Si hubiera tenido siquiera un mes acá el reto se hubiera dado hoy, Diego dijo que el personalmente me enseñaría todo lo que sabe pero que luego mi comandante oficial osea el mero mero de todos me enseñaría un poquito mas, mi prima tenia un dolor de cabeza debido a su reciente pelea, nos dirigimos junto a Karla a la cabaña donde me quedaría.
- ¿Me puedes explicar por que la rubia esa te estaba jalando de los cabellos?-digo
- Prima es que ella se entero que el comandante Alfenis me tiene aprecio-dice
- ¿Y donde esta ese estúpido? Ahora mismo lo pongo como camote-digo
- Primero que nada el no tuvo la culpa y segundo estas hablando de el comandante en jefe-dice Karla
- Podrá ser el presidente pero que controle a su loca fan-digo
- Bien dejemos de hablar de Alfenis-dice Katherine
- Si, mejor dime ¿Que haces acá?-digo
- Tía Samantha le dijo a mi mama que me mandaría a la milicia a comportarme-dice
- Claro la señora Lindermann-digo
- Pues si ¿Y tu? ¿Estas acá por lo mismo?-dice
- Pues si prima, pero por lo menos cuando salga de aquí no veré ni aguantaré a la señora Lindermann y a su tan elegante hija-digo
- Tu eres mas elegante que Margaret-dice
- Me ofendes, gracias a dios que Samantha me mando con tía Luz, el campo es muy bonito-digo
- Si pero no perteneces ahí-dice Katherine
- Lily debemos ir a entrenar para el reto de mañana-dice Karla
- Oh claro, vamos-digo
Me iba ir a la salida pero Karla me paso el gran uniforme de entrenamiento.
- ¿De verdad tengo que usar esto?-digo
- Si reglas de el comandante en jefe-dice Karla
- Pero esta blusa esta muy pequeña y ajustada-dice
- Debes ponerte la, te espero afuera compañera-dice sonriendo
Solo asiento y la veo salir mientras Katherine se acuesta en mi cama y abraza a Carlitos con cuidado para no despertarlo y la veo cerrar sus ojos poco a poco.
Me quito la blusa que llevo y el brasier también, me coloco la blusa que mas bien parece brasier, me quito la falda que llevo puesta y me coloco el pantalón de guardia, miro a mi prima quien esta profundamente dormida mientras abraza a Carlitos como si fuera un peluche.
Salgo de la cabaña y me dirijo hacia donde esta Diego, Karla y Joseph hablando, hay chicas con el mismo uniforme que yo atrás de ellos esperando ordenes al parecer, al verme acercarme me sonríen los tres y es muy raro en Joseph sonreírme ya que todo a estado algo incómodo con el desde que fue que mi casa.
- Muy bien Lily ahora que estas acá ¿Cual será tu primera orden como segunda al mando?-dice Joseph
- Lo que Joseph trata de decir que tu entrenamiento será algo básico para la segunda al mando, ordena le a estas señoritas hacer ejercicios-dice Karla
- Pero es que no me gusta mucho dar ordenes, a mi me basta con que hagan 2 sentadillas-digo
Ellos abren los ojos de la sorpresa y no lo entiendo porque yo solo puedo llegar a hacer 10 sentadillas y me canso demasiado, no hago mucho deportes.
- ¿Por lo general cuantos ejercicios le das para hacer?-digo
- Pues 50 sentadillas, 20 rondas a la manzana, 15 lagartijas...-dice
- Y ya me pueden ir enterrando, si yo apenas 1 lagartija puedo hacer-digo
- Pues las harás, debe fortalecerse-dice Diego
- Solo si tu vas conmigo-digo
- ¿Por que? Esta bien, vamos ¡Señoritas! ¡Comenzaremos con las 20 rondas a la manzana! ¡No quiero flojeras! ¡A la flojera se le da un tiro y deja de joder! ¿¡Entendido!?-dice Diego gritando
- ¡Si, señor!-dicen todas
- ¡No las escucho!-dice Diego
- Pues estas sordo-digo
El se voltea a verme mientras achica los ojos, yo solo sonrió.
- Señorita Castillo, por favor-dice
- Lo siento comandante-digo
- Bueno ¡Vamos señoritas! ¡Quiero ver sudor no flojera!-dice
- ¡Si, mi comandante!-dicen todas
Las chicas comienzan a correr y solo las sigo, la maravilla de que Diego vaya corriendo al frente de todas es que puedo disfrutar de ver su trasero rebotar mientras trota, eso me motivo a trotar mas rápido para estar atrás de el y tener una mejor visión, logro esquivar algunas cuantas tipas casi llegando a Diego.
Después de unos minutos de sudor logro exitosamente estar detrás de Diego, quien me mira extraño cuando se da cuenta de que estoy detrás de el, le sonrió y el me devuelve la sonrisa después de unos 20 minutos miserables porque solo era trotar y trotar solamente sin parar.
Nos detenemos y siento que me muero, estoy sudando a chorros, Diego me mira sorprendido porque parezco como si me estoy ahogando con mi propio sudor.
- ¿Estas bien Lily? Pareces como si te fueras a morir-dice Karla preocupada
- No... So-solo estoy cansada ¿Puedo des-descansar?-digo respirando a fondo
- No, no puedes, no creas que vas a vencer a Johanna si te cansas por solo 20 vueltas-dice Diego
- Pero es una tortura-digo
- Pues no debiste meterte con Johanna-dice una de las chicas
- Señorita Vargas nadie esta hablando con usted, hará 5 lagartijas mas que las demás-dice Diego
- Déjala que hable, señorita Vargas su opinión cuenta-digo
- No, no cuenta ya que nadie le esta hablando y creí que le había enseñado soldado, a quedarse callada cuando no le hablan-dice
- Lo siento comandante-dice la tal señorita Vargas
Diego asintió y me volvió a mirar pero un teléfono comenzó a sonar y el lo saco de su bolsillo, contesto y se puso serio de repente.
- Comandante Ortiz, si, no, por supuesto que si-dice
- Y que no, y que tal vez y que quizás-digo
Es que ya me esta empezando a caer mal ese comandante de solo pensar que por su culpa la rubia esa estaba jalando a mi prima de los cabellos.