De Modelo A Dama De Compañía Del CEO Ruso
img img De Modelo A Dama De Compañía Del CEO Ruso img Capítulo 4 4. Escape.
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Capítulo 8 8. Mía... suyo... img
Capítulo 9 9. La belleza realmente cuesta. img
Capítulo 10 10. En bancarrota. img
Capítulo 11 11. Nadie ve el precio. img
Capítulo 12 12. El segundo hombre más importante de la monarquía img
Capítulo 13 13. Una mancha en su historia perfecta. img
Capítulo 14 14. ¿Entrenarme img
Capítulo 15 15. Libertad. img
Capítulo 16 16. El traserø arde. img
Capítulo 17 17. Una ilusión. img
Capítulo 18 18. No soy tu enemiga. img
Capítulo 19 19. Tregua. img
Capítulo 20 20. Perdiendo img
Capítulo 21 21. Trampa img
Capítulo 22 22. Cazadora. img
Capítulo 23 23. El pasado regresa img
Capítulo 24 24. Tus amoríos img
Capítulo 25 25. Hiena. img
Capítulo 26 26. Hoy quiero locura. img
Capítulo 27 27. ¡NO... NO...NO! img
Capítulo 28 28. Lo odio. img
Capítulo 29 29. Ese hijo será mi armâ img
Capítulo 30 30. Su copia img
Capítulo 31 31. Ella será mi perdición img
Capítulo 32 32. Un campo minado img
Capítulo 33 33. Una traición img
Capítulo 34 34. Sobrevivir entre tiburones. img
Capítulo 35 35. Жена (esposa). img
Capítulo 36 36. Una mascota. img
Capítulo 37 37. Amenazas claras. img
Capítulo 38 38. Titiriteros img
Capítulo 39 39. No soy un hombre de paciencia. img
Capítulo 40 40. Eres la reina de la hipocresía. img
Capítulo 41 41. Todo... se paga. img
Capítulo 42 42. Cirugía. Corazón. Milagro. img
Capítulo 43 43. En mi vientre crece vida. img
Capítulo 44 44. Natural, vibrante, real img
Capítulo 45 45. Mi ley es un ojo... se paga con dos. img
Capítulo 46 46. ¿Está vivo img
Capítulo 47 47. Su Majestad img
Capítulo 48 48. Graves errores. img
Capítulo 49 49. Poca cosa para su imperio. img
Capítulo 50 50. Una fuerza que no se rinde. img
Capítulo 51 51. La sombra que marcó mi existencia. img
Capítulo 52 52. ¡Divorcio!!! img
Capítulo 53 53. Duele bonito. img
Capítulo 54 54. Mierdâ... esto duele. img
Capítulo 55 55. El eco de mis errores. img
Capítulo 56 56. Acto de rendición. img
Capítulo 57 57. Se acabó. img
Capítulo 58 58. Lejos de casa. img
Capítulo 59 59. Una mujer. img
Capítulo 60 60. Salvaje. img
Capítulo 61 61. Te odiø. img
Capítulo 62 62. Vulnerable, auténtica img
Capítulo 63 63. La misma mujerzuelâ. img
Capítulo 64 64. Guerra fría. img
Capítulo 65 65. Amapola. img
Capítulo 66 66. Un depredador img
Capítulo 67 67. Guerra de ambición y poder. img
Capítulo 68 68. Ahora soy venganza img
Capítulo 69 69. ¿Cómo puede estar tan ciego img
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Capítulo 4 4. Escape.

POV. CIARA EMILIA

Pero lo peor no es la bofetada, sino lo que significa: la confirmación de que estoy sola en este infierno.

Una mujer que está cerca interviene de inmediato, alzando la voz.

-¡Usted! ¿Quién se cree para golpear a esta jovencita? ¿Acaso no sabe que eso es un atropello?

Varias personas comienzan a girar la cabeza hacia nosotros. Escucho murmullos de indignación que se esparcen en el ambiente.

-Es un salvaje.

