Capítulo 3 Cosas que no quería encontrar

Pasé todo el día reflexionando.

Hoy me sentí... extraña.

Son las 12:25 A.M. y no puedo dormir.

Mamá dice que los vecinos del frente son muy graciosos.

Supongo que entre ellos se entienden. Yo tuve que fingir.

Fingí que me hacían gracia sus chistes, sus frases vacías.

---

7:00 A.M.

Acabo de despertar. Está lloviendo.

Adoro este clima. Me hace sentir más segura, como si el mundo se apagara un poco.

Bajé a la cocina por agua.

Mamá estaba horneando galletas. No sabía que podía hacerlo.

Cada día me sorprende con algo nuevo.

Regresé a mi habitación.

Al sentarme en la cama, noté una caja olvidada en el rincón.

No recordaba haberla visto antes.

Decidí abrirla.

Dentro había cosas que no quería encontrar.

Fotos.

Papeles.

Recuerdos de papá y de Any.

Sus rostros quietos en el tiempo.

Los extraño demasiado. A veces me duele solo pensarlos.

Any probablemente habría querido compartir habitación conmigo.

Yo le habría dicho que no.

Ella habría ido con papá, y él me habría convencido con una sonrisa.

Hoy se cumplen seis años desde que...

(Silencio)

Saqué todo con cuidado. Lo organicé en la mesa, como si al ordenarlo también pudiera ordenar lo que siento.

Solo quedaba una cosa:

Una libreta negra.

Esa maldita libreta.

Creí que la había quemado.

No sé por qué está aquí.

No quiero abrirla.

No quiero leer lo que escribí.

Ni recordar.

La metí en una bolsa.

Mañana la quemaré.