Para aquellos que estudian danza clásica, ese premio era el de mayor honor.
Pero había quedado destrozada.
Las cejas de Lanny se fruncieron ligeramente al escuchar sus palabras.
No podía olvidar lo extasiada que estaba la joven cuando recibió el premio, riendo y llorando a la vez, parloteando por horas y horas.
No entendía de danza, pero sabía que los premios eran una forma de reconocimiento.
"Belen, de verdad no fue mi intención...", los ojos de Jayde se llenaron de lágrimas mientras se agachaba nuevamente para recoger las piezas rotas.
Al momento siguiente, fue agarrada por el cuello.
Un sonido seco resonó cuando la mano de Belen aterrizó en su mejilla, incluso dejó una marca roja.
La atmósfera en la espaciosa sala de estar se congeló.
"¿Por qué te haces la víctima?". Belen trató de recordarse a sí misma que debía mantener la calma, pero el caos a su alrededor y el gesto deliberado de Jayde la enfurecieron. "Revisemos las cámaras de seguridad y veremos si lo hiciste a propósito".
Un destello de culpa apareció en los ojos de la joven después de escuchar las palabras.
"¡Basta!", Lanny se paró de manera protectora frente a Jayde, y miró fríamente a la otra joven. "Es solo un objeto sin valor. Tu logro no desaparecerá solo porque el trofeo se haya roto. ¿Es necesario ser tan agresiva?".
Belen se quedó muda.
Miró al hombre frente a ella y se le cortó la respiración.
"Jayde no lo hizo a propósito. Deja de actuar así". Lanny miró tiernamente el rostro hinchado de su novia y levantó la mano, a punto de abofetear a Belen, pero se detuvo. Lentamente bajó la mano. "Si te atreves a tocarla de nuevo, no te lo perdonaré. Vete".
Los ojos de Belen se enrojecieron y sintió un escozor en la nariz.
Respiró profundo, agarró su maleta y se fue rápidamente.
Fuera de la villa, se dio cuenta de que llovía torrencialmente, pero caminó como si no le importara. Recordó cuando Lanny la había defendido a los catorce años, cuando ella iba hacia casa tras haber ganado la primera competición de su vida ese día. Sin embargo, un borracho chocó contra ella.
El trofeo se rompió tras caer al suelo y el hombre lo pateó, maldiciendo.
Lanny lo golpeó directamente en la nariz, y la llevó a cuestas mientras ella sollozaba durante todo el camino. Luego, el joven pasó la noche reconstruyendo pacientemente el trofeo.
Belen nunca pudo olvidar sus ojos inyectados en sangre cuando orgullosamente le entregó el objeto, diciendo: "Mira. No encontrarás ni una fractura".
La había valorado tanto... Pero ahora estaba dispuesto a golpearla por otra mujer.
Legó a su apartamento alquilado cerca del campus empapada hasta los huesos.
Desafortunadamente, se enfermó gravemente y estuvo dos días sin poder levantarse de la cama.
"Ring", sonó el timbre de la puerta.
Antes de que la joven pudiera levantarse para abrir la puerta, escuchó pasos acercándose rápidamente.
Levantó débilmente la mirada para ver a Lanny de pie frente a ella. Sus ojos oscuros la miraban fijamente.
Al segundo siguiente, este la agarró de la garganta con fuerza. "¿Dónde escondiste a Jayde?".