le conquista por el estómago.
Al principio se me quemaba hasta el agua, ya después aprendí. Después de unos cuantos quemones, ahora tengo buena sazón. Tendré que cocinarle un día de estos. Convertirme en mamá y sin ninguna experiencia fue lo más difícil. Me tocó aprender a la fuerza.
Lo bueno fue que Juanse aprendió conmigo. Siempre me apoyaba en todo. Juanse me celebró mi cumple con globos y un pastel, él siempre tan especial conmigo. Me ha ayudado mucho este año. Superar la pérdida de Manuel ha sido lo más complicado, pero gracias al cielo que tengo a mi pequeño. Él me da fuerzas para luchar y salir adelante. Y por supuesto Juanse, que a pesar de todo se quedó conmigo.
Es un excelente papá, adora a Manuelito y mi bebe a él. A nuestras familias se les ha hecho muy extraño que aún no nos casemos. Obvio ellos no estaban al tanto de ciertas cosas. Juanse siempre se les salía por el lado fácil. Les decía que primero quería tener una buena posición económica y nuestra propia casa, para luego formar nuestra familia...
Al menos parecían entenderlo. Retomé mi relación con Juanse, él siempre estaba pendiente de nosotros. A veces se quedaba en las noches ayudándome con el bebé, pero nada pasaba entre nosotros. No quería casarme con él nada más por nuestro bebé. Yo anhelaba amarlo como él me amaba. No era justo que estuviese con una mujer que no lo amaba. O seguir juntos solo por compromiso.
Él es un hombre que merecía lo mejor. Lo admiraba tanto, sabiendo que moría por mí. Todo ese tiempo había sido tan paciente. Yo trataba de estar con él, pero no podía. Aún llegaban a mí recuerdos de él, no estaba lista. Pero Juanse siempre me decía que él no tenía prisa. Lo sé, es un lindo.
Mis sentimientos habían cambiado, lo veía de manera diferente. Cada día crecía más ese cariño que sentía. Solo esperaba poder amarlo tanto como él se merecía. Juanse empezó a trabajar en una de las mejores universidades mientras que se graduada. Le faltaba poco para eso. También quise empezar a trabajar para ayudar con los gastos de mi bebé, pero él no me lo permitió. Él se encargaba de nosotros. Decía que me enfocara en mi carrera, en mi bebé, que mientras él estuviese nada nos faltaría.
A mis tíos cada que podía iba y los visitaba. Cuando Juanse podía, él nos llevaba. Para ellos ha sido muy duro la pérdida de Manuel. Sobre todo mi tía que cayó en depresión y parecía no querer salir de ahí. No se imaginan la felicidad que le daba cada que tenía a mi bebé en sus brazos. Cuando ella acariciaba sus manitas, sus ojos brillaban, por fin se le veía sonreír. Ella decía que es un angelito que le recordaba mucho a su hijo. Me ha mostrado fotos de cuando él era bebé, son idénticos, como no, si es su papá.
Ver sonreír a mi bebé era como verlo a él. Sus ojos son iguales a los de él. Manuel se fue, pero me dejó un regalo hermoso, el resultado de ese amor bonito. A mí se me partía el corazón. Moría por decirles que él nos dejó un pedacito de él. Pero no sé, me daba miedo su reacción. Con él hubiese luchado y enfrentado a nuestras familias, pero yo sola, no era lo mismo. Decidí esperar y ver qué pasaría.
Sería remover el pasado y era muy doloroso. Por otro lado estaba la familia de Juanse que adoraban a su nieto. Me sentía en una encrucijada. Era consciente que mis tíos tenían el derecho de saber que Manuelito era su nieto. Eso ayudaría mucho a mi tía. También sabía que si hablaba con Juanse me apoyaría, es solo que me daba miedo.
Tampoco se me hacía justo con él. Se hizo cargo de mi bebé y lo adoraba como suyo. Me recogía todos los días y de paso a su trabajo me dejaba en la universidad. Obvio estudiaba con Ilse, mi amiga del alma. Mamá, Leila o mi suegra cuidaban él bebé. Ellas estaban felices con él, era muy tranquilo. Ah se me olvidaba que mi hermana estaba en planes de boda, ya le habían dado su anillo. En seis meses se casaba.
