Capítulo 2 El inicio de todo

Narra Ethan

Un buen día lo tenía todo, un niño de 4 años lleno de felicidad a su alrededor, mis padres amorosos, mi casa grande, mi abuela materna, yo el único hijo y el consentido de todos, pero un buen día, mi madre llega con un pequeño de apenas un año, al inicio no entendía de donde había salido, poco a poco crecí y comprendí, que ese hermanito, era adoptado, igual lo quería mucho, jugaba con él y me veía como su héroe, pero empezó a crecer y querer todo lo que yo tenía, no había problema era mi hermano pequeño y me gustaba verlo feliz, quisa ese es el problema, lo consentí mucho y ahora todo lo que tengo, él lo quiere.

Mi madre murió cuando yo tenía apenas 10 años, fue un golpe muy duro, mi padre estaba devastado, lloraba por las noches y todo el día se la pasaba en el trabajo, solo mi hermano Lucas y yo, pasábamos más tiempo juntos, pero un día le pregunte a mi padre porque él también nos había abandonado como mi madre... me arrepiento tanto de haber hecho eso, porque mi padre solo me miro sin decir nada, tomo su celular y llamo a mi abuela materna Peny y me mando a vivir con ella, estuve con ella hasta los 25 años.

Crecí con la idea que al ser mayor tendría que dirigir la empresa que un día mi madre emprendió, es algo raro de creer, pero mi madre empezó con dibujos de autos, luego empezó el diseño más sofisticado, hasta que otras empresas le pidieron que creara más, hasta que ella pudo crear su propia empresa y volverse la más famosa del país, Carnew la empresa automotriz mas grande y prestigiosa.

Su sueño era que la empresa pasara a mis manos y de niño también mi mayor sueño era seguir el sueño de mi madre, suena confuso quizá, pero hacer autos y que otras personas usen lo que yo cree, era maravilloso; mi padre siempre decía que me parecía mucho a ella, cada minuto que no tenía nada que hacer, tomaba una libreta y empezaba a dibujar un auto, quizá... por eso me alejo de él, le recordaba cada momento a mi madre.

-Cariñito... podemos ir a comer.

-Claro que si Aiden, pero solo déjame terminar unas cosas aquí y paso por ti.

-Si está bien, es que tengo mucha hambre.

-Dame unos minutos y termino.

-Date prisa cariñito.

Mi novia, una mujer muy exigente y con mucha clase, muy cariñosa y muy atenta, quisiera decirle la sorpresa que le tengo, quiero pedirle matrimonio, pero esperare el momento perfecto.

Cuando pase por ella, lucia increíble, ella siempre luce muy elegante, a donde quiera que la lleve siempre se viste muy esplendorosa, la lleve a comer y estaba a punto de hacerle la pregunta, hasta que sonó mi celular y era mi padre.

-Hijo que bueno que contestas, veras tendremos una junta familiar, te pido que llegues temprano para cenar.

-Claro padre, estoy con Aiden, la dejo en su casa y me voy con ustedes.

-No hagas eso, se verá descortés, tráela ya casi es de la familia. -Colgué la llamada y Aiden me miro con una cara de puchero.

-Me dejaras tan pronto, ya casi nunca estamos juntos por tu trabajo.

-Lo siento, sabes que en esta época del año solicitan muchos modelos nuevos, pero no te preocupes, me acompañaras con mi padre, habrá una cena familiar y estás invitada. -Se puso muy alegre, regresamos a departamento y se vistió con un gran vestido de noche muy elegante, más de lo que sería la cena.

Al llegar a la casa, me invadió la nostalgia de los recuerdos de mi madre, camine hacia mi padre y me sorprendió ver a mi abuela Peny.

-Abu Peny, que haces aquí, pensé que no volverías a pisar esta casa.

-No quería, pero esto es importante... ahora dime porque trajiste a esa mujer.

-Abu, por favor no empecemos, esa mujer va a ser mi futura esposa.

-Sabes que no me cae bien, pero ya el destino hará su maniobra para separarte de esa mujer, ya que no me escuchas.

-Si abu, lo que tu digas, sabes que eres como mi segunda madre, pero amo a esa mujer, por favor, puedes llevarte bien con ella, al menos por esta noche.