-Miren cómo le rompió el labio.

-Pobre chica.

Macías aprieta mi brazo, tratando de arrastrarme para salir de aquí.

-Señora, no se meta en lo que no le importa -gruñe, tenso.

Pero la mujer no retrocede. Se cruza en nuestro camino, con la mirada encendida.

-¡Sí me importa! Ella es una mujer y usted la golpeó frente a todos. ¿Acaso no ve que necesita ser atendida por un médico? Su labio no ha dejado de sangrar.

Las voces a su alrededor se elevan, cada vez más cargadas de molestia. Varias personas empiezan a increpar a Macías, y la tensión crece.

Sus guardaespaldas reaccionan de inmediato, rodeándolo para protegerlo... y, por un instante, se olvidan de mí.

En medio del caos, una mano me toma y me jala con firmeza.

-Vamos -susurra una voz conocida.

Giro el rostro, sintiendo el latido acelerado de mi corazón.

-¿Pam...?

-Corre. Luego me das los besos y abrazos...

Todo a mi alrededor parece una película de acción. Una mujer que va junto a Pam me empuja hacia uno de los baños.

-¡Rápido, niña! Cámbiate de ropa -me ordena con voz seca y fría, lanzándome una bolsa con ropa. Me quedo inmóvil, sin saber qué hacer.

-Muévete, ¿o acaso quieres seguir con tu viaje?

Niego con la cabeza, mi mente se llena de caos y una sensación de pánico recorre mi cuerpo. Empiezo a desvestirme mientras mis manos torpemente tiemblan.

-Confía, ellas son enviadas por mamá -dice Pamela.

Hasta ese momento, no me había dado cuenta de que había otra mujer con el cabello rojo, casi idéntico al mío, y una fisionomía sorprendentemente similar. Ella empieza a vestirse con mi ropa. Mi corazón late con fuerza, mi respiración se corta y una mezcla de miedo y adrenalina me embarga.

La bolsa que me pasó contiene ropa de hombre, ligeramente holgada, pero perfecta para pasar desapercibida. Además, hay una peluca rubia, un gorro, unos anteojos oscuros y guantes. Chantall pensó en todo.

La mujer que se parece a mí salió primero, mientras termino de vestirme. Pam me ayuda con la peluca. Siento mi cuerpo temblar, la tensión me recorre por completo.

-¿Listo? -pregunta la mujer.

Asiento, sintiendo cómo mis manos tiemblan, incapaz de controlarlas.

-Toma, lleva esta maleta para disimular el temblor que tienes y camina con movimientos más bruscos, exagerados que parezcan de un hombre. No los de una princesita -su tono es más una orden que una sugerencia.

-Tú -dice, señalando a Pamela-, sal adelante. Mi compañero te conducirá al avión.

Intento protestar, la mujer es una extraña, no sé si puedo confiar en ella.

-Tranquila, princesa, mi misión es sacarte de aquí sana y salva... pero necesito que cooperes.

-Emi, no te preocupes, todo saldrá bien. Te espero en el avión.

Asiento, aunque el temor me invade.

Al salir del baño, me cruzo con mi hermano, quien no me reconoce. Sé que me está buscando, y el miedo me oprime el pecho.

-¡Malditâ estúpidâ! ¡Verás lo que te haré cuando te atrape! -lo escucho refunfuñar furioso.

-Mirada al frente -me susurra la mujer que va a mi lado-. Tú puedes. Sólo unos pasos más y estaremos en el ala privada.

Hago lo que me dice, aunque mi corazón late desbocado, sintiendo que en cualquier momento podrían atraparme.

-¡Señor, está saliendo del aeropuerto! - escucho grita uno de sus guaruras de mi hermano, haciendo que mi pulso se acelere aún más y por un instante siento que pierdo el equilibrio.

-Tranquila ellos están buscando a una mujer pelirroja -me recuerda la mujer que ha estado a mi lado.

Finalmente, llegamos al avión y, al verlo, siento que puedo respirar. El alivio me invade.

