Eres Mia
img img Eres Mia img Capítulo 2 2. Dos Golondrinas
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Capítulo 6 6. Roto img
Capítulo 7 7 Medio Pueblo (parte I) img
Capítulo 8 Medio Pueblo (parte II) img
Capítulo 9 Weirdo img
Capítulo 10 Weirdo (parteII) img
Capítulo 11 Weirdo (parte III) img
Capítulo 12 Fué lindo Verte (Parte I) img
Capítulo 13 Fué lindo verte (parte II) img
Capítulo 14 Gravedad img
Capítulo 16 Siempre hay algo que explicar img
Capítulo 17 Estar seguros img
Capítulo 18 La pregunta img
Capítulo 19 A la mierda img
Capítulo 20 Alarmas. img
Capítulo 21 Sin aliento img
Capítulo 22 Un cumpleaños diferente img
Capítulo 23 Con Calma img
Capítulo 24 Una fria pared de acero (parte I) img
Capítulo 25 Una fria pared de acero (parte II) img
Capítulo 26 Tienes un mensaje de voz img
Capítulo 27 Confianza img
Capítulo 28 Un lugar tranquilo img
Capítulo 29 Solo una persona img
Capítulo 30 Buscame (parte I) img
Capítulo 31 Buscame (parte II) img
Capítulo 32 Insomnio (parte I) img
Capítulo 33 Insomnio (parte II) img
Capítulo 35 Es cosa de escucharla img
Capítulo 36 Sinceridad img
Capítulo 37 Aroma a el img
Capítulo 38 Inevitable img
Capítulo 39 Pastel de chocolate y café img
Capítulo 40 Pastel de Chocolate y cafe (parte 2) img
Capítulo 41 Aun latido img
Capítulo 42 ¡Pués rompeme el corazón! img
Capítulo 43 Nublado img
Capítulo 44 Todo el camino img
Capítulo 45 Lo haré mas fácil para ti img
Capítulo 46 Seguir respirando img
Capítulo 47 Tenemos un trato img
Capítulo 48 Un techo nuevo img
Capítulo 49 Mi cordura img
Capítulo 50 Sin su luz img
Capítulo 51 Un Pie de Limón img
Capítulo 52 Un Pie de Limón 2 img
Capítulo 53 Bloquearé tu numero img
Capítulo 54 Emociones img
Capítulo 55 El beso img
Capítulo 56 Respirar img
Capítulo 57 ¿Qué quieres Mia img
Capítulo 58 Ciclos img
Capítulo 59 Recordatorio img
Capítulo 60 Solo si tu vas img
Capítulo 61 Una carta img
Capítulo 62 Recuerdos img
Capítulo 63 Entrevistas img
Capítulo 64 Promesa es promesa img
Capítulo 65 Viajar en avión es de lo mejor img
Capítulo 66 Abrazos img
Capítulo 67 Lo juro img
Capítulo 68 Dia de campo img
Capítulo 69 Estamos de Vuelta img
Capítulo 70 Notitas img
Capítulo 71 Reconciliación img
Capítulo 72 La Llamada img
Capítulo 73 Sus Ojos img
Capítulo 74 Siempre hay quien mire img
Capítulo 75 Eventos inesperados img
Capítulo 76 Cinta Roja img
Capítulo 77 S.O.S img
Capítulo 78 Razones img
Capítulo 79 Comprometido img
Capítulo 80 Conectividad img
Capítulo 81 Sus ojos img
Capítulo 82 Te Encontré img
Capítulo 83 Entendiendo Su Mente img
Capítulo 84 Oscuridad img
Capítulo 85 Una Vida img
Capítulo 86 Certero img
Capítulo 87 Última llamada img
Capítulo 88 III TEMPORADA "Eres Mia... Siempre Mia" img
Capítulo 89 Conexión img
Capítulo 90 Llamada img
Capítulo 91 Vuelvo, vida vuelvo img
Capítulo 92 La despedida img
Capítulo 93 Cumpleaños Feliz img
Capítulo 94 Los amigos importan img
Capítulo 95 Sanar img
Capítulo 96 Apuesta al ganador img
Capítulo 97 Seguridad img
Capítulo 98 Reunión img
Capítulo 99 Cuarto de Soltera img
Capítulo 100 Cielo abierto img
Capítulo 101 Rainbow img
Capítulo 102 Siempre suya (fin) img
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Capítulo 2 2. Dos Golondrinas

Corrí tan deprisa que sentía como los músculos de mis piernas quemaban, corría y corría casi con desesoera ión, sintiendo ese dolor en el pecho, no recordaba que me alejara tanto del Consultorio, subí la quebrada con mas dificultad de lo que pensé, mi uniforme quedó completamente cubierto de tierra y barro.

