Capítulo 5 5.Buenos Dias

"Arranca... vamos arranca..."

mi maldito cacharro se niega a encender y no tengo idea de qué hacer... nunca quise aprender nada de mantención de autos, de eso se encargaba Cristóbal...

Apoyo la frente en el manubrio exhausta por el día, por los pensamientos y por la conmoción de esta tarde.

Ya es de noche y no tengo mas opciones para regresar a casa, vuelvo a introducir la llave pero no hay respuesta, tengo ganas de gritar, de salir corriendo, de llorar...

Golpean el vidrio de la ventana del auto, no quiero levantar la vista porque dentro demi ya se quien es.

Franco...

-¿Necesitas ayuda?

Su sonrisa es amistosa, este hombre acabará con mi cordura, es tan endemoniadamente guapo... que es tentador sonreírle de vuelta, pero lo de guapo lo tiene de cambiante, necesito mantenerme lejos de el

-No, gracias, estoy bien.

Enarca una ceja.

-Vamos Doctora, solo quiero ayudarla

¿doctora?

¿Enserio quiere molestarme después de lo de hoy?

Le encanta tentar a su suerte, no respondo, insisto con la llave en el encendido del auto

- Mia vamos, dejame ver que puedo hacer, al menos que quieras dormir en tu auto o en el consultorio con Ana ahí adentro, seguro el auto es mas tentador pero... hará frio esta noche

-¿Ahora te preocupas por ser un buen samaritano?

Guarda silencio unos segundo, claramente tratando de controlar su carácter, suspira

-Baja del auto, déjame ver que le pasa, sabes que de igual forma me dejarás ayudarte, no te tortures con el orgullo, no tienes mas opciones.

Accedo de mala gana, pero si quiero llegar a casa esta noche, debo ceder en esto almenos, una corriente electrica inunda mi cuerpo cuando le paso las llaves y el en un gesto, que a mi parecer es premeditado, toma mi mano completa para poder retirarlas, la respuesta de mi piel a su contacto es una alarma que pitea en mi oído.

Tras intentar arrancar el auto, levantar el capo, mueve mangueras para un lado y el otro, me pide que haga contacto pero no funciona, finalmente concluye que está averiado, algo del aceite y del motor, que se yo...

-¡Genial! Lo que me faltaba para terminar este día

Alzo los brazos y los dejo caer con apremio

-Realmente tienes el caracter mas corto de lo que pensé

-No empieces

-Puedo llevarte a tu casa ¿si quieres?

- No, pediré un Uber.

Pone los ojos en blanco y camina cuesta arriba, ¿se va? Así de fácil, de un derrepente ya se dió por vencido.

Miro el reloj, ya es tarde, me niego a pasar la noche con Ana en el consultorio.

5 minutos después aparece un jeep vitara negro, estaciona junto a mi diminuto city car, que parece ridículo al lado del descomunal Auto, es Franco

¿de dónde habrá sacado dinero para

pagarlo?

Baja mirándome divertido, tengo el celular en la mano con la aplicación abierta, claramente nadie vendría por un viaje tan lejos, son casi 2 horas de ida y vuelta mas el dinero que me saldría el viaje, no me quedan muchas opciones... como ya he dicho antes, su capacidad de adivinar lo que pienso se ante pone a mi vergüenza

-Anda, ningún uber vendría hasta aquí, son dos horas de viaje, Vamos, de igual forma debemos hablar.

Resignada saco el bolso de mi auto y subo al suyo e inmediatamente abrocho el cinturón de seguridad, el sonríe, Dios... esa sonrisa... medio diablo medio ángel ¿cómo puede ser tan brutalmente sexy siendo apenas un crio?

cae de esa nube Mia, no le desrienda a esos pensamientos, si pudiera me daria una bofetada, pero se vería extraño si lo hago...

Debo recordarme que estoy enfadada con el, que no debo idiotizarme con sus "encantos", debo mantenerme firme y alejarme lo antes posible de el, tengo que hacerlo.

Nos mantenemos en silencio mientras salimos del pueblo.