Sabía que la iba a extrañar cuando se fuera. Leila se convirtió en mi paño de lágrimas, mi confidente, un gran apoyo. Juanse, pues que les digo se ponía cada vez más guapo. Llegaba en la mañana muy temprano y subía al cuarto, lo primero que hacía era cargar al bebé.
-¿Cómo amanecen los amores de mi vida? -preguntó.
-Muy bien cariño ¿Y tú? -respondí.
- Extrañándolos, anhelando poder despertar siempre con ustedes.
-Aún sabiendo que ese jovencito a veces no se duerma temprano -Sonreí-, y no deje dormir, solo para que jueguen con él.
-No importa.
Sonrió, me pegó a su cuerpo, me abrazó, se quedó mirándome a los ojos. Confieso que cuando puso su mano en mi cintura sentí algo extraño.
» Yo solo quiero estar con el amor de mi vida. La que será mi esposa, mía solo mía y mi hijo, así me quedé desvelado toda la noche,no importa. Todo con tal de estar con ustedes.
-Eres un lindo, soy muy afortunada por tenerte en mi vida, en todo momento.
Se acercó cuidadosamente rozando mis labios con los suyos, como esperando mi reacción. Sentí escalofríos, me besó, esos besos dulces con sabor a amor. Se quedó jugando con el bebé, le dio el tetero y lo organizó mientras yo me bañaba.
Todos los días hacía lo mismo. Él se encargaba del bebé mientras yo me organizaba para la universidad. Salí del baño envuelta en la toalla. Había visto como se le iban los ojos al verme, aunque tratara de disimular. Pero quería que el día que pudiera estar con él solo tuviese en mi mente sus besos y caricias. Quería que ese día pudiera ser solo de él. Saqué la ropa y me organicé.
-Mira mi amor que guapa se ve tu mamá. ¿A poco no tenemos a la mujer más hermosa del mundo? -habló con ternura.
- Ustedes son los hombres más guapos y más bellos de mi vida.
Sonreí y lo besé. Un beso apasionado y dulce. Era lindo ver el brillo de sus ojos, cada que me miraba. No lo había notado, pero como brillaban. Salimos y llevamos a Manuelito a casa de mi suegra, era el turno de ella.
- Hola ¿cómo está el príncipe divino de la abuela? -recibió al bebé-. Hola Lolita, me alegra el día.
-Doña Amanda, ¿quién no adora este muñeco?
- Él va a ser divino como papá ¿verdad que sí?
Juanse y yo cruzamos miradas, fue algo incómodo, solo sonreímos.
Salimos para la universidad. Luego de unos minutos llegamos, me dió un beso y se fue.
-Hola amiga ¿cómo va la vida de mamá? -Saludó Ilse.
-Tan chistosa. Digamos que aprendiendo mucho, cuento con el apoyo de toda mi familia.
-Y el de tu futuro esposo -me miró.
-Así es, un hombre maravilloso.
-¿Y tú tía? -inquirió.
-Bien, sigue muy afectada, yo creo que uno nunca supera la muerte de un hijo.
-¿ Y tú, ya lo superaste?
-Superarlo no, aprender a vivir sin él, cosas muy diferentes. Como dicen por ahí, no muere quien no se olvida, yo no lo olvidaré nunca.
-Más que tienes un retoñito de él, su copia exacta.
-¡Shhh, cállate te pueden escuchar!
- ¡Ay Lola! ¿Ya pensaste que harás cuando el niño esté más grande? El parecido va a ser mayor ¿será que siguen creyendo que la familia llama y salió parecido a su primo?
- Esperemos que sí, no sé ¿ Por qué eres así? -Hice un puchero.
-Soy realista porque el niño jamás se va a parecer a Juanse y lo sabes.
-Pues salió por el lado de mi familia, asunto arreglado.
Ilse tenía mucha razón. Era demasiado su parecido. Era como tapar el sol con un dedo, pero no quería pensar en nada de eso.
Luego de salir de la universidad acompañé a Ilse por un helado. Platicamos largo rato, de muchas cosas, se me pasó la tarde rapidísimo. Ilse tenía razón en una de los tantas cosas que hablamos. Si Juanse se desvivía por mí y hacía todo por conquistarme yo también debía hacer un esfuerzo por que mi corazón lograra amarlo. También tenía que poner de mi parte, nada se perdía con intentarlo, por eso se me ocurrió algo. Camino a casa le escribí a Juanse.
