¿¡El Padre de Mi Hijo es el Hombre Más Poderoso del Mundo?!
img img ¿¡El Padre de Mi Hijo es el Hombre Más Poderoso del Mundo?! img Capítulo 3 ¿Pudo ver su rostro esa noche
3
Capítulo 7 Hay algo en ella que no me inspira confianza img
Capítulo 8 Ahórrate esas palabras img
Capítulo 9 Enfrentando a su madrastra y media hermana img
Capítulo 10 Finalmente vas a dejar de actuar img
Capítulo 11 Su primera mujer img
Capítulo 12 Ella regresaría con él img
Capítulo 13 Un trato con Jeremy img
Capítulo 14 Se nota que tiene un carácter fuerte img
Capítulo 15 Algo no cuadraba img
Capítulo 16 ¡No te quedarás acá hoy! img
Capítulo 17 El mismo anillo img
Capítulo 18 Su perfume img
Capítulo 19 Abuela, ¿dónde fuiste img
Capítulo 20 Por favor, ayúdame a encontrarla img
Capítulo 21 No voy a permitir que me abandone img
Capítulo 22 Estás en una relación img
Capítulo 23 No hay nada que arreglar img
Capítulo 24 ¡Me das asco! img
Capítulo 25 Encuentro con Jeremy en el hospital img
Capítulo 26 Ella no es mi esposa img
Capítulo 27 La invitación de Archie img
Capítulo 28 Los celos de Zoe img
Capítulo 29 La reacción alérgica de Jeremy img
Capítulo 30 Aplicando el ungüento img
Capítulo 31 Dándole una lección a Tricia img
Capítulo 32 Su oportunidad para convertirla en su mujer img
Capítulo 33 ¿Qué demonios estás haciendo img
Capítulo 34 ¿Qué pasó esa noche img
Capítulo 35 ¿Y si dijera que quiero ser su novia img
Capítulo 36 No vi a Kayla tomar algo img
Capítulo 37 La mano de Kayla golpeó su rostro img
Capítulo 38 ¿Dormir en la misma habitación con él img
Capítulo 39 Vómitos img
Capítulo 40 Necesitaba un lugar para esconderme img
Capítulo 41 Mujeres enviadas por Dewitt img
Capítulo 42 Ahuyentando a Liam img
Capítulo 43 Ridiculizada por la madre de Liam img
Capítulo 44 Abriendo su blusa img
Capítulo 45 Está saliendo con Jeremy img
Capítulo 46 Chequeo prenatal img
Capítulo 47 Dar pena para manipular la situación img
Capítulo 48 ¿Su esposa está embarazada img
Capítulo 49 La madre y el abuelo de Liam img
Capítulo 50 Aceptaré cualquier castigo que te parezca img
Capítulo 51 Está saliendo con tu hermana img
Capítulo 52 Vete de esta casa img
Capítulo 53 Todavía no img
Capítulo 54 ¡Quita tu mano de encima! img
Capítulo 55 Encuentro con Jeremy en la villa Graham img
Capítulo 56 Vete img
Capítulo 57 ¿Es así img
Capítulo 58 ¡Ya verás! img
Capítulo 59 Composición de piano img
Capítulo 60 El olor es insoportable img
Capítulo 61 Tiene una obsesión con la limpieza img
Capítulo 62 Duele img
Capítulo 63 ¿Qué crees que voy a hacer img
Capítulo 64 ¿Quién te envió img
Capítulo 65 Estaban a punto de descubrir que estaba embarazada img
Capítulo 66 Jeremy la envió a casa img
img
  /  1
img

Capítulo 3 ¿Pudo ver su rostro esa noche

Jeremy se alzaba sobre todos los demás, pues por su altura era imposible ignorarlo. Había algo en él, una intensidad silenciosa, pulida y poderosa, que captaba la atención de todos sin esfuerzo.

Iba ataviado en un elegante traje negro que irradiaba un lujo discreto, impecable en cada detalle. Por otro lado, aunque su rostro era perfecto e impactantemente apuesto, también lucía distante.

Kayla contuvo el aliento; verlo allí la paralizó por completo.

Este hombre era demasiado impresionante y sereno.

Cuando la mirada de Jeremy se posó brevemente sobre ella, su corazón dio un vuelco y bajó los ojos instintivamente.

Afortunadamente, él dejó de prestarle atención y se alejó con su grupo de acompañantes, avanzando sin prisa.

Liam finalmente logró estacionar su auto, aunque tuvo que dejarlo cerca de un contenedor de basura maloliente.

"¿Entramos juntos?", le preguntó a su esposa a la vez que extendía una mano hacia ella.

Kayla retrocedió y espetó con un tono frío: "Puedo caminar sola".

Él dudó, pero se contuvo; no valía la pena montar una escena allí mismo. "Está bien", murmuró en respuesta.

El banquete familiar se desarrolló sin que Jeremy hiciera acto de presencia.

Los hombros de Kayla se relajaron un poco. Si él hubiera estado allí, todo habría sido desastroso y no habría dejado de sentirse ansiosa.

Se excusó para ir al baño, pero en realidad no fue allí. Se escabulló al jardín, deseando tener algo de aire y espacio.

El salón principal bullía con charlas y música; no obstante, allí afuera, el silencio la envolvía por todos lados.

Cada rincón de la mansión emanaba poder: una riqueza esculpida en senderos de mármol y fuentes que susurraban al pasar. Ahora entendía por qué Liam estaba tan desesperado por ganarse el reconocimiento de esta familia. ¿Quién no lo haría?

Kayla caminó sin un rumbo fijo, por lo que pronto se dio cuenta de que ya no sabía dónde estaba.

Finalmente llegó a un estanque, donde de repente escuchó un alboroto.

Allí había un hombre inmovilizado por dos guardaespaldas, que le metían la cabeza en el agua. Preso del pánico, no dejaba de gritar, jurando que no sabía nada con una voz temblorosa.

Al menos una docena de guardaespaldas los rodeaban, ataviados con trajes negros que los hacían ver como sombras.

La chica se ocultó detrás de un arbusto y se tapó la boca con la mano, con el corazón latiendo salvajemente, como si quisiera salir disparado de su pecho.

Sacaron al hombre cuando estaba a segundos de ahogarse, arrojándolo al suelo como si no fuera más que basura.

"¡Señor Graham, le juro que no sé quién entró en la habitación esa noche! ¡No vi nada!".

Uno de los guardaespaldas le propinó un puñetazo en la cara. "¿Por qué sigues fingiendo que no lo sabes?", gruñó a modo de reprimenda.

"¡Juro que no lo sé! ¡Me quedé dormido! ¡No vi nada, lo juro!".

Entonces, se escuchó un fuerte crujido y el grito del hombre resonó en la piedra. Acababan de romperle uno de sus dedos con suma facilidad.

Todo el cuerpo de Kayla se puso rígido al presenciar la escena. Escalofríos bajaron por su espalda y el sudor se pegó a su piel.

Obviamente fue Jeremy el hombre con el que se acostó esa noche, y ahora estaba buscando respuestas.

Esto significaba que no sabía que había sido ella con quien había intimado en esa ocasión.

Una ola de miedo atravesó a la chica, enredada con un delgado hilo de alivio. Sabía que tenía que huir de inmediato.

Desgraciadamente, justo cuando se dio la vuelta para escabullirse, dos guardaespaldas se interpusieron en su camino.

"¡Hay alguien aquí!", anunció uno de ellos bruscamente.

Kayla se congeló y forzó una sonrisa. "Solo estaba pasando por aquí, pero juro que no vi nada".

Edwin Bailey, el asistente de Jeremy, le dirigió una mirada rápida y escudriñadora antes de girar la cabeza y decir: "Señor Graham, es la esposa de Liam".

Lo que llegó después fue un silencio abrumador. Entonces, una voz profunda y suave respondió: "Tráiganla aquí".

Antes de que ella pudiera reaccionar, la sujetaron y la obligaron a caminar, empujándola tan bruscamente que tropezó.

La garganta de la joven se tensó mientras se ponía de pie, con la cabeza inclinada y tan asustada que ni siquiera se atrevió a mirarlo a los ojos.

Jeremy estaba recostado en una tumbona. Una camiseta negra de cuello en V se ajustaba a su figura, y sus pantalones sueltos y hechos a la medida colgaban de manera impecable. Solo una parte de su rostro estaba iluminada, pero lo que era visible parecía una verdadera obra maestra.

Entonces, sus ojos se fijaron en Kayla. Se veía demasiado pequeña, incluso frágil. Sus largas pestañas temblaban y su miedo se hacía evidente en cada movimiento.

Algo en su vulnerabilidad pareció despertar un sentimiento tenue en él.

"Levanta la cara y mírame a los ojos", le ordenó con una voz baja pero firme.

La otra apretó su vestido con todas sus fuerzas. Mordiéndose el labio, alzó lentamente la mirada para finalmente encontrarse con los ojos de Jeremy.

La expresión del hombre no revelaba nada. "¿Qué haces aquí?".

"Me perdí", susurró ella. "En ningún momento tuve la intención de interrumpirlos".

"¿Te perdiste?", espetó él con un tono gélido. "¿O Liam te envió para que husmearas?".

"¡No! ¡Para nada! ¡Lo juro!". La chica alzó una mano, como si hiciera un juramento; sin embargo, la mirada de su interlocutor permaneció fría e imperturbable.

Afortunadamente, él no insistió en el tema. Con un movimiento de su mano, indicó a los guardias que la soltaran.

El alivio la inundó, pero solo logró dar unos cuantos pasos tambaleantes antes de que su estómago se retorciera violentamente. Las náuseas surgieron de la nada.

Al ver un contenedor cerca de la tumbona, Kayla corrió hacia esa dirección. Pero de repente perdió el equilibrio y resbaló, cayendo con fuerza sobre Jeremy, colapsando en sus brazos mientras su estómago se retorcía.

¡Increíble!

Los guardaespaldas se sobresaltaron y se apresuraron, listos para apartarla de inmediato.

El rostro de Jeremy se oscureció, pero les hizo un gesto con la mano para detenerlos.

Kayla dio varias arcadas más contra su pecho antes de que la oleada de náuseas se detuviera. Afortunadamente, no salió nada, ya que solo fueron arcadas secas.

La mandíbula del hombre se tensó antes de apartarla bruscamente.

"¿Liam te envió para seducirme?", la cuestionó con una voz aguda, cargada de una frialdad y furia apenas contenida.

La joven cayó al suelo, totalmente desorientada, mientras lo miraba con unos ojos parpadeantes. "Perdón, pero no me siento bien. No te enojarás conmigo por eso, ¿verdad? Después de todo, somos familia".

Jeremy frunció el ceño; esta mujer era astuta, y lo demostró al sacar ventaja de la situación.

Cuando la luz cambió, él pudo apreciar mejor su rostro. Ella lucía pálida y asustada.

"Ya me tengo que ir", murmuró Kayla mientras se levantaba. "Adiós, Jeremy".

Pero no pudo avanzar mucho, ya que la mano del hombre se cerró con fuerza alrededor de su muñeca. Y sus ojos nuevamente se fijaron en los de ella. Eran penetrantes y no parpadearon ni una sola vez, como si pudiera ver más allá de su apariencia temblorosa.

El pecho de Kayla se tensó. ¿Él ya lo sabía? ¿Pudo ver su rostro esa noche?

            
            

COPYRIGHT(©) 2022