-No, no te lo prometo, pero me da igual, es más importante esta noche.

Al llegar al comedor, estaba Lucas en la mesa junto con mi padre, saludamos y nos sentamos, se hizo un silencio muy incómodo, visitaba a mi padre, si acaso una vez al mes y a Lucas, después de un tiempo, se volvía incomodo estar junto con él y su gran arrogancia.

-Bueno empecemos a cenar, la noche será larga y muy pesada.

-Dime padre, porque nos juntaste a todos... qué sucede.

-Veras, el testamento de tu madre, dice claramente que tu al cumplir los 25 años, tendrás el poder de la empresa en su totalidad.

-Lo sé. -Lucas casi se ahoga con el bocado que le dio a la sopa, mientras Aiden, me miraba con admiración y sorpresa, mi abuela, solo miraba con recelo a mi padre.

-Bueno entonces, en estos días quiero que pases con mi abogado para que empiece a hacer los tramites.

-Te lo agradezco padre, pero no lo aceptaré.

-Qué, estás loco.

-Ya lo oíste padre, no quiere la empresa, así que en su lugar me corresponde a mí.

-No puede ser, Ethan tu siempre quisiste esa empresa, adorabas ir a trabajar con tu madre. -Mi padre siempre quiso que lo siguiera más a él en sus actividades, pero adoraba los carros y terminaba acompañando siempre que podía a mi madre.

-Adoro trabajar allí, pero no quiero el peso de ser el dueño de todo lo que mi madre hacia a la perfección.

-Hijo, tu madre eso quería, esa empresa la creo para su hijo, para que tu siguieras con su legado, no era perfecta, pero se esforzaba mucho en hacer lo mejor posible, al igual que tú lo harás tan bien como ella. -Mi abuela, me tomo de la mano, sentí su piel cálida, igual que la de mi madre, me dio una sonrisa y apenas cuando iba a abrir la boca, Aiden tomo la palabra.

-No puedes renunciar a ese testamento, esa empresa es la mejor de todas, no puedes renunciar a tanto, como yo soy tu futura esposa te lo prohíbo. -Aiden estaba muy colorada de su rostro, supongo que no le cayó tan bien la noticia de mi renuncia.

-Basta, si Ethan, ha tomado la decisión de renunciar a la empresa, nadie podrá hacerlo cambiar de decisión, así que pasará a Lucas.

Aiden, se molestó tanto que se levantó de la mesa y salió a tomar el aire al jardín, Lucas se puso muy contento y fue abrazar a mi padre, mi abuela me miro con una mirada decepcionante, se levantó y se fue a la sala, me sentía dividido, no sabía si seguir a Aiden, a mi abuela o felicitar a Lucas, por algo que he dejado ir.

Finalmente me levanté y seguí a mi abu, ella estaba arreglando su bolso para irse, me senté a su lado, sin decir palabra, solo esperaba el regaño, pero ella no decía nada y eso fue lo peor que podía hacerme.

-Ya dime algo, si me has de regañar que empiece ahora.

-Regañarte porque... por la decisión que has tomado, no puedo regañarte, es algo que no quieres tomar y no te obligare a hacerlo, pero si he de regañarte es por seguir con esa mujer convenenciera.

-No eso no, ella ha vivido siempre bien, ahora que sabe que no podrá tener todo a manos llenas, será algo que tendrá que aprender, pero a mi lado tendrá todo lo necesario.

-Hijo, tu madre estaría de acuerdo conmigo, ella no es buena para ti... pero bueno eso no importa ahora, quiero saber porque no quieres la empresa de tu madre.

-Abu eso es algo que mi madre amaba mucho y que yo lo tome es algo, que me llena de nostalgia, puedo trabajar en ella, pero tener esa oficina donde jugaba todos los días, es algo... no podría.

-Tu madre se esforzó mucho en esa empresa, como mi hija la vi desvelarse todas las noches por esa empresa, pero al nacer tú, ella se olvidó de todo y se dedicó a ti, le dejo la empresa a tu padre, pero la única condición fue que tú la heredaras, es una tontería que ahora la rechaces, pero respetare esa decisión. -Me abrazo muy fuerte y no pude evitar que mis lagrimas brotaran sobre su hombro.

            
            

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