Capítulo 8 Capítulo 8

La expresión de Ann se volvió rígida al instante.

¿Acaso Dorothy acababa de intentar engañarla?

Al comprender que estaba jugando con ella, reprimió su resentimiento y trató de convencerla con un último destello de esperanza en su corazón.

Imploró: "Por favor, déjame ir".

"El asesinato es ilegal. No puedes quitarme la vida. Según la ley, tienes que pagar con tu vida. ¿Realmente vale la pena?".

Dorothy la miró con una expresión divertida y negó con la cabeza.

Parecía que la gente estaba dispuesta a decir cualquier cosa para salvarse.

"¿Por qué no pensaste en la ley cuando extrajeron la sangre de mi hermano? ¿Crees que te tengo miedo?", se burló.

Tan pronto como terminó de hablar, una voz severa y gélida se escuchó desde atrás: "Niña, hablas con mucha insolencia, ni siquiera respetas la ley".

La voz resonó antes de que la persona que habló apareciera.

Dorothy frunció el ceño con impaciencia.

¿Por qué todos llegaban de repente?

«Clac, clac, clac», resonaban los pasos.

Poco después, un hombre de unos cuarenta años, vestido con uniforme de policía, entró en la habitación acompañado por varios oficiales.

El jefe Barnett quedó momentáneamente sorprendido al ver a todos los guardaespaldas en el suelo.

"¡Jefe Barnett! ¡Ayúdame! ¡Ella quiere matarme! ¡Mátala! ¡Rápido! ¡Mátala!", gritó Ann desesperada al verlo.

Pensó que era su última esperanza.

El Jefe Barnett extrajo su arma de inmediato al escucharla.

El personal que lo acompañaba también sacó sus armas y apuntaron a Dorothy en simultáneo.

Celestine y los otros dos fruncieron el ceño y se volvieron extremadamente serios al observar sus acciones.

Al ver al recién llegado, Thomas habló de inmediato en un tono profundo: "Elimínenla. Yo me haré cargo de las consecuencias".

A pesar de enfrentarse a múltiples armas apuntándola, Dorothy no mostró temor en lo más mínimo. Incluso exhibió una sonrisa de desprecio en su rostro.

"Michael Barnett, eras solo un guardia de prisión cuando salí de la Penitenciaría de Northon hace cinco años, ¿y ahora eres el jefe?".

"Parece que has olvidado muchas cosas después de tu ascenso".

El Jefe Barnett quedó momentáneamente paralizado al escuchar sus palabras.

Luego, recordó quién era ella. Sus ojos se abrieron de par en par y expresaron incredulidad: "Tú eres... tú eres...".

Dorothy, quien había permanecido en silencio, esbozó una sonrisa.

Michael Barnett tembló involuntariamente y soltó el arma que tenía en la mano. No estaba seguro de si su emoción era de miedo o asombro.

Ann gritó ansiosamente: "¡Jefe Barnett, mátela! ¡Hágalo ahora!".

Sin embargo, le tocó observar cómo Michael dejaba su arma.

El oficial, por otro lado, seguía mirando a Dorothy en estado de shock: "¿Lograste escapar de allí?".

Dorothy no le dio una respuesta directa y, en cambio, planteó una pregunta: "El asunto de hoy es entre los Sherratt y yo. ¿Estás seguro de que quieres involucrarte?".

Michael se quedó atónito por un momento, luego se volvió lentamente hacia Thomas y habló con indecisión: "Señor Sherratt, temo que hoy no puedo ayudarlo".

"Le sugiero que busque una reconciliación si es posible", aconsejó.

Sabía que la joven ante ellos no era alguien con quien quisieran tener problemas.

Michael tembló al recordar lo que había sucedido en el pasado. En ese momento, solo tenía catorce años.

Después, la habían enviado a un lugar incluso más peligroso.

Cualquier individuo que lograra salir con vida de ese lugar sin duda era una figura de primer nivel con el potencial de transformar el mundo.

Habían transcurrido cinco años desde entonces, y a juzgar por la situación en ese momento, ni siquiera los dos miembros de la familia Sherratt podían igualar sus habilidades. Era seguro concluir que había alcanzado un nivel de dominio increíblemente alto.

"¿Reconciliación?", cuestionó Thomas con el ceño fruncido.

A pesar de que había colaborado con Michael durante muchos años y ambos conocían profundamente las fortalezas y estrategias del otro, le estaba pidiendo que buscara una reconciliación con Dorothy.

¿Quién era realmente la joven frente a él?

Thomas se dio cuenta de que Michael no solo estaba asustado, sino completamente aterrorizado por su presencia.

Reflexionó profundamente mientras observaba a las personas en la habitación.

Luego, miró a Dorothy con seriedad y su tono se suavizó: "La familia Sherratt está dispuesta a pagar cualquier precio si liberas a Howard y Ann".

Dorothy se rio con desdén: "¿Cualquier precio?".

"Destruir la familia Sherratt es algo sencillo para mí, así que ambos deben pagar con sus vidas".