-¡Dios... gracias! ¡Gracias! -grito, con la voz quebrada por la emoción, sin poder contener la oleada que me estalla en el pecho. Las lágrimas me corren sin pudor, calientes, saladas, liberadoras. Mis piernas aún tiemblan, pero ya no es por el miedo. Ese se va, poco a poco y queda la alegría

No lo puedo creer...

-¡Soy libre! -exclamo con una risa rota, tan auténtica que me sacude el alma. Risa de verdad. De esas que nacen desde lo más profundo, desde un lugar olvidado que ni sabía que existía.

Veo a Pamela y, sin pensarlo, me lanzo a sus brazos.

-Gracias, les debo mi vida a ti y a tu mamá. Ustedes son mis salvadoras. Les estaré eternamente agradecida por haberme ayudado a escapar -digo, con las lágrimas recorriéndome el rostro.

Pamela me abraza mientras sollozo desconsolada, pero de felicidad. Pensé que nunca saldría de esa prisión, que mi vida sería un tormento sin fin.

-Amiga, ya pasó todo. Ahora, una nueva vida te sonríe -me consuela, acariciando suavemente mi cabello.

-Sé que mi padre no se quedará tranquilo, debe estar buscándome por cielo y tierra -digo, llena de temor.

-No te preocupes, mamá convenció al Ruso de adelantar la fecha de encuentro... Con ese dinero, podrás iniciar una nueva vida.

-Amo a tu mamá, será mi manager eterna -respondo con una sonrisa, aliviada por su apoyo.

-Por favor, tomen asiento -nos pide la azafata con voz suave.

Asentimos y nos sentamos. Pamela me mantiene abrazada, y no sé en qué momento caigo profundamente dormida en los brazos de Morfeo.

-Emi, despierta, casi llegamos -escucho la voz de Pam llamándome con suavidad.

Abro los ojos lentamente, sintiendo aún los restos del sueño, y comienzo a observar el entorno con calma.

-¿Tan rápido? -pregunto, aún sorprendida.

Ella aparta unos mechones de mi rostro con ternura.

-Debemos hacernos unas buenas mascarillas para desinflamar esos ojos y desaparecer las enormes bolsas que tienes debajo. Te aseguro que, si el Ruso te ve así, saldrá corriendo -me dice con una sonrisa traviesa.

Mis ojos se abren como platos.

"No puedo estar tan horrible... ¡él no puede huir! Ese dinero es mi pase a un nuevo mundo."

Debo lograr que me quiera, al menos por una semana. Con ese dinero, ya no tendré que empezar desde cero.

-Debemos comprar las mejores mascarillas, él no puede salir corriendo -digo, apresurada.

Pam suelta una sonora carcajada.

-Alto, Emi, vamos despacio. A pesar de esas horribles ojeras, te ves hermosa. Solo asegúrate de no babearlo como hiciste con mis piernas... o ahí sí que lo espantas.

-Pam, qué pena, pero caí como una foca. Llevaba tantos días sin dormir... -me disculpo, avergonzada.

Ella sonríe y se levanta destellando felicidad.

-Ya deja de disculparte tanto. Muévete, tienes que darte una ducha y cambiarte de ropa -dice, pasándome una valija junto con un abrigo.

Levanto una ceja, olvidando por completo que sigo vestida como un chico.

-Debes ponerte algo más adecuado y sexy. Es posible que tu galán ya nos esté esperando, y no te puede ver vestida de hombre o pensará... -la interrumpo.

-¡Qué bruta soy! -exclamo, mirando la ropa que llevo puesta, dándome cuenta del error.

Tomo la maleta y me levanto. Miro a mi alrededor, completamente impresionada. El avión es increíble, súper confortable. Veo a Chantall en una de las mesas de adelante, conversando con alguien. Lo asumo por las dos copas de vino en la mesa.

-Ven, te acompaño a la habitación -me dice Pam, tomándome de la mano.

-¿De quién es este avión? -pregunto, curiosa.