Corrí sin mirar atrás, solo con la imagen de sus ojos pegados en mi retina.

Estaba asustada, realmente impactada por la violencia en la que estaban inmersas esas personas, pero mas aún impactada por sus ojos...

me vió...

me vió y corrí, no miré atrás, no sé que habrá pasado finalmente con el y esos matones, simplemente me alejé de ese encuentro en el que quizás pude haber terminado mal.

-¿Dónde estabas Mujer! Salí a buscarte pero no te encontraba, ya estaba pensando en llamar a la policía para buscarte, no contestabas tu telefono

-Eh... si, no exageres Irene, estoy bien.

Ella sonrió, mi voz sonó entrecortada por el esfuerzo que me supuso el llegar hasta aquí

- Estoy bien, solo salí a dar un paseo y bueno...

-¡Tu ropa esta asquerosa !

-Si, me caí en el camino, andaba algo distraída

-Bueno, bueno como sea, linpiate un poco, hay mucha gente esperando, Fabiola ya acabó asique se fué a esperar en la ambulancia a que todos terminaran, solo falta cerrar el vacunatorio

-ok, pueden irse, yo termino de cerrar todo, no se preocupen

El tiempo transcurrió de tal forma que al volver a la consulta el sol ya se estaba escondiendo tras los cerros, en el vacunatorio aun quedaban unas 15 personas, Vicente se despidió de mi disculpándose por Fabiola, yo solo asentí, como siempre su abrazo era mas largo de lo común y un tanto inquietante.

-Bueno, si quieres un día hablar con alguien... no lo sé, vivo cerca... podríamos ir a tomarnos algo por ahí

Dijo mientras pateaba una piedrilla del suelo, el gesto me pareció tan infantil que me hizo sonreír

-¿No estarás invitándola a salir verdad?

Cristian apareció tras de el con una enorme sonrisa

-Vamos Doctor, Sabes que yo estoy antes que tu en la fila

Me guiñó el ojo, nuevamente salvada por este gran hombre de bíceps hipnóticos.

Se despide con un abrazo y esta vez yo me quedo mas tiempo de lo normal abrazando a Cristian, es agradable, muy agradable, pero de ese agradable tierno, protector, como diría Irene "es un abrazo largo pero no sexuado"

Y ella, Irene, no se va sin antes hacerme una bendición del Universo, decretando que el amor de mi vida se haga presente lo antes posible para que me olvide del "gilipollas" de Cristóbal

-Extrañaré tu imitación de española

-Venga Tía que vosotros llamáis y en menos que se demora en cantar el pandero os estoy en tu apartamento!!!

Siempre es un gusto verla...

-Sin duda, suena como antivirus de computador

Cristian ríe mientras da un suave apretón de hombros a Irene

-Ya deja de ver "La casa de papel"

Pasada las 9:00 de la noche me despido de la señora Carmela del Carmen, una viejita muy simpática y amorosa, siempre cuenta la misma historia del por qué su padre la llamó así, al parecer el día que ella nació su padre se fue de parranda con el trabajador civil que la inscribió en los registros de niños nacidos y no recordaban bien el nombre que habían quedado en ponerle con su madre, por lo que decidió inscribirla en el registro como "Carmela del Carmen", sonrío cada vez que me cuenta la misma historia, es una señora muy dulce, cuya mente está comenzando a perderse en los recuerdos de un pasado en los que vivía con su gran y único amor, después que enviudó nunca mas buscó refugio en otros brazos, siempre enamorada de su amor que partió hace ya muchos años

-...y por eso me llamo así hija, es una tontera pero bueno...

-Pero es muy original, si no le hubiesen puesto así su padre ahora no tendría una historia que contar

-Tienes razón mi niña

Se despide de mi con un abrazo, a pocas personas suelo abrazar pero ella es una de esas pocas...