Gira a la izquierda mientras espera avanzar, las luces de los autos que pasan a toda velocidad iluminan su rostro, parece una postal salida de una película tipo Lala Land solo falta que ahora nos pongamos a cantar...

"No te idiotices Mia "

Toma la autopista central a una velocidad que hace que mis reflejos reacciones afirmandome de los costados del asiento, voy aflojando la presión de mis manos en el asiento de cuero poco a poco mientras va avanzando

-Ahora que ya llegamos a la autopista y sé que no podremos, ni detenernos ni tu saltar mientras conduzco, podemos hablar... -sonríe - Mia...

-No, no es necesario que me digas nada, no deberias, no hay razón para ello.

-Mia...-pone su mano en la mía- ¿ por qué eres tan testaruda? Tu eres la adulta en esta relación, no deberías comportarte como una cría.

"¿Esta relación...?"

-No, me... por favor, no... es que... no digas que tenemos una relación

Guarda silencio un instante, sopesando las palabras, buscando cuando hablar.

-Déjame hablar a mi, estoy usando todas mis estrategias mentales y de relajación, incluida esas de respiración que enseñas tu para el control del estrés, para no salirme de mis casillas, pero no abuses.

-¿Que no abuse? ¿ es enserio?

Guarda silencio nuevamente mientras cambia de pista, decido no presionarlo, de igual forma me interesa, aunque no quiera aceptarlo, necesito saber que está pasando, lo que me quiera contar, necesito aclarar mi mente.

-... lo siento... está bien, hablemos.

-Bien...

Nos quedamos en silencio por varios minutos, ya con la desesperación en la garganta pregunto

-¿Y bien?

- ¡Mierda Mia! Tampoco es fácil para mi ¿de acuerdo? Estoy... estoy tratando de pensar por donde empezar.

Le doy espacio, miro por la ventana las luces de la ciudad se ven a lo lejos, no hay tanto tráfico, quizás por eso Franco baja un poco la velocidad, para alargar el momento, calcular que puede decir, finalmente se disculpa

- Lo siento... no quise sonar tan brusco -hace otra pausa, esta vez mas corta - esa gente- dice mientras observa los espejos para cambiar de pista- no es gente de fiar...el tipo, Carlos es verdad, es el mismo que me dió esa paliza cuando nos conocimos, me descuidé por...

-Porque me descubriste ahí...

Ahora entiendo, por eso decía que le debía las curaciones, asiente.

-Te ví tras los arboles, de igual forma pensé que eras otra persona al principio, luego asomaste el rostro y pude verte... me descuidé, saliste corriendo justo cuando uno de los tipos tomaba un palo del suelo y me golpeaba la cabeza - se toca la herida ya cerrada de la frente - vi tu uniforme, que es el mismo que han usado todas las enfermeras de ese consultorio, ahí supe donde encontrarte.

Mia me metí en problemas antes de conocerte y aun me persiguen por ello... aun estoy, tratando de.

Guarda Silencio y yo con el.

-Sabes que no te haría daño, lo que dije... sobre las mujeres y mostrar, ya sabes - me mira de reojo, al parecer se avergüenza de lo que está diciendo - no es que no lo piense... o no lo haya hecho antes, no soy hipocrita... pero contigo... contigo no...

Vuelve a cambiar de pista y me aferro al cinturón de seguridad mientras adelanta un auto

-Es que... mierda... -en su rostro se cruza una lucha interna- Mia... lo que quiero decir es que a ti no, contigo no podría...

-Necesitas bajar la velocidad - mira el marcador, de un momento a otro la tensión aumentaba al igual que los kilómetros, vamos a 140 por hora.

-Mierda... lo siento, no me percaté

Baja la velocidad, miro hacia afuera y recuerdo a Aníbal esta tarde...

"-Pues Ud. es su amiga debería decirle, advertirle, es un pueblo pequeño... al parecer ella es la única que no se ha enterado

-¡¡¡MIA!!!

