-Franco... yo. ¡debes tener mas cuidado! No puedes andar por ahí metiendote en problemas, cada vez que te metes en peleas terminas así, antes en mi Box y ahora el Hospital!
-¿Sabes? Me gustan mas las enfermeras de aqui, estas no son regañonas y respetan mi condición de enfermo
-¿Qué?
-Es broma, sabes que no es verdad
Toma mi mano, dejo que nuestros dedos se entrelacen un momento
-Me asusté Franco... realmente me asuste
-Lo siento
Dice apenas en un susurro, como si realmente lo sientiera, me enterneces verlo así, tomo una silla y me siento a su lado
-¿Cómo supiste que estaba aqui?
-Ana, ella gestionó el traslado, ella dijo que tu decias, que tu....
-Decia tu nombre
-Si...
Abre los ojos un instante, mirando a la nada, toma mi mano mas firme aun, y la lleva a su boca, el dorso de mi mano no toca su piel, pero si siento el calor de su aliento, quema y arde en mi vientre
-Mia... Mia... Mi...a...
Repetía una y otra vez en susurro junto a mi piel, ese momento fué tan intimo, tan complice, tan de ensueño
-¿Por qué me llamabas? Franco
Baja mi mano, suspira mirandome a los ojos
-¿Y tu? ¿Por qué estás aqui?
En ese momento entra una enfermera, quien ne saluda de mala gana, mira mi cara y mi vestimenta, claro, por lo apurada que estaba tomé lo primero que encontré y precisamente no era el mejor outfi de la temporada, pero al parecer le molestaba mas mi presencia allí
-¿Cómo se siente Franco?
-Bien.
-¿Tienes dolor de cabeza?
-No.
-¿Mareos?
-No.
-¿Nauseas?
-No.
-Ok. Llamame si necesitas algo
No respondió, sé que el suele ser muy antipatico pero esta vez era peor
-Franco...
-¿Sabes? Me hicieron un lavado "genital" para entrarme a pabellón, pensaron que estaba dormido, pero se despertó...
Noté el morbo en su frase mientras el sonreía, claramente está buscando alivianar la presión de todo lo que está pasando, decido picar y entrar en su juego, en parte tambien porque me conviene no adentrarnos tanto en asuntos emocionales.
-No te ingresaron a pabellón, solo te tomaron un escáner
Le corrijo
-Entonces lo del lavado fue abuso, Aunque una enfermera me afeitó, mira
Retira las Sabanas y comienza a subir la bata con su mano libre, afirmo su muñeca casi al instante para detenerlo, mientras mi pulso se dispara a 100 pulsaciones por segundo.
-No es el momento ni el lugar para que juegues con esas cosas
-Aunque al parecer todas las enfermeras son iguales... todas tocan mas de la cuenta
Sonríe, el silencio se hace presente nuevamente
-Insisto que no es el momento
Aunque le concedo ese punto, siempre dejo mis manos en su vientre o en su pecho y no dudo que alguna enfermera pudo haber hecho eso con el fin de sentir su piel
Cierra los ojos, esta cansado
-Estoy un poco drogado
-Ebrio querrás decir
-No estoy ebrio ¿Por que piensas eso?
-La enfermera de ingresos dijo que estabas ebrio
-Eso no es verdad, ya no bebo, tenía olor a alcohol pero era de una botella que me arrojaron, no he bebido, hace años que ya no lo hago, ahora estoy adormecido por el medicamento
-Puede ser...
-No me crees
No respondo, solo me limito a suspirar sonoramente, clavo mi mirada en la ventana con persianas blancas, por un resquicio puedo ver las luces de la ciudad, no sé cuanto tiempo el silencio dansó a nuestro lado pero el me interrumpe con la pregunta que ha estado haciendome y que yo esquivo a no mas poder
-¿Qué haces aquí... Mia?
Su voz es ronca, la luz tenue de la lámpara de cabecera hace que las facciones de su rostro se acentúen mas, entre abre los labios humedeciéndolos
No respondo, el echa la cabeza hacia atrás, para descansar, creo que esta molesto por mi esquiva respuesta
- Es muy tarde, deberias irte a dormir, entras a trabajar a las 8
-Es mi día libre...