Cierro la puerta principal tras ella, el día fué largo... guardo el fonendo en su estuche, recojo la basura que queda olvidada por ahí, apago el Pc, este tarro que apenas corre, ya han sido muchas emociones vividas el día de hoy, estoy cansada y aun me espera el viaje de vuelta, espero no quedarme dormida al volante, tendré que ir escuchando música fuerte o algún programa radial de esos que se burlan de todo y donde todo es pura risa.

La puerta principal se abre de golpe...

- Lo siento está cerrado por hoy, si necesita alguna urgencia el Servicio de urgencias esta abierto, por el otro costado es la entrada, Ana está de turno...

No reconocí que era el hasta que me encontré de frente con sus ojos...

Su cabello estaba cubierto de tierra y sangre, su ceja derecha tenía un corte que ya no sangraba pero claramente necesita cerrarse, en su labio también llevaba un corte, estaba cubierto de polvo

-¿Esto no es un maldito hospital? Y usted una... -calculó sus palabras- ¿doctora?

-... enfermera... soy enfermera...

Sus ojos vacilaron un instante, quizás sopesando el volumen de mi voz, que sonó mas como a un chillido, dió un paso hacia delante e instintivamente retrocedí

-No te haré daño, solo necesito que me ayudes a cerrar esto...- Me muestra un corte de unos 5 centímetros que cruza su sien hasta su cabello - me lo debes enfermera

-¿Perdón... yo por que tendría que deberte algo yo a ti ....?

- Por el juramento a la bandera,ese que hacen de salvar vidas y esa mierda.

-No soy policía para hacer esos juramentos, ni doctora

Camina nuevamente hacia mi, pero esta vez no retrocedo

-¿Por favor?

Añade, mientras sus ojos recorren mi cara, asiento levemente mas confusa que temerosa.

Lo recuesto en la camilla, claramente le dieron una paliza, toca su estómago como si le doliera, escuché un leve quejido cuando reposó su cuerpo, abro el botiquín y comienzo a prepararlo todo tratando en todo momento de darle la espalda evitando que viera mi nerviosismo, tomo la bandeja con los materiales para su curación, la dejo en la mesita que está a su lado, me obligo a concentrarme en mi tarea, solo en mi tarea.

Limpio la herida con suero fisiológico y con una pinza voy retirando pequeñas piedras y basura de la zona, el no gesticula, ninguna mueca de dolor, cierra los ojos, ahora puedo verlo mas de cerca, es joven no debe superar los 25 años, sus rasgos son varoniles, mandíbula ancha, su nariz es robusta, sus labios perfilados y carnosos, sus cejas... suturo la herida que divide su ceja en dos, "quedará una cicatriz ", repito el procedimiento, limpio, y pongo un enfrentamiento para cerrar la herida, me pongo nerviosa cuando bajo a sus labios, este tiene un corte, no es profundo lo limpio y puedo verlo mas claro, noto una leve sonrisa en su cara cuando el algodón se cae de la pinza y termina en el cuello de su polera, lo tomo con los dedo, un manchón de tinta negra se asoma por el cuello, es un tatuaje, me entra curiosidad por saber qué es y qué significa, la pregunta tonta de siempre "¿tiene significado tu tatuaje?" Como si todo aquel que se tatuara lo hace para conmemorar una étapa importante de su vida, algún evento en el que salió triunfante , pero quien compartiría algo tan personal con una desconocida.

Tatuarse un evento importante... de ser así tendría el rostro de Cristóbal en mi hombro o el numero 10 para no ser tan evidente... muevo la cabeza para quitar ese pensamiento

-¿No qué...?

Pregunta aun con los ojos cerrados

- Nada...

Repongo y volteo con la escusa de buscar mas gasas, debo controlarme este chico me intimida, me parece medio malas pulgas, quizás sea un matón, Es un chico malo, malo y sexy, extremadamente sexy responde mi subconsciente, lo obligo a callarlo antes que note que estoy pensando de mas.

-Puedo darte unos analgésicos para el dolor, si quieres... después de esa golpiza... amanecerás con dolor...deberías tomarte una radiografía para descartar que tengas una costilla fracturada...

Mi voz se va apagando con cada frase que pronuncio

-¿Cómo sabes que me golpearon?