Ana me saluda con mucho entusiasmo, finjo no haber escuchado aquello, pero Aníbal le da un puntapié a Ana

- Este... Mia ¿Dónde estabas?

-Solo salí a dar una vuelta, Aníbal me encontró y me trajo hasta aquí.

- Ya veo... he... supe que te encontraste con Franco

asentí levemente, Pero Aníbal no toleró mas la demora

-¡Al carajo! Sta. Mia, sé que esto no me incumbe, pero hace un tiempo la ví charlando con ese gallo... bueno y en varias ocasiones lo he visto salir de aquí... y ya casi no traía esa comida de "depresión", acaba de salir de una relación tormentosa... y de años... bueno... perdóneme si me meto donde no me llaman

-¡ ya basta! -grita Ana- hombre habla de una vez o déjame a mi, Mia querida Franco no es un buen partido para enamorarte, no es bueno para nadie que tenga planes a futuro o quiera ser tomada en serio, si lo quieres para un polvo y era, dale lo pasaras regio

Aníbal pone los ojos en blanco y da un paso atrás, creo que hasta ahí llegó su intervención.

- ¿A qué te refieres Ana?

Pregunto, pero el vértigo se apodera de mi juicio, Aníbal sale del comedor y nos deja solas

-Sé que quizás debía habértelo comentado antes, pero bueno... no pensé que de veras estuvieras pasando mas tiempo con el, aunque después del accidente y que el te llamara a ti, que lo vinieras a dejar... sus idas y venidas, eso de que se encuentren para comer (Como sabe eso)... como se miran... bueno amiga, es cosa de sumar uno mas uno... sabes que no soy prejuiciosa y no importa que el tenga fama de malandra y Don Juan ni mucho menos que sea como 10 años menor

-¿De qué estás hablando? ¿Cómo que 10 años? Creí que tenia 25, que dentro de unos meses cumpliría 26...

-No amiga, bueno, no te lo había comentado antes porque pensé que estuvieran saliendo o algo, pero sabes que mi primo trabaja en investigaciones, cuando te ví tan entusiasmada le pregunté por el, le mande sus pocos datos tenemos en los expediente y me entregó información de el, Mia Franco falsificó su año de nacimiento cuando tenía 15 años para parecer de 18 años y tener la mayoría de edad, cambió el orden de sus apellidos Lombardi Leal, Lombardi es el apellido de su madre, pero ese no es el caso... amiga... existe un rumor... bueno pueblo chico infierno grande... -se sonroja- no es que yo viva pendiente de chismes ni eso..

-Vamos habla ya.

-ok aquí voy... amiga Franco es "un come viejas"

-¿Qué... que quieres decir con eso?

- Bueno, que se acuesta con mujeres mayores, nadie sabe exactamente en que trabaja, pero tiene la tremenda casa, un departamento en la ciudad y ¿has visto su jeep? Bueno algunas malas lenguas dicen que es el prostituto de algunas viejas cachondas adineradas... a veces cobra favores y así se gana la vida, quien sabe hasta le han pagado para que desaparezca a alguien... - pone cara de terror- no lo creo, el caso es... amiga es mejor que tengas cuidado... no digo que seas vieja ni menos, por dios apenas vas para los 32 años pero... el es 10 años menor que tu, y el pueblo es de cotilleo... no ensucies tu reputación... sabes que las viejas pechoñas harán leña del árbol caído si se enteran y seguro harían llegar los rumores al departamento de Salud.

"10 años menor..." mierda el día no pinta para terminar mejor. "

No hablamos nada mas, al menos que fueran las indicaciones de como llegar a mi departamento, debo admitir que me incomoda que sepa donde vivo, primero fué mi número telefónico y ahora esto.

Me ha estado mintiendo, a todos en realidad, no sé realmente qué pretende el conmigo, ni mucho menos qué estoy haciendo yo al estar con el en este auto pretendiendo aclarar algo que no existe, no tenemos nada ¿somos amigos? ¿Pretendemos ser algo mas? O ¿solo soy yo quien se ha estado pasando películas de todo esto?

