La Esposa Descartada: El Ascenso de una Leyenda Legal
img img La Esposa Descartada: El Ascenso de una Leyenda Legal img Capítulo 3
3
Capítulo 6 img
Capítulo 7 img
Capítulo 8 img
Capítulo 9 img
Capítulo 10 img
Capítulo 11 img
Capítulo 12 img
Capítulo 13 img
Capítulo 14 img
Capítulo 15 img
Capítulo 16 img
Capítulo 17 img
Capítulo 18 img
Capítulo 19 img
Capítulo 20 img
Capítulo 21 img
img
  /  1
img

Capítulo 3

Solo dos días después, Santiago se dio cuenta de que Eva se había ido. Estaba consumido por el lanzamiento de la nueva línea de ropa de Valeria. Era su acompañante en fiestas exclusivas, su asesor legal permanente y su confidente. Se movía por el deslumbrante mundo de élite de la ciudad con un encanto natural. Con su exnovia del brazo, se sentía vivo y revitalizado.

La tercera mañana, cuando se despertó en su casa totalmente silenciosa, y se dio cuenta de que se había acabado el café favorito de Valeria, una vaga sensación de inquietud lo invadió. Ante esto, llamó a su esposa: "Eva".

La única respuesta que recibió fue el silencio. Caminó por la casa, solo para descubrir que el clóset de su esposa estaba medio vacío, y que su lado del tocador del baño no tenía sus productos de belleza ni sus perfumes. Frunciendo el ceño se preguntó si había ido a visitar a su familia. Pero, regularmente le avisaba. Entonces, vio una pila de papeles en la barra de la cocina, sostenidos por el jarrón minimalista que a Eva tanto le gustaba.

Cuando los tomó, leyó: "SOLICITUD DE DISOLUCIÓN DE MATRIMONIO" Esas palabras parecían flotar fuera de la página. Las miró, sin comprender qué estaba sucediendo. ¿Eva quería divorciarse? Al pensar en esa posibilidad, soltó una risa corta e incrédula.

Tenía que tratarse de una broma o de una súplica desesperada de atención. El hombre recordaba vagamente que en días recientes su esposa había estado de mal humor. Seguramente solo era otra de sus rabietas silenciosas y dramáticas. En ese momento, recibió un mensaje de Valeria. "La celebración es esta noche en el Bar Cielo. No llegues tarde. Te tengo una sorpresita".

Después de leer el mensaje, el hombre se olvidó por completo de los documentos que dejó su esposa. La sorpresa de Valeria sonaba mucho más interesante que el pequeño berrinche de Eva. Arrojó los papeles de nuevo sobre la barra, tomó sus llaves y se dirigió a la puerta. Se ocuparía de su esposa cuando regresara. Para entonces, seguramente ya se le habría pasado el enojo. Siempre era así...

Santiago estaba a punto de salir, cuando sus ojos captaron la firma de Eva en la última página del documento. La letra era elegante y precisa. Junto a ella había una pequeña nota escrita a mano.

Re: Montes Fashion vs. Atelier Noir Revisa la Sección 2(c) del acuerdo de PI de 1988. Su cláusula de no competencia es inaplicable bajo el Artículo 5 de la Constitución. Estás buscando en el lugar equivocado.

Luego de leer eso, el hombre se quedó helado. Volvió a tomar los papeles, al mismo tiempo que su corazón comenzaba a latir un poco más rápido. ¿Cómo sabía Eva sobre ese caso? La disputa con Atelier Noir era un asunto confidencial del que solo había hablado con Valeria y su equipo legal. Y el acuerdo de 1988... era un documento que había estado almacenado, y apenas el día anterior lo habían desenterrado.

Más importante aún, ¿cómo sabía Eva que era inaplicable? Él y su equipo habían estado hablando sobre ese mismo asunto durante horas, y aún no estaban totalmente seguros de nada.

El hombre se quedó mirando la nota. La letra sin duda era de Eva, pero el análisis legal frío y agudo era algo... completamente diferente. Era magnifico. Exactamente el argumento que había estado tratando de formular.

Una pizca de confusión atravesó su enojo. ¿Quién era la mujer con la que se había casado? Esa ama de casa tranquila y abnegada que parecía saber más sobre su caso que su propio equipo legal de alto perfil.

En ese momento, recibió otro mensaje de Valeria. "¿Dónde estás?". Sacudió la cabeza para deshacerse de la extraña sensación que lo embargó. Probablemente fue una mera suposición de Eva que dio en el blanco o tal vez lo había oído hablar por teléfono. Pero, eso no importaba ahora, porque Valeria lo estaba esperando.

Dejó la solicitud de divorcio en la barra y salió al sol de la Ciudad de México, mientras la inquietante nota comenzaba a desvanecerse de su mente.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022