Mi voz suena casi como un susurro, el lo nota, nota la pena en mi voz, la preocupacióny la dificultad en mis palabras, nuevamente en un giro suave entrelaza sus dedos con los míos... sus ojos aun permanecen cerrados
-Nunca me ha incomodado el silencio que se forma entre nosotros...
Mis ojos están fijos en nuestras manos
-...Es como si me permitiera sentir los latidos de tu corazón...
¿Queee...?
Mis dedos tiemblan, siento que mi corazón bombea sangre tan fuerte y deprisa que mi cabeza va a estallar de la presión, suelto su mano, en un segundo sus ojos se abren y se estrellan de frente con los míos, su rostro es serio, pareciera que sus ojos se oscurecieran mas, ya no son grises mas bien un negro que de un pestañar detienen mi corazón
-¿De... debo avisar a alguien? Para que sepa que tu estas aquí
Resopla y vuelve a cerrar los ojos
-No.
Nos quedamos en silencio nuevamente, cruzo al sofá que está junto a la ventana, al lado de su cama y me siento, necesito alejarme de su tacto, es peligroso porque lo siento agradable, porque cada segundo estoy sintiendo que necesito mas y mas de su cercanía.
"Serás mía... tu nombre lo dice "Mia" y por un momento, tan solo por un instante siento su aliento cálido cerca de mis labios..."
El sol entra por los resquicios de la ventana, estoy acurrucada en el sofá con una manta en las piernas, ¿abré soñado aquello o pasó? Fue tan real.
Mi celular está descargado por lo que no se que hora es.
Me incorporo buscando a Franco en su cama, no está, doy un brinco y me relajo inmediatamente al escuchar la llave del agua en el baño.
No creo que sea prudente que se esté duchando, es peligroso podría marearse y caer... pero tampoco puedo entrar
¡¿Qué te pasa Mia?! Reacciona, por Dios, ahora resulta que soy una fisgona!
Sale con una toalla cubriendo su cintura y con otra seca su pelo, de su cuerpo moldeado y mojado escurren pequeñas gotas de agua que caen al piso.
- Hola... - saluda triunfante -Buenos dias dormilona
-Mojaste tu vendaje...
-No, lo quité, ya estoy bien
Deja caer la toalla desde su cabeza a sus hombros Dios... la escena que se dibuja frente de mi es sacada del libro mas erótico que pueda haber leído en mi vida, Anastasia debió sentir esto cuando vió a Cristian Grey la primera vez desnudo...
Sus piernas son fibrosas, no muy musculosas pero bien formadas, la toalla es generosa y me permite ver la forma, el contorno de su... humanidad...
Pienso que Ana, mi compañera se mataría de la risa al escucharme decir "humanidad"
Se gira y puedo seguir deleitándome con el contorno de su trasero, su espalda, bajo su nuca hay otro tatuaje, este no lo había visto es una flecha que apunta arriba, camina hacia el closet y saca un bolso, comienza a acomodar ropa, al suelo caen sus bóxer negros con las grandes letras en la pretina "Americanino" adoraré esa marca desde hoy...
-Te vas a quedar viendo o me darás privacidad, no es que me molestes que veas pero creo que no eres de las que tienen fetiches o si?
-¡¡¡Perdón...!!!
Doy un salto y salgo lo mas de prisa posible del cuarto, mi corazón late deprisa, un calor sube por mis piernas termina en mi cabeza haciendo que está casi estalle.
Esta situación es desesperante, siento como si jugara un juego peligroso, como una ruleta rusa, un juego en el que tengo grandes probabilidades de salir dañada, pero es adictivo y tentador, este crio que es 7 años menor que yo hace que mis hormonas se vuelvan tontas y colisionen entre ellas, nada en mi me defiende de el, ni mi instinto que me empuja a tocarlo, a recorrer con mis dedos las líneas de sus tatuajes, mis ojos que buscan siempre ver los suyos, leer que hay mas allá de su mirada... las imágenes se repiten en mi mente, el envuelto en su toalla después de la imprudencia de haberse dado un baño... por un instante imaginé las gotas del agua resbalando en su pecho, bajando por su abdomen... sus manos jabonosas en su pelo...