Debo aclarar mi mente porque aunque me niegue a querer aceptarlo me importa, debo aceptarlo me duele haberlo escuchado hablar así con ese hombre, me duele que mienta sobre su edad, me duele que la brecha entre nosotros crezca mas aun con cada verdad que sale a la luz.

-¿Qué edad tienes...?

Le pregunto cuando estaciona fuera del edificio, el guarda silencio un momento, suspira sin quitar las manos del volante, mira hacia abajo, entiende por mi pregunta que sé la verdad

- 25...

Miro por la ventana, defraudada, pero el continua despacio

- Mis antecedentes de identificación dicen que mi edad es 25 años... pero no es así...

Giro y me encuentro de frente con sus ojos grises que ahora parecen mas oscuros.

-¿Cuántos años tienes?

-22

Realmente soy mayor que el por casi diez años, me asusta pensar que el puede tener esa clase de secretos, que puede llegar a burlar la ley de esa manera, pero por otro lado Sentí un alivio cuando me contó la verdad, estúpida, lo sé... pero de alguna forma me hacia pensar que se estába tomando la conversación en serio, que realmente quería hablar con la verdad, aclarar las cosas, una parte de mi mente me dice que desconozco las circunstancia que lo llevaron a tomar esa decisión y que ocurrieron hace años... yo ni siquiera lo conocía aun... no estaba en mi vida... ¿y ahora lo está?

Pone las manos en sus muslos, mira hacia unos arbustos que están en la entrada del edificio donde vivo, suspira, comienza a hablar como si recordara algo doloroso o casi olvidado

-Tenía 15 años, mi vida no era fácil , si quería sobrevivir debía hacer algo...e hice "algo", quise emanciparme pero no fué posible... había alguien, para quien trabajé, me encargué de algunas cosas que a el le sobraban... y bueno era abogado, tenía influencias, le pedí que cambiara mi edad a 18 años...

De eso ya han pasado varios años... no quise mentirte, pero tampoco es algo que vaya diciendole a las personas que recién voy conociendo

-Claro...

-¿Por qué preguntas?

No respondo, bajo del jeep cerrando la puerta, muy dentro de mi ruego porque me siga, un trozo de mi alma vuelve cuando oigo cerrar la puerta y el sonar del seguro del auto.

Camina a unos centímetros de distancia, vivo en el 9 piso del edificio por lo que las escaleras no son una opción, entramos al ascensor que estaba vacío, nos dirigimos al final de este apoyando nuestras espaldas en el frio acero, el silencio se hace cómplice de nuestra química, cada vez que estoy cerca de el, el aroma de su perfume con el olor sutil de su piel... es un olor embriagador... siento como si con el mínimo suspiro que se escape de mi boca generará un efecto mariposa, creando un sin fin de sucesos que terminaran en un caos para nuestras vidas... eso me causa miedo...

El ascensor se abre en lo que a mi parecer es una eternidad, pero solo vamos en el 2 piso, suben 3 señoras mayores de unos 50 años, al vernos me sonríen pero a el parecieran temerle... de soslayo veo su atuendo, pitillos negros con unas converse, camiseta negra de alguna banda de música rockera, bajo una camiseta manga larga también negra, quizás sean los tatuajes que se asoman por su cuello o sea su cara... está serio y con la mirada fija en la pantalla del ascensor, en el 4 piso nuevamente se suben 2 señoras de las mismas características, se saludan al parecer van al mismo sitio, tratamos de acomodarnos lo que mas podemos cuando las señoras se ordenaban al costado de nosotros, Franco voltea dándole la espalda a una de ellas ubicándome contra la pared lateral, queda como una muralla entre las señoras y yo, siento como sus ojos se clavan en mi.

Mi pecho al respirar rosa apenas con el suyo, ese mínimo tacto provoca que esas cosquillas se enciendan en mi bajo vientre, el ascensor es viejo por lo que cuando se detiene da un pequeño salto haciendo que apoye mis manos en su pecho, el se afirma y coloca una mano a la altura de mi rostro apoyado en la fría pared, las señoras cotillean algo, no logro entender que, pero a el le parece mal ya que las mira con enfado, ellas guardan silencio.