Detecto una leve tensión en su rostro.

-De un amigo -interviene Chantall con calma y una seguridad que me tranquiliza.

-Es hermoso -respondo, admirando el lujo a mi alrededor.

Los asientos de cuero gris, los detalles en madera de cedro y la iluminación tenue mantienen un ambiente sofisticado. Las mesas en el centro separan los asientos, y todo grita exclusividad y riqueza.

-Así es. Ve a arreglarte, pronto aterrizaremos y debemos estar en nuestros lugares.

Asiento, sin dudarlo. Pamela me toma de la mano y me lleva a la habitación. Es pequeña, pero lujosa, con una cama amplia, un baño privado y un tocador con espejo. La luz suave del lugar le da un toque acogedor, casi como si estuviera hecha para relajarme.

Dentro de la maleta encuentro un hermoso conjunto de ropa interior azul petróleo... ¡me encanta! También hay una caja delicada, y en ella un precioso y elegante vestido del mismo tono, que sé que se ajustará a mi cuerpo como un guante. Además, perfume y maquillaje, todo perfectamente elegido. Es como si hubiera sido hecho especialmente para mí.

Me doy una ducha rápida, me visto y Pam me ayuda a maquillarme sutilmente.

-Listo. Estás hermosa para conquistar al Ruso... y al mundo.

-Gracias -le digo, sonriendo a través del espejo, agradecida no solo por su ayuda, sino por todo lo que ha hecho por mí.

La azafata avisa que debemos tomar asiento. El avión está por aterrizar. Rápidamente salimos de la recámara y nos dirigimos a nuestros lugares.

Unos minutos después aterrizamos en el Aeropuerto de Lyon-Saint Exupéry, después de un vuelo de un poco más de dos horas desde el Aeropuerto de Dublín.

Al bajar del avión, varias camionetas 4x4 imponentes y lujosas, con vidrios polarizados, nos esperan.

-¿El amigo de tu mamá, mínimo debe ser un jeque? Todo esto grita a dólares -bromeo, mirando las camionetas.

Pamela se incomoda ligeramente y hace una pequeña mueca.

-Algo así -responde con poco ánimo.

Me echo a reír mientras la observo, negando con la cabeza.

-¿Es en serio? -pregunto, viendo cómo se tensa-. Pam, tu mamá es una mujer joven y hermosa, tiene todo el derecho de rehacer su vida. Qué mejor si es con alguien que le pueda dar todo lo que se merece.

La observo exhalar profundamente, como si estuviera procesando mis palabras.

-Sí, lo sé. Debo madurar -responde con una risita nerviosa.

Solo ruedo mis ojos y me concentro en el hermoso paisaje de los Alpes Franceses.

-¿A dónde nos dirigimos? -le pregunto a Pam, curiosa.

-Al Lago de Aiguebelette. Según lo que investigué, está ubicado en Saboya, es conocido por sus aguas turquesas y su entorno natural. También leí que Aiguebelette es muy tranquilo, con pocos turistas. Además, estamos en verano y el clima es cálido, ideal para nadar y hacer caminatas cortas. Aunque creo que no saldrás de la cama -dice con una sonrisa traviesa.

-¡Guau! Pensé que siempre hacía frío por aquí -respondo, sorprendida.

Aunque está relativamente cerca de mi casa, el dictador nunca nos permitió disfrutar de un viaje.

Me quedo embobada observando el paisaje. Las montañas imponentes y los árboles florecidos, los cerezos con sus flores blancas y rosadas, los álamos con sus hojas verdes... y, por supuesto, los sauces. Todo es tan precioso que no puedo apartar la vista.

-Todo es tan hermoso. Debo agradecerle al Ruso su buen gusto -susurro, asombrada.

Entramos por un sendero privado, rodeado de un frondoso bosque de árboles, con una vista espectacular del Lago de Aiguebelette. Desde lo alto de la colina, puedo ver un par de cabañas de madera, tan hermosas como lujosas, todo en perfecta armonía con el entorno.

            
            

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