Permanece con los ojos cerrados, las manos en el abdómen, me ruborizo ahora si que ya no tengo escapatoria,

demonios, quizás el no me vió en la quebrada esta tarde, estaba atrás de un árbol... no sé como salir de esta

-Solo decía, por el tipo de herida... no creo que te cayeras de un árbol.

- Me caí de un árbol.

Respondió, entonces decidí no hablar mas, si definitivamente es mas joven, aunque su voz es ronca, es alto debe medir uno ochenta, su cabello no era largo pero seguro podría tomarlo con mis dedos...

Tirarlo...

¿pero qué demonios....?

Me sorprendí a mi misma en mis pensamientos, debo controlarme, esto no me había pasado antes, una vez cuando estaba en internado y debía realizarle las curaciones a un esquiador, que había tenido un accidente, era guapo y muy amable, a diferencia de este sujeto que es bastante mal educado, en aquella ocasión dejé que mi mente volara y si coquetee con un desconocido, pero solo fué eso.

-Eras tu ¿verdad?

-¿Qué...?

Sin querer dejé caer las tijeras a la bandeja de curaciones

-Hoy, en la quebrada... sé que eras tu

Giro lentamente para ver su rostro, pero el sigue recostado con las piernas cruzadas y las manos entrelazadas en su abdómen

-Lo siento... no quise espiar...

Me quedo un momento esperando su respuesta pero el solo sonríe, aun con los ojos cerrados.

Mi respiración es agitada, pero continuó limpiando y suturando sus heridas, el nuevamente entre abre los labios y deja escapar un leve suspiro cuando apoyo mi muñeca un instante de mas en su hombro mientras le aseguro una gasa en la cabeza.

-¿Qué les hiciste?

La pregunta escapó de mi boca y me arrepentí al instante, abre los ojos de un golpe dejando la mirada fija en el techo

-¿Qué te hace pensar que el culpable soy yo?

- El dijo, el hombre - me sonrojo y mi voz suena bajo- el tipo que estaba contigo, el dijo que tu te habías metido con sus cosas...

Vuelve a cerrar los ojos, se queda en silencio un instante

-Es un imbécil, pero tiene razón, en parte, pero, lo que me deja mas intrigado es lo prejuiciosa que eres

-No lo soy

Respondo rápidamente, de improvisto se sienta quedando a unos 30 centímetros de mi rostro, sus manos apoyadas a un costado, se inclina un poco mas hacia mi, mi pulso se acelera, debo abrir la boca para respirar mejor

-¿Qué edad tienes?

Mi rostro está pálido, no respondo, me quedo mirándolo sin entender el hilo de la conversación

- ¿ Qué, edad, tienes?

- El orden correcto para conocer a alguien es preguntar primero su nombre

Digo demasiado rápido a mi parecer, pero el solo se limita a sonreír, por un leve momento, solo por una milésima de segundo creo ver que observa mis labios antes de seguir el recorrido de su vista, el silencio apremia y la radio que sonaba a volumen bajo deja de tocar, toma aire para decir algo pero la puerta se abre de repente, Ana entra al Box

-Vi las luces encendidas de la consulta y pensé que habías olvidado apagarlas

-No, solo tuve una urgencia de último momento

Ella se queda pasmada al ver a mi paciente, sus ojos lo recorren de pies a cabeza y pone esa cara de tonta cuando ve a alguien que le gusta, se apoya en la pared y saluda.

-Hola.. buenas noch.... -es interrumpida por los movimientos rápidos del muchacho quien se baja de un salto de la camilla

-Debo irme

rapidamente toma su chaqueta y sale por la puerta

-Espera, necesito tus datos para ingresarlo en la Ficha

Pero el no mira atrás, abre la puerta y se pierde en la oscuridad de la noche

-Ya se fué...

Digo con un tono mas triste de lo que pretendía sonar

-¿Qué hacia Franco aquí?

-¿Franco?

-Sí, ese es su nombre, es un mijito rico que te lo comes con chaqueta y todo

Hace un gesto de chuparse los dedos, extrañamente a mi molesta.

-Ana... por favor...

-¿Qué?! Apoco no? Si está de fileteárselo mujer o eres una santa o eres ciega

-Está bien, pero no hables así

-"hay si" "Las mujeres no hablan obscenidades" ¡chupalo"

-¡Ana! No, no es eso, pero debes cuidar tu forma de hablar, estamos en el trabajo

-Que eres aburrida, bastante, te informo que las mujeres hablamos obscenidades, vemos porno, nos embriagamos y cogemos por coger.