La puerta se abre
-¿Puedes llevarme? No recuerdo donde dejé mi auto
dice ¿avergonzado?
-Si... ¿Ya te dieron el alta?
-Así es, y ya está todo pagado, reposo unos dias, cero alcohol, antinflamatorios y analgésicos para adormecer una ballena, controles en el consultorio mas cercano a mi domicilio y estaré bien dentro de 3 a 5 dias, perfecto ¿No?
Asiento, el toma su bolso, me pregunto ¿de dónde sacó sus cosas? Nadie vino a verlo, según yo no vi a nadie, ni un familiar, amigo a nadie o ¿ habrá venido alguien mientras dormía? Que clase de sueño tan profundo tuve que no sentí a nadie llegar.
Salimos del hospital en busca de mi auto, se sienta con cuidado en el asiento del copiloto, deja el bolso en sus piernas apoyando las manos sobre este
-¿ A dónde quieres que te lleve?
-A tu departamento.
-¿Qué? No puedo llevarte ahí
-Vives sola ¿no? Y estoy aun enfermo, necesito una enfermera y bueno tu lo eres, te contrataré como mi enfermera personal- su tono de voz es tranquilo y ronco, pienso un instante antes de echar a correr el auto- es broma, solo llévame al pueblo.
Franco no dice nada mas durante el camino, creo que fingió estar durmiendo para no tener que hablar de lo que le pasó.
Estacioné cerca de la plaza, abrió los ojos, tomo su bolso y se fué, creo que esbozó un "gracias", lo vi alejarse por el sendero cerca del bosque.
" -Todo es tan pequeño aqui, todo no tiene valor en esto ¡mírate! Tan pequeña, eres una mujer disminuida!
-¿Cristóbal... podemos solucionarlo... Cris..?
Esos ojos grises, los labios entre abiertos, poco a poco el rostro de Cristóbal fue tomando los rasgos de el...
-Franco... -toma mi cintura y lleva su mano a mi mandíbula, con su pulgar abre mis labios y yo succiono su dedo fuertemente mientras el deja escapar un suspiro..."
El sueño se repite varios dias seguido... y en ocasiones mas de una vez por noche.
Ya han pasado 2 semanas de la última vez que vi a Franco, no ha vuelto a aparecer en el consultorio y Ana tampoco lo ha visto.
En ocasiono miro su wsp y veo que esta conectado pero no le hablo, me acobardo.
El Sol golpeaba fuerte a la hora de almuerzo, caliento mi bien conocida lasaña, preparo un té de manzanilla para mis nervios, doy unos cuantos bocados a mi almuerzo antes de que entre Aníbal, el es el paramédico de turno, es un hombre mayor que vive en el pueblo junto a su familia, es muy amable aunque su carácter es un poco fuerte, no le gusta hacer horas extras ni que le cambien los turnos de un día para otro, Pero en general es muy agradable
-Buenas tardes Sta. Mia
-Hola Don Aníbal ¿cómo está?
-Bien gracias -sus ojos se posaron en mi almuerzo- ¿esta bajonada nuevamente?
Lo miro extrañada por su comentario, el sonríe nervioso como quien mete la pata y hecha a calentar su almuerzo
- Disculpe... es solo por su almuerzo, usted es muy fácil de leer o al menos para los hombres que tienen mas calle... cuando está deprimida trae lasaña de almuerzo, había comenzado a variar sus menús por lo que supuse estaba de mejor ánimo, por eso ahora que veo su plato pensé... disculpe... soy un poco entrometido
-¿Entrometido...? ¿¿¿Sólo eso???
Ana entra por la puerta
-Señorita Ana, buenas tardes.
-Hola viejo metiche jajaja, hola querida, vine antes para que charlemos un rato
Aun faltaban 4 horas para que comenzara el turno de Ana.