WhatsApp.
Chat.
¿Cariño cómo va tu día? 😚
¡Qué linda sorpresa!😍 Bien, extrañándote mucho ¿y tú cómo vas?
😊 Camino a recoger el bebé y luego juiciosa a casa, 😊 extrañándote también.
😍😍 ¿De verdad me extrañas? 😍😍😍😍😍
Claro que sí, por eso quería hacerte una invitación 😁
😍dime.
Quiero que pases en la tarde a la casa. Prepararé algo para cenar 🙈🙊 no sé cómo quedará, es una receta que vi.
😋😋😋muero por probarlo, nos vemos en la tarde. Te amo mi princesa ❤❤
Solo respondí con unos corazones.
❤❤❤❤❤❤
Juanse también se merecía ser consentido y conquistado. Tratar de devolverle un poco de todo lo que él me daba. Por algo tenía que empezar. Tenía que ver que tanto me sirvieron las clases de mamá. Pasé por el súper y compré todo lo necesario. Luego pasé por mi bebé. Me puse manos a la obra. Mamá se quedó en el cuarto jugando con el bebé y Leila acompañándome en la cocina. Comencé a preparar la cena.
-Me alegro tanto -comentó.
-¿De qué? ¿Verme en la cocina? Tú también debes aprender, ya falta poco para tu boda.
- Sí, en esas ando también, pero yo hablo del esfuerzo que estás haciendo por enamorarte de Juanse.
-Trato, de verdad que es lo que más anhelo.
-Eso está súper, él se lo merece y tú también mereces ser feliz. Que bueno que decidas dejar el pasado atrás.
-Trato de hacerlo, pero por más que yo quiera, sabes que hay un tesoro que me une a él...
-Exacto, te quedó un pedazo de ese amor bonito y puro. Ahora trata de seguir adelante con tu vida al lado de Juanse que te adora, no encontrarás otro como él.
-Eso lo tengo claro, créeme que estoy poniendo todo de mí para poder amarlo.
- Debes seguir así, verás que podrás amarlo. Además él también quisiera que continuaras con tu vida, que esos ojos verdes que tanto le gustaban vuelvan a brillar. Hermana el destino no permitió que estuvieran juntos, pero te dejó algo hermoso, un bebé y un hombre que daría la vida por ti.
»Ponte guapa para él, sorpréndelo con pequeños detalles. Has lo mismo que él hace, conquístalo. Hazle sentir que es importante para ti, no sea que llegue otra y se quede con él.
-Tienes razón, estoy haciendo un gran esfuerzo para corresponder a su amor.
- Mereces ser feliz, nada mejor que estar al lado de Juanse, que te ha apoyado incondicionalmente.
-Te quiero, eres única, gracias por tanto.
-Te adoro, solo quiero verte sonreír como antes. Ahora vamos, que esa comida quede exquisita, como dice mamá al hombre también se le conquista por el estómago.
Platicamos mucho. Terminé de preparar todo. Leila puso la mesa, mientras yo subí al cuarto y me organicé. Solté mi cabello, me maquillé un poco, hacía mucho que no lo hacía. Llegó puntual como siempre, me trajo rosas y chocolates. Saludó a mis padres y subió al cuarto, yo estaba acostando él bebé.
Escuché tres golpecitos en la puerta.
-¿Princesa puedo pasar? -preguntó.
-Pasa cariño.
Entró y al verme se quedó mirándome de arriba abajo, sonreí.
»¿Pasa algo?
-Owww, owww, pero si estás hermosa.
-Gracias, me puse así especialmente para mi novio.
Se sorprendió mucho, sus ojos brillaban tanto. Tal vez porque hacía mucho no me arreglaba tanto. Se acercó sonriendo, acarició mi cabello, mientras Manuelito nos miraba. Soltaba unas carcajadas divinas, los dos sonreímos. Le dimos un beso al tiempo, luego nos besamos.
-Ves, hasta Manuelito se pone feliz porque mamá está hermosa.
-Bebé se pone feliz, porque mami y papi se quieren.
Sonrió, estaba feliz. Me quedé mirándolo fijamente, mientras él le ponía la pijama. Lo arrullaba con tanta devoción, se durmió en sus brazos, luego lo acostó. Que gran hombre tenía a mi lado.
Continuará....