-Dios, mejor ayudame con los datos que sepas de...

-Franco

-Franco...

Ana me da algunos de los datos de el, la verdad es que casi nada, solo podré llenar la lista de insumos que usé, debere buscar la forma de encontrar su ficha, de lo contrario no me cuadrarán el informe de stock de insumos a final de mes.

Ella está muy entusiasmada hablandome de el, bromeo para saber si había tenido algo que ver con ella pero ella solo se limita a decir mas tonteras

-Ya quisiera yo, pero es muy mala junta a nadie le conviene alguien como Franco, al menos que solo sea para pegarse una cogida o dos pero para involucrar el corazón ahí estas locade patio.

-Ya pero si es solo para eso...

-Mujer, tengo novio, que esta igual de bueno que este, pero no me va andar rompiendo el corazón.

Me lanza un beso y se marcha pavoneándose como de costumbre.

Ana es la otra enfermera del consultorio, rotamos turnos pero casi siempre prefiere trabajar de noche, así le pagan por dormir dice. Es muy bella tiene el pelo un poco mas abajo de los hombros en un rubio platinado, sus ojos son redondos y su nariz respingada, sus labios bien formados como si siempre anduviera tirando besos, boca de pato, es simpática pero siempre hace sus comentarios fuera de lugar, al menos los hace cuando estamos solas.

Cierro todo, me devuelvo a ver que realmente apagué la luz y me dirijo a mi auto, miro a todos lados sintiendo que alguien me observa, este pueblo a veces es medio tenebroso, sobre todo en las noches.

"Esto me queda chico, todo, el departamento, el llegar a casa y ver esto, yo tenía sueños, no puedo conformarme con esto, todo me queda pequeño...hasta... hasta tu, incluso tu..."

Esta vez el sueño no llevaba el rostro de Cristóbal, por esta vez eran sus ojos grises los que me miraban, sus ojos.

Bruno Mars suena nuevamente para despertarme, la luz tenue se cuela en mi habitación y por primera vez en 6 meses me levanto sin preámbulos, tomo la caja de cereales y me preparo el desayuno, salgo de mi departamento a las 7 a.m. a las 7:54 ya estoy estacionando el auto donde siempre, espero unos minutos antes de entrar a la consulta, hasta que Ana aparece por la puerta y se dirige a su auto, no quiero encontrármela y oírla parlotear de lo perfecto que es Richard su novio en la cama, apago la radio, tomo mi pequeño bolso de mano, olvidé mi almuerzo.

-Rayos...

El Box está frío por lo que enciendo el calefactor

"Franco es un peleonero, le encanta andar armando camorra y dándose de combos por ahí y por allá, pero lo que tiene de conflictivo lo tiene de mijito rico"

Recordaba las palabras de Ana al contarme lo poco y nada que sabía de el, asentí cuando me explicó que era un camorrero, ya lo había visto golpeándose con otros tipos, por eso es que estaba anoche aquí.

El día pasó lento, sin mucho que contar los pocos pacientes que quedaron sin atención el día de ayer vinieron para su control de signos vitales, retirar los medicamentos de uso crónico o solo a preguntar la fecha de la próxima visita, cada vez que se habría la puerta mi corazón daba un brinco y mi pulso se aceleraba... nunca apareció...

Al tercer día de mi turno, antes de terminar a las 7:49 de la noche la puerta volvió abrirse "genial, justo cuando mi turno estaba por terminar"

-Eres Mia.

Reconocí su voz... mi corazón dio un brinco, giré para verlo, estaba de pie en la entrada, llevaba un polerón con capucha gris, pantalones negros y unas botas de igual color, el pelo le caía por costado de la cara

-Tu eres Mia

Dijo nuevamente con un tono posesivo en la voz, sentí un escalofrió recorrer mi espalda, el tono en su voz al decir "Mia"

- ¿Qué...? ¿ Tu...Tuya...?

La comisura de su boca se eleva sutilmente mientras camina hacia mi, mis ojos no pueden dejar de mirarlo mientras camina y se sienta en la camilla

- Tu nombre... es Mia, te llamas Mia.

La sangre se me estanca en la cara, el pulso se me dispara como caballo de carrera y mis piernas flaquean, la vergüenza pasa a primera fila y me apunta con su dedo acusador

-Si... si... me llamo Mia

Volteo rapidamente en busca de los instrumentos que inconscientemente comencé a buscar el botiquín de curaciones

-Necesito tu ayuda, los puntos que me pusiste se abrieron

Retira el apósito de su cabeza, mostrándome la herida abierta nuevamente

-¿Qué ocurrió? ¿ los mismos tipos del otro día?

-Otros.

- Al menos deberias pelearte de a uno, no contra un montón, digo si te vas a agarrar a camorras y tener que estar curándote cada 3 dias mejor que sea parejo la pelea, ¿no?

-¿Acaso te molesta verme cada "3" dias por aquí?

Su tono es burlón y pone énfasis en el "3" mientras se tumba en la camilla.

-Además tenemos una conversación que quedó a medias, no has respondido a mi pregunta Mia...

Dice, su voz suena suave, cierra los ojos... es mas guapo de lo que recordaba... tardo un segundo en reaccionar, comienzo a limpiar su herida con suero fisiológico, al contacto deja escapar un suspiro, sus labios se entre abren un poco y puedo sentir su respiración agitarse mientras apoyo mi muñeca en su hombro, junto nuevamente la piel de la herida, necesito romper la tensión, hablar de algo para bajar un poco mis nervios

-¿Qué pregunta...?

Digo al fin, tratando de sostener el aire en mis pulmones, hace una mueca de dolor.

- Sobre tu edad - tarda un poco en responder- ¿Cuántos años tienes?

- ... es de mala educación preguntarle la edad a una mujer...

Suelta una risa sonora y abre los ojos, se sienta apoyando las manos en la camilla, quedamos a la misma altura, sus ojos se tornan mas oscuros, traga saliva y moja su labio inferior sutilmente.

-¿No eres de esas mujeres que se ofenden por todo? o ¿quieres que te trate de usted?

-¡¡No!!! Nada de usted, mi nombre es Mia, solo Mia.

-Eso dije, que tu eres Mia

Y ahí va nuevamente ese tono en la voz, es segunda vez que lo utiliza y comienzo a creer que se está divirtiendo conmigo.

- 31, tengo 31 años, pronto cumpliré los 32 a finales del próximo mes, ahora recuéstate que debo terminar de curarte

Cierra nuevamente los ojos como si le agradara mi respuesta, se recuesta nuevamente en la camilla

- ¿y tú... que edad tienes?

Vuelvo a tomar las gazas y a limpiar su herida.

- ¿No has visto mi expediente...?

Niego con la cabeza, en realidad no tiene expediente

- ...bueno tengo unos cuantos años menos que tu - cierra los ojos, la verdad es que no sé que edad tiene este hombre tan extraño -Tampoco es algo importante - continua, lo miro sin comprender lo que dice- la edad, la diferencia de edad entre dos personas... son sólo números, pero si te interesa saber tengo 25, ya pronto cumpliré 26, creo que el mismo mes que tu.

Demonios caí en la cuenta que me pongo nerviosa de un crio unos 7 años menor que yo, no pude evitar volver a ruborizarme y como si estuviera leyendo mis pensamientos comenta

-Te ruborizas muy a menudo, a pesar de ser una, mujer adulta, eres bastante vergonzosa...es adorable.

"¡¡¡¿¿¿Queeeee...? ¿Adorable?" Dijo que era adorable, que le pasa a este tipo, esta jugando conmigo, es de esos críos que se saben guapos y como me pongo nerviosa a su lado este me molesta ¡mierda! No puedo ponerme así ¿Donde está mi cordura y mi ética? Los 5 años de estudios y toda esas porquerías que me enseñaron en la universidad.

Trato de mantener la calma y hacer que no escuché su ultimo comentario.

Termino de suturar sus heridas en silencio pero noto que la sangre de su pelo está seca

-¿Cuanto tiempo hace que te golpearon?

Deja de mover los dedos de las manos

- En la madrugada- responde con un dejo de molestia en su voz

-¿ Y recién ahora vienes a que te curen las heridas...?

- No trabajas en la madrugada y después no estabas sola - lo miro sin comprender- me refiero a que siempre estabas ocupada cuando venía, preferí esperar a que cerraras.

-No me pagan horas extras.

Sonríe

Se mueve para sentarse en la camilla mientras un quejido de dolor se escapa de su boca y lleva sus manos al abdomen

-¿Quieres que te examine eso? Puedes tener una costilla rota - asiente - debes... debes quitarte la camisa

Sonrie, creo que con algo de malicia

-Está bien

Los oídos me zumban mientras el lentamente comienza a desabrochar uno a unos los botones, me mira por un instante, sus ojos brillan, debo recordar respirar para no desvanecerme.

Se retira la ropa, su cuerpo está muy bien trabajado, sus músculos no son como los de Cristian pero están muy bien tonificados, en su vientre puedo distinguir un tatuaje, al parecer son unas aves, Se recuesta nuevamente en la camilla, en su hombro se extiende un segundo tatuaje es un tribal parece un escudo, avanzo hacia el sosteniendo la respiración, poso el fonendoscopio en su pecho, escuchando el murmullo pulmonar, necesito concentrarme recordar como suena cuando hay algún derrame pleural o si hay líquido en sus pulmones como sangre, mis nervios aumentan cuando noto el ritmo acelerado de su corazón... ¿es que está nervioso igual?

Dejo el fonendo en la mesita y anoto unos garabatos en una hoja, nada específico solo es una escusa para poder tomar aire, alejarme de el un instante.

Su abdomen es firme, puedo ver sus metameras, paso mis dedos sobre su vientre en busca de algo irregular, me congelo cuando abre la boca y deja escapar un suspiro.

-Tienes las manos frías

Su piel se eriza, lo observo de soslayo, tiene los ojos cerrados y el ceño fruncido, no se como interpretar eso, palpo una a una sus costillas, dos grandes hematomas pintan su abdomen, a simple vista no encuentro señal de fractura alguna, aun así sigo palpando, embelesada por la turgencia de su cuerpo, mis dedos bajan desde su pecho al tatuaje que cubre por el costado su costillas y bajan por su vientre, finalmente lo puedo distinguir son dos golondrinas que vuelan en direcciones contrarias pero están unidas por un hilo desde sus patas, las yemas de mis dedos dibujan la fina línea que une ambas aves y siguen bajando, siempre bajando...

-¿Necesitas que me quite los pantalones...?

Doy un brinco, la puerta se abre, Ana entra estrepitosamente al box sacándome de mi estado vegetativo

-¡Hola! ¿Que tal...?

Dice en tono coqueto, mas saludándolo a el que a mi.

Franco se levanta de la camilla a toda prisa, toma su ropa vistiéndose mientras abandona la consulta, antes de llegar a la puerta se detiene un momento, vacila unos segundos y luego sale mas rápido que nunca, me quedo congelada sintiendo en la boca la amargura y en el pecho un vacio, se ha ido.

- Franco, dos veces en la última semana en la consulta ¡ Wow...! creo amiga que haces muy bien tu trabajo o el está solo buscando excusas para venir a verte.

-Nada de lo que estas pensando, debía venir para tomarle sus datos para el expediente

-Ya, claro

Dudo que creyera en lo que le dije, de igual forma estuvo hablándome de el hasta que cerré la consulta.

-Es muy mujeriego amiga, se a follado a la mitad del pueblo, ni se te ocurra caer ahí, fuera de todo que eres mayor que el, ósea, tampoco es un niño o un menor de edad que vayan a acusarte de pederasta- ríe vulgarmente- pero si te sirve como canita al aire y sacarte al muerto de tu ex de encima pues...pero dudo que lo hagas eres muy... a la antigua y a el le gustan esas relaciones medias fogosas y carnales -vuelve a reír esta vez mas nerviosa - bueno igual no es que te vayas a olvidar tan fácil de tu ex, es decir amiga aun lo amas ... ¿no?"

Y hasta ahí llegó la conversación, tome mis cosas y me fuí, no quería recordar a Cristóbal, habían pasado dias en los que ya casi no pensaba en el... ni siquiera lo había notado, pero desde el comienzo de esta semana que ya no he sentido el vacio en el pecho al pensar en estar sola, no lo he soñado casi, siento que cada vez lo siento menos, espero que siga así al llegar a mi departamento.

Mientras me voy con la imagen viva de sus ojos grises mirándome y la sensación de las golondrinas de su piel bajo las yemas de mis dedos.

            
            

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