-4 horas antes -repara Aníbal
-Si, no tenía nada mejor que hacer y hace tiempo que no charlo con Mia ¿Qué trajó de comer? Eso huele fantástico
Salgo a dar una vuelta, me escabullo mejor dicho, mientras Ana y Aníbal se sumergen en una discusión sin sentido de como influye tu ánimo en lo que comes.
"Debo ordenar las fichas, pronto vendrá la comitiva de salud y aun no termino los gráficos" pensé
Un sonido captó mi atención, era una conversación entre dos hombres, reconozco uno de ellos, es Franco, me escondo tras un camión y sin querer escucho
-Sabes muy bien de lo que hablo Lombardi.
Recordé al escuchar su apellido que en el hospital lo nombraron Leal, pero eso no importa ahora, en este intante un hombre esta regañandole algo
-Vamos Carlitos ya te dije que fué solo una vez, aparte que un caballero no tiene memoria
Reconozco al tipo de Franco llama Carlitos, es el mismo que lo estaba golpeando la primera vez que lo vi en la quebrada.
-Te dije que no te metieras con ella, que solo debías intentarlo y tu vas y te metes ¡con lo que es mío!
-Mira, eso fué hace meses, y ese es tu problema, piensa que te libré de ella, solo estaba contigo por las comodidades que le dabas, además quieres que las mujeres se queden a tu lado y no eres capaz de conquistarlas, enamorarlas, seducirlas hermano
-¿A qué te refieres? Sabes que no entiendo cuando me hablas así
-Ahí esta el secreto
El hombre no esta enojado, ahora parece curioso
-Explícame Franco
Franco cambia su actitud, ahora parece un comerciante de chucherias a punto de vender su chatarra inservible
-¡Claro que si Carlitos! si sabes mostrar las virtudes que ellas buscan de un hombre, ya sabes las cosas que quieren escuchar... es cosa de tiempo para que caigan a tus pies, solo debes estudiarlas, tirar y aflojar, darles el tiempo para que intenten alejarse de ti, luego solas llegarán a buscarte...
Debes hacerte el interesante, el misterioso, despertar la curiosidad en ellas, ir poco a poco prendiendo la llama dentro de ellas...
No puedo terminar de escuchar esto...mis pies avanzan solos, de prisa me alejan del peligro por primera vez le hago caso a mi instinto y este me grita que corramos lejos, muy lejos donde sus palabra no hagan huecos en mi corazón.
Debo alejarme rápido, lo mas rápido que pueda.
Escucho unos pies pesados tras de mi
-¡Mia!
Franco me llama, trato de acelerar el paso para que no me alcance, pero sus piernas son largas, en cuatro zancadas ya está a mi lado, toma mi brazo obligándome a detener mi patética huida
-Mia ¿qué haces...? ¿Estabas...? Esto... - Lleva su mano tras la nuca, rascando su cabeza- ¿escuchaste eso que estaba diciendo...?
Me observa con cautela, busca mis ojos
-Debo volver a trabajar - tiro de mi brazo obligándolo a soltarme.
-Mia... deja que te explique
-No hay nada que explicar, no te preocupes, no te cances por mostrar cualidades que serían la mas apropiadas para mi, no trates de ser alguien que no eres.
Camino lo mas rápido que puedo, debo alejarme de aquí, no puedo permitirle verme así, es un idiota, soy una idiota, mi mente me abofetea una y otra vez, no logro entender como esto me afecta tanto, claramente me siento humillada, Ahora todo me queda claro, para Franco sñseguro soy un desafío, lograr "follarse a la enfermera del pueblo" su forma de ser conmigo durante este último tiempo era solo la muestra clara de lo que yo quería ver, como yo quería que el fuera con migo... pero... no ha sido mas que un tira y afloja desde que lo conozco, siempre esa tensión entre nosotros a sido sexual... ¿acaso eso es lo que el cree que quiero? ¿Sexo?
Me escandalizo al pensar que tengo cara de mujer fácil, que el me ha visto como si necesitara acostarme con alguien.
Me enfado, paso de la humillación al enfado, luego a la pena y nuevamente me abofeteo mentalmente.
"¡MIERDA MIA ES UN CRIO 7 AÑOS MENOR QUE TU, NO PUEDES PERMITIRLE HACERTE DAÑO ES OVBIO QUE EN LO UNICO QUE PIENSA ES EN SEXO Y SUMAR MAS MUJERES A SU LISTA!"
Yo soy la mayor aquí, debería tener claro eso, ser yo la que tire y afloje no el, además no se que pretendo dejándole tomar la importancia que se cobra, ni siquiera en un mundo paralelo podría ni pensar estar con el, porque me conozco tarde o temprano me afectaría el que yo sea mayor que el y porque somos distintos en todo sentido, el en su inmadurez siempre está metido en problemas, golpizas, no puede llevar una vida tranquila como es mi vida, sin pensar siquiera en que hace para cubrir sus gastos, si lo pienso bien, no se nada de el, dice que a veces trabajaba en un pub, pero eso no le da el dinero suficiente para mantener la vida que lleva. Me detengo por el silencio, levanto la mirada, no sé donde estoy.
Giro para volver por mis pasos, Franco está a unos 10 metros tras de mi, me ha seguido por todo el trayecto
-Pensé que llegaríamos al otro pueblo, has caminado mucho ya
Dice, calculando el humor en sus palabras, camino hacia el y lo paso sin mirar
-Mia...
-No, Franco Leal, creí que tu nombre era Franco Lombardi.
-Lombardi, ese es mi apellido.
-Vaya, sique eres un misterio ¿no? O ¿eso también forma parte de lo que las mujeres quieren ver? El misterio del verdadero nombre de Franco
-Mia... deja que te explique
-¿Qué me vas a explicar? ¿Qué no alcancé a escuchar? No necesito tus mentiras, si eres este o aquel me vale
Comienzo a caminar al instante que el abre la boca, no pienso escucharlo, no dejaré que muestre los atributos que yo quiero ver en el, no dejaré que me engañe, que me diga lo que yo quiero escuchar.
Una pareja camina por nuestro lado pero yo disminuyo la marcha para que no escuchen lo que hablamos, la pareja se susurra algo y miran a Franco, el pone los ojos en blanco.
-Mia detente
Toma mi mano, la quito de un tirón
-Suéltame, No, no te escucharé, sé perfectamente lo que oí ¡sé que clase de hombre eres!
-¿Porqué te enfadas tanto?
-¿Qué?
-Eso, me escuchaste bien ¿por qué te enoja tanto lo que me oíste decir?
-¿ Qué quieres decir? - espeto molesta- te escuché decir como haces para conquistar mujeres para llevártelas a la cama y, y...
-¿Y tu crees que te estoy haciendo lo mismo contigo?
Me detengo en seco.
-Entonces piensas que te estoy conquistando
Sigo en silencio
- Y si te molesta tanto... si estás así de enfadada es porque está funcionando, en el fondo ¿estas empezando a sentir algo por mi? Eso quiere decir que TE GUSTO.
"TE GUSTO, TE GUSTO, TE GUSTO"
Se repite en mi como un eco, es verdad y la verdad duele y te hace enojar
-¡No! ¡CLARO QUE NO FRANCO!
-¿Entonces por qué estas tan molesta?debería darte lo mismo lo que haga o deje de hacer con otras mujeres
Se acerca demasiado
-No te acerques, no es solo lo que haces con las mujeres, es a cambio de qué!
Hasta el momento no había analizado las palabras del tipo gordo que estaba con Franco, el le decía que debía seducir solamente a una mujer y el se la había fo... se había involucrado con ella, lo peor es ¿a cambio de qué? ¿Dinero? El solo pensarlo me da nauseas
- Sí, a cambio de qué... ¿ Que crees tú? No te equivocas, por tu cara ya le diste al blanco.
- ¡Vendes tu cuerpo!
Mierda, Franco es un gigolo ¡Un prostituto!
El se ríe exageradamente
-¿Crees que soy un Puto? - Nuevamente lee mi mente, guardo silencio- por tu silencio veo que no me equivoco.
-¿Qué esperas que piense? Si todo contigo es un misterio, andas en cosas extrañas, vas y vienes de la consulta, llegas y me pones el mundo de cabeza - estoy angustiada, mi voz suena casi como un grito- hay dias en los que siento que estamos... no sé que pensar, Franco esto no está bien
-¿Qué no está bien?
-Esto ¿ A qué estámos jugando? ¡Por Dios!
-Deja de ser tan prejuiciosa mujer
-¡No es prejuicio! Se llama realidad
-Pués entonces acepta la realidad
-No, tu realidad es distinta a la mia
-¿Ves? ¿Seguirás negando que tu vida la domina el qué dirán?
-No se trata de eso Franco, Dios, no sé qué estámos haciendo, estar aqui discutiendo quien sabe qué, ya no sé ni por qué comenzamos a discutir
-Anda Mia acepta que en el fondo sabes lo que está pasando, no lo puedes negar
- ¡No juegues con mi cabeza!
-¡ ¿ POR QUÉ NO ACEPTAS EL HECHO DE QUE SIENTES ALGO POR MI?!
-¿QUE? claro que no, eso es estúpido, esto no puede ser, sabes que no está bien
-Dices que no está bien, pero sabes que sentimos todo lo contrario, en el fondo, todo lo demás no importa
Recuerdo nuestro encuentro de hace un tiempo, una tarde que olvidé mi almuerzo, salí al pueblo a buscar algo de comer, me lo encontré de regreso, mientras comía una tortilla con queso de cabra, no recuerdo como empezó la conversación pero si lo que me dijo
" -No creo que la edad sea un problema cuando dos personas están juntas - dijo mientras me robaba un trozo de mi pan- el problema que tienes se llama prejuicio
-No, Claro que no, no creo ser una persona prejuiciosa Franco
-¿A no? Entonces dime ¿ crees que es malo que una mujer esté con un hombre menor que ella, pero no piensas lo mismo cuando el mayor es el hombre?
-Es distinto...
-No.... estas tirando por la borda los últimos años de lucha de tu genero por derrocar los estereotipos, el machismo opresor, eres una vergüenza para tu genero
se ríe y rio con el
-No es eso, igual lo pienso de hombres muy mayores que andan con niñas jóvenes, el que dirán...
-Prejuicio - sentencia."
Está de pie frente a mi, con el Sol dandole la espalda, Dios es realmente un imán para mi, todo me llama a tocarlo, como la abeja al panal, siento que todos los caminos me empujan a el, debo lograe salir de esta clase de embrujo antes que caiga completamente en el y no pueda salir mas, o la realidad, no quiera salir de ahí.
-Mia, escuchame
-¡No! Ya no quiero escucharte, me queda bien claro el tipo de persona que eres y no puedo estar cerca de alguien como tu.
Se queda callado, quizás algo ofendido o contrariado, no lo sé, después de lo que parece pensarlo un buen rato se hace a un costado, comienzo a andar al consultorio, aun tengo mucho trabajo y el no me ayuda a concentrarme, debo aferrarme a cualquier cosa que me permita alejarme de el, a generar distancia entre nosotros, necesito evitar cometer algún error del que me arrepienta o me dañe, ya he sufrido lo sificiente, no quiero volver a caer en esas aguas de las cuales me ha costado tanto salir.
Camino de vuelta cuando la camioneta de Aníbal aparece a mi lado, se ofrece a llevarme, Franco se queda unos pasos mas atrás, Aníbal lo examina con la mirada, sabe que algo ha pasado, de igual forma nos pudieron haber visto discutir y eso nos deja en boca de todos.
Miro de reojo, Franco permanece a unos 10 metros, su rostro se torna furioso cuando accedo a que Aníbal me lleve de vuelta.
Miro como su imagen se hace pequeña atraves del espejo del costado de la camioneta.
El se quedó ahí, sin moverse hasta que ya no lo vi mas por el espejo.