No retiro mi mano, al contrario... comienzo a descenderla por su vientre lentamente, el cierra los ojos, y deja de mirar a las señoras, el ascensor sigue subiendo y en mis adentros pido que el tiempo corra lento, muy lento...

Mis dedos pueden sentir la turgencia de su vientre bajo la polera... algo se enciende en mi, no se si es ese cosquilleo o es una señal de alarma pero regurgita sangre desde mi corazón a la cabeza, es su hipnótica cercanía la que me adormece, provocando que no pueda dejar de acercarme, de tocarlo...su mano se apoya suavemente en mi cadera, es un contacto sutil, ligero, casi como si no me tocara, baja la cabeza y huele mi pelo, sentir su aliento tan cerca, su respiración... el ascensor se detiene en el 9no piso.

-Debemos bajar...

Digo, pidiendo permiso a las señoras, me dispongo a salir cuando el toma mi mano y me conduce a la salida, las puertas se cierran y quedamos a oscuras en el pasillo

-¿Por dónde es?

- El 3222

Noto la sombra de una sonrisa en su rostro, la ironía en esos numeros, un mensaje sutil del universo enviado hace años, me adelanto y abro la puerta, dudo un segundo en hacerlo pasar pero ya estámos aqui

- Adelante, este... no está muy ordenado, ni bien amoblado... pero...

Da un paso hacia mi y entra.

Sus ojos recorren mi departamento, la alfombra vermillón en la sala, mi viejo sofá marrón, la televisión se enciende por programación automática, la pequeña lámpara que enciendo al pasar por su lado, cierro las cortinas y enciendo las otras luces, el se queda esperando en el centro del departamento, su mano recorre con los dedos la barra que separa el living de la cocina

-¿Cuál es tu dormitorio...?

"Mierda!"

Cómo 4 palabras pueden descolocarme y encender una llamita en mi interior, como esa frase puede detener mi corazón, bajar el interruptor de mi cabeza que me hace consiente dando paso al morbo y a esos pensamientos que me consumen y que he tratado a toda costa sacar de mi cabeza...

-eh... es esta

Señalo con la mano, el se asoma al umbral de la puerta

- Es... linda...¿la cama es nueva?

-No, ósea si, ósea no, antes vivía con Cristóbal... mi ex ... - Aclaro la garganta - se llevó la gran mayoría de las cosas, porque el las había comprado o se las habían regalado su familia, digamos que tenían valor familiar... no sé la silla colonial en la que sus ancestros reposaban las ancas y eso...

Sonríe

-...esto es prácticamente lo que me dejó y bueno algunas cosas las compré yo... antes... o después que se marchara... bueno No, no es nueva, ya tiene sus tiempo...

Fué casi un vomito de frases, nunca había mencionado a Cristóbal con el, en verdad con casi nadie, a pesar de que Cristóbal es conocido en el mundo de la Atención en Salud, ha logrado varios puestos importantes desde que se fue... finalmente era cierto, toda esta vida le quedaba pequeña, pienso con tristeza en eso.

-¿Lo extrañas...?

-¿Por qué preguntas eso?

-Te quedaste en silencio

-No... no es porque lo extrañe, al principio si... bueno y en algunas ocasiones... sobre todo al dormir

Mis mejillas se encienden

-Creo que eso no sonó muy bien

Reímos nerviosos, es extraño... es primera vez que reímos juntos...

- Me refería a que la cama es grande, la soledad pesa mas cuando cae el silencio encima...

-¿Tienes hambre? Pidamos comida China o sushi, tienes cara de que te gusta el sushi y todas esas mierdas con todo y palitos.

-Si, es buena Idea.

Acepto mas que nada para salir del cuarto, temo que pueda hacer mi cuerpo si el botón de la cordura está apagado.

-Y no maldigas tanto

-¿Qué? Me lavarás la boca con jabón

-Pués si

Ríe, está mas relajado y al parecer yo tambien.

1 hora 10 minutos después el sushi llega, para entonces ya estábamos mas tranquilos, hablamos de cosas sin sentido, mas que nada para conocernos

-No... jajaja Aníbal está casado y es feliz el solo es amable conmigo

-Quien sabe, es hombre...

-¿Qué quieres decir con que es hombre? dejas mal a tu género con ese comentario

-Por supuesto, jamás pondría mis manos al fuego por mi género

Volvemos a reír, una pausa, el silencio me incomoda nuevamente, mas bajo su mirada, busco cualquier cosa que rompa el hielo

-Los calientes son mas ricos

Le digo mientras tomo un sushi envuelto en tempura y lo llevo a mi boca... el sabor es delicioso... yo ya he probado 3 mientras el aun juega con los palitos, cuando lo miro dudosa confieza

-No se usar estas cosas

Señalando los palillos, trato de no reír ante su gesto complicado

-Es fácil, es cosa de haber ido al pre-Kínder y tener motricidad fina

-¡No te burles!

Tras varios intentos donde el sushi terminaba en sus pantalones o dando ruedos por el suelo se declara heaters de los sushis, reímos por eso, voy a la cocina y le traigo un tenedor

-Deberíamos patentar esta idea o ponerle un nombre mmm... "tenelitos" sushi con tenedor en vez de palitos

Vuelve a reir a carcajadas ante mi idea, es la primera vez que estámos tan relajados, sin paredes entre nosotros, sin miedo a que alguien llegue y nos encuentre solos en el box

- ¿De verdad? No puedo creer que tengas 32 años... ¡eres como una niña!

Dejamos de reír, nuevamente la realidad me da una cachetada.

Nota mi cambio de humor, espera que diga algo en silencio

-¿Qué estamos haciendo Franco...?

-He, Mia... mírame

Con su mano levanta mi mentón, puedo ver sus ojos grises, la inmensidad de su mirada...

-Voy a mi habitación necesito... necesito un momento, debo cambiar mi ropa, está salpicada de soya... y sushi...

Dejo a Franco en la sala, camino a mi cuarto, escucho como recoge las cosas, cambio mi ropa, no pensé lo que hacia, fue automático por lo que el pijama fué lo primero que me puse... escucho cerrarse la puerta de la entrada, se fué.

El frio me despierta, estoy tumbada en mi cama son las 4 a.m. aun me queda un par de horas antes de levantarme e ir al trabajo.

Me parece un sueño que Franco estuviera hace unas horas aquí... por un instante...todo fué tan normal, tan tranquilo, reíamos y conversábamos de cosas sin sentido, olvidé todas esas preguntas, en varias ocasiones tomó mi mano y yo se lo permití en otras podía sentir como quería acercarse mas mientras se revolvía en su asiento...

"No puedo creer que tengas 32 años... eres como una niña"

Es verdad soy como una niña tonta, me comporto como una adolescente que tiene sus hormonas dando vueltas por todas partes cuando estoy a su lado, el revoluciona mis hormonas, el solo tacto de su piel me sonroja y prueba de ello, cada vez que permitía que su hombro me rozara, que me tomara la mano, que jugara con mi pelo, en mas de alguna ocasión sentí su rostro muy cerca del mio y por un instante pensé y desee que me besara, ¡Dios! me comporto como una niña tonta, ilusa y estúpida.

El despertador suena, me levanto con dolor de cabeza... la ducha no ayuda a despejar mis mente, Franco aun esta entre medio de mis dos hemisferios cerebrales, sobre todo cuando se fué.

Efectivamente recogió todo antes de irse, el departamento está limpio, guardo mis cosas en el bolso con poco animo, recordé que mi auto está averiado, deberé tomar el bus para llegar a mi trabajo...

Al llegar al estacionamiento, el sol calido de la mañana me da de frente en el rostro el olor de humedad llena mis sentidos, mi espiritualidad aterriza de golpe con tres simples palabras

-Buenos dias, Mia.

El está aquí...

"Buenos dias..."

Pero